Todos a quienes apreciaba habían perecido tratando de protegerla, nada de aquello habría sucedido si hubieran parado a Orochimaru cuando inició con sus experimentos, ese hombre era el responsable de incontables muertes y desapariciones de aldeas completas, era el enemigo jurado de las cinco Grandes Naciones Shinobi.

Él, junto a Shimura Danzō, habían ideado un plan macabro, uno que involucraba la extracción de los Bijū, lo único que ellos querían era el poder absoluto y pensaban que lo conseguirían mediante el chakra de los nueve Bijū.

Habían cazado uno por uno a los Jinchūriki y les habían extraído a sus bestias, la primera había sido una kunoichi de Takigakure llamada Fū que era la portadora del Shichibi o Nanabi (Chōmei), pocos días después le siguió Utakata poseedor del Rokubi (Saiken). Y así fueron cayendo los otros jinchūriki, Yugito portadora del Nibi (Matatabi), Roshi un maestro de la lava quién tenía en su interior al Yonbi (Son Goku) y Han una persona reservada que llevaba al Gobi (Kokou).

Eso hasta que solo quedaron cuatro de ellos, Uzumaki Naruto hijo de Namikaze Minato, el Konoha no Kiiroi Senkō (El Destello Amarillo de Konoha), fue el Yondaime Hokage (Cuarto Hokage) y su madre, ella era Uzumaki Kushina, la Akai Chishio no Habanero (Habanera Sangrienta).

Él traía a cuestas una pesada carga pues en su interior estaba el Kyūbi (Kurama), Gaara el Godaime Kazekage de Suna que portaba en sus adentros al Ichibi (Shukaku), Killer Bee de Kumo el tenía a el Hachibi (Gyuki) y finalmente ella, quien tenía sellado al Sanbi (Isobu).

Sabaku No Gaara había perecido protegiendo a su aldea al igual que Killer Bee, ambos habían muerto como héroes.

Mientras que Uzumaki Naruto había sido brutalmente asesinado por el que una vez había sido su compañero de equipo, Uchiha Sasuke. 

Él joven del Sharingan se había unido al Sannin de las Serpientes en un afán de obtener poder y como primera misión, se le había ordenado cazar al Uzumaki rubio, que una vez lo había considerado su mejor amigo, él, junto a Orochimaru lo habían torturado hasta que el Sannin finalmente le extrajo al Kyūbi.

Ahora sólo quedaba ella y mentiría si decía que no tenía miedo, estaba muy asustada, pero debía ser fuerte por aquellos que dieron su vida por ella.

Vio a sus camaradas caer uno tras otro, su Sensei, Namikaze Minato, junto a su esposa, Uzumaki Kushina habían sido los primeros en caer, esto cuando intentaron proteger Naruto de Orochimaru y Sasuke, ambos lo habían dado todo de sí, pero... No pudieron protegerlo.

Hatake Kakashi, Mitarashi Anko, Sarutobi Asuma, Maito Guy,Yūhi Kurenai, sus amigos y su pareja, Uchiha Obito, habían dado sus vidas intentando mantenerla a salvo.

Durante varias semanas Jiraiya, el Sannin de los Sapos, había estado investigando sin descanso una manera de frenarlos, al final había dado con una solución, si es que se le podía llamar así.

Para detenerlos, Jiraiya había decidido enviarla a ella, junto a dos personas, a otro mundo haciendo uso del Rinnegan de Uzumaki Nagato, un antiguo alumno del Sannin, esto con la esperanza de que el plan de Orochimaru y Danzō, de poseer a todos los Bijū, no se completará.

Muchas personas habían dado la vida por ella y lo menos que podía hacer era honrar su memoria manteniéndose a salvo, tomo los goggles que Obito solía usar en su infancia y se los colgó del cuello, estos la ayudaban a recordar al alegre Uchiha que se había robado su corazón.

Mientras se los acomodaba, su mano derecha bajo hacia su cintura y con sus dedos rozo la superficie metálica de la banda que solía pertenecerle a su Uchiha. 

—Ya es hora— Dice una voz, que saco a la Jinchūriki de sus pensamientos.

