Capítulo 62: Problemas de Pareja
Sonic la vