🎭Capítulo 12🎭
Cuando aparezcan estos tres puntos [🔸🎭🔸] dividiendo un párrafo significará que un Jinchūriki entro a su espacio mental donde residen los Bijū.
Sin más que decir, ¡Disfruten!.
¡Moriyama fuera!.
Uchiha Shisui.
Dos semanas habían transcurrido desde que el Nara se unió al grupo, con su ayuda habían logrado trazar un plan completamente desde cero, lograrían su objetivo, todos los Jinchūriki serían salvados e iban a limpiar el nombre de Akatsuki.
El por su parte se había alejado de su grupo, estaba recopilando información sobre los nuevos miembros de la organización que Yahiko junto a Konan y Nagato habían fundado, tenían que saber a qué se iban a enfrentar y prepararse para la batalla que vendría.
Se adentro en un pueblo costero y caminó hacia un bar, eran los mejores sitios para recaudar la información que tanto les hacía falta para que el heredero Nara formará una estrategia para derrotarlos, porque tenían el plan para salvar a los contenedores de los Bijū, pero no tenían una estrategia de combate, no hasta que no tuvieran la información de, al menos, uno de los dos miembros faltantes.
Porque ya sabían cómo se movían en batalla Konan, Obito, Nagato, Zetzu, Deidara, Sasori, Hidan y Kakuzu, pero tambien tenían pleno conocimiento de que habia al menos otros dos miembros en la organización, dos ninjas de los cuales no sabían nada.
Por ello Yahiko lo había enviado a investigar, al ser Ex-anbu sabía cómo moverse sigilosamente, como asesinar sin dejar rastros y como extorsionar para conseguir la información que necesitaba.
Se situó en uno de los banquillos de la barra y pidió un trago, en realidad no pensaba beber pues no le agradaba el alcohol, pero tenía que disimular.
Movió un poco su máscara, dejando al descubierto su boca y fingió beber la bebida, mientras analizaba con cuidado a cada uno de los hombres que estaba allí, tratando de averiguar cuál le daría la información que tanto le hacia falta.
Varias horas pasaron, pero nada, ninguno de los borrachos tenía información, ni tampoco las camareras, eso lo frustró, ¿Ahora donde debía ir? Si Jiraiya estuviera allí seguramente iría a algún burdel, pero él jamás haría eso, no era un degenerado, además, sus gustos iban en la dirección opuesta.
Le gustaban los hombres.
No era como si ocultara sus preferencias, sus amigos tenían pleno conocimiento de sus gustos, además lo apoyaban incondicionalmente.
¿Cómo se había dado cuenta de sus peculiares gustos? Era fácil, se había enamorado de quién solía ver cómo su mejor amigo, Uchiha Itachi, el primogénito del líder del Clan.
Pensar en él traía a su solitario corazón sentimientos de añoranza, esperaba algún día poder volver a reunirse con él y expresarle sus sentimientos, los cuales siempre se aseguró de mantener ocultos del que iba a ser el próximo líder del Clan.
Clan que ya no existía.
Suspiro y se levantó de su asiento, esto mientras se colocaba bien su máscara, no quería ser descubierto. Fue hacia unos borrachos y comenzó a interrogarlos, aunque sus preguntas eran ambiguas para no poner en alerta al bar tender.
Se la paso hablando con los borrachos por otra hora más, lo único que logro conseguir de ellos era que habían visto a un hombre con rasgos de tiburón hacia unos días y que curiosamente portaba una gabardina negra con nubes rojas.
Ese debía de ser Hoshigaki Kisame, uno de los antiguos espadachines de la niebla, poseedor de la samaheda, una espada que se alimenta del chakra.
No era mucho, pero seguramente el Nara podría armar un plan con el cual podrían neutralizarlo. Abandonó el bar y comenzó a caminar hacia la salida del pueblo, donde se encontró a dos personas con gabardinas negras.
Hoshigaki Kisame y Uchiha Itachi.
Itachi, al verlo su corazón comenzó a latir desbocado, su respiración de volvió agitada y sus piernas temblaban, de todas las personas y de todos los miembros de Akatsuki, ¿Tenía que encontrarse justo con él? Vaya que el universo lo odiaba, bueno, no solo a él, a sus amigos también.
—¿Así que tú eres uno de esos tipos de los que no para de quejarse Hidan?— Inquirió Kisame, que observaba fijamente al enmascarado, no se veía como alguien fuerte pero no podía confiarse, ese tipo frente a él había usado una de las técnicas más poderosas de Uchiha Madara.
No le respondió, ¿Por qué tendría que hacerlo? Ellos no estaban allí para hablar, venían en busca de información sobre los Jinchūriki y como era una clara amenaza para sus planes seguramente intentarían liquidarlo.
