Cara a Cara con el Diablo.

En este momento, Leo y Valentina se seguían contando anécdotas de sus vidas todavía sentados en aquella banca ubicada en el parque.

Al castaño le daba gusto haber aclarado las cosas con su amiga de Guanajuato, ademas de que se sentía bien poder tener a un amigo o en este caso, una amiga de su edad con quien poder hablarle de estas cosas.

Claro, también tenia a Marcela pero de cierta forma no era lo mismo, y no era por ofender a Marcela, pero la verdad es que con Valentina ya le ha tocado vivir aventuras que vas mas allá de la comprensión común, por lo que hablar con ella de forma mas abierta era mas fácil.

Ambos estaban tan metidos en su convivencia que apenas y se estaban comenzando a percatar de que ya no faltaba mucho para que anocheciera.

Y eso significaba que ya era hora de regresar a casa.

-Vaya, el tiempo si que se nos fue volando el tiempo. -dijo Leo a la vez que tenia su mirada puesta en el cielo.

-Si, lo mejor sera que ya nos vayamos, mis tíos se preocupan si llegó muy noche a casa. -dijo Valentina quien también tenia la mirada puesta en el cielo estrellado que poco a poco comenzaba a tomar un tono oscuro.

-Si quieres te acompaño a tu casa. -dijo Leo ofreciéndose llevar a su amiga a su hogar.

-No te preocupes Leo, puedo regresar a casa sola ademas, no quiero que te metas en problemas con tu familia. -dijo Valentina tratando de rechazar la oferta con gentileza.

-No es nada Valentina en serio, solo hay que darnos prisa y así tu y yo podremos llegar a casa a tiempo. -dijo Leo para luego levantarse de la banca en la que estaban sentados. -¿Vamos? -pregunto el ex-cazafantasmas viendo a su amiga con una sonrisa a la vez que tenia su mano extendida en señal de ayudarla a levantarse.

Al ver el gesto de parte del castaño, la joven solamente atino a esbozar una sonrisa y aceptó que el la ayudara a levantarse.

Y sin mas, ambos muchachos salieron caminando del parque, y aprovecharon para seguir platicando durante el trayecto.

-Oye Leo. -dijo Valentina atrayendo la atención del mencionado.

-¿Que pasó? -pregunto Leo volteando a verla puesto que tenia su mirada en el camino.

-Es que desde que me dijiste que perdiste tus poderes me quedé pensando y si no es mucha molestia quería saber, ¿Que piensas de tu vida ahora que ya no eres un cazafantasmas? -pregunto Valentina esperando no incomodar a su amigo con su pregunta.

La pregunta hecha de parte de la joven guanajuatense tomó por sorpresa a Leo, realmente no se esperaba esa clase de pregunta.

-Pos la mera verdad Valentina, es que no sabría bien que decirte al respecto. -comenzó a decir Leo haciendo que la muchacha le pusiera bastante atención a lo que iba a decir. -Es decir, desde que vencí a la Nahuala, supe que en el fondo mi vida no seria la misma, y es que desde hace tiempo solo me he planteado de volver a Puebla para poder estar con mi familia, pero solo eso, y ahora que ya no soy cazafantasmas, pos la verdad es que no se que exactamente que rumbo darle a mi vida y... -seguía diciendo pero rápidamente corto sus palabras a lo que la joven solamente alzo la ceja.

-¿Y que? -pregunto Valentina queriendo saber que mas iba a decir el joven castaño.

-Es solo que, últimamente no he podido evitar el sentir que aunque ya no pueda ver a los espíritus de los muertos, esa parte de mi vida me va a seguir por el resto de mis días, y yo se que es importante el no aferrarnos al pasado para poder así recobrar el tener una vida normal pero no puedo evitar el preguntarme que, ¿de que sirve si en el fondo sientes que tu vida nunca fue normal? -pregunto Leo en parte a si mismo a la vez que alzaba la mirada hacia el cielo con una mirada que estaba entre nostálgico y pensativo.

Al escuchar lo dicho por su amigo, Valentina pudo notar que a pesar de que el puede ser alguien fuerte en ocasiones, podía ver que en el fondo Leo estaba bastante confundido en muchos aspectos.

