En este momento, el reto del Charro Negro... acababa de dar comienzo.

Y Leo junto con su equipo acababa de entrar a la que seria su primer punto de llegada... la Vieja Casona.

Una vez que entraron al mencionado lugar, los cuatro muchachos rápidamente escucharon como la enorme puerta de la Casona se cerraba con fuerza detrás de ellos lo cual los hizo dar un leve salto a causa de la impresión.

-D-De acuerdo, eso si que no me lo esperaba. -dijo Nando quien estaba tomando y botando un poco de aire tras el pequeño susto.

Al escuchar y ver al mayor de los hermanos San Juan así de nervioso, hizo que Marcela y Valentina no pudieran evitar que se les salieran unas cuantas risitas.

Mientras que Leo, estaba en silencio mirando todo a su alrededor, sinceramente nada había cambiado desde la primera vez que el estuvo adentro de la Casona.

Sin embargo, el ver que el paso del tiempo no haya afectado el lugar le hacia recordar su primera aventura, lo que termino comenzando su vida como cazafantasmas  y haciendo que todo lo que el conoció diera un inesperado y gran giro de 360 grados.

Aunque, debía de admitir que desde el principio sintió miedo, y aunque después de eso ya tenia mas confianza y valentía respecto a si mismo, aun sentía miedo a pesar de las locuras y aventuras por las que a el le ha tocado pasar.

Bueno, después el era un ser humano, y en un ser humano era lógico el sentir miedo a ciertas cosas.

Pero ahora el sabía también que este no era el momento de sentir miedo, sino el de actuar y ponerle fin a esta locura.

-Escuchen todos, necesito hablarles. -dijo Leo logrando atraer así la atención de su equipo, y se dispone y hablar de nueva cuenta. -Miren, se que lo que nos va a deparar aquí de ahora en adelante va a ser complicado, pero se que podemos hacerlo, y es seguro que no va a ser como la ultima vez, pero podremos lograr esto juntos... los cuatro juntos, ¿están listos? -pregunto Leo con lo ultimo a la vez que extendía su mano esperando juntarla con su equipo.

En ese momento, los otros tres ahí presentes voltearon a verse entre ellos y después de varios segundos los tres esbozan una sonrisa y ponen sus manos sobre la del ex-cazafantasmas y las alzan hacia el cielo.

-Bueno, ahora si les digo, avisen si ven algo extraño o por decirlo así... sombrío. -dijo Leo a la vez que se volvía a dirigir su mirada de vuelta en el camino.

Los otros tres asintieron con la cabeza y sin mas también comenzaron su camino atrás del castaño.

Los muchachos estaban caminando por los pasillo de la casona, y conforme seguían es cuando los dos hermanos San Juan poco a poco empezaban a darse cuenta de algo con tan solo darse cuenta de su alrededor.

-Oye Leo, ¿ya te diste cuenta de algo extraño? -pregunto Nando algo nervioso y tratando de evitar ver las paredes.

-La verdad si. -dijo Leo quien mas que nervioso, se sentía sumamente incomodo al respecto.

-¿De que hablan ustedes dos? -pregunto Valentina quien junto con Marcela estaban confundidas por el actuar de los hermanos San Juan.

Sin embargo en vez de darles una respuesta con palabras a las muchachos, ambos jóvenes de cabello castaño solamente atinan a señalar a todo a su alrededor.

Aunque no entendían lo que los dos hermanos les estaban tratando de decir, ambas muchachas optan por no discutir y hacer lo que ellos les estaban pidiendo.

Es ahí cuando al final lo entendieron, veían que literalmente tanto las paredes como los cuadros que se encontraban en el lugar se veían como si se estuvieran distorsionando.

Y decía como si lo estuvieran, porque la distorsión del lugar era un hecho que en estos momentos estaban presenciando por medio de sus propios ojos.

-Vaya, y yo que pensaba que lo de las momias allá en Guanajuato era por mucho lo mas raro que me ha tocado pasar en mi vida. -dijo Valentina asombrada por lo que estaba viendo.

