Capítulo 13

Estaba ya cayendo la tarde cuando llegaron a la ciudad, Tara no podía evitar sentirse en una película mientras observaba los locales de comida y ropa al pasar,incluso la gente que caminaba como si sus vidas fueran importantes. Danielle les había dicho que habían pasado dormidos al menos unas tres horas mientras ella conducía.

En cuanto se detuvieron en el estacionamiento de un centro comercial, Dione envolvió su muñeca con los dedos y la arrastró dentro de cada local de ropa posible mientras que Danielle trataba de que se mantuviera el grupo junto, obligando a los chicos a entrar también y Harley no dudó en sumarse a ellas, deseosa de cambiarse ese vestuario tan raro que le había tocado ¿era posiblemente de Julieta Capuleto?

Toby, por su parte, paseó la vista un momento por el interior del local antes de tomar asiento en el rincón destinado a ello, mientras que su compañero pareció decidir que evaluaría algunas prendas. Le pareció un poco extraña puesto que era una tienda de ropa femenina, pero él no era quien, para juzgar, así que simplemente se quedó allí aburrido y escuchando el mix de música pop que sonaba en el ambiente.

–This was never the way I planned –Los tres voltearon al escuchar una voz familiar, viendo como la morena se asomaba con una gruesa boa de lana blanca alrededor del cuello, moviendo su hombro mientras observaba sobre su hombro con una sonrisa.

–Not my intention –Apenas unos segundos de su salida, la siguió Harley con bastante más ánimo que antes y colocó su brazo sobre el hombro de Dione, quien se inclinó un poco a causa de su altura.

Entonces abriéndose paso entre las dos y también sumamente animada salió Tara, meneando ligeramente el cuerpo antes de poner las manos en su cadera.

–I got so brave, drink in hand –Cantó esa parte y cruzó su mirada un instante con la de Toby, quien le miró casi boquiabierto por la sorpresa.

Probablemente no se hubiera esperado que ella le siguiera el tren al otro par y, la verdad era que, ella tampoco lo habría creído. Pero era divertido, así que continuaron con su pequeño acto, canturreando, aunque alguna desafinara en ciertas partes mientras les pasaban entre medio a los tres, modelando sus nuevas prendas que las hacían ver como adolescentes cualesquiera. Era extraño verlas así, pero a la vez... parecían contagiarle una especie de alegría agradable que le inundaba el pecho.

Dione parecía haberse decidido por utilizar un vestido de lana blanca sobre una camiseta manga larga negra, por lo que veía, y con un cinturón negro que remarcaba su cintura haciéndola ver casi a la moda. Harley llevaba un vestido celeste pastel con botones de la cintura al pequeño escote corazón, con pequeñas mangas abultadas, que la hacía ver como una muñequita. Y Tara...

Llevaba una camiseta blanca de mangas largas, con rayas negras y shorts negros de tiro alto, con tirantes, que a cualquiera le hubieran hecho ver como una especie de mimo, pero en ella parecía abrazar su figura de manera que le quedaba sumamente bien, añadiendo una pequeña boina sobre su cabeza.

Él simplemente no podía dejar de mirarla, incluso quiso acercarse a atraparla, pero ella le miró con una sonrisa juguetona y una chispa rara en su mirada mientras se escabullía, justo para el momento en que la canción cambiaba y la morena jalaba a la castaña hacia su cuerpo ante la atenta mirada de la chica de cabello morado.

Cuando Slumber Party comenzó a sonar, incluso las tres vendedoras que esperaban a que decidieran pagar, no pudieron despegar la mirada de aquellas chicas. Dione avanzó unos pasos hacia la rubia, pasándole el brazo sobre los hombros y movió los labios, siguiendo la letra, pero haciéndole gestos como si estuviera confesándose.

–I'm not shy, I'll say it –Cantó girando la cabeza, rozando su oído con los labios y una sonrisa traviesa e insinuante en los labios– I've been picturing you naked –Con la mirada que le daba parecía estar diciéndolo en serio, pero luego volteo hacia la castaña, invadiendo su espacio personal y la apegó un poco contra ella.

Dione era quien llevaba la batuta, arrastrando consigo a Tara en movimientos pegados, rozándole el cuerpo con los dedos apenas, mientras movía los labios haciendo un pequeño lypsinc.

