La reflexión de Leo Parte 2
En este momento, por la cabeza de Leo San Juan solo estaba pasando una idea que mas bien solo seria una palabra... correr.
Y en consecuencia de lo que su mente estaba pensando al respecto, su cuerpo reaccionaba con sus piernas moviéndose tan rápido como se lo podían permitir.
La verdad, es que en este momento muchas cosas estaban pasando por la mente del joven ex-cazafantasmas, en serio que eran muchas.
Pero la que mas importaba para el era la que mas lo estaba teniendo ahora con el Jesús en la boca.
Y ese algo era que no solo las vidas de su abuela y su nana estaban ahora pendiendo de un hilo, sino también las de los miembros de su viejo equipo... las de sus amigos.
El que la Nahuala le revelara aquello al momento en que se la encontró hizo que ahora mas que antes se sintiera sin saber que hacer al respecto, porque con esto le era realmente complicado el poder pensar con claridad.
Pues la preocupación y angustia que en este momento estaba recorriendo cada rincón tanto de su cuerpo como de su misma alma estaban siendo afectados a causa de lo que no paraba de sentir desde su corazón.
El joven de cabello castaño seguía así hasta que escucha una risa siniestra que empieza a hacer eco por lo que el opta por parar en seco.
-Ay Leo, Leo, Leo... sigues siendo igual de estúpido que antes, jajajajaja. -termino de decir aquella voz masculina acabando riéndose del ex-cazafantasmas.
No hacia faltar, que para el oriundo de Puebla esa voz sonaba sin duda familiar. Y así tan pronto como esa voz dejo de hablar, se comenzó a escuchar el sonido de una guitarra, pero había algo en eso que a el no le gustaba para nada.
Pues en este momento, Leo al escuchar la melodía que el instrumento dejaba salir era una con la que se podía sentir una especie de aire siniestro y oscuro, que con solo escucharla le pondría la piel de gallina a cualquiera.
Lentamente el muchacho volteo la cabeza y ahí vio que atrás de el se encontraba el Charro Negro con una guitarra en las manos a la vez que tocaba.
A la vez que el endemoniado ente tocaba su guitarra, en la pared en la que se hallaba recostado comenzaba a verse una especie de masa negra ligera que se pasaba como si de lineas se trataran, ademas de empezar a escurrir como agua o lluvia.
Ver eso hizo que el castaño tragara duro pero de igual manera opto por mejor no perder la compostura.
-Mira, no se que es lo que le habrás hecho a mis amigos, pero espero que no sea nada malo porque yo siempre voy a defender a los míos. -dijo Leo con seriedsd en sus palabras.
-Se ve que tienes agallas niño, pero como ya le dije a ese gordo vejestorio de Godofredo, eso es algo que ya no te va a servir de mucho. -dijo simplemente el Charro teniendo una sonrisa maliciosa en el rostro.
-En primer lugar, ni creas que te voy a dejar burlarte de un hombre tan bueno como lo fue Fray Godofredo, y en segundo te aviso que quizás eso sea lo que tu pienses, pero lo que yo tengo de valiente... es lo que tu tienes de cobarde. -dijo Leo sin dejar de ver fijamente al ente vestido de charro.
Después de lo dicho por el oriundo de Puebla, todo el ambiente termino quedándose silencioso, para algunos ese tipo de silencio era de los que te hacia sentir que todo a su alrededor se hubiera detenido de la nada.
Pero para Leo era sin duda algo mas, y mas porque ahora lo que inundaba el ambiente era que el Charro Negro comenzó a reírse de nueva cuenta pero así como antes no lo hizo de manera estruendosa.
Aun así, la risa que provenía de la voz de aquel oscuro ente, era una que desde el 1er momento en el que se escucha se siente como si todo a tu alrededor se empezará a congelar.
-Parece que aparte de tonto también eres mas que testaduro San Juan, puede que tu ya hayas enfrentado seres de la oscuridad, pero aun así no eres capaz de ver mas allá de las sombras que te rodean, y la verdad... es que ni siquiera yas visto el fondo. -termino de decir el Charro Negro sin mas a la vez que reía con una sonrisa abierta dejando ver sus dientes.
-¿Que es lo que quieres decirme con eso? -pregunto Leo sintiéndose confundido por lo que el oscuro ente le acababa de decir.
-Lo que trato de decir, es que tu crees que tu guerra contra la oscuridad termino cuando te libraste de mi y perdiste tus poderes pero creo que ni siquiera has llegado a la punta del iceberg en cuanto a la oscuridad, los demonios siempre van a andar sueltos San Juan... un ciclo sin fin. -dijo sin mas el Charro Negro teniendo aun una sonrisa malvada.
Aquello hizo que el ex-cazafantasmas se quedara simplemente callado. La verdad es que durante todo el tiempo en el que le ha tocado enfrentarse a criaturas y espiritús demoniacos, realmente no se había hecho la pregunta de que tan infestado estaba el mundo de esos seres.
Odiaba tener que admitir esto, pero la verdad es que el maldito Charro Negro tenia algo de razón en sus palabras... ese era un ciclo por el que el mundo iba a tener que pasar quizás por siempre.
