Alia no parece estar muy contenta de tener que venir a ver a la curandera, camina despacio, como si no quisiera llegar nunca, no comprendo porqué no quiere venir.

La noche en la que dimos la noticia y salió el tema no puso ningún problema, tampoco se negó.

La miro, está demasiado seria.

—¿Por qué no quieres venir?— voy directo al grano, suspira y me responde.

—No lo sé, no tengo un buen presentimiento con lo que pueda decirnos y...— se calla, me preocupan sus palabras.— cómo puedas reaccionar a ellas. 

No termino de entender sus palabras, aunque tampoco tengo tiempo de pensarlo demasiado. Hemos llegado a la casa de la curandera, tomo su mano e intento disipar ese mal presentimiento que dice sentir, nos miramos y no puedo evitar sonreír para ella, siento nuestro lazo vibrar con preocupación y, por el mismo, mando toda la calma que puedo.

Llamo a la puerta y un olor agrio invade mi nariz, igual que la de Alia, sé que el olor le desagrada, por suerte lleva el cubrebocas y no el aroma no le molesta tanto como a mí, la hija de la curandera nos recibe con un rostro impasible.

—¿Puedo ayudaros en algo?— Alia asiente, pero no dice nada.

—Venimos a ver a la curandera. — la chica asiente y abre un poco más la puerta, nos invita a entrar. 

—Adelante, — entramos al salón, Alia está muy pegada a mí, me siento feliz ante su cercanía.—¿qué es lo que necesitáis de ella?

—Mi pareja está en cinta, queremos saber como está nuestro cachorro.—  la chica asiente y sale del salón, miro a Alia, está bastante tensa y, en sus ojos, soy capaz de ver un brillo de pánico y miedo.

Tras unos minutos la curandera entra al salón, cubierta con una bata gris y desgastada, nos mira a través de sus gafas, una pequeña sonrisa plantada en su rostro, nos señala el sofá mientras ella se sienta en el sillón sobrante.

—JungKook, que sorpresa verte de nuevo por aquí, — sé que no soy el único que se tensa ante esas palabras, la mano de Alia aprieta fuertemente la mía.— ¿qué ha pasado con IU?— Mierda, no.

Trago con fuerza y agacho la cabeza, yo no quería que Alia supiese sobre esto, pensé que la curandera lo mantendría en secreto.

-<<¿De qué está hablando?>>

Su voz resuena en mi cabeza, cierro los ojos e intento calmarme.

-<<Te lo explicaré en casa, por favor.>>

Su mano deja de apretar la mía, vuelvo a levantar la cabeza y, con una sonrisa incómoda intento responder educadamente a la curandera.

—IU y yo rompimos hace cuatro años, — la mujer asiente, pero su ceño se frunce.— encontré a mi mate y, bueno, ya sabe.

—IU y tú hacíais muy buena pareja, es una lástima que lo dejáseis.— sus palabras me molestan, al igual que a Alia, aunque ninguno decimos nada.—Bueno, dime, ¿no puede quedarse embarazada?

Siento mis mejillas arder, supongo que mi pareja ya sabe por qué he venido antes aquí.

—De hecho... ella está embarazada, nos gustaría que nos ayudases.— sus ojos viajan hacia su persona, la mira de arriba-abajo y niega con la cabeza.

—A ver, distingo dos olores, chocolate y mh... sangre, — miro a Alia, que aguanta la risa.— la verdad me preocupa que ella tenga olor a sangre, no creo que ella pueda...

—Perdone, — Alia habla, cortando la frase de la mujer.— me gustaría explicarle que, mi aroma no tiene nada que ver con mi fertilidad y, el otro aroma, pertenece a mi pareja.— la mujer nos mira a ambos, parece sorprendida de que Alia haya hablado.

A pesar de que en nuestra aldea no existe la jerarquía clásica de alfa, beta y omega, en este caso suele ser el alfa quien habla, por lo que entiendo que la mujer esté sorprendida.

—También me gustaría que supiese que, Alia,— decido hablar, ya que la mujer tendrá que saber lo básico sobre Alia para poder ayudarnos.— no presenta ningún rango.

