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Alia sujeta a los cachorros mientras yo intento abrir la puerta de nuestra casa, Min Ho nos ayuda llevando las cosas de los cachorros, aunque lo mas pesado lo llevo yo, consigo abrir la puerta y entramos.

Subo hacia la habitación que Alia y yo preparamos hace unas semanas para los cachorros, Min Ho me ayuda a guardarlo todo y, tras un rato, terminamos. Bajamos las escaleras y lo que veo me marea de la emoción y el cariño, mi pareja esta en su forma animal cuidando de los cachorros, que intentan ponerse sobre sus patas.

Escucho a mi lobo gemir de alegría y ni siquiera soy  consciente de que he cambiado hasta que veo mis patas al terminar de bajar las escaleras, Min Ho se une a nosotros unos minutos después, Mina es la primera en conseguirlo, aunque no aguanta demasiado tiempo, los dos cachorros se arrastran hasta donde estamos Alia y yo, se restriegan contra nuestros pelajes.

—Noona, ¿puedo salir hoy con JongHyun?— Min Ho se acerca a nosotros, los cachorros alzan sus hocicos y comienzan a olfatearle, la ternura me embarga.

—No hace falta que me pidas permiso pequeño. — el tono amable y alegre de Alia nos llama la atención al omega y a mi.

—No se, como estáis con los cachorros no sabia si querrías que este aquí o no.— miro a Min Ho, una pequeña sonrisa esta en su rostro, sin embargo parece triste.

—Enano, claro que quiero que estés con nosotros, — Alia se levanta y Byeong-Ho, que esta entre sus patas gime disconforme.— eres mi doensaeng, eres de mi familia, y ellos, — señala con su hocico hacia los dos cachorros.— son tus sobrinos, pero tampoco voy a obligarte a quedarte todo el día con nosotros, es comprensible que quieras estar con tu pareja.— me levanto y me acerco a Min Ho, los cachorros vuelven a intentar moverse.

—Nunca pienses que no te queremos aquí, Min Ho.— alzo mi pata sólo para tocar su pecho, escucho una pequeña risa, por un segundo he olvidado que tiene cosquillas ahí.

—De acuerdo. — sube corriendo hacia su habitación, me acerco a Alia de nuevo, ha comenzado a acicalar a nuestros cachorros.

Byeong-Ho está apoyado sobre la pata de Alia mientras Mina está entre sus patas, recibiendo la lengua de mi pareja, me tumbo junto a ellas y coloco a Byeong-Ho entre mis patas, comienzo ha acicalarle, de vez en cuando intercambio miradas con mi pareja, ambos estamos totalmente emocionados y no puedo evitar sentir que todo esto no es más que un sueño del que despertaré cuando menos quiero hacerlo.

Termino con Byeong-Ho y le veo volver a intentar ponerse en pie, lo consigue pero debo sujetarle con mi hocico para que no se caiga, su pelaje me encandila, es tan oscuro como el de Alia, aunque su cuerpo es muy pequeño, no sé si eso es una señal de su posible estatus o si todos los cachorros nacen siendo muy pequeños y con cuerpos delgados.

Me levanto y tomo mi forma humana, Alia está ensimismada con los cachorros, miro la hora, aún es temprano, pero debería ir haciendo la comida, Alia debe alimentarse bien para que los cachorros tengan suficientes nutrientes con la leche.

En la cocina comienzo a preparar algo de ramen y un poco de carne, no tardo demasiado, la verdad es que tampoco es como si me hubiese puesto a cocinar con un nivel de dos estrellas michelín, la comida es sencilla.

—Alia, vamos a comer.— la llamo mientras pongo la comida en la mesa del salón, en seguida escucho el ruido de las patas de mi pareja y algunos gimoteos y pasitos inseguros, la miro y veo a los cachorros intentar seguirla, con un poco de dificultad pero siguiéndola al fin y al cabo; mi pareja toma su forma humana y se sienta en la mesa, me siento junto a ella y comenzamos a comer, Min Ho baja unos minutos después y se une a nosotros.