Y ella en cierto modo lo entendía, sabía que era bastante complicado el poder retomar tu vida, a ella le había tocado enfrentar eso cuando se fue a vivir con sus tíos a Morelia.

-Escucha Leo, se que a lo mejor yo no entiendo el como te estas sintiendo ahora, pero se que te conozco lo suficiente para decir que si bien ahora tu vida no esta siendo exactamente la mas fácil ahora,  pero estoy segura de que vas a saber superar por completo esto que te esta pasando, solo date tiempo y se que al final, toda tu vida al fin va a mejorar. -dijo Valentina a la vez que posaba una mano en el hombro del castaño.

Lo dicho por su amiga hizo que Leo la volteara a ver con una leve sonrisa, si bien el no estaba enamorado de Valentina, a el le daba gusto el poder contar con ella para hablar de estas cosas.

-Gracias Valentina, me da gusto que me escucharas, pero bueno mejor nos vamos de una vez antes de que tus tíos y mi abuela nos ahorque por llegar tarde. -dijo Leo todavía sonriendo para luegl recibir un asentimiento de parte de Valentina.

Y sin mas, los dos jóvenes siguieron su camino directo a sus casas, sin saber que desde lejos eran vistos por un hombre que vestía de manera elegante con un traje de charro color negro y un sombrero de ala ancha, en ese momento un cuervo de plumaje sumamente negro se posaba sobre su hombro.

El hombre veía a los dos muchachos, pero principalmente veía a Leo, y es ahí cuando alza la mirada dejando ver sus ojos de color rojo como la sangre, brillando con algo de intensidad, a la vez que una sonrisa malvada adornaba su rostro.

-Ay Leo San Juan, a partir de esta noche tu vida normal se va a ir al diablo. -dijo el Charro Negro para luego desaparecer entre las oscuras sombras nocturnas.

...

En la vieja casona, el viejo equipo cazafantasmas se encontraba en la sala sentados en algunos de los muebles mientras tomaban una taza de té.

-Y, ¿que cree que debamos hacer respecto al Charro Negro Fray Godofredo? -pregunto Xóchitl a la vez que terminaba de preparar el té y le daba un sorbo a su taza.

El fallecido fray al escuchar la pregunta de la jovencita, solamene terminonde dar un sorbo a la taza para luego soltar un suspiro y dejar la taza en una mesa que estaba en el centro de la sala.

-La verdad es que va a ser algo muy difícil mi querida Xóchitl, normalmente para estos casos se ocuparía regar todo con agua bendita y poner cruces en todos lados, pero es seguro que al final el Charro Negro siempre va a buscar un modo u otro de cobrar los tratos que la gente haya hecho con el. -dijo Fray con la mirada algo baja.

-A mi lo que realmente me preocupa de todo esto es sobre que va a pasar si Leo se termina encontrando con el. -dijo Don Andrés con una mirada que evidentemente reflejaba preocupación.

El viejo caballero español no era el único que sentía aquella emoción, pues en general todos los presentes estaban igual de preocupados por Leo, es decir a el ya le ha tocado enfrentar a la Nahuala y al Chupacabras por su cuenta, pero...

El Charro Negro estaba en otro nivel, a diferencia de en sus otras aventuras, ese demonio era maldad pura y no iba a dudar en hacer lo que sea para conseguir sus metas.

Y les guste o no les gusté, el que Leo se termine topando con ese endemoniado ser... era en definitiva inevitable.

...

En la casa San Juan, ya el cielo estaba totalmente oscuro, ya hacia un buen rato desde que la familia San Juan había cerrado la panadería, por lo que ya era la hora de dormir.

En este momento, Leo se estaba terminando de ponerse su pijama, hace apenas unos instantes desde que el y su familia se habían deseado las buenas noches entre todos.

Cuando el y Nando regresaron a Puebla, los dos descubrieron que ahora cada uno tenia su espacio para dormir, en pocas palabras un cuarto propio, eso a el le daba gusto pues ahora si tenia su propio espacio.