Tanto Kisame como Itachi tomaron su silencio como una afirmativa, por lo que arremetieron contra él, tenían que capturarlo y llevarlo ante Pain para que él fuera quién lo interrogará.
Itachi fue hacia él con su Dōjutsu activado y comenzaron a pelear, le lanzaba golpes a diestra y siniestra, mientras el enmascarado hacia todo lo posible para esquivar los ataques.
Salto varios metros hacia atrás y busco un pergamino entre sus ropas, cuando lo sostuvo entre sus manos lo lleno de chakra, su cuerpo comenzó a desvanecerse cuando sintió que alguien lo tomaba firmemente del antebrazo.
Cayó al suelo sentado, había aparecido cerca del nuevo campamento donde estaban Yahiko, Shikamaru y Rin, suspiro aliviado y se levantó del suelo.
Al hacerlo se llevó la desagradable sorpresa de que no había sido el único que viajó con el Hiraishin, inconsciente en el suelo estaba Itachi.
La había jodido.
Nohara Rin.
—Bien, solo nos faltan dos días de viaje para llegar a Takigakure y encontrar a Fū, seguiremos el plan de Shikamaru y...— La castaña detuvo su hablar, poniendo en alerta a sus compañeros.
Lo último que vio antes de que la oscuridad la reclamará, fue a Yahiko y Shikamaru en sus laterales, ellos se encargarían de cuidar su cuerpo mientras estuviese en su espacio mental.
🔸🎭🔸
Apareció en su espacio mental, allí estaban Isobu y Shukaku, ambos mirando una bruma de color azulado que comenzaba a tomar la apariencia de un enorme gato de dos colas de color azul con rayas negras, ojos de distinto color (uno amarillo y el otro azul), que miraba aquel sitio con total confusión, ¿Cómo había llegado hasta allí?.
—Hermana Matatabi, ha pasado un tiempo— La saludó la enorme tortuga, que se hizo a un lado, dejando a la vista a su Jinchūriki.
—Hermano Isobu, hermano Shukaku, ¿Dónde estamos? ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Y por qué está tu carcelera aquí?— Preguntó, observando con auténtica curiosidad a la castaña.
—Te lo explicaremos todo, pero antes quisiera que nos respondieras algo... ¿Recuerdas algo antes de despertar aquí?—
—Lo último que puedo recordar es que me sacaron de mi contenedora, ella pereció y yo quedé encerrada en una oscuridad infinita, después sentí mucho dolor y al final escuché la voz de nuestro padre diciéndome que me enviaría a un sitio seguro...—
—El "sitio seguro" del que te hablo padre es dentro de esa escuálida hembra humana con pésimo temperamento— Dijo en un tono irónico Shukaku, sabía que estar allí era por su seguridad y la de sus hermanos, pero aún así, no le gustaba estar encerrado.
—¿Padre nos sello en la humana que contiene a Isobu?... N-no lo entiendo, ¿Por qué no nos liberó? ¿Acaso él no quería que tuvieramos la libertad que tanto nos merecemos?—
—No es así Matatabi-san, Rikudō-sama quería lo mejor para ustedes y es por ello que los envío conmigo, verás... El mundo del que somos originarios fue consumido por culpa de Zetzu y Orochimaru, ellos trajeron de vuelta a la diosa conejo Kaguya, madre de Rikudō-sama— Apretó el puente de su nariz, estaba molesta con el creador de los Bijū por no decirles la razón por la cual los sello en su interior, dejándole a ella toda la responsabilidad de explicarles toda la situación, que era verdaderamente difícil de explicar, además había posibilidades de que los Bijū no le creyeran y lucharán contra el sello, causándole un gran daño a su cuerpo. —Él no quería que ustedes desaparecieran junto al resto del mundo, por lo que tomo la decisión de sellarlos dentro de mi, esto debido a que soy la única capaz de contener su poder... Es por su bien—
—¿Sellarlos? ¿Te refieres a todos? ¿Osea que los nueve estaremos en tu interior?—
—¿Podrías explicarle tu Isobu-san? Creo que algo va mal allá fuera— Pregunto mientras se volteaba para ver al Bijū tortuga.
—Descuida, ve sin problemas, le diré todo lo que nos dijo nuestro padre—
—Gracias, vendré en la noche— Prometió.
—Está bien— Respondieron Shukaku e Isobu.
🔸🎭🔸
—¡Regresé!— Grito avisando a sus compañeros que había vuelto de su plano mental, se puso de pie para buscar a sus camaradas y los encontró rodeando algo, se acercó a ellos y lo que vio la hizo suspirar con pesadez. —¿Alguien me podría decir por qué Itachi-san está amarrado a un árbol y tiene vendados los ojos?—
Yahiko, Shisui y Shikamaru, estaban rodeando al prodigio de los Uchiha, que parecía estar inconciente.
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