=[Nuestro Final Inesperado]=
Nino insistió en hablar con Fuutarou, y aunque él estaba reacio al principio, finalmente cedió, dejándola entrar. Cuando Nino cruzó la puerta, su mirada cayó inmediatamente sobre la maleta medio llena. El silencio entre ambos se hizo pesado mientras Nino comprendía la situación sin necesidad de palabras.
Nino: Así que tomaste la decisión de hasta desaparecer del instituto, ¿verdad?
Fuutarou: No esperaba que lo entendieras tan rápido... Sí, es cierto. No es que esté huyendo, pero ya no puedo seguir viéndolas de la misma manera. He lastimado a mucha gente... incluidas a ustedes, tus propias hermanas.
Nino asintió lentamente, aceptando cada palabra sin objetar, lo que confundió a Fuutarou.
Fuutarou: Entonces... ¿por qué viniste?
Nino: Vine para saber más sobre este nuevo tutor. Si tú y mi padre lo aceptaron, debe ser alguien que ya conocen, ¿cierto?
Fuutarou se quedó en silencio por un momento antes de responder con honestidad.
Fuutarou: En realidad... no lo conozco.
Nino: ¿Qué? ¿Cómo pudiste aceptar algo así sin conocerlo?
Antes de que Nino pudiera continuar, Fuutarou la miró seriamente.
Fuutarou: Te juro que nada malo les va a pasar. Lo presiento.
Nino, aunque insegura, quiso creer en sus palabras.
Nino: Está bien, te creeré. Pero quiero pedirte un favor.
Fuutarou: Lo que sea. Eres a quien más he engañado...
Nino: ¿Lo que sea?, ya veo...
Fuutarou sintió un escalofrío, pero mantuvo su promesa.
Fuutarou: ...
Nino: De acuerdo, entonces, si algo malo pasa con este nuevo tutor... quiero que prometas que estarás ahí para ayudarnos.
Fuutarou, sorprendido, solo pudo asentir.
Fuutarou: ¿Eso es todo?
Nino: Ah, ¿Querías que pidiera otra cosa? con gust-
Fuutarou: No, no... Está bien. Te lo prometo.
Nino se levantó para irse, pero cuando abrió la puerta, se encontró con una fuerte lluvia cayendo afuera. Cerró la puerta rápidamente.
Fuutarou: ¿Pasa algo?
Nino: ¿Puedo usar el baño?
Fuutarou asintió, y Nino se dirigió al baño. Desde allí, intentó llamar a Ebata, el chofer de su casa, pero no obtenía respuesta. Luego intentó contactar a una estación de taxis, pero nadie contestó. Frustrada, salió del baño, su rostro estaba rojo por la molestia y la vergüenza.
Nino: No puedo contactar a nadie.
Fuutarou: Entonces, deberás quedarte aquí. Puedes dormir en la habitación con Raiha, yo dormiré con mi padre.
Nino aceptó sin problemas, pero al entrar al cuarto, notó que no había nadie. Fuutarou, al llegar al cuarto de su padre, vio que este estaba durmiendo junto a Raiha. Decidió regresar al sofá para dormir allí, pero no se dio cuenta de que Nino lo observaba desde la puerta. Al ver que Fuutarou ya estaba profundamente dormido, Nino suspiró y regresó al cuarto de Raiha, aunque le costaba conciliar el sueño. Se sentía incómoda, extraña... algo faltaba. Decidió salir nuevamente y dirigirse al baño. Después de un rato salió y finalmente logró dormir.
A la mañana siguiente, Isanari salió temprano a trabajar, sin notar nada inusual. Raiha, sin embargo, al entrar a su cuarto, encontró a Nino durmiendo allí. Gritó emocionada, despertando a Fuutarou, quien se apresuró a ver qué sucedía.
Raiha: ¡Hermano, hay una chica en mi cuarto!
Fuutarou: Sí... lo sé.
Después de una breve explicación, Raiha lo entendió y fue a preparar el desayuno. Mientras tanto, Fuutarou se dirigió al baño. Para su sorpresa, Nino entró también.