–Me and your girlfriend playin' dress up at my house –Toby pudo notar como durante el estribillo sonreía juguetona y mantenía la mirada en él, como si fuera una indirecta para él– I gave your girlfriend cunnilingus on my couch –La forma en que lo miraba, con esa presunción o no sabía que diablos era, le daba la leve sensación de que quería provocarlo, hacerle creer que era verdad.

Después se encaminó hacia su propia novia, abordándola como si estuviera por besarla a la vez que se sujetaba los propios pechos, alzándolos ante ella con la siguiente línea de la canción, pero luego se volteó regresando a su posición original.

Toby tuvo la sensación de que ya ese tipo de cosas ya eran parte de la personalidad llamativa de la chica. Realmente se preguntó cómo es que aquellas mujeres no les decían nada, pero notó como al menos dos de ellas miraban con cierto deseo a las chicas, lo cual casi provocó que quisiera arrastrar a Tara con él mientras Luxen movía la cabeza y bailaba sentado en su lugar, extasiado con el pequeño show.

Harley totalmente roja, aunque quería, le dio cierta pena sumarse a aquello cuando Tara le hizo un gesto de que se acercara mientras movía su cuerpo en un intento por verse sensual y no vulgar. Dione le inclinó la cabeza hacia atrás en algún momento sin dejar de "bailar", pegándole una lamida a lo largo del cuello, que la hizo estremecer, mientras mantenía la mirada fija en su novia.

La castaña no pudo evitar echarse a reír, enderezándose mientras se limpiaba la saliva del cuello con la palma.

–Dios, Di, eres un puto asco –Se quejó la castaña entre risas.

En cambio, Danielle rápidamente se levantó, atrapando la cadera de su novia desde atrás y le besó la nuca, deslizando después los labios por su cuello causando que ella riera.

Tara creyó ver que le murmuraba algo al oído, causando que su amiga se mordiera los labios, pero no prestó mucha atención al evidente coqueteo entre ellas. Dirigió su mirada entonces a Toby y, como si fuera lo más normal del mundo, se dejó caer sentada en su pierna sintiendo como acto seguido él envolvía su cintura con el brazo para sostenerla.

–Mi amiga está loca, lamento que hayas visto eso –Dijo con algo de diversión, mientras se miraba los pies, pensando que de camino hacia allí había visto un par de botas que le quedarían bien con ese conjunto– Tal vez si vamos a la tienda de chicos, los obligue a ustedes a seguirle el juego –Bromeó viendo su sonrisa.

La verdad era que ni ella se reconocía en ese instante, se sentía rara. Pensar que podía ser como cualquier otra chica y divertirse un rato era extraño de pensar para ella.

–Tengo una duda –Comentó él, causando que ella lo mirara con intriga – ¿Tú y Dione...? ¿Hubo algo allí? –Inquirió con sincera intriga, la manera en que habían bailado juntas le había dado esa duda.

Tara se sintió bastante divertida por aquella pregunta, la manera en que él quería disimular su interés por ese asunto, pero como seguía siendo ella a pesar de los juegos y la ropa nueva decidió jugar un poco con su cabeza.

–Entre ella y yo, mhm... –Volteó el rostro como si le diera pena y se mordió los labios como si estuviera recordando, sintiendo como el cuerpo del castaño se tensaba ligeramente.

–¿Qué?

–Bueno... –Mantuvo el suspenso un poco, escuchando entonces el llamado de Danielle de que ya había pagado y debían pasar a las otras tiendas – Eso no es asunto tuyo ¿o sí? –Terminó por declarar mientras se levantaba, librándose con rapidez, para luego huir hacia la puerta junto a la rubia que la miró con extrañeza un segundo.

Toby apretó los labios, queriendo contener una sonrisa maliciosa. Si Tara quería jugar, entonces dos podían hacerlo ¿verdad?

********

–Bueno, por esta noche nos quedaremos aquí. Ya pagué por tres habitaciones, los chicos por su parte y las chicas por la suya, según Dione no hay parejas aquí así que asumo eso está bien –Indicó Danielle mientras les pasaba las llaves de los cuartos.

14, 12 y 17. Al menos no estarían muy alejados los unos de los otros.

Harley no dudó dos veces en arrastrar a Tara al cuarto después de recibir su llave, deseando ya tocar la cama y poder descansar en un colchón sin tener horario alguno para levantarse, mientras que Luxen y Toby caminaron con tranquilidad hacia el suyo. El castaño mantuvo su mirada sobre la chica mientras esta se alejaba con la rubia.