Ninguno apartamos la mirada de los cachorros, que se arrastran por el suelo e intentan levantarse varias veces para poder caminar, Byeong-Ho se cae varias veces, sin embargo Mina apenas se cae dos veces antes de dar un par de pasos, la verdad es que me sorprende lo rápida que es Mina en aprender a andar.

Siento una mano apoyarse sobre la mía y una corriente me atraviesa de pies a cabeza, miro a Alia, que está sonriendo, con los hoyuelos a plena vista y la hilera de dientes blancos brillando con vida propia, la imito, esto parece tan irreal.




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Los días pasan con más rapidez de la que me gustaría aceptar y los cachorros ya tienen un mes de vida.

Mi sonrisa es imposible de ocultar, Mina ha conseguido aprender a caminar y, los últimos días, ha empezado a correr por todo el salón, Byeong-Ho va algo más tranquilo y camina con más rapidez, aunque Alia suele tener que sujetarle pues suele tropezarse con sus propias patas al intentar correr como su hermana mayor.

Nuestros amigos y familiares han venido varias veces a vernos, aunque más bien a los cachorros.

La verdad es que tanto Alia como yo estamos llenos de ojeras, los cachorros se niegan a dormir en sus cunas y, en cuanto menos lo esperamos, empiezan a llorar llamándonos.

—Deberíamos darles ya sus juguetes.— Alia lleva unos días bastante insistente con el tema de darle los mordedores a los cachorros.

—Es demasiado pronto...— la puerta de entrada se abre, a veces me pregunto porqué le di la llave de mi casa a la Señora Yon. La mujer se acerca a nosotros y toma su forma animal después de dejar unos palos en el suelo.

—Alia tuvo su primer palo a las dos semanas de nacida, a este paso los cachorros tendrán los dientes muy débiles.— frunzo mi ceño y me acerco a mi pareja, que observa a los cachorros caminar frente a nosotros, últimamente a penas mantenemos nuestras formas humanas.

Mina se acerca a su hermano y muerde la orejita de su hermano, que lloriquea, enseguida me alarmo y me levanto, intento acercarme a ellos pero Alia me lo impide poniendo su cola frente a mí.

—Ve a por tus juguetes, creo que ha llegado el momento de que los cachorros elijan.— bufo y, aún con mi forma animal subo hacia la habitación de los cachorros, cojo entre mis fauces los dos juguetes para morder y vuelvo a bajar al salón, mi pareja tiene los dos palos que ha traído la Señora Yon en su boca, me tumbo junto a ella y dejo los juguetes en el suelo, Alia me imita y deja los palos.

—Byeong-Ho, Mina.— Ala les llama, con la misma voz dulce con la que les habla en todo momento. Ambos cachorros nos miran y después bajan sus ojos hacia los palos y los mordedores.

Ambos cachorros se acercan a los mordedores y los olisquean durante unos segundos, es muy probable que éstos tengan mi aroma; ninguno de los cachorros muerde los juguetes, ambos caminan hacia los palos frente a Alia, repiten lo mismo que han hecho con los míos y me parece algo injusto, esos palos llevan el aroma de Alia y de su abuela.

Mina se tumba y comienza a mordisquear el palo Alia lame una parte de su carita y escucho la hermosa risa de mi hija, Byeong-Ho se acerca a mí y se tumba entre mis patas, supongo que él no quiere morder nada.

—Te dije que los palos eran mejor, — el tono burlón de Alia me hace fruncir un poco el ceño, con cuidado la muerdo su oreja, la escucho reír.— para, para, deja mi oreja en paz.— la suelto y siento tres pares de ojos encima de mí, además de unos pequeños dientes en mi pata.



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Hola mis personitas!

Sé que debería haber subido este capítulo ayer, pero no tuve tiempo,

lo siento mucho de verdad.

Pero bueno, aquí tenéis el cap, y sé que parece de relleno, (igual que los anteriores), pero esto es importante para que entendáis lo que se viene :)

Nos leemos en la próxima personitas.

Darkest_Light_Soul.


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