Fuutarou: ¿No es esto un poco repentino?
Nino: No, no lo es.
Nino regresó a su casa, donde fue interrogada por sus hermanas. Ella, mintiendo con habilidad, les dijo que se había quedado en casa de una amiga. Mientras tanto, Fuutarou aprovechó la oportunidad para explicarle a Raiha su plan de cambiarse de instituto.
Raiha: Si es tu decisión está bien...
Fuutarou: Gracias por comprenderme.
Mientras tanto, en la casa Nakano, Maruo, el padre de las quintillizas, llegó a visitar a sus hijas. Les informó que Fuutarou había renunciado como su tutor y les presentó a Takeda, su nuevo instructor. Las chicas respondieron de manera cortés, aunque Miku y Nino se mantuvieron en silencio.
Maruo: Takeda comenzará mañana. Espero que todas colaboren con él.
Antes de irse, Takeda dirigió una mirada amenazante a las chicas.
Takeda: No me causen problemas en mi trabajo... o se arrepentirán.
Las palabras de este chico dejaron a las cinco hermanas heladas, y cuando su padre y Takeda se marcharon, un silencio tenso invadió la sala.
Nino se detuvo un momento, mirándola, pero optó por no decir nada. Miku frunció el ceño, sabía que algo no andaba bien, pero respetó el silencio de su hermana. No pasó mucho tiempo antes de que las otras hermanas se unieran a la conversación. La tensión era palpable, y todas compartían la misma preocupación sobre la presencia de Takeda como su nuevo tutor.
Nino: Ese tipo no puede ser nuestro tutor —declaró con firmeza, rompiendo finalmente el silencio.
Miku, Deberíamos pensar juntas cómo resolver este problema. Quizás deberíamos preguntarnos... ¿qué haría Fuutarou en esta situación?
Itsuki: ¿Y si hablamos con nuestro padre? Tal vez sea la única forma de solucionar esto.
Las otras hermanas asintieron en silencio, entendiendo que esta podía ser la mejor opción. Sin embargo, Nino tenía una idea diferente.
Nino: Yotsuba, encárgate de hablar con Fuutarou. Dile lo que está pasando.
Las demás hermanas se quedaron sorprendidas primero el corte inesperado de cabello y ahora esto. Al escuchar cómo Nino llamaba a Fuutarou por su nombre, algo poco común en ella. Nino rápidamente retomó el tema, evitando cualquier otra discusión sobre sus intenciones.
Ichika: ¿Y qué clase de plan tienen en mente si todo falla? —preguntó Ichika, queriendo conocer más sobre lo que Nino y Miku estaban planeando—. No es de las personas que renunciaría si le hacen algo, al contrario... —se quedó sin palabras, sin saber exactamente cómo proceder.
Por otro lado, Fuutarou se encontraba en un departamento que pertenecía a Takebayashi, pero ella justo había salido. Fuutarou entró y notó la habitación; se veía bien, cómoda. Se dejó caer en la cama y sacó su celular, viendo una llamada perdida de Nino. Suspiró profundamente, sin saber si debía devolver la llamada o dejarlo pasar. Posteriormente, Takebayashi entró y notó a Fuutarou acostado en su cama.
Takebayashi: Esa es mi cama, ¿sabes? —dijo en un tono pícaro.
Fuutarou, molesto y evitando sonrojarse, se levantó rápidamente y comenzó a dirigirse a la puerta. Sin más él levantó de la cama y caminó hacia la puerta, decidido a salir de ahí cuanto antes.
Takebayashi: ¿A dónde vas? —preguntó con curiosidad.
Fuutarou: Necesito despejarme un poco —respondió, antes de salir del departamento.
Sin que nadie lo supiera de momento, el plan menos corriente y poco probable de salir bien estaba por desarrollarse: un tutor inesperado y el menos indicado, todo por una simple venganza del estudiante Takeda contra Fuutarou
...