La castaña se levantó del suelo y caminó a paso lento hacia el de cabellera naranja, que la guío hacia otro sector de la cueva que usaban como refugio, ahí los esperaban dos personas, Uzumaki Nagato y Uchiha Shisui.

Se acercó al portador del Rinnegan y este procedió a explicarles sobre los acontecimientos que habían ocurrido en el otro mundo al que irían, donde tendrían que mantenerse a salvo.

—Ese mundo es algo diferente y hay cosas que allí ocurrieron que aquí no, un ejemplo sería que en aquel lugar Nohara-san no es la Jinchūriki del Sanbi— Dijo mientras le extendía un rollo a la portadora de la bestia de tres colas. —En este rollo encontrarás la información que Jiraiya-sensei logró recolectar sobre ese mundo, él logró descubrir que esta línea de tiempo alterna sigue el mismo trayecto que el del nuestro, pero con ligeros cambios—

—¿Eso significa que quizás ahí aún no ha comenzado la guerra?— Pregunto el Uchiha con ligera curiosidad, aún no creía que irían a otro mundo igual al de ellos, pero había visto muchas cosas a lo largo de su vida y sabía que cualquier cosa podría ser real, incluso ahora mismo podría aparecer un dragón rosa con puntos morados y podría decir con sinceridad, que lo habría visto todo.

—En efecto, allí los acontecimientos aquí ocurridos sucederán en unos meses o a lo mucho un año— Le respondió con una voz monótona el del Rinnegan.

—¿Qué tan seguro es ese sitio?— Pregunto la Jinchūriki, mientras leía un poco de la información del rollo.

—Estarás bien, Nohara-san, Yahiko y Uchiha-san irán contigo para protegerte, ellos son de los Shinobi más fuertes que tenemos en nuestras filas—

—Creí que serías tú quién me acompañaría en el viaje, Nagato-kun— Y era cierto, había pensado que sería el Uzumaki quien la acompañaría, no es que no quisiera que sus amigos fueran con ella, simplemente pensó que sería él y ya.

—No puedo acompañarte Nohara-san, para que el viaje funcione de una manera más permanente se debe tener en cuenta ciertas... condiciones— Dijo la última palabra en voz algo baja, pero el trio consiguió escucharlo.

—¿Condiciones? ¿Cuáles serían esas "condiciones", Nagato-san?— Pregunto el único Uchiha del grupo, que miraba con cierta sospecha al Uzumaki, algo les ocultaba.

—Para que los tres puedan viajar a ese mundo sin ningún tipo de problema y puedan quedarse por tiempo indefinido...— El pelirrojo no sabía cómo decirles, era algo bastante fuerte de escuchar. —Ustedes no tienen otras versiones, si las tuvieran sería peligroso y el equilibrio de ese otro mundo se vería afectado, al no tener versiones en ese mundo el equilibrio se mantendrá debido a que ustedes tomarán los lugares de sus otros yo...—

—¿Osea que allá nosotros estamos...?— Pregunto el de cabellera naranja, sin poder acabar su pregunta.

El poseedor del Rinnegan no respondió a aquello y el pequeño grupo, que en breve viajaría hacia el otro mundo (o línea de tiempo distinta), entendió perfectamente ese silencio, en aquel mundo ellos ya no estaban presentes, habían muerto.

En medio del incómodo silencio una explosión se escucho a lo lejos, los estaban atacando, ¡Esa era la señal de que debían irse!.

Nagato activo su Rinnegan y una grieta de color azul se abrió en la pared, el Uzumaki le entrego a la jinchūriki otros dos pergaminos y los empujó hacia el portal que los llevaría hacia la otra dimensión.

—Deben irse, ¡Ahora!— Les ordenó el de cabellera rojiza.

Sin mirar atrás el trio se adentro en el vórtice de color azulado que poco después de que ellos ingresaron, se cerró, el Uzumaki respiraba con dificultad, jamás había enviado a tantas personas juntas, aquel esfuerzo lo había desgastado.

Esperaba que donde quiera que cayeran fuera un sitio seguro, ellos tres eran la última esperanza del mundo Shinobi.