-En eso ultimo te tengo que dar la razón Valentina. -dijo Marcela quien también estaba incrédula por lo que sus ojos presenciaban en este mismo momento.

-Oye Leo, que yo recuerde esto no ocurrió la ultima vez, ¿cierto? -pregunto Nando nervioso por ver la constante distorsión en los cuadros que habían a su alrededor.

-No, esto no paso para nada la ultima vez. -dijo Leo serio por lo que sea que llegara a pasar ahora.

Pero mientras seguía caminando, el ex-cazafantasmas sigue caminando hasta que de la nada el piso cambia a una especie de trampa por la que cae no sin antes de intentar agarrarse de su Nando quien al ser jalado intenta sujetarse de Valentina y ella de Marcela.

Debido a eso, los cuatro jóvenes terminan cayendo hasta darse contra el suelo, y al levantarse es cuando se dan cuenta de que ahora se encontraban en un pasillo totalmente oscuro, tanto que ni siquiera era capaz de ver sus propias manos.

-Marcela, ¿trajiste los candiles? -pregunto Leo quien opto por no moverse debido a que no quería golpearse o tropezarse con su hermano y sus amigas.

-Si, voy a prender uno. -dijo Marcela a la vez que sacaba un candil de mano, para luego prender un cerillo con el que lo prende.

Cuando el candil se prende, la joven se lo da a Leo para luego sacar otros tres que al prenderlos le da uno a Nando, otro a Valentina y al final uno para ella misma.

Cuando ya tienen una vista mas iluminada, los 4 muchachos miran a su alrededor y ven que las paredes y el techo se veían totalmente de negro.

-De acuerdo... esto si que no me lo habría esperado. -dijo Marcela algo nerviosa por lo oscuro del ambiente.

-Si, en definitiva esto es muy diferente a lo de la ultima vez. -dijo Leo quien con ayuda de su candil se fijaba en el pasillo que estaban recorriendo.

-¿Pues como fue realmente la ultima vez? -pregunto Valentina interesada por saber de ese tema.

-La verdad es que la primera vez fue que yo tuve que hacer una entrega de la panadería por la calle donde esta la casona, en aquel entonces yo era un niño muy asustadizo debido a que Nando siempre se la pasaba contándome historias de miedo. -dijo Leo al recordar no muy feliz eso ultimo.

-Pero vaya que te quedabas escuchando jejeje. -dijo Nando con burla haciendo que el ex-cazafantasmas simplemente soltara un bufido.

-Como sea, antes de ir a hacer la entrega un hombre llamado Santos que vendía dulces afuera de la catedral y me regalo un medallón que a palabras de el, servía para no sentir miedo. -dijo Leo a la vez que bajaba la mirada para luego soltar un suspiro y volver a hablar. -Lo que no sabía hasta después era que ese medallón era en realidad el Medallón de Miquiztli que servía para que la Nahuala hiciera su rito. -dijo Leo ahora explicando lo que ocurría.

-¿Te diste cuenta de eso cuando la Nahuala se llevo a tu hermano cierto? -pregunto Valentina haciéndose una idea de como se estaba desarrollando esa historia.

-Pues si, cuando estuve cerca de la Casona Nando se apareció de la nada y me asusto, luego me arrebato el medallón y fue ahí cuando ese mismo se termino abriendo y la Nahuala arrastro a Nando hasta adentro de la casona. -dijo Leo recordando aquello con cierto aire de pesar.

-Creo que seria mejor dejar de recordar eso, de vez en cuando aun llego a tener pesadillas con eso, y es que esa maldita criatura me hizo ver cosas que jamás podre borrar de mi mente. -dijo Nando con lo ultimo mientras le llegaba un escalofrío a su espalda.

Leo estaba por volver a hablar cuando en ese momento los 4 escuchan una especie de ruido por lo que voltean y con ayuda de los candiles que traían es cuando ven una gran parvada de murciélagos yendo hacia ellos.

Ante eso, los cuatro se echaron a correr para evitar que los llegasen a rasguñar o a que dejarán caer sus gracias sobre ellos.

Sin embargo, a causa del alboroto ningunl se daba cuenta de que a causa de eso se estaban separando entre ellos.