Una vez que termino de ponerse la pijama, el ex-cazafantasmas se paro frente a  un escritorio en el cual vio que estaba la flor que sus amigos le habían dejado, y no pudo evitar acariciar aquella linda flor con su mano.

Aunque ya no pudiera ver a sus amigos, el siempre iba a tener en claro que ellos causaron un fuerte impacto en su vida, cambiaron su vida por completo, y eso es algo que el siempre va a tener en mente.

Y sin mas, Leo se termino acercando a la lámpara de aceite que estaba a un lado de la misma flor, para luego apagarla e irse a la cama.

Después de varios segundos, que para Leo fueron horas, al final cerró los ojos cayendo en un sueño profundo.

...

Leo abrió los ojos.

Sin embargo, tuvo la sorpresa de que al abrirlos ya no estaba en su cuarto, sino que ahora estaba en medio de un camino.

Estaba oscuro y podía ver que había árboles sin hojas por todas partes, ademas de que se veía que todo estaba tan desierto como si se tratara de un pueblo fantasma, pero sin pueblo.

Leo tenia un presentimiento muy malo respecto a lo que pasaba, pero en ese momento escucho un sonido que lo dejo en definitiva sin habla.

Ya que a sus oídos había llegado el sonido de un caballo que se iba acercando hacia el, así que volteo hacia donde se escuchaban las pisadas y para su desafortunada sorpresa vio a un caballo de color tan negro como la noche, con ojos tan rojos como como un rubí.

El ex-cazafantasmas sentía como el miedo se corría por la sangre, puesto a que ya sabía que si ese caballo estaba ahí, eso solo significaba que...

-Vaya vaya, tiempo de no vernos, Leo San Juan. -se escucho una voz masculina con un toque siniestro.

Esa misma voz hizo que Leo sintiera como una gota de sudor bajaba por su frente, y mas al sentir que la voz se escuchaba detrás de el.

Volteó la cabeza y para quedar paralizado del miedo y la sorpresa, vio que era ni mas ni menos que el mismo Charro Negro, quien estaba con los brazos cruzados y con una sonrisa siniestra.

-¿Q-Que quieres? -pregunto Leo tartamudeando un poco por el momento.

-Escucha bien muchacho, ni creas que te has librado de mi, porque a partir de ahora las cosas van a ser mas difíciles que la ultima vez. -dijo el Charro Negro en modo de advertencia.

El muchacho estaba por decir algo pero en ese momento nota que frente a el estaba tirada una moneda de oro, que por un lado tenia grabado una calavera, y por el otro esta el rostro del mismo diablo.

Al tomarla, Leo alza la mirada y ve como el Charro Negro estaba mas cerca de el, y se termina convirtiendo en un monstruo espectral con colmillos y ojos que ardían como el mismo infierno.

-¡RUUUUAAAAGGGGHHHH! -rugió el aterrador monstruo teniendo al castaño cara a cara.

...

Leo despertó de la cama agitado, estaba jadeando y el sudor estaba por su frente, al voltear a todas partes ve que estaba en su habitación, y soltó un suspiro de alivio, puesto a que eso había sido un sueño, uno muy intenso.

Sin embargo, en su mano derecha sentía que estaba agarrando algo, así que la abre y al ver lo que sostenía abrió los ojos con horror y sorpresa, pues era la misma moneda que había en el sueño.

Eso hizo que a Leo volteara hacia la ventana y viera la luna llena y para su sorpresa, vio que estaba de un color rojo fuerte, haciéndola ver como una bola de sangre.

Si bien no sabía si lo que acababa de presenciar era un sueño o una alucinación, Leo estaba seguro de algo.

El Charro Negro estaba de regreso, y con mas ganas de cazarlo que nunca.

...

Y FIN.

Bueno, hasta aquí el capitulo espero que les guste.

Como ven, aquí se ve el 1er encuentro entre Leo y el Charro Negro, y esto se vera mas un poco mas a fondo en el próximo capitulo.

Por ahora es todo, dejen su voto y comentario si les gusta el capitulo y dan su opinión, nos vemos.

BYE.

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