Yotsuba caminaba rápidamente por las calles, buscando a Fuutarou. Después de lo que había ocurrido con Takeda, las quintillizas estaban preocupadas, y sabían que necesitaban hablar con él. Finalmente, lo encontró sentado en un parque, con la mirada perdida.
Fuutarou no parecía querer hablar, su expresión era cerrada y distante. Yotsuba se acercó con cautela, sabiendo que no sería fácil.
Yotsuba: Por favor. necesito que me escuches. Hay algo que no estamos seguras de cómo manejar, y podría ser peligroso. —Dijo, con una súplica en la voz
Al escuchar la urgencia en su tono, Fuutarou la miró por fin y, con un suspiro, le pidió que le explicara. Yotsuba le contó todo sobre Takeda, incluyendo cómo había sido presentado como su nuevo tutor.
Fuutarou: No creo que haya nada de qué preocuparse. Es solo un tipo intentando imponer su autoridad. —Minimizó la situación, diciendo que probablemente se trataba de una pequeña amenaza para que las chicas lo tomaran en serio y siguieran sus indicaciones
Yotsuba dudó, pero si Fuutarou lo decía, debía tener razón. Parecía que conocía a Takeda de alguna manera. Agradeció a Fuutarou por su tiempo y le expresó su deseo de volver a verlo pronto.
Mientras tanto, Itsuki intentó hablar con su padre sobre la situación, pero Maruo la ignoró, concentrado en su trabajo. Decepcionada y frustrada, volvió al departamento de las Nakano. Una vez que todas estuvieron reunidas, Yotsuba les contó lo que había pasado en el parque y mencionó que Fuutarou parecía conocer a Takeda, lo que aumentó la preocupación de las demás.
Nino, quien había estado callada y nerviosa, llamó la atención de Miku. Esta última, con seriedad en su voz, le preguntó si sabía algo más sobre la situación.
Miku: Si sabes algo, Nino, este es el momento de decirlo. —Habló con seriedad en su voz
Nino suspiró y, después de un momento de silencio, admitió que había estado con Fuutarou la noche anterior. Pero más allá de eso, reveló algo que dejó a todas sorprendidas.
Nino: Fuutarou me dijo que no conoce a este nuevo tutor. Solo nuestro padre lo conoce.
Las chicas se miraron entre sí, sorprendidas y aún más preocupadas. ¿Qué podían hacer en esta situación?
Mientras tanto, Fuutarou regresó al departamento donde Takebayashi lo esperaba con una comida sencilla. Se sentaron a comer en silencio, pero pronto la conversación fluyó.
Takebayashi: ¿Cómo fue tu día? —intentó aligerar el ambiente
Fuutarou: Nada fuera de lo normal. —respondió Fuutarou, aunque su tono lo delataba. Takebayashi notó algo en su expresión.
Takebayashi: Te noto preocupado. ¿Qué ocurre en verdad? —comentó ella, alzando una ceja
Fuutarou dudó un momento antes de responder.
Fuutarou: Las chicas actúan raro por su nuevo tutor. Parece que no confían en él.
Takebayashi se rió suavemente.
Takebayashi: Es normal. Tener una persona nueva en casa siempre es difícil. ¿Cómo se llama?
Fuutarou: Takeda. —pronunció Fuutarou y, en cuanto dijo ese nombre,
Para sorpresa el vaso que estaba en las manos de Takebayashi se deslizó y cayó al suelo, rompiéndose en mil pedazos. Fuutarou, sorprendido, se apresuró a ayudarla a recoger los restos.
Fuutarou: ¿Lo conoces? —preguntó Fuutarou, intrigado por su reacción.
Takebayashi suspiró, recogiendo los pedazos de vidrio con cuidado.
Takebayashi: Takeda es una persona muy lista. Es extremadamente inteligente, pero también es alguien que odia perder. Si las cosas no salen como él quiere, puede volverse peligroso. Es manipulador, sabe cómo influir en la gente y siempre tiene un plan. No se detendrá ante nada para conseguir lo que quiere. —comenzó a explicar.