—De acuerdo, — la mujer me mira con desaprobación en sus ojos.— JungKook, ¿eres el padre?— asiento, confundido con su pregunta.—¿Estás seguro?

—Claro que estoy seguro, ¿puede ayudarnos?— creo que comienzo a entender la preocupación de Alia; la curandera parece no querer atenderla y no entiendo por qué, la mujer siempre ha sido muy amable con todas las parejas.

—Acércate, — señala a Alia, ella me mira y yo asiento, sé que no la hará nada, mi pareja suspira y  se sitúa entre el sofá y el sillón.— siéntate, sobre tus piernas.— mi pareja hace lo que ella le pide, me siento incómodo.—Sube tu camisa por sobre tu sujetador.— no sé si el método es demasiado adecuado, o al menos si es adecuado que yo esté presente.

Mi pantalón comienza a estar demasiado apretado en mi entrepierna.

La mujer se sienta frente a ella, de la misma manera, aunque sin levantar la camisa que lleva debajo de la bata, posa sus manos sobre el estómago de mi pareja, mi lobo gruñe y, aunque intento reprimir el gruñido en mi garganta, no lo consigo. Escucho la risa de Alia ante mi gruñido y el chasqueo que hace la curandera con su lengua.

Veo cómo la mujer pasea las manos por el aún plano vientre de mi novia,  parece estar muy concentrada con algo, su ceño está fruncido y, tras casi quince minutos de repetir los mismos movimientos se levanta, da tres pasos hacia atrás y se sienta en el sillón.

Alia no tarda en levantarse y sentarse junto a mí, coge mi mano y el vínculo tiembla con una emoción y sentimiento que desconozco.

—Sabéis que, en el primer embarazo es difícil llegar tener más de un hijo, ¿cierto?, la probabilidad está por debajo del dos por ciento debido a que el cuerpo no acepta uno de los cuerpos.— asiento, ¿por qué nos está diciendo esto?— No sé cómo lo habéis hecho, pero estáis esperando mellizos, lo más probable es que sean un niño y una niña.

No puedo pensar en nada.

Sólo en esa palabra.

Mellizos.

Dos.

—Debo advertiros de que este embarazo será mucho más peligroso y con más riesgo de sufrir un aborto natural debido a los dos pequeños, — la mujer me mira con rencor en la mirada, ¿por qué?— Alia, debería mantenerse en reposo durante el primer mes de embarazo, por lo menos, también debe comer más, — la mujer se calla durante unos segundos.— como no tiene rango no estoy segura de si esto podría pasarle a ella, — ¿por qué me habla a mí como si ella no existiese?, cuando vine con IU hace ya muchos años prácticamente sólo le hablaba a ella.— pero podría necesitar de tu aroma, ya que al parecer ahora cuantas con uno.

—Entiendo, me aseguraré de tener alguna prenda suya junto a mí en todo momento. — Alia responde por mi, en cierta parte creo que lo hace para que la mujer se dé cuenta de que ella también está  aquí.

—Pero hay algo que me preocupa, ninguno de los lobeznos cuenta con aroma y, supongo, que llevas, por lo menos, dos semanas de embarazo.— asiento, al igual que ella.— los cachorros tienden a esparcir su aroma en su madre como prueba de su existencia para que su madre no haga ninguna imprudencia pero, ellos, no están desprendiendo ningún aroma.

—Verá, — creo que es mejor explicarle a la curandera la situación que hemos tenido Alia y yo hacía un tiempo.— como usted ya sabe, yo no tuve olor hasta hace unas semanas, Alia no es muy diferente, ella también presentó aroma hace...— miro a mi pareja, sin saber que decir, no puedo asegurar que su aroma apareció hace cuatro años, después de volver a la vida.— unos meses.— meses habían pasado de eso estoy seguro.

—Bien, si no necesitáis nada más, debo encargarme de algunos problemas.— la curandera se levanta y nos acompaña hasta la salida de su hogar.

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

¡Hola mis personitas!

¡SORPRESA!

Os dedico este capítulo sorpresa mis personitas <3: KareninaLoves, CDB_Army , sofitxthetic, MaryMolina797 y evalunarda <3

Nos leemos el viernes personitas!

No os olvidéis de votar y comentar, que me hacéis super feliz! <3

Darkest_Light_Soul.