A Rebeca le dieron el alta en unas horas, después de desinfectarle la herida y cerrarsela con unas cuántas grapas. Todos la estaban esperando fuera.
Martin: Porfin, ¿como estas amor?
Rebeca: Mejor.
Martin: me alegro, vamos a casa.
Los demás no sabías si quedarse reconstruyendo el internado e irse a casa. Finalmente se quedaron.
Héctor: Tenemos que volver a entrar.
Marcos: Ivan y yo vamos, miro a Ivan y asintió con la cabeza.
Martin: Yo también voy.
Julia: Y yo
Ivan: No, tu ni de coña bajas

Julia: Por que tu me lo digas.

Ivan: No, porque me importas, imbécil.

Hay un minuto de silencio incómodo, hasta que los chicos bajaen a los pasadizos.

En los pasadizos

Yo voy delante-dijo Marcos con una antorcha en la mano. Se adentraron en los pasadizos hasta que Ivan rompió el silencio preguntando:

-¿Que se supone que estamos buscando?

Héctor: La pregunta es ¿a quien estamos buscando?

Marcos: A quien esté ahí dentro.

Llevaban caminando ya unos quince minutos.

Fuera de los pasadizos

Paula: ¿no llevan mucho tiempo allí dentro?

Rebeca: Hija, no te preocupes, seguro que están a punto de llegar.

Julia: Voy a entrar.

Julia iba muy decidida, Rebeca intentó pararla cogiendola del brazo, pero Julia tuvo la suficiente fuerza para escaparse y entrar.

                                                                                  En los pasadizos

Por fin encuentran algo, era una puerta. Fermín intenta  abrirla, pero no lo consigue. Ivan y Martín le dan empujones con el brazo mientras Marcos les alumbra con la antorcha.

Héctor: -Utilizar esto- les da un palo que se ha encontrado en los pasadizos-.

Martin le da al pomo, con el palo y se habre. Entran uno detrás de otro, Marcos el primero.

Era una sala fría, parecia una sala de hospital, muy iluminada.

Marcos: -¡Ey! ¡aquí!- grita mientras abre la nevera. Estaba lleno de bolsas de sangre con nombres. De repente suena una alarma, entra un hombre a la habitación, Iván se pone delante, el hombre saca una pistola.

-Arrodillaros- Todos le hicieron caso.

-Las manos arriba, y deja la antorcha en el suelo- dijo el hombre mientras miraba a Marcos.

Marcos bajaba la antorcha lentamente, Ivan se levanta, hecha una mirada a Marcos abriendo muchos ojos. 

-Que haces imbécil, al suelo-.

Marcos se levanta rapidamente y le da al hombre en la cara con la antorcha, heaciedo una quemadura en la cara. Todos hechan a correr,Martín abre la nevera y arranca una de las bolsas de sangre de los tubos.