[01]

Jimin estaba sentado en una cama cuya colcha era de terciopelo color azul, muy suave y esponjosa, sin embargo no estaba cómodo.

—Mamá, por favor no lo hagas — Estaba de rodillas frente a su madre —Yo no amo a Taemin, no me obligues a ser su pareja — Lloraba.

—Sabes que no está a discusión, tu padre murió y nos dejó llenos de deudas —Su madre le tomó bruscamente de los hombros y lo obligó a ponerse de pie —Además no estas en posición de rechazar su oferta, te recuerdo que eres un omega inútil — Escupió cuan veneno —No dominas nigún elemento, ¿o si? — El pequeño negó con la cabeza —Tu única tarea es servir, tu lugar es detrás de un alfa o beta.

Jimin mentía si decía que las palabras de su madre no le habían dolido, antes de que su padre muriera todo era diferente; pues Jijoon había querido huir a Furence; un reino dividido en cinco regiones: Tierra, Viento, Fuego, Hielo y Unión, pero antes de poder planear su escape, murió. Él sabía que su padre habría preferido mil veces mutilarse antes que vender a su hijo, pero ya no estaba y tuvo que hacer lo que su madre le ordenó.

Ahora estaba en la cama de Taemin, esperando a que no llegase ebrio y lo golpeara, como siempre. Agradecía de que Taemin fuera un beta y no podía marcarlo, de lo contrario estaría muy jodido, sin embargo, se estaba quedando sin excusas para no acostarse con él. Escuchó un fuerte estruendo y divisó a Taemin parado en el umbral de la entrada, la manera en la que lo miraba le producía asco, pero no podía hacer nada.

—Hueles tan bien Jiminie — No supo ni en qué momento tenía el rostro del beta en el cuello, olisqueandolo.

—Taemin ssi, por favor — Trataba de quitarlo.

—No Jimin, ya esperé demasiado — Acto siguiente comenzó a manosearlo.

—Dije que no — Murmuró, por desgracia el beta lo escuchó y lo sujetó con fuerza, al punto de empezar a lastimarlo.

—Tu vas a ser mío — Dijo con molestia cerca de sus labios, para después besarlos con fuerza y morderlos un poco —Ahora abre las malditas piernas putita — Park estaba aterrado, no sabía que hacer, no quería que Lee lo tocara de esa manera.

El rubio mantenía ambas piernas apretadas los más fuerte que se podía, mientras que Lee besaba y dejaba marcas en el cuello del omega, odiaba esa sensación, le producía asco de sólo tenerlo cerca. Él beta aprisionó sus manos y las apretó lo más fuerte que pudo, lastimando al menor bajo él. Después de que lamiera y saboreara su cuello, dejó el agarre de sus manos y llevó las propias a las rodillas del rubio abriendo las piernas del omega bruscamente. Jimin quiso alejarlo, pero el miedo lo consumía por completo, así que solo cerró los ojos esperando lo peor.

Sintió como el beta restregaba su erección contra su entrada, sus lágrimas descendían por sus mejillas al sentirse tan asqueado y usado, pero sabía que si se oponía el castigo sería peor, no le quedó más remedio que suprimir sus sollozos y dejarse tocar por el hombre sobre él.

—Señor Lee — La voz de una de las sirvientas irrumpió en la habitación, deteniendo toda acción de Taemin. —El señor Kang lo busca.

Lee bufó con molestia y se apartó de Jimin, quien sintió como si le hubieran salvado la vida, pero antes de que pudiera recuperar la respiración por completo sintió como él beta lo tomaba de las mejillas y las apretaba con fuerza.

—Ni creas que esto acabó aquí — Susurró cerca de sus labios y lo dejó, acto seguido salió de la habitación sin más.

Cuando estuvo solo en la alcoba se echó a llorar amargamente; Lee Taemin era la persona más poderosa del Reino de las Sombras, pues se rumoraba que sería él quien asumiría el trono una vez que el heredero Kim se convirtiera en rey. Park le tenía mucho miedo ya que el beta le golpeaba y había tratado varias veces de violarlo, le sometía y le humillaba, cada día le recordaba que era inferior a él y se encargaba de marcar en su mente que no valía nada por el simple hecho de ser un omega sin poderes, un omega que no tenía la capacidad de dominar ningún elemento de la naturaleza. Y Jimin ya no aguantaba ni un minuto más.

—Joven Park, cálmese — No se dio cuenta del momento en el que la beta entró a la habitación —Él se fue y va a tardar — Se acercó al omega que estaba hecho un ovillo en la cama.

—Sácame de aquí — Rogó —Te doy lo que quieras, pero sácame de aquí — Con mucho trabajo se incorporó, los golpes en el estómago que Taemin le había hecho el día anterior dolían.

—Pero joven Park, ¿A dónde iría? Usted es un omega, lo van a lastimar — Lo tomó de ambas manos —Sabe que el señor Lee tiene conocidos en todo el reino y si se va lo van a encontrar — Le acarició el cabello con suavidad —Sabe que si huye lo van a matar, mejor dele al señor Lee lo que quiere.

¿Dejarse poseer? ¿Dejar que ese maldito cerdo se colara entre sus pantalones? No era una opción, no lo deseaba, no quería. ¿Por qué un omega no tenía el derecho de decidir lo quería? ¿Por qué siempre tenían que depender de un alfa o beta? Tal vez su padre se equivocó.