–Avisen si quieren cenar con nosotras –Aclaró Dione mientras se llevaba a su novia derecho al cuarto– ¡Pediremos pizza!

La verdad era que ninguno quería saber exactamente su apuro, ya las habían visto coqueteándose desde hace rato y asumían que era la primera vez que podían estar juntas sin un vidrio de por medio o alguien vigilando.

Al entrar a la habitación 14, Tara fue la primer en arrojarse a la cama, estirándose completamente y disfrutando la comodidad de la misma. Se sentía realmente bien con la suavidad de la colcha azulada bajo su cuerpo e incluso se envolvió con ella, dirigiendo su mirada hacia la rubia de la cama contigua que había hecho lo mismo, ambas rieron mirándose así.

–¿Alguna vez creíste que realmente saldríamos? –La rubia la miró desde su lugar, también envuelta en su colcha verde y su estómago rugió bajo– Tal vez si deberíamos aceptar la oferta de Di de cenar con ellas, especialmente si debes comer por dos.

Los ojos de la rubia se abrieron sorprendidos ante la declaración de la castaña y el tono insinuante que había utilizado.

–¿Cómo es que...?

Tara rodó los ojos ante la pregunta, luego se levantó, luchando un momento con el acolchado para destaparse, y caminó hacia la cama de la menor que parecía haber intentado ocultarse.

–Por favor, enana, te conozco lo suficiente para saber cuando mientes y cuando no. Fuiste un poco obvia al decir que se trataba de una mentira –Se sentó junto a ella, notando como la pequeña intentaba evitar su mirada– ¿Puedo preguntar?... Creí que los guardias no tocaban a las del sector C por miedo a que les corten la garganta o les arranquen el pene.

–Bueno... Sí, pero luego de una pelea hace como mes y algo...–

La rubia comenzó a relatarle lo que había pasado, evitando su mirada como si sintiera vergüenza, mientras que Tara terminó abrazándola en algún momento. Le había dicho que, por supuesto, si verdaderamente estaba embarazada no quería tenerlo, así que ella se comprometió a ayudarle a comprobar su estado y buscar un lugar para terminar con la gestación en dicho caso.

En la mañana, le pedirían ayuda a Danielle con el asunto y le pedirían que no dijera nada, la rubia no quería que los demás supieran al respecto.

Estuvieron conversando por un rato más antes de que ella terminara quedándose dormida, por lo que la castaña la dejó descansar. Se levantó, poniéndose el abrigo que le habían comprado y salió fuera del cuarto, observando la oscuridad que ya se había apoderado del firmamento al igual que las estrellas que relucían. Había una pequeña brisa fría, pero se sentía bien con el abrigo y sonrió un poco mientras metía las manos en los bolsillos.

"Debería buscar algo de comer para cuando ella despierte, me pregunto si habrá alguna pizzería abierta ¿Qué hora es?" en ese momento observó al castaño salir de su propia habitación y detuvo sus pasos, vacilando por un segundo si dejaba que la viera o lo esquivaba como había hecho hasta el momento.

–¿Vas quedarte mirándome el resto de la noche o saludarás? –La voz del chico la hizo tensarse, el matiz burlón y su postura presumida con las manos en los bolsillos casi le hace querer golpearlo.

Los chicos también se habían conseguido ropa nueva y ella no podía evitar lo bien que lucía con aquellos jeans negros con cadenas. No estaba segura de si el hoodie que se había puesto era café claro o un gris extraño, pero él se veía bastante bien, como un adolescente cualquiera.

Nadie diría que lo había visto hace un par de semanas casi asesinando a un grupo de chicos por su cuenta en un pasillo.

–¿Tengo prohibido observarte acaso? –Replicó la chica, encaminando sus pasos hacia él.

Sin embargo, rápidamente él la empujó contra una columna, atrapándola entre esta y sus brazos, le enseñaba una sonrisa maliciosa que casi la distrajo de la cicatriz a un lado de su cara. Frunció el ceño, alzó su mano arrojándole un golpe a la mandíbula, pero él detuvo su puño y, en cambio, se apegó contra ella mirándole los labios.

–Por mí, puedes mirarme todo lo que quieras si yo también puedo hacerlo –

–¿Qué demonios pasa contigo? ¿Estás en celo o algo así? –Gruñó queriendo patearle la entrepierna, pero sin suficiente espacio para hacerlo.

Se quedó congelada cuando sus labios se rozaron acelerando el ritmo de sus latidos. Mentiría si dijera que su cercanía no le provocaba nada, así que zafó el puño de su agarre y lo atrapó del cuello del hoodie atrayéndolo furtivamente a sus labios, más él giró el rostro esquivándola. Tara gruñó fastidiada ante su acción ¿no era lo que estaba buscando? ¿entonces porque diablos la detenía?

–Nunca me dijiste si aceptabas ser mi chica mala, White –El tono que el castaño usó fingía estar ofendido y ella rodó los ojos– ¿O es que solo te gusta besar a diestra y siniestra sin ser nada? Porque si es así nos aclaramos y yo podría hacerlo ¿no crees?

La chica presionó los labios mientras apretaba la tela entre sus dedos, él contuvo una risa, era obvio que ella no quería andarlo compartiendo con nadie, pero parecía una niña pequeña jugando a besar y huir cada vez que tenía oportunidad.

–¿Es necesario que lo haga? Creí que lo habías decidido por mí, no dejas de rondarme cada vez que puedes y me miras como si fuera un delicioso caramelo –Se burló, para no dejar ver su verdadera opinión– No me vas a salir con que quieres un romance como en las películas ¿verdad, Rogers? Creí que solo me querías coger.

–Tan vulgar –Soltó una risa, divertido por su actitud "Tal vez si es una niña... Una arrogante y caprichosa" – No soy romántico, ni tú tampoco y creo que por eso encajamos, Tara, además...–La sintió estremecerse cuando una de sus manos se coló entre ambos, acariciando el muslo interno de la chica, la vio morderse los labios y sonrió– No me digas que tú no me quieres coger ¿ah? Porque tus reacciones cuando estás conmigo me dicen lo contrario –Se mofó rozando su boca antes de besarla, siendo correspondido casi de inmediato.

Era obvio que tenían problemas, ella para aceptar que quería un noviazgo con él y él para dejarla en paz. Pero mientras sus labios se devoraban y Tara sentía como Toby presionaba una de sus muñecas contra la columna, no podía evitar que su cuerpo reaccionara subiendo la temperatura, mordiendo los labios ajenos y deseando que aquella mano que acariciaba tan cerca de su centro, subiera más.

Tal vez ella también estaba loca.

–T-Tal vez acepte serlo –Jadeó ella con los ojos cerrados cuando los labios del castaño rozaron su cuello, besando lentamente y descendiendo hasta el punto donde se unía el cuello con el hombro. No quería que Toby se fuera con ninguna otra, no quería eso en absoluto.

Pensar que tendría las manos sobre otra chica como lo hacía con ella, aun si todo resultaba ser un juego de él porque nunca sabía lo que pasaba por su mente.

–¿Aceptar qué? –Inquirió él con un matiz malicioso, disfrutando de como ella se suspiraba, mientras los dedos se encargaban de los botones de los shorts de la chica, sin importarle que estuvieran en un maldito pasillo exterior y cualquiera que se asomara pudiera verlos.

La verdad a ella tampoco le importaba en ese instante.

–Ser tu chica mala, imbécil, pero...–Trató de apretar las piernas cuando Toby coló los dedos por dentro de su short, pero él pronto tuvo acceso a su entrepierna al introducirlos bajo la ropa interior blanca– P-Primero quiero saber...–Un gemido interrumpió sus palabras, pero trató de concentrarse, y él preguntó un "¿sí?" instándola a seguir– ¿Por qué te encerraron?

Así que ese era su trato. El castaño quiso reír, pero en cambio continuó acariciando y frotando aquella zona sensible, causando que ella se retorciera ligeramente contra su cuerpo. Ni siquiera en un momento así, Tara iba a dejar de joderlo ¿eh? Pues bien, entonces se lo diría.

Inclinó los labios junto a su oído, sintiéndola respirar forzosamente cuando él aceleró sus movimientos, sintiendo la humedad en sus dedos antes de sonreír y confesarle la verdad:

–Porque me divertía asesinando cuando me atraparon.

Y el clímax alcanzándola, nubló cualquier pensamiento coherente de la cabeza de Tara en ese momento.

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Heeey, aquí el nuevo capítulo. Sorry por el momento musical, no pude evitarlo, necesitaba hacerlo X'D

Bueno, Tara finalmente aceptó que le gusta y que quiere estar con él (incluso se dejó manosear, alv). Todo muy feliz y bonito... Para mi es sospechoso ¿Ustedes que dicen? Ahr

Espero que les guste, voten y/o comenten por favor ✨

IvetteBellerosse🌹

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