Comienzan los preparativos

-Y eso fue lo que paso. -dijo Leo teniendo a Ana cara a cara.

En este momento, todos se encontraban aun en la habitación de la Abuela Toñita, y a estas alturas el ex-cazafantasmas les dijo lo que le estaba pasando respecto al Charro Negro en los últimos días.

Cabe decir que una vez que termino de hablar, la habitación se quedo en un silencio total que para el joven San Juan se comenzaba a sentir algo incomodo.

-¿Y en serio estas seguro de que quieres hacer esto Leo? -pregunto Rupertino quien estaba preocupado por lo que fuera a hacer el muchacho.

La pregunta del hombre hizo que que el joven de cabello castaño soltara un suspiro medio pesado, realmente después de su primer enfrentamiento contra aquel maldito y endemoniado ser creía que ahora que ya no contaba con sus poderes ya no iba a tener que hacerle cara a cara otra vez, pero ahora...

En definitiva esto era algo que superaba todo lo que alguna le ha tocado enfrentar.

-Se lo que a lo mejor deben de estar pensando por lo que les acabo de decir, y a lo mejor si tienen razón ya que si apenas lo pudimos vencer cuando tenia mis poderes, ahora que ya no los tengo puede que mis posibilidades de salir triunfador de esto sean mas nulas. -comenzó a decir Leo a la vez que pasaba una mano por su cabello para luego soltar un suspiro y voltear a ver nuevamente al resto de los presentes. -Pero lo único que a mi me impulsaba de cumplir con cada misión que he tenido es saber que al final iba a poder volver aquí con mi familia, y ahora que ese maldito charro ha puesto las vidas de mi abuela y de mi nana en peligro con tal de que pueda destruirme, y no voy a dejar que eso pase. no mientras yo puedo evitarlo. -termino de decir el joven ex-cazafantasmas decidido y dispuesto a lo que estaba por hacer.

Al escuchar el tono de voz del muchacho todos los presentes se quedaron en silencio, ya se estaban dando cuenta de que no iba a servir de nada el convencerlo de evitar que termine arriesgando su pellejo, pero había mas de un pensamiento que se hacia respecto a ese tema.

Un ejemplo era con Rupertino que el entendía en como se estaba sintiendo Leo en este momento, ya que el jamás va a olvidar cuando el Charro Negro finalmente lo termino encontrando para cobrar un trato que el mismo hizo con el sanguinario ya hace muchos años, y se lo termino haciendo pagar de la peor manera posible... con el alma de su propia hija.

Cuando el Charro Negro tomo el alma de su hija Beatriz, Rupertino no podía pensar en cualquier otra cosa que no fuera el poder recuperar el alma de su hija, y al ver ahora a Leo y en la situación en la que se encontraba, solo podía ver a un niño, no, a un joven que esta dispuesto a hacer hasta lo imposible con tal de poder recuperar a su familia.

Nando por otro lado, podía ver que su hermano menor ya no era aquel niño asustadizo y nervioso que siempre llegaba a orinarse en los pantalones cuando escuchaba la historia de la Nahuala.

Aunque claro, el que madurara también llego a conllevar que se fuera de misiones para enfrentar a espectros del mas allá, y eso a el le molestaba principalmente por dos razones.

En primera, porque debido a la partida de Leo, Nando tuvo que hacerse cargo de cuidar a su abuela cuando ella lo llego a necesitar, así fue hasta que le toco ser reclutado por el ejército realista.

Y la segunda razón, una que no dice en voz alta por su mera vergüenza, era que el extrañaba mucho a su hermano, ya que a pesar de todo ellos son hermanos y eso ni el mismo diablo lo iba a poder cambiar.

El mayor de los hermanos San Juan solamente soltó un suspiro medio pesado atrayendo así la atención de los presentes que lo voltearon a ver.

-Supongo que no va a tener caso alguno el tratar de convencerte de que no vayas a enfrentar a ese condenado Charro, ¿cierto? -pregunto Nando quien en el fondo ya sabía cual iba a ser la respuesta de su hermano menor ante esa pregunta.

-Sin duda me conoces mejor de lo que yo creía. -dijo Leo con una media sonrisa haciendo saber su clara respuesta.