En este momento, se veía a Leo que agarraba sus rodillas a la vez que jadeaba debido a lo que le toco correr, y es cuando voltea a diferentes direccionez para ver que ya no hubiera y es cuando soltó un suspiro de alivio al ya no ver mas murciélagos.

-Bueno, parece que ya los perdimos chicos. -dijo Leo pero luego se dio cuenta de que no estaba recibiendo respuesta de alguien por lo que se voltea. -¿Chicos? -volvió a preguntar el castaño a la vez que volteaba a ver a todas partes tratando de encontrar con sus ojos a su equipo.

Pero después de varios segundos mas, fue que el ex-cazafantasmas entendió lo que pasaba, el y su equipo se separaron durante la persecusión de los murciélagos.

-Me lleva esto es el colmo. -dijo Leo quejándose a la vez que golpeaba su frente con la palma de su mano. -Bueno, al menos esto no podría llegar a peores. -se decía a si mismo a la vez que alzaba la mirada hacia arriba.

-Yo que tu no diría eso con esa seguridad mocoso, aunque ya no te ves tan mocoso como hace años. -se escucho una voz femenina que hablaba con un tono de voz sumamente tétrico y siniestro.

Al escuchar aquella voz, el ex-cazafantasmas no pudo evitar el sentir un fuerte escalofrío que le estaba recorriendo toda el área de la espalda, y mas ya que aparte del tono también reconocía bien esa voz.

Es cuando el se da la vuelta y ve a la Nahuala quien también lo estaba viendo a el de manera directa y con una sonrisa que haría que a cualquiera se le llegase a poner la piel de gallina.

-Nahuala, ¿que es lo que estas haciendo? -pregunto Leo quien se mantenía firme a pesar de la inesperado del ya mencionado ente.

-Tiempo sin vernos Leo San Juan, pero respondiendo a tu pregunta volví a hacer lo que no logre la ultima vez... vivir para siempre. -dijo la Nahuala a la vez que se veía que en su mirada brillaba la maldad.

-Y como paso la ultima vez, eso no lo vas a lograr ya que coml.paso antes va a pasar ahora... te voy a detener a ti, al Charro Negro y a todo lo que el vaya a planear para mi. -dijo Leo con un tono lleno de determinación y de decisión.

Por un momento, la Nahuala estuvo callada por lo que parecían ser minutos, pero luego en su rostro se empezó a formar en el rostro del espectro y es cuando comenzó a reír de manera baja hasta terminar soltando grandes y sonoras carcajadas que si bien hacían enojar a Leo, también lo hacían sentir sumamente inquieto al respecto.

-En serio que eres un idiota San Juan, tanto que ni siquiera te has dado cuenta de que hay mas en juego que la vida de tu familia. -dijo la Nahuala confundiendo al castaño con lo ultimo que dijo.

-¿Que es lo que quieres decir con eso? -pregunto Leo confundido pero por dentro tenia un muy mal presentimiento.

-Solo te puedo decir que, al volver a tomar la Casona encontramos a ciertos amigos tuyos y los mandamos a distintas partes en las que se encuentran lo que tu ya has logrado vencer en el pasado, incluso aquí. -dijo la Nahuala a la vez que mantenía una siniestra sonrisa.

Ante lo dicho por el espectro, Leo abrió los ojos a mas no ppder, pues ya sabía lo que estaba hablando y lo que eso significaba.

Sus amigos estaban en peligro.

-Bueno me tengo que ir, nos vemos Leo San Juan... ya sea aquí o en tu muerte jajajajaja. -termino de decir la Nahuala riéndose con malicia para luego desaparecer en la oscuridad.

Y sin mas, Leo rápidamente se echa a correr para buscar a su equipo, pues ahora era mas que obvio que... el tiempo corría.

...

Y FIN.

Bueno, hasta aquí el capitulo espero que les guste.

Bueno, solo diré que hay una historia mas que espero actualizar y publicar hoy, pero ahora les diré que disfruten de este.

Par ahora es todo, dejen su voto y en los comentarios los invito a que dejen su opinión y calificación del 1 al 10, nos vemos.

BYE.