🎭Capítulo 2🎭


Habían transcurrido poco más de media hora luego de aquel singular encuentro con los que en su mundo fueron sus amigos y aliados, la mente de la líder del grupo de viajeros estaba hecha un lío, ¿Qué tan drásticos habían sido los cambios en esta dimensión para que la organización, que se suponía debía traer la paz y cuidar de aquellos que no tenían la fuerza para hacerlo por si mismos, iba a ser la causante de una posible guerra?.

La castaña decidió que lo mejor sería que encontrarán al dúo de artistas y rescatarán al Kazekage, quizás así demostrarían que no todos en la organización de las nubes rojas eran malos como se creía. Ella había pertenecido a la organización durante varios años y sabía muy bien que, ningún miembro jamás haría nada para dañar a alguien, no a menos de que fuera una persona que pudiera ser perjudicial, como lo eran Orochimaru y Danzō, además del aloe vera... Que diga, Zetzu.

Iba tan sumergida en sus pensamientos que cuando Isobu le gritó, casi se tropieza y cae del árbol, pero al final logró estabilizarse.

¿Qué sucede Isobu-san?— Pregunto.

«¡Es Shukaku! ¡Lo están extrayendo de su Jinchūriki!»

—¡¿Qué?!— Exclamó.

Al escucharla gritar sus compañeros voltearon a verla preocupados, la portadora del tres colas aumento la velocidad dejando a sus camaradas atrás.

Tenía que llegar cuánto antes con Gaara, sino... Él podría perder la vida y no quería que pasara, no de nuevo, él debía vivir, al igual que los demás, tenía que evitar sus trágicos finales.

«¡Libera la segunda cola! ¡Si no lo haces no llegaremos a tiempo!»

La castaña, al oír tal petición de su inquilino se quedó perpleja, jamás había liberado más del chakra necesario en batalla y ahora Isobu le estaba pidiendo que liberará hasta la segunda cola.

Honestamente no sé sentía preparada, pero la voz suplicante de Isobu hizo eco en su interior, el Bijū se escuchaba muy preocupado y tenía miedo por su hermano, además de por el Jinchūriki.

Si no llegaban a tiempo, Gaara acabaría muriendo y eso era algo que no quería que sucediera, otra vez, habían llegado a ese mundo para brindarle toda la ayuda posible a los otros Jinchūriki y detener, o al menos intentar, frenar la futura guerra.

Se detuvo en la rama de en un árbol y dejó que el chakra de Isobu fluyera libremente por su cuerpo.

Liberaría el Bijū no Koromo (el manto de bestia con cola), era algo que solo había utilizado una vez, el día en que vio morir a sus seres queridos, aquel fatídico día donde perdió por completo su control sobre el poder del Sanbi.

Se había dejado llevar por el odio y el resentimiento arrasando con todo a su paso, destruyo bosques y aldeas, las bajas civiles fueron pocas, pero eso no quitaba que hizo algo atroz.

Al entrar en esta transformación, su cuerpo tomaría ciertas características de Isobu y esto le daría más habilidades, que le serían muy útiles a la hora de tener que batallar.

Una capa de chakra rojo oscuro, casi negro, la cubrió por completo en solo un par de segundos. 

Las manifestaciones físicas de su Bijū fueron apareciendo, de modo que su apariencia ahora asemejaba completamente un Bijū en miniatura: Su masa muscular había aumentado y las características especiales de Isobu aparecieron, tenía la apariencia de una tortuga pero con el caparazón de un cangrejo, garras afiladas y dos colas que se asemejaban a las de un camarón, era una combinación sumamente rara, pero cada Bijū tenía su rareza, que lo hacía hermoso a su manera.

Yahiko y Shisui le dieron alcance, pero nada más llegar a la rama en la cual ella se había detenido brevemente, volvió a dejarlos atrás. Ahora ellos estaban aún más preocupados que antes, esto debido a que la habían visto en la segunda fase de transformación.

