Capitulo 7: Mi querida enfermera.
Bernard, se despertó después de 3 dias en una habitación grande, con otras 3 camas al lado, que en ese momento estaban vacías. Esta sala hacia las veces de hospital.
En ese tiempo era normal que en los monasterios hubieran salas de ese tipo, regidas por el clero, donde se atendía a los enfermos, u otro tipo de personas necesitadas, aunque eso fue cambiando poco a poco.
Pero en ese caso un hombre acaudalado del lugar, que había estudiado la ciencia de la medicina, dedicó una gran sala de su enorme casa para atender a los enfermos o heridos. Su esposa, su hija y algunas sirvientas hacían de "enfermeras".
- Vaya, por fin te has despertado, - dijo una muchacha hermosa, que tendría mas o menos mi edad, que estaba sentada en una silla al lado de mi cama.
La muchacha era menudita, de largos cabellos negros como la noche y unos profundos ojos verdes. Tenía una sonrisa preciosa, y unos labios rojos como carmesí.
- Voy a cambiarte la compresa de tu frente. Parece que te ha bajado la calentura ( fiebre ).
Por cierto, me presento soy Emma.
- Yo, yo soy... dije tartamudeando.
- Si, sé quién eres, te llamas Bernard. Tienes casi 17 años. Tu padre se llama Jeff, y tu madre Josefine, y tienes 1 hermano y una hermana mas pequeños que tú , Black y Sandy. ¿ Me he equivocado en algo?-
Me quedé desconcertado y perplejo. !Si casi sabía más de mí y de mi familia que yo mismo!(exagero).
Pero de pronto caí, y todo tuvo sentido, al ver aparecer en la sala a mi pequeña hermana Sandy. Seguro que le había contado todo eso,...!y esperaba que nada mas!, pues mi hermana pronto cogía confianza con la gente y más de una vez había metido la pata, y nos había metido en compromiso a mí y a Black, contando cosas que no debiera, como anécdotas graciosas personales o íntimas, esas cosas que todos solemos ocultar a los demás.
- ! Ya estas despierto que bien ! Mi hermana Sandy, vino corriendo y me dió un fuerte abrazo.
- !Quieta, quieta,! que me estas ahogando, dije, y le di un beso en la frente.
- Voy corriendo a avisar a mamá y papá. Y se fue.
- En ese momento Emma me miró y me sonrió.
- Yo le dije: Ahora entiendo, como sabes tanto de mí, seguro que es por Sandy.
- Bueno, dijo riéndose un poco: Me ha contado algunas cosillas...
- Espero que no demasiadas...
Oye, cambiando de tema, - pregunté: ¿ Por qué estoy aquí, que me ha pasado? Lo último que recuerdo, es que me perdí en el bosque, en la niebla, y me sentí caer, al vacío.
- Pues, precisamente eso - dijo ella - Te estuvieron buscando los hombres al ver que no aparecías, y al final te encontraron, abajo, en un pequeño barranco. Te trajeron aquí para cuidarte, te diste un fuerte golpe en la cabeza y tenias muchos rasguños y una pierna rota. Mi padre, ha estudiado la ciencia de la medicina, te curó las heridas y te entablillo la pierna.
Has estado 3 dias inconsciente, temían por tu vida. Pero veo que estás mejor.
Pero, un momento, - dijo Emma -voy a avisar a mi padre, que te venga a ver, y a decirle que ya despertaste.
De pronto, desee que no se fuera y que continuara hablándome, pero cuando me quedé solo, pensé que quizás era una suerte lo que me me había pasado, después de todo.
Pronto vino su padre, un hombre que se veía culto y elegante.
Bueno muchacho, veo que ya estas mejor y despierto. Dejame examinarte la pierna. Entonces levantó las sabanas y me vi la pierna, entre 2 tablas grandes, envuelta con unas sabanas rotas que a modo de vendaje las sujetaban firmemente.
Bueno me temo que tendrás la pierna así, durante un tiempo, hasta que el hueso roto, se sane.
A continuación procedió a examinarme las heridas, cortes y rasguños, y el chichón de la cabeza, que había disminuido de tamaño. Me puso unos ungüentos hechos de hierbas.
A continuación me acercó un espejo hecho de cristal de roca, sobre lámina metálica.
Entonces pude ver mi rostro, lleno de rasguños y moretones, y un chichón en la frente, así como un ojo morado.
Al observar mi cara de sorpresa, el medico rió ligeramente, y me dijo: no te preocupes, ese aspecto es solo temporal, de aquí unas semanas, volverás a ser el de antes.
Pensé para mis adentros: menuda impresión de mí se habrá llevado Emma.
A mi que siempre me habían alabado, por tener un buen aspecto físico. Me decían que era un chico atractivo, y que no tendría ningún problema en encontrar chicas que se fijaran en mi.
!! Sí, que se habría fijado en mi Emma, pero por el espanto que debía haberle dado.!!
Bueno, dejando tu rostro de lado, - dijo el doctor - Ahora me preocupa mas la recuperación de tu pierna. A tu izquierda, puedes ver unas muletas, que te ayudaran a andar. No intentes andar sin ella, ni fuerces tu pie contra el suelo, hasta que no se suelde bien el hueso. Eso es todo, seria bueno que a partir de mañana mismo, empezaras a acostumbrarte a ellas. Creo, que en 3 o 4 días, podrás volver a tu casa.
Cuando acababa de decir esas palabras, aparecieron mis padres y mi hermano Black, entonces me abrazaron y besaron, pues habían llegado a pensar que ya no iba a despertar más.
Pero ahora volvía a estar otra vez entre ellos.
Cuando hubieron charlado un rato con Bernard, el doctor les dijo a mis padres. Hoy es bueno que descanse un poco, mejor volver mañana a visitarlo otra vez. Hoy justo acaba de despertar, y debe descansar y acabar de reponerse físicamente.
Así que se despidieron, hasta el día siguiente.
Antes de anochecer, entró Emma a traerme algo de cena a mi cama, acercándome una mesita pequeña, para poder poner el vaso y el plato.
¿ Necesitas algo mas? - dijo Emma, antes de irse.
- Sí, recuperar la cara que tenia antes... espero no haberte asustado mucho.
Los 2 se pusieron a reír, con una mirada de complicidad.
Luego, vendré a recoger la mesita y ha llevarme tu plato y vaso, cuando hayas acabado de cenar para que puedas ponerte a descansar.
Hasta luego, dije.
Ella salió de la sala y cerró la puerta tras de sí.
Entonces se me escapó un gran suspiro, intuía que me iba a enamorar de ella...
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