Recuerdo
Estaba aburrido del palacio y las lecciones de mi padre. Le ordené a Heimdall que abriera el Bifrost.
- ¿Hacia dónde joven príncipe? - pregunto este.
Ya he visitado varios mundos. A excepción de Jhotumhein, que está prohibida por obvias razones.
- Midgard - respondí. Heimdall asintió obediente, dejo caer la enorme espada en el centro del bifrost, enseguida este se encendió y comenzó a girar.
- Conoces las reglas.
- Si las sé - dije dándole la espalda - no más de cinco horas.
Di un paso al frente. Cambie mi ropa para mezclarme entre ellos
- Diviértete - escuché antes de ser absorbido por la luz. El viaje duro segundos hasta que mis pies llegaron hasta otra superficie dura. El sol dio directo a los ojos, por lo que quede cegado unos segundos. Una vez que me aclare me vi en el centro de una plazilla. Había venido a esta ciudad un par de veces, preparan un extraña, pero deliciosa sustancia fría, he descubierto que tiene varios sabores ,es algo delicioso y solo está a medio camino de aquí.
Apenas un paso di antes de detenerme abruptamente. Mire hacia abajo, un niño midgardiano había chocado conmigo y había caído al suelo. Qué niño más torpe. Acaricio su cabeza debajo del enorme sombrero de paja que traía puesto.
- Debes tener cuidado - dije sacudiendo mi ropa.
Su mirada subió y al momento el sombrero resbalo de su cabeza, aunque su cabello llegaba poco más abajo de sus hombros, me di cuenta de mi error, es una niña.
- Tú apareciste de la nada - se quejó.
Una mujer de cabello negro remarcado con algunas canas sé acercó corriendo.
Observo la situación unos segundos. Se inclinó aún lado de la niña.
- ¿Ya te disculpaste?
- No lo ha hecho - intervení.
La enana me miró enojada.
- No - dijo al fin.
- ¿Y qué esperas? - dijo con una dulce voz de regaño. Me recuerda a mi madre, esta mujer se ve bastante mayor para ser la madre de la niña.
Refunfuñando, la niña se levantó. Sacudió su ropa y me quedo mirando fijamente. Tiene un color de ojos peculiar y una mirada desafiante. Muy atrevido para una enana midgardiana.
- Lo siento mucho, señor.
Se fue corriendo sin esperar una respuesta. Que osadía,si supiera quién soy ella no lo pensaría dos veces antes de burlarse. Aunque le doy mérito por agallas.
- Perdónala - dijo la mujer - es un poco inquieta, pero no es una niña mala - ¿Por qué me dirá todo eso? No es que me importé. La mujer me miraba con curiosidad, la miré - discúlpame, creí que serías más alto.
Antes de que hablara la mujer se fue detrás de la niña. Los midgardianos son muy raros. Ya tengo lo que quiero. Me recargué en un árbol lejos de todos los molestos midgardianos. Seguro de que Thor ya destruyó otro de los maniquís de entrenamiento, los tres idiotas y Sif deben de estar alabándolo, mientras Odín lo mira orgulloso.
Siempre trato de repetirme las palabras de mi madre: Odín siempre está atento a Thor porque el fue el primero en nacer y algún día heredera el trono. Pero aun así, no puede evitar sentirme desplazado. Como si fuera un monstruo.
-! Oye Monstruo!
Un grupo de niños seguía a la enana de hace rato.
- No soy un monstruo - reclamo la niña.
- Claro que si - río el más grande y gordo de todos.
- No, no lo es - dijo otro ante de reír - es una salvaje.
- Tampoco soy una salvaje - chillo.
La empujaron mientras repetían lo mismo y reían. Me parece injusto pero interesante. La niña se levantó.
- No Soy Eso! - grito corriendo contra ellos y empujando al más grande. No habría sido nada más interesante de no ser porque el infante se arrastró varios metros lejos. Los niños corrieron asustados llamando a sus madres.
