Cuándo la pareja natsuki vio los niños solo pidieron pensar.

— (que significa esto).

— se que suena raro pero cuando les realice un examen de adn descubrí que tenían un 50% de semejanza con los genes de su padre y el otro porcentaje no estaba en los registros, a lo que asumo que son de algún extranjero.

¿por que? era la pregunta de Noko preocupada por su hijo, sabia que esto era una sorpresa eran abuelos pero a la vez su hijo le tenían muchas preguntas donde estuvo todo este tiempo, cuando se caso, por que no volvió y que fue lo que hizo mal como madre, en que fallo.

Por su parte Kenichi era igual el pensamiento culpándose, pero también sabiendo que lo mejor era esperar a que despertaran los niños, después de todo no sabe cual será su reacción al despertar.

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 — ¿querida que hacemos?.

— No lo se, por fin encontramos algo que podría decirnos en donde esta Subaru pero.

— genera mas preguntas que respuestas—.contesto Kenichi con tristeza.

— si, pero bueno no nos queda nada mas que, esperar a que despierten y si tenemos suerte tenemos suerte talvez, solo talvez sepamos que fue de el —.

— si tienes razón querida. 

finalizo con decisión su esposo.

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 — doctor hay alguna noticia sobre los niños.

— no mucho en realidad siguen dormidos. aunque me alegra haberlos encontrado o si no quien sabe, en estos tiempos las cosas han cambiado.

— si tiene razón. — finalizo Naoko

ante esto se genero un incomodo silencio hasta que llego una enfermera.

— Doctor Kurahashi los pacientes parecen que van a despertar.

— Enfermera ¿en cual habitación?

— La 669.

— bueno al parecer despertaron antes de lo previsto, por lo mientras deje que hable con ellos antes de que los deje pasar.

— sin ningún problema.— finalizo Kenichi.

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En la cama de un hospital se encontraba un joven que no sobrepasaba los diez años, pelo corto  azul cielo hacia atrás y ojos iris azul cielo.

Este chico no era mas ni nada menos que Rigel natsuki hijo de Subaru natsuki y la oni Rem, un mestizo.

Todo estaba tranquilo hasta que algo rompió el silencio.

— PAPA, MAMA, SPICA.

De un grito se despertó, en una cama con extraños aparatos incrustados en su mano, un silla extraña, un sillón, una mesa, un armario.

A la ves que su vestimenta había cambiado por completo y ahora usaba una piyama cómoda.

Todo esto lo desconcertaba y lo peor es que no podía recordar nada.

— ¿En donde estoy?.

Fueron las palabras de aquel chico, hasta que de repente.

— Doctor ha despertado.

Una voz que no conocía lo tomo por sorpresa, poniendo mas tenso al pobre chico en buscas de respuestas sobre que esta pasando.

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Para Kurahashi esto era intrigante, dos niños aparecen en medio de las afueras de Tokio con varias heridas, o bueno mas bien el chico, mientras la niña era protegida por el niño que el la abrazaba para que no le alcanzara lo que sea que les hayan echo, mayor aun su sorpresa que después de una horas, la mayoría de sus heridas habían sanado completamente y ahora se encontraba camino a la habitación.

Cuando llego pudo comprobar a través de la puerta que efectivamente solo el chico había despertado, pero en cambio la niña seguía dormida.

Y con una bocanada se dijo.

— Bien comencemos.

Sin mas atravesó la puerta para encontrarse con el chico que al verlo se sorprendió bastante, poniéndose en guardia. 

— Se que debes estar nervioso, pero tranquilo si te preocupa tu hermana esta en la esquina dormida, sabes me sorprende que a pesar del grito no se despertara.

Ante tal respuesta el chico solo pudo quedarse callado, hasta que después de unos minutos pudo formular sus palabras.

— ¿Cómo sabe que es mi hermana?, ¿ Quien es es usted?, ¿En donde estamos? ¿Y que hago aquí?.

— Veamos lo primero me hacia una idea pero recién ahora me lo acabas de confirmar muchas gracias, lo segundo soy el doctor Kurahashi, una disculpa por no presentarme antes, la tercera te encuentras en el hospital de Tokio y estás aquí por qué te encontramos a ti y tu hermana con heridas graves.

Rigel se quedo pensativo tratando de organizar sus ideas con la información obtenida, para después ver al ahora doctor Kurahashi.

— ¿Qué quiere de nosotros?.

— Solo necesito que me respondan algunas preguntas. 

— ¿Solo eso?. 

— Por el momento.

Ante esto al muchacho no le quedaban muchas opciones podría escapar pero no conocía el lugar, ni mucho menos en donde estaba, lo peor de todo esto era que aun si pudiera salir, a donde iría además tenia que proteger a su hermana.

— Esta bien, ¿ que quiere preguntar?.

— Solo unas preguntas sencillas, vale.

— Vale.

— ¿Cuál es tu nombre?.

— Rigel Natsuki.

— ¿Cómo se llaman tus padres?.

— Subaru Natsuki y Rem Natsuki.

—  Gracias eso es todo.

— ¿Todo?.

— Si, si me disculpas, me retiro, pero volveré pronto para monitorear su recuperación.