El mayor de los hermanos solamente cerro los ojos y esbozo una leve sonrisa a la vez que negaba con su sonrisa, para luego quedar cara a cara con Leo y extender su puño hacia el como si lo incitara a chocarlo, el ex-cazafantasmas al ver lo que quería hacer su hermano comenzó poco a poco a imitar el gesto, pero es sorprendido por el inesperado agarre de su hermano que resulta ser un inesperado abrazo de su parte.

-Solo no se te ocurre morir cuatro pelos, porque yo mismo me voy a encargar de encontrar la manera de regresarte a la vida y así matarte con mis propias manos. -dijo Nando con algo de gracia en sus palabras.

Tras escuchar las palabras dichas por su hermano mayor, Leo no pudo evitar el esbozar una sonrisa para luego corresponderle el abrazo a su hermano, con todos los demás viendo la conmovedora escena.

Después de casi un minuto, los dos hermanos San Juan se separaron del abrazo algo incómodos, pues aunque ellos se tenían en alta estima, no era algo que ellos llegaban a expresar de manera abierta.

-Bueno, ¿que es lo que vamos a hacer ahora? -pregunto Nando queriendo saber que era lo que seguía.

-Como dije, debemos de pedir ayuda, por suerte en mis viajes he tenido la oportunidad de conocer a gente que me ha ayudado con los espectros que me ha tocado detener a lo largo de mi tiempo como cazafantasmas, si el Charro Negro va a traer de vuelta a mis viejos enemigos entonces les voy a tener que pedir ayuda a mis aliados y conocidos. -dijo Leo con una mano en su barbilla pensando en la idea que estaba teniendo.

-¿Pero como los vas a contactar? -pregunto Marcela con curiosidad y una ceja alzada.

-Pues voy a tener que escribir unas cuantas cartas, por suerte no creo que sean muchas, así que estoy seguro de que en un rato las voy a tener listas, pero aquí ya hay alguien a quien le puedo pedir que nos ayude. -dijo Leo a la vez que pensaba en cierta amiga guanajuatense suya que esta aquí de visita en el pueblo.

Y sin mas, el muchacho salió corriendo de su hogar con rumbo desconocido, sin darse cuenta de que estaba siendo seguido por una misteriosa figura masculina encapuchada.

...

-Y eso es lo que paso Vale, por eso necesito tu ayuda para salvar a mi familia. -dijo Leo que se encontraba en un parque cercano a su hija.

Con el estaba ni mas ni menos que Valentina, ella estaba sentada en una banca disfrutando del ambiente que el parque le estaba brindando hasta que se encontró inesperadamente con el ex-cazafantasmas quien pasaba corriendo por el mismo parque.

Una vez que el muchacho se relajo después de tanto correr, le termino explicando todo lo que le había escuchado ocurrido con el Charro Negro, desde su encuentro con el ensombrecido jinete hasta lo ocurrido con la abuela y la nana de Leo, sin duda fue una noticia que simplemente se escuchaba impactante.

-Mira Vale, se que lo que te estoy pidiendo es simplemente muy arriesgado, si no fuera tan difícil como sin duda lo es no te lo estaría pidiendo, pero ahora es cuando mas que nunca necesito ayuda para solucionar este problema, pero si no quieres formar parte de esto, créeme que lo entenderé. -dijo Leo a la vez que agachaba la cabeza creyendo que a lo mejor la joven no iba a aceptar el ayudarlo.

Sin embargo, en ese momento sintió como una mano se posaba sobre su hombro y es cuando el castaño alza la mirada y ve a Valentina que había esbozado una sonrisa en su rostro a la vez que lo veía.

-No tienes de que preocuparte Leo, la verdad es que ya quería hacer algo como tener una aventura. No me malentiendas, se que habrá riesgos pero la verdad es que si algo he aprendido bien de mi papá, es que si veo a alguien sobretodo si es un amigo o alguien cercano que esta en problemas, pues debo de ayudarlo aunque llegue a ser difícil. -dijo Valentina a la vez que su sonrisa se volvía algo triste al recordar a su padre fallecido.

Al escuchar lo dicho por su amiga guanajuatense, el castaño no pudo evitar que una sonrisa también se esbozara en su rostro para luego envolver a la muchacha en un abrazo que la tomo de sorpresa, pero que sin duda no dudo en corresponder el gesto.