—El lugar es lo de menos, por favor — Le miró con ojos llorosos —Prepárame un caballo. — El corazón de la sirvienta se rompió, aquel rubio le daba mucha lástima, terminó asintiendo con pena.

El Reino de las Sombras se caracterizaba por ser un lugar donde siempre era de noche, además siempre había bruma, por eso los habitantes de ahí eran llamados "Búhos", ya que la mayoría (o todos) eran betas que poseían una magnífica visión nocturna, todos menos Jimin.

Jimin era un omega que no tenía visión nocturna, ni mucho menos controlaba un elemento de la naturaleza, era alguien "anormal", por eso mismo había sido blanco de insultos y burlas (añadiendo que era un omega varón). Su madre se aprovechó de esto para manipular a su hijo y emparejarlo con Taemin, Jimin amaba a su madre y por eso le obedeció. Por desgracia, su padre murió en una de las trampas de la frontera, pero había algo que siempre resonó su mente después de la muerte de Jijoon, y era que Taemin había hablado con él para decirle algo de suma importancia, según su madre fue para "hablar de negocios", lo último que recuerda de ese encuentro fue que Jijoon salió muy enojado del despacho, al día siguiente murió.

Con el recuerdo de su padre en mente, Jimin tomó sus cosas y las comenzó a empacar en una sábana, saldría de ese lugar y nadie se lo iba a impedir.

—Joven Park — Llamó la beta —Su caballo está listo.

El asintió y le sonrió, tomó una de las pulseras de oro (regalo de Taemin) y la puso en su mano.

—No sabes cuánto te agradezco — Sujetó su mano con fuerza, luego fue por su "maleta" y la puso en su espalda.

Se armó de valor y caminó hasta las imponentes puertas de la mansión, suspiró, por fin tendría la libertad que tanto deseó, pero una voz la detuvo.

—¿A dónde crees que vas? — Taemin lo tomó del brazo y lo obligó a verle. Park se paralizó al instante. Bajó la mirada por instinto, le aterraba que pudiera enojarse y golpearlo hasta el cansancio, como siempre lo hacía.

—Me quiero ir — Dijo con un hilo de voz —Estoy cansado de tus golpes.

Taemin lo sujetó por el cuello, pero no lo apretó.

—¿Ah si? ¿Y a dónde irás? — Comenzó a acercarse a él —Te recuerdo que eres un completo inútil.

—A dónde no estés tú, llegaré lejos, puedo defenderme yo solo — Recordó las palabras de su padre, pero sólo provocó la risa en el beta.

—¿De dónde sacas tanta idiotez?

—No es ninguna idiotez, me lo dijo mi padre — Defendió, grave error. Recibió una bofetada en la mejilla izquierda haciendo que cayera al suelo.

—Aw — Lo tomó del cabello encarándole —¿En serio creíste eso? Vaya que eres estúpido.

—Él no mentía — Un pequeño hilo de sangre descendió de su boca.

—Jimin, ¿tú crees que tu padre quiso tener a un omega por hijo? Date cuenta que solo lo dijo para hacerte creer que valías algo porque todos saben que los omegas solo sirven para ser la putas de los demás, por eso estás aquí, ¿no es así? — Con eso logró hacer que el equilibrio emocional de Jimin se fuera por el caño.

—Él n–no... — La confusión reinó en él —Aún así me quiero ir — Por primera vez se atrevió a mirarlo a los ojos.

—A mi no me hablas así — Un puñetazo que hizo que Jimin se desorientara, después comenzó a sentir patadas en la espalda, una, dos, cinco, el dolor físico estaba lejos de compararse con el que sentía en su corazón. A veces odiaba ser un omega, pues tal vez Taemin tenía razón y solo servía para estar detrás de un alfa o beta. Desde que su madre lo vendió a Taemin dejó de creer que las parejas destinadas existían; su padre le había contado muchas historias acerca de parejas predestinadas y creyó que de verdad él podía encontrar una, pero no, se dio cuenta que esas cosas nunca serían para él.

—Para, por favor — Sollozó, su pómulo estaba desecho y sentía que su espalda estaba muy mojada, sangre tal vez, pensó.

—¿Sabes qué? Si tanto te quieres ir, lárgate — El brillo en los ojos de Jimin regresó en un instante —Pero te vas sin nada. — Taemin lo levantó del suelo sin ningún cuidado y lo arrastró hasta la puerta, abrió la entrada y lo echó. Jimin perdió el equilibrio y cayó en el frío suelo. —Anda, lárgate, pero recuerda esto — Jimin le miró desde arriba —Vas a volver como la zorra que eres y cuando regreses voy a tratarte como una puta del montón — Lee tenía los ojos inyectados en rabia —No voy a tener piedad de ti y te voy a encontrar.

Sin más que decir cerró la puerta dejando a Park fuera, este se levantó con todo el dolor de su cuerpo, con paso lento fue hasta el establo, pero no había caballos, no sabía cómo escapar y consideró regresar a la casa, sin embargo negó con la cabeza. Así que con todo y golpes corrió lo más rápido que pudo dejando atrás la mansión.

—¡Vas a regresar, maldito bastardo! — Escuchó un grito tras él, negó con la cabeza y siguió corriendo. No podía quedarse en las Sombras, pues sabía que Taemin lo buscaría y si lo encontraba lo encerraría de nueva cuenta, sabía que no tendría piedad por él, así que solo quedaba una opción: Furence.

Ah, empieza fuerte pero después será bien dulce y bonito Jsjsjs
Hasta la siguiente 🌚

Mare

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