Fuutarou escuchó atentamente, sintiendo que una sensación de alarma crecía dentro de él. Sabía que no podía quedarse de brazos cruzados si lo que decía Takebayashi era cierto. Pero justo cuando estaba a punto de decidir qué hacer, ella lo interrumpió.
Takebayashi: Fuutarou, ya no eres nada para esas chicas. Ni siquiera un compañero de clases. ¿Por qué deberías ayudarlas?
La pregunta lo dejó pensando. ¿Por qué estaba tan dispuesto a involucrarse? ¿Qué le importaba lo que pasara con las Nakano si ya no tenía ninguna relación con ellas? La confusión y las dudas lo invadieron, dejándolo sin una respuesta clara
Fuutarou: Eso será un grave problema... —Habló el chico preocupado— ¿Y cómo lo resolverán?
Takebayashi: Estoy segura que ni su padre les creerá, Takeda siempre fue de salirse con la suya.. no creí que estaba en tu instituto... ¿en verdad nunca lo notaste?
Fuutarou: No me fijo en otros puestos inferiores a mi, ni siquiera con las Nakano —respondió sincero.
Takebayashi: Debe existir algo.. algo le tenga miedo.. o tal vez...
Fuutarou: Alguien que le haga frente de una vez por todas.. —Habló en un tono serio— Está decidido esta será la última vez que las ayudaré
Takebayashi: Pero tu.. no eres esa clase de personas.. al menos que.. (...)
Fuutarou: Exacto al menos que eso ocurra.. pero esta vez será diferente.
Mientras un plan extraño se formaba, el día terminó así al siguiente día las hermanas Nakano esperaban en el departamento, algo inquietas. Sabían que su nuevo tutor, Takeda, llegaría pronto. Puntual como un reloj suizo, Takeda entró al departamento sin perder tiempo, dejando un montón de hojas sobre la mesa.
Takeda: Estas son sus pruebas. Quiero ver su nivel.
Las Nakano intercambiaron miradas nerviosas. Sin otra opción, tomaron los exámenes. Todo el ambiente se volvió silencioso, hasta que Ichika rompió el hielo.
Ichika: ¿Tienes otros trabajos, Takeda-san? Yo soy actriz... Bueno, aún soy novata, pero quería avisarte que puede que no siempre pueda asistir a las clases.
Takeda: Deberías renunciar a ese tonto trabajo. No tienes cara de actriz, y es patético."
Tras escuchar esto Nino no pudo contenerse más y decidió hablar.
Nino: ¡No tienes derecho a decir eso! No la conoces para nada.
Sin más Takeda cambió su mirada seria a Nino.
Takeda: No te metas en esto.
Ichika detuvo a Nino antes de que continuara, y ambas volvieron a sus exámenes. Después de un tiempo, Takeda recogió las pruebas y las corrigió rápidamente. Una sonrisa cínica apareció en su rostro.
Takeda: ¿Este es el resultado del trabajo de Fuutarou Uesugi? No sirvió para nada. Me pregunto si realmente trabajaba o si se dedicaba a hacer otras cosas.
Miku, con timidez tampoco se quedaría atrás y más sabiendo que hablaban mal de una persona muy especial para ella, así esta se atrevió a hablar.
Miku: Antes éramos peores... Gracias a Fuutarou logramos estos puntajes. Pero no tuvimos mucho tiempo por... problemas.
Takeda sin más solo sonrió, cosa que molestó más a las cinco chicas.
Takeda: Ah, entiendo. Ni Fuutarou pudo resistirse a trabajar con cinco chicas hermosas. Quizás fue despedido por sobrepasarse con una.
Yotsuba estaba a punto de interferir, pero Itsuki no pudo aguantar más. Se levantó rápidamente y caminó hacia Takeda, dándole una cachetada con fuerza. El sonido resonó en el departamento, sorprendiendo a todos.
