Capitulo 9: "Diferencias"

Con la llegada de la Primavera y un mejor tiempo, parecía lo normal, comenzar a pensar en reemprender el viaje hacía el destino que tenían previsto los Hann y los Irish.
Los dias empezaban a alargar, y el Sol cada vez era más cálido.
Ana estaba muy satisfecha con la vida que empezaban a llevar y empezaba a plantearse, si no sería mejor establecerse en aquel lugar, en vez de continuar con la aventura de irse a ese lugar lejano y con tantas incertidumbres por delante.
Así se lo comunicó a su marido Thomas, una de aquellas noches, cuando el había regresado del trabajo.
- Thomas, cariño, quería decirte que desde hacía mucho tiempo, que no me sentía tan feliz como estoy en este lugar. Tenemos una casa, suficiente comida, vecinos agradables, y los niños, por fin estan aprendiendo mucho con el maestro que tienen.
Quizás seria mejor quedarnos en este lugar, ir a lo seguro que ya tenemos, en vez de ir a la aventura, a lo desconocido. Ese lugar por lo que dijo Jeff, es un lugar solitario.

No sabemos lo que nos espera allí, ¿donde vamos a vivir?, tendremos que construirnos una casa.
Si hay una casa que perteneció a los abuelos de Jeff, debe de estar en muy malas condiciones después de tanto tiempo. Y que vamos a hacer ¿ Vivir todos juntos, las 2 familias en una casa destartalada? La convivencia, no va a ser fácil, tu lo sabes y más cuando hay problemas.
¿ Y si nos ponemos enfermos, nosotros o los niños ? No hay nadie con conocimientos de medicina, ni ningún lugar donde puedan atendernos. Fíjate lo que le ocurrió al hijo de Jeff. Si llega a pasarle allí, quizás estaría muerto ya.

- Claro, si te pones a pensar en todos los inconvenientes,- le respondió Thomas a la defensiva-... y si nos come un oso, y si nos cae un rayo encima, y si... le dijo él en tono sarcástico.

Si nos ponemos a pensar en todos los inconvenientes, nunca haríamos nada. Los logros lo consiguen quienes se atreven a intentarlo.
Y si hay un tesoro allí, y nos hacemos ricos, podríamos llevar una vida muchísimo mejor que la que llevamos aquí.
Crees que nuestra vida es muy fácil. Pero yo cada día tengo que madrugar mucho, pasar frío, clavarme astillas y hacerme cortes con las ramas de los arboles. Eso sin pensar si algún día se me escapa el hacha y me hago daño de verdad o lastimo a alguien.
Y ¿ A que se va a dedicar nuestro hijo Robert cuando crezca, a ser un miserable leñador como su padre ?

-Vaya, - le contesto, su esposa Ana -si que te han entrado aires de grandeza, Sir Thomas,- pronto vas a vestir trajes de seda y te dedicarás las tardes a tomar te y hacer partidas de ajedrez, con tus amigos los Reyes, y condes de Inglaterra. ¿ Verdad ?.

- Bah, no se puede hablar contigo le replicó Thomas y se fue a la cama sin cenar.

- ¿ Por qué discutís ? - preguntó el pequeño Robert. Yo quiero hacerme rico como papa.

-Pues ya os podéis ir tu y papa, al fin del mundo. Y yo y tu hermana Victoria, nos quedamos aquí. ¿ Vale ?.

A lo que Victoria le respondió: oye mama, a mi no me metas.

-A vale ¿ Os habéis confabulado todos contra mi ?.
Pues buscaros a otra criada que os prepare la cena.

¡¡Mama!! Que tenemos hambre!!.....

******
Bernard y Emma, ya hacía varias semanas que habían anunciado su compromiso a sus familias.
Y a diferencia de lo que se esperaban, las 2 familias se alegraron mucho con la noticia.
Eso sí, les dijeron que eran muy jóvenes, y que aún tenían que prepararse para la vida adulta. Aun tenían que madurar. También les dijeron que el hecho de que Bernard se marchara pronto, les ayudaría a acabar de hacerse un hombre y una mujer responsables, y si de aquí a unos pocos años, seguían sintiendo lo mismo el uno hacía el otro, les apoyarían con todos los preparativos para la boda.
******
- Emma, no se cuando vamos a partir, pero me temo que será muy pronto. - dijo Bernard - Pero yo vendré a verte, siempre que pueda.
Promete que vas a esperarme. Seguro que vas a tener muchos pretendientes en mi ausencia, pues eres una chica muy bonita y muy simpática. Y a lo mejor, te cansas de esperarme y te fijas en otro.

-¿ Tu que te piensas. ? Yo no soy así, no soy una coqueta, como muchas otras chicas del pueblo, que ya te han echado el ojo. ¿ Te piensas que no me he dado cuenta?.
Si, que confías poco en mi, creía que me conocías mas. ¿ Piensas que todas somos iguales ?
A lo mejor te pasa a ti, que conoces a otra y me dejas.

Sí, como no me enamore de una osa o una loba. Allí donde vamos no habrá nadie aparte de nosotros es un lugar alejado.

A bueno claro,!! Como no vas a tener oportunidad, no hay peligro, pero si la hubiera quizás si, ¿ Verdad ?.

- No, no me refería a eso. Bueno, por lo visto hoy no tienes un buen día, estás muy susceptible. Y todo lo targiversas.

¡Claro, yo soy susceptible!, tu eres el que te vas y me abandonas, y yo me quedo ¿ Sabes ?
Vete, y que te hagas muy rico, si eso es lo que más te importa.

-Esas fueron sus últimas palabras y se fue corriendo, llorando.

Emma - gritó Bernard - pero su orgullo le impidió marchar corriendo detrás de ella. Se sentía dolido también, por las palabras que le había dicho, especialmente el hecho de que le hubiera dicho que prefería hacerse rico, que quedarse en el pueblo con ella.
Pero el no podía defraudar a sus padres. Aparte era el hijo mayor, y seguro que necesitarían su ayuda en ese lugar lejano.

Cuando Bernard regresó a su casa, se encontró a su hermana Sandy, cepillando los caballos.
Ella le dijo, -Estoy muy contenta: Papa y mama han decidido que de aquí a 4 o 5 días vamos a reemprender el viaje.
! Que ganas tengo!
4 o 5, días. ¿ Tan pronto, respondió Bernard ? Que le cayó la noticia como un jarro de agua fría.

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