-No es nada Leo ya te lo he dicho, somos amigos y siempre nos vamos a apoyar. -dijo Valentina a la vez que se separaba del abrazo, para luego ver al muchacho con una mirada seria. -¿Y que es lo que vamos a hacer? -pregunto pero con un tono mas serio en su voz.

El ex-cazafantasmas al escuchar lo pregunta hecha por su amiga, solamente atino a adquirir también una mirada seria para luego volver a hablar.

-Pues mira, como de seguro ya debes de saber el primer espectro al que me enfrente fue a la Nahuala que se encuentra en la Vieja Casona, así que es seguro de que con eso va a comenzar el reto que me puso el Charro Negro, mi hermano Nando y Marcela quien es una amiga nuestra me van a acompañar mañana a la casona cuando ya este oscuro, si quieres nos puedes acompañar. -dijo Leo diciendo lo ultimo mientras se rascaba la nuca algo nervioso.

-Claro, con mucho gusto aunque... -decía Valentina para luego desviar la mirada a otra parte. -Voy a tener que invertarle alguna excusa a mis tíos, para que así en serio pueda ir. -dijo la guanajuatense mientras pensaba que hacer con respecto a como salir para participar en la misión.

-Bien, oye me tengo que ir ya que debo de escribir y mandar unas cartas a unos amigos a los que voy a tener que recurrir su ayuda. -dijo Leo recordando lo que tenia que hacer.

-Entiendo, si la verdad es que yo también debo irme ya que les prometí a mis tíos que iba a volver temprano, así que hasta mañana Leo nos vemos para la misión. -dijo Valentina quien decidió despedirse del muchacho de una vez.

-Si Vale, nos vemos mañana. -dijo Leo regresando la despedida.

Y sin mas, los dos muchachos tomaron rumbo con destino a sus hogares cada uno ya que mañana les esperaba el que se podría ser hasta ahora uno de los días mas locos de sus vidas.

...

En este momento, Leo ya había vuelto a su casa y se encontraba en su cuarto sentado frente al escritorio que se encontraba a un lado de su cama.

A estas alturas, el ex-cazafantasmas se encontraba terminando de escribir las cartas que el debía de enviar.

Y justo ahora, estaba terminando de escribir la ultima de ellas.

-Bien, aquí tengo una para Kika en Xochimilco y una para Juanita la amiga de Teodora del grupo Huichol en Nayarit, hubiera escrito una carta para el capitán Galeana y los demás miembros del ejército insurgente, pero seguro que en estos momentos deben de tener suticientes problemas con lo de la guerra contra los realistas. -dijo Leo algo pensativo a la vez que veía las cartas recien escritas con detenimiento. -Ya solo falta el poder enviarlas estas cartas y así me concentro para mañana. -dijo el ex-cazafantasmas preparado para volver a salir y enviar sus cartas.

-Creo que yo te puedo ayudar eso Leo, es increíble ver cuanto has crecido. -dijo una voz masculina que tomo por sorpresa al mencionado.

Pero a la vez lo dejo algo sorprendido debido a que esa voz para el sonaba muy lenta. Así que se volteo y muy grata fue su sorpresa debido a que pudo ver que con el estaba un hombre de complexión gruesa con una túnica café y un rosario alrededor del cuello.

El joven muchacho no necesitaba ser un genio para saber quien era el hombre frente a el, aunque lo curioso de esa cuestión era que ese mismo hombre.. hacia tiempo que no lo veía pues era un espectro ahora.

-¿F-Fray Godofredo? -pregunto Leo viendo al hombre que ha sido su guía en sus primeros años desde antes de ser cazafantasmas.

-Me da gusto verte muchacho, pero temo decir que mi visita no es de cortesía. -dijo Fray Godofredo para luego poner una expresión seria en el rostro. -Tenemos que hablar Leo, es importante. -dijo el sacérdote atrayendo la atención de mencionado quien en respuesta solo atino a asentir con la cabeza.

...

Y FIN.

Bueno, hasta aquí el capitulo, espero que les guste.

Como ven, aquí se ve a Leo que comienza con los preparativos para el inicio del reto que le deparo el Charro Negro, se vera mas a fondo en el próximo capitulo.

Por ahora es todo, nos vemos y espero que les guste el capitulo, dejen su voto y su opinión en los comentarios, cuidense.

BYE.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top