Había perdido el control, algo debió desencadenar tal reacción, algo malo.

Solo esperaban que esa no fuera la razón.

—Ha perdido el control— Dijo Yahiko mientras aumentaba la velocidad. —Debemos alcanzar a Rin-san antes de que algo malo suceda, no queremos que se repita lo de la última vez—

—¿Le habrá sucedido algo a Gaara-sama?— Pregunto Shisui.

Ante aquella incógnita en la mente de ambos solo surgió un posible escenario y ese era el de que algo grave le había sucedido al Kazekage.

Ambos se miraron unos segundos y luego fueron detrás de la Jinchuriki tratando de no perderla de vista pues era su deber protegerla, para eso el poseedor del Rinnegan los había enviado con ella.



Tan solo diez minutos después de haber liberado el poder de la segunda cola de su Bijū, llegó a un río con grandes riscos de piedra color naranja.

Frente a ella se alzaba una enorme roca, la cual tenía un pergamino en el centro, aquella parecía ser la única ruta de acceso y seguramente se necesitaba de un jutsu especial para que la roca se moviera, lo mejor sería destruirla.

La portadora del Sanbi se paró delante de la enorme roca que ocultaba la entrada de la cueva y abrió su boca donde comenzó a formarse una esfera, estaba creando una Bijūdama.

Ese era el jutsu definitivo de las Bestias con Cola. 

Este consistía en crear una esfera densa sumamente pesada que sería arrojada contra un blanco en particular y que al impactar explotaría en una esfera de energía que terminaría por vaporizar todo en su rango de extensión.

La que había creado era pequeña, pero sería suficiente para destruir aquel obstáculo que le impedía llegar a donde se encontraban Shukaku y Gaara, junto al dúo de artistas lunáticos.

Lanzó la esfera contra la enorme pared de piedra y está fue destruida con una gran explosión que duró sólo unos segundos.

Cuando el humo comenzó a dispersarse sus ojos enfocaron una grieta por la cual podría entrar sin problemas, corrió a cuatro patas dentro de la cueva y comenzó a buscar al Kazekage siguiendo su rastro de chakra.

En sólo minutos llego a una parte de la cueva más abierta, ahí estaban Deidara de Iwa y Akasuna no Sasori, ambos estaban en posiciones defensivas.

Al verla el dúo de artistas se quedó perplejo, no esperaban que el intruso fuera otro Jinchūriki, Deidara empezó a crear sus esculturas de arcilla mientras Sasori invocaba a una de sus tantas marionetas, si ese demonio había venido aquí por una pelea, se la darían.

Aquello no la intimidó en absoluto, ella ya sabía cómo pelear contra el dúo de artistas, conocía a la perfección sus actitudes y sabía que tarde o temprano iniciarían una discusión, esto para ver cuál era el verdadero arte, si el eterno o el efímero.

Y no se equivocó, Sasori quería atacarla con su marioneta, la cual era del Sandaime Kazekage, mientras que Deidara quería utilizar sus bombas de arcilla, mismas que tenían forma de ciempiés.

Ambos querían atacarla al mismo tiempo y esto causó una discusión entre ellos, la cual inicio por culpa del lunático de las explosiones, que era el más revoltoso de los dos.

Aprovecho esta distracción para buscar al Godaime Kazekage.

Cuando vio a Gaara flotando en el aire, la ira y el odio se apoderaron de su ser, haciéndola soltar un fuerte rugido acompañado de una Bijūdama, que se estrelló contra el Gedō Mazō, una estatua que extraía a los Bijū de sus Jinchūriki.

El Gedō Mazō paro con la extracción al recibir el impacto y liberó al Kazekage, la portadora del tres colas aprovecho esto para tomar a Gaara con una de sus colas y después huyó del lugar, debía llevar al portador del Ichibi con los ninjas de la arena y el equipo de Kakashi, ellos podrían brindarle la protección necesaria.

Ellos podrían protegerlo y llevarlo a salvo hacia Suna.

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