Una mujer corrió apresurada hacia el. Sacudió toda la tierra de su desagradable hijo.
- ¿! Que Clase De Niña Eres Tú?! - grito la mujer mirándola. La niña dio un paso atrás -! Heriste A Mi Hijo! - el gordo seguía lamentándose mientras colgaba del brazo de su madre.
- Lo siento - murmuro asustada ante la enorme mujer.
-! Vete De Aquí Salvaje! - rugió la mujer.
La seguí sin que se diera cuenta. Para ser tan pequeña era muy rápida. Nunca me han importado estos seres, pero este es diferente. No sabía que tenían tanta fuerza y menos una niña. La encontré sentada lejos de todos, tenía el rostro cubierto por sus manos y seguía sollozando .
- No soy un monstruo - murmuraba.
Me pare frente a ella. Tengo curiosidad ¿Qué clase de niña Midgardiana es esta? La niña levantó la cabeza, mire detenidamente sus ojos, parecen muy brillantes, es como ver hacia la noche. La pequeña movió la nariz como si olisqueara el aire. Su mirada se clavó en mí ¿Acaso puede verme?
- Cariño - llamo una dulce voz.
Ambos miramos en la misma dirección.
- Abuela - lloriqueo la niña.
- ¿Dime que ocurrió? - pregunto mientras la rodeaba con un brazo y la acercaba a ella.
- Unos niños me estaban molestando ... Y me defendí ... Luego apareció su mamá y me llamo salvaje - respondió entre lloriqueos.
- ¿Y tú le crees?
Lo hace.
- Así es - respondió la niña cubriéndose los ojos de nuevo.
- No cariño - murmuro la mujer apartando las manos de su rostro para que la viera - Es que ellos no entienden lo especial que eres.
Esto me suena familiar.
- ¿Igual que tú? - pregunto la niña.
¿Por qué sigo de pie aquí? Me alejé. Eso fue raro pero extrañamente familiar.
- Ya quiero irme Heimdall - dije mirando hacia arriba.
- Hora de irnos Alexa.
La puerta de Xiro estaba entre abierta. Me recargué en el marco de esta para observarlos a ambos, estaban bailando, mientras ella cantaba.
Well you done done me and you bet I felt it
I tried to be chill but you're so hot I melted
Beso, su frente.
I'll be giving it my best-est
And nothing's going to stop me but divine intervention
Se detuvo al verse sorprendida.
-! Oye! - reclamo - ¿Cuánto llevas ahí?
- Lo suficiente como para reírme de ti - respondí. Rodó los ojos sonriendo. Hice aparecer el obsequio - hay algo que quiero darte.
- ¿Qué es? - pregunto dejando a Xiro en el suelo.
- Primero ábrelo.
Quito la tapa con cuidado. Miro el objeto fascinada, este se encontraba cubierto en oro. Sé muy bien de que no tiene ni idea de lo que es.
- Es muy bello - murmuro rodando el objeto en su mano - ¿Pero qué es?
- En simples palabras es como un álbum fotográfico - presione un botón. El cilíndrico objeto se abrió, se rodeó de una liguera capa dorada - grabas un recuerdo - usando su mano acerqué el artefacto a Xiro - ¿Quién soy?
- !Papa!
Reprodujo el momento. Muero por mostrarle esto a Logan. Alex se alejó con ella en la manos. La observo a la luz del sol. Me parece que ella brilla tanto como el oro de ese objeto
- Es como una cámara de fotos - murmuro, oprimió en la misma zona que yo hace un instante - ¿Cómo dices que funciona?
- Presta atención porque será la última vez que te lo muestre - puse mi mano debajo de la de ella, señale un punto específico. Antes de decirle, la atraje a mí desde la cintura y la besé. Si no fuera por la extraña sensación que me provoca el recordarla llorando, la habría llevado a la cama para amarla como se merece. Un suspiro salió de ambos - ¿Entendiste?
-! Loki!
- Te advertí que sería una vez - me marche riendo.
¿Opiniones?
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