Ucker iba conduciendo el auto mientras que Dulce iba atrás con las niñas.

- Por fin llegamos - le habló Ucker a Dulce.

- Si - respondió y soltó un suspiro mientras bajaba del auto para luego tomar a ambas niñas - ayúdame con las niñas.

- Voy - respondió - dame un minuto - le habló mientras llevaba los paquetes y las cosas que había  comprado el día anterior para las niñas porque se le habían quedado en el auto. Pero como Dulce tenía las llaves no pudo entrar.

- Amor dame las llaves - le pidió Ucker.

- Demonios - se quejó esta - las deje en el carro, lo siento.

- No hay problema yo las busco - respondió sin problemas.

Este se dispuso a buscar las llaves y volvió con Dulce y las niñas.

- Listo - habló una vez regresó.

- Date prisa - le dijo esta riendo - porque para ser recién nacidas pesan un poco.

Ucker se apresuró y abrió la puerta, todo estaba oscuro pero aún así puso las cosas en una esquina, no muy lejos de la entrada y cogió a Maria.
Pero una vez ambos entraron y encendieron la luz se sorprendieron.

- ¡¡¡SORPRESA!!!!

Dulce y Ucker se quedaron sorprendidos al ver a sus amigos, amigas, familiares y vecinos

- ¿Qué es todo esto? - preguntó Dulce sorprendida y feliz a la vez.

- Una fiesta de bienvenida para las niñas - habló Génesis la hermana de Ucker.

- Si - la apoyo Any - para Maria Isabella y Andrea Sofia.

- ¿Y que les parece? - les preguntó Chris -  ¿les gustó la sorpresa?

- ¡Claro! - respondieron ambos a la vez.

- Esmeralda - son hermosas - habló la madre de Ucker, la cual se había acercado junto con la madre de Dulce.

- Se parecen a ti Hija - le habló Bianca.

- Este es el regalo más grande que nos pueden dar - les dijeron ambas madres a sus hijos para luego recibir un abrazo por parte de estos. Luego saludaron a sus amigos y demás familiares, pasaron un buen rato en la fiesta la cual era con música bajita para que no le molestara a las niñas.

La pasaron bien hasta que llegó la hora de que los invitados se marcharan. Dul y Ucker se despidieron de todos y luego se tiraron al sofá para tomar un pequeño descanso.

- Estoy muy cansada - le habló la pelirroja.

- Yo también - le respondió este.

Pero ese pequeño descanso no les duró mucho ya que Maria empieza a llorar y por consiguiente levantó a su hermana Andrea.

- No te levantes yo voy - la interrumpió Ucker al ver que esta se iba a poner de pie - tu descansa.

- Gracias - respondió pero aún así se puso de pie - pero lo más seguro deben tener hambre.

- Bueno en ese caso yo me voy a cambiar y preparo unos sándwiches  porque estoy seguro que tu también tienes hambre - se ofreció mientras se dirigía a la cocina.

- Me parece una buena idea.

Ucker se cambió y mientras, Dulce comenzó a darle leche a sus hijas una por una. Cuando ella término Ucker salió de la cocina y pusieron las cunas de las niñas, una en el cuarto y la otra en la sala, luego las acostaron juntas para poder poder comer.

-  ¿Te gustó? - le preguntó Ucker.

- Claro - respondió - todo lo que venga de ti me gusta.

- ¿Todo? - preguntó con dobles intensiones.

- Si - respondió ella inocente sin entender aún - ¿Porqué preguntas?

Ucker se levantó y la beso, ella le respondió el beso colocando sus manos alrededor de su cuello.

- Te amo - le dijo esta una vez se separaron y lo miraba a los ojos.

- Yo te amo más mi amor - le respondió este pero cuando estaban a punto de darse otro beso Dulce recordó a las niñas.

- ¿Qué sucede? - preguntó confundido.

- Nada... - le respondió ella - sólo recordé que ya no estamos solos.

La pareja se quedó un rato observando a sus niñas.

- Son tan hermosas - le dijo Dul luego de unos minutos.

- Son unos pequeños angelitos - habló él mientras la agarraba por la cintura.

- Ya...vamos a dormir - le habló ahora ella - tu coge a Sofía.

- ¿Para qué? - preguntó él.

- Para ponerlas en el cuarto - respondió - ¿o las pensabas dejar dormir en sala toda la noche?

- No...no es eso ¿y si se levantan? - preguntó.

- No se van a levantar, si las tomas con cuidado - respondió calmada.

Una vez dicho esto, Ucker cogió a Andrea y Dulce a Maria para acostarlas en su cuarto. Luego Dulce se cambió y se acostó al lado de Ucker.

- ¿Te gusto tu primer día como padre?  - le preguntó la pelirroja riendo.

- Si - respondió - me encanto ¿y a ti?

- También... - respondió sincera.

Ucker le dio un beso y se acostaron a dormir. Pero su sueño fue interrumpido a las 2:36a.m. Cuando las niñas comenzaron a llorar.

- Yo voy - dijo Dulce un poco dormida.

- De acuerdo - respondió este de la misma forma.

Dulce se levantó y fue al cuarto de las niñas, cogió a Maria y luego a Andrea para comenzar a arrullarlas.

- Tranquilas niñas no se preocupen mamá esta aquí - les habló - mamá las cuida.

- Oye - la interrumpió Ucker entrando - Y papá también - dijo acercándose a ellas con una sonrisa.

- Bebé ¿Qué haces? - le cuestionó Dul - acuéstate.

- No - respondió firme - no es justo que yo me quede durmiendo, mientras tu te quedas despierta toda la noche - habló mientras tomaba a Andrea.

- Gracias - le respondió esta para luego besarlo.

Y así se quedaron toda la noche con sus pequeñas princesas hasta las 4:37a.m. que se quedaron dormidas.