-¿Y acaso eso es todo lo que me veniste a decir o que? -pregunto Leo quien decidió romper su silencio.
-No, pero si hay algo mas que quisiera decirte antes de que salgas a buscar a tu equipo, tu crees que con perder tus poderes te ibas a librar de todo, bueno lamento decir que no ibas a poder acabar totalmente con la oscuridad. -dijo el Charro a la vez que se cruzaba de brazos.
-El mundo puede estar algo podrido en algunos aspectos, pero tu eres el que hace que la gente sufra con tus tratos. -dijo Leo manteniéndose firme ante el espectro.
-Bueno eso de los tratos no depende exactamente de mi, yo simplemente voy a cobrar las deudad de los que nos pudieron hacer de frente a su condenada avaricia. -dijo el Charro Negro con lo ultimo a la vez que agarraba un tono mas serio en su voz.
-No siempre fue por avaricia, como con Rupertino que en ese momento estaba tan desesperado por salvar a su hija que no tuvo otra opción que ofrecerte su alma. -dijo Leo con cierto enojo en sus palabras.
Escuchar aquello de parte del oriundo de Puebla, hizo que el Charro Negro solamente atinara a adquirir una expresión de enojo en su rostro.
-Siempre existe otra opción San Juan, siempe existe. -dijo el Charro Negro con un tono de voz un poco mas sereno.
Y sin mas, los ojos del ente brillaron de un fuerte color rojo para que luego su cuerpo se volviera como la sombra que se termina hundiendo en el piso y desaparece.
Una vez que se encontraba nuevamente solo, el joven de cabello opto por seguir con su camino pero a la vez que caminaba comenzaba a notar que todo a su alrededor se estaba volviendo oscuro, como si ya no hubiera luz y la luz del candil empezaba a extinguirse.
Pero en ese momento, el ex-cazafantasmas comenzó que poco a poco se empezaba a distinguir una fuertr luz blanca que se notaba a cada vez que el se iba acercando.
Poco a poco que el estaba acercándose hacia aquella luz, Leo empezaba a notar que había algo mas, una figura o, mas bien un obejeto que era el que dejaba ver aquella luz.
Mientras seguía caminando, el castaño comenzó a darse cuenta que esa cosa era en realidad un espejo, pero había raro en eso.
Y era que para el ver ese espejo le hacia ver mejor el ambiente en el que se encontraba en este momento.
La conclusión... que había algo familiar en todo eso.
A estas alturas, el muchacho ya se encontraba frente al espejo y ahí podía ver su mismo reflejo ante el.
Por un momento y a su punto de vista todo parecía estar normal, pero poco a poco el reflejo que el veía en el espejo comenzaba a tener los ojos blancos sin la púpila ademas de que los mismos empezaban a brillar y los dienyes se dejaban ver como si fueran colmillos.
Con tan solo ver eso, Leo sentía que un muy fuerte escalofrío le empezaba a recorrer todo el cuerpo, y es cuando al final su mente termino por captar lo que estaba pasando en este momento.
Recordaba lo que paso aquel día, cuando el Charro Negro los engaño a el y a Nando para así quedarse con el alma de Beatriz haciendo que ambos fueran al inframundo con Rupertino y Teodora.
Cada uno había obtenido un objeto que el mismo ente había pedido y solo les faltaba uno que el mismo fue a buscar en la Casa de los Espejos.
Ya estando dentro del mencionado lugar, el muchacho se vio a si mismo en un espejo, pero lo que vio no le gusto, al contrario le llego a aterrar lo que llego a tener ante sus ojos.
Pues podía verse a si mismo, solo que se veía a si mismo como si estuviera poseído.
Poseído por el odio, la avaricia, la maldad... la oscuridad.
Y aunque llego a ser por un momento al casi ser el sucesor del Charro Negro, el ahora estaba teniendo que lidiar con eso.
Con su propia oscuridad, con sus sus propios demonios.
Ahora ya las palabras del Charro Negro estaban cobrando sentido en su cabeza, por lo que al final su cerebro termino de procesar lo que pasaba y ya lo tenia todo mas que claro.
El tenia oscuridad en el fondo de su alma, como todo ser humano y ahora que el Charro le hablo acerca de lo del ciclo sin fin es que estaba entendiendo la treta del demonio.
Hacerlo sucumbir a la oscuridad para así hacerlo su sucesor.
El no iba a permitir eso, y con fuerza forma un puño con su mano derecha y sin dudar le propina un fuertr golpe al espejo de manera que lo rompe.
El no era un hijo de la oscuridad y definitivamente no era el sucesor del Charro Negro...
El era Leonardo San Juan, un joven que estaba decidido a salvar a su familia.
...
Y FIN.
Bueno, hasta aquí el capitulo espero que les guste.
Veremos mas retos en el próximo capitulo eso ustedes lo pueden tener por seguro.
Por ahora es todo, dejen su voto si les gusta el capitulo ademas de que los invito a que escriban sus opiniones y calificaciones del 1 al 10 en los comentarios, nos vemos.
BYE.
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