Itsuki: Te has pasado de los límites, tu no tienes ni idea de lo que pasó con Uesugi-kun. No tienes derecho a hablar mal de él o de mis hermanas.
Takeda la miró con desprecio, pero antes de que pudiera decir algo, Nino se interpuso entre ellos.
Nino: Si en verdad te vas atreverás a tocar a una de mis hermanas, primer tendrás que pasar por mi.
Takeda, enfurecido, comenzó a acercarse, pero fue interrumpido por el sonido de la puerta. Tosió, relajando su expresión, y se dirigió a la entrada. Al abrir la puerta, se encontró con una joven.
???: Perdón por molestar, ¿podrías ayudarme con unas cajas?
Takeda, intentando mantener la calma, asintió y salió con la chica, cerrando la puerta con llave detrás de él. Las Nakano aprovecharon el momento para pedir ayuda, pero no lograban comunicarse con nadie. El padre no contestaba, Ebata tampoco, y sus compañeros de clase estaban fuera de alcance. Nino insistió en llamar a Fuutarou, pero tampoco respondió.
Afuera, Takeda, ya impaciente, se encontró cara a cara con un chico de su misma edad. El joven lo miró con una seriedad que lo descolocó.
???2: ¿Estás listo para renunciar como tutor de esas cinco hermanas?
Takeda se rió, esperó cualquier cosa menos que una extraña persona con una mirada fría como la suya le hablara de esa forma.
Takeda: ¿Y quién eres tú para decirme qué hacer?
El joven simplemente sonrió, lo que hizo que Takeda se irritara más. Takeda intentó golpearlo, pero el chico esquivó cada ataque con facilidad, lo que hizo que Takeda se enfureciera aún más.
Takeda: ¡Idiota!, ¿me provocas y no harás nada?, ja, ya entiendo parecerás una persona ruda pero no eres nada de eso, patético. ¡¿Pelea de verdad?!
???2: No es necesario rebajarme a tu nivel. Por eso siempre fuiste el segundo en tu clase.
Takeda al escuchar estas palabras se detuvo en seco, así fijándose bien en aquella persona y notando de quien se trataba en verdad.
Takeda: ¿Uesugi Fuutarou...? ¿Eres tú?
Fuutarou no respondió, pero su mirada lo decía todo. Takeda comenzó a reírse de nuevo, como si hubiera descubierto algo increíble.
Takeda: ¡No importa! Ya fuiste despedido, y ahora las educaré a mi manera, aunque tenga que golpearlas... o tal vez.. divertirme.. ¡Ni tu ni nadie me impedirá!, ¡Por fin te he vencido!
Fuutarou, visiblemente molesto, parecía a punto de golpearlo, pero en lugar de eso, continuó esquivando sus ataques con facilidad, usando su ingenio.
Takeda: ¿Cuál es tu plan, Uesugi?
Fuutarou: Jmm yo creo que ya obtuve suficiente información.
Antes de que Takeda pudiera responder, una figura apareció detrás de él. Era Maruo, el padre de las quintillizas, observando la escena con una frialdad aterradora.
Maruo: Creo que nosotros dos debemos darnos una charla, Takeda. Ahora, sígueme...
Takeda, ahora pálido y sin palabras, siguió a Maruo sin oponer resistencia. Aunque Takebayashi se le acercó para poder quitarles unas llaves, y mientras esta subió para que las Nakano pudieran salir de su habitación, Marou hablaría a Fuutarou para preguntarle que si quisiera pensar seriamente de volver a ser el tutor de ellas, pero el chico simplemente se negó pero le encargaría que encontrara uno más profesional a lo cual el hombre solo respondería que se parece a Isanari a lo cual el chico solo sonrió.
Sin más se vería como las Nakano ya habían salido del departamento pero ya no verían a nadie, así las cinco preguntando a Takebayashi que había sucedido, pero esta solo haría un gesto que no tenía la menor idea para irse alejando.
Ichika: Esto es muy sospechoso.. ¿será que ella pasaba por aquí?
Itsuki: Pero como supo de las llaves.. hay que buscar una pista.
Yotsuba: Te refieres a que... ¿él esta aquí?
Miku: S-si es así.. lo buscaré.
Mientras todas buscarían por los alrededores a Nino le llegaría un mensaje en el cual al leerlo sentiría una extraña calidez en su cuerpo ya que quien mandó el mensaje había sido Fuutarou.
Nino: Entonces.. tú cumpliste la parte de tu trato..
Nino simplemente ocultaría esto como un secreto, y por otro lado Itsuki logró notar algo inusual en un tacho de basura cercano: una peluca dorada.
Itsuki: Entonces.. en verdad tu nos ayudaste.. de nuevo..
Itsuki de igual forma deseó guardar como secreto así dejando en ese lugar dicha peluca. Sin más todas se juntaron para sacar ideas así sabiendo que sea como sea Fuutarou estuvo involucrado nuevamente.
Miku: Ahora lo que más me intriga.. es si lo volveremos a ver.
Yotsuba: Yo.. presiento que si, me esforzaré para poder volver a verlo.
Itsuki: ¿Tienes una idea de donde encontrarlo?
Yotsuba: La Universidad de Tokio.. estoy segura que él ira a ese lugar.
Nino: Viniendo de él no me sorprende, pero si se alejó de nosotras..
Ichika: El mundo es muy pequeño, tarde o temprano lo volveríamos a ver, si Yotsuba tiene razón.. yo me esforzaré para ir también.
Miku: Pero.. Ichika.. ¿y tu trabajo?
Ichika: Seguiré a medio tiempo, pero ahora mi único sueño.. es volver a estudiar con él y hacer las cosas mejor que antes, ¿a ustedes no les gustaría hacer lo mismo?
Miku: Yo.. quiero hacer mejor las cosas, ya no quiero dudar en mis acciones.. después de todo.. aún debe darme la respuesta de mi declaración..
Itsuki: ¿T-te le declaraste..? (...) pero.. en eso es verdad.. tal vez.. volvernos a llevar bien.. no estaría mal.. ¿verdad Nino?
Nino: Y-y porqué me lo dices a mi, no pienso cambiar (cada quien ha tenido su inicio con él, fue único.. después de todo.. eso es lo importante y nadie puede cambiarlo) hagan lo que quieran.
Yotsuba: ¡Entonces está decidido!, ¡Iremos juntas a la Universidad!
Nino: Yo nunca dije que iría..
Miku: Entonces.. tendremos que divertírnos todos sin ti...
Nino: (...) Tampoco dije que no iría..
Sin más todas empezaron a reírse, un nuevo esfuerzo, una misión, superarse a ellas mismas y si lo lograban, tenían la oportunidad de volver a ver a Fuutarou.
Fuutarou, ya lejos, recibió un mensaje de las Nakano, agradeciéndole por todo y prometiendo que se esforzarían para ingresar a la misma universidad que él.
Fuutarou: Sé que lo lograrán. Si están juntas, pueden hacer cualquier cosa... Me encantaría verlas en la universidad.
...
Después de que Takeda dejó sus vidas, las hermanas Nakano se dedicaron a sus estudios con una nueva determinación. Lograron salir del instituto con notas aceptables, y aunque pasaron por muchas experiencias, como el viaje a Kioto y el festival escolar, siempre sentían que faltaba algo en sus vidas. Sin que ellas lo hayan notado Fuutarou junto a Takebayashi asistieron a ese festival, aunque en ningún momento se cruzaron con las Nakano
El tiempo pasó, y las hermanas se graduaron del instituto. Sus sueños individuales seguían vivos: Ichika quería ser actriz, Miku soñaba con entrar a una escuela culinaria, e Itsuki anhelaba convertirse en maestra. Sin embargo, todas decidieron que esos sueños podían esperar un poco más. Lo que realmente querían era volver a ver a su antiguo tutor.
Itsuki: ¡Vamos a hacerlo! Nos inscribiremos en la misma universidad y haremos el examen juntas
Nino: ¡No hay manera de que no logremos esto!
Las cinco lucharon con todo lo que tenían para ser aceptadas en la Universidad de Tokio. Fue un camino difícil, especialmente para Yotsuba, pero al final, todas lo lograron. Juntas, se prepararon para su nueva vida universitaria, sabiendo que su verdadero desafío apenas comenzaba.
Yotsuba: ¡Lo logramos, chicas! ¡Estamos listas para lo que venga!
Ichika: Y nuestro primer objetivo es encontrar a Fuutarou.
Y sin que ellas lo esperen, el primer día de la Universidad, había llegado. Las hermanas Nakano llegaron a la universidad el primer día, ansiosas por encontrar a Fuutarou. Sin embargo, después de buscar por todas partes, no lo vieron por ningún lado... hasta que entraron en su primer salón de clases.
Dentro del aula, había dos personas quienes solían destacar mucho, un chico y una chica. Las quintillizas se detuvieron en seco al verlos y reconociéndolos.
Nino: ¿Esos son... Fuutarou y Takebayashi?
Miku: Me olvidé de ella.. ¿será que nunca se separó de Fuutaro..?
Yotsuba ¿Recuerdan lo que Takebayashi dijo? 'Por ahora solo soy su amiga'... ¿Ustedes creen que ellos.. estén saliendo?
Nino, sin pensarlo dos veces, entró al salón. Fuutarou y Takebayashi notaron su presencia y, para sorpresa de las Nakano, Fuutarou comenzó a reír.
Fuutarou: Así que lo lograron, estoy muy sorprendido con todas ustedes, felicidades.
Las cinco hermanas respondieron con una sonrisa misteriosa y agradecieron, aunque aún sentían un peso en el pecho. De repente, otro grupo de chicos llamó a Fuutarou, y él se levantó para ir con ellos. Takebayashi, viendo la oportunidad, se acercó a las quintillizas con una sonrisa en los labios.
Takebayashi: Las felicito también de mi parte. Debo decirles que tendrán una lucha muy difícil por delante... y no me refiero a los estudios.
Las quintillizas la miraron, desconcertadas.
Itsuki: ¿A qué te refieres?
Takebayashi: Lo único que quiero ahora no es solo un título universitario, sino el corazón de Fuutarou.
Las palabras de Takebayashi dejaron a las hermanas sorprendidas. Sin embargo, al comprender lo que significaba, se miraron entre ellas y, casi al unísono, respondieron con una sonrisa desafiante.
Ichika: Nuestros sentimientos hoy van a cambiar.
Miku: Es increíble que a pesar que a nosotras nos gusten colores diferentes..
Yotsuba: Todas queremos al mismo ser.
Itsuki; Y estoy segura que desde ese día nadie lo ha podido olvidar.
Este fue un momento revelador para todas. De alguna manera, cada una había decidido luchar por el mismo objetivo.
Yotsuba: Él es muy importante para todas.
Miku: Y todas sabemos que tan fácil no será este amor..
Nino: ¡Hablen por ustedes! (...) Espera.. ¿Itsuki también?
Itsuki: ¿Q-qué..? yo no lo he elegido.. las cosas pasan por algo.
Nino: Dios.. (Él ni siquiera mira a alguna de ellas con otros ojos.. pero parece que todas ellas se enamoraron.. me pregunto... sino importa si yo me llego a enamorar..)
Mientras discutían, Fuutarou, desde el otro lado del salón, observaba la escena. Suspiró, reconociendo que esta nueva etapa sería tan complicada como la anterior.
Fuutarou: Parece que estos años estarán bastante interesantes.. pero en verdad... las quintillizas son toda una molestia.
Y así es como una extraña historia llena de engaños terminó...
Ahora iniciarían de nuevo una nueva vida escolar, haciendo las cosas muy diferentes...
Y todo esto inició, desde una pequeña mentira que terminó dando como resultado...
Las Consecuencias de una Mentira.
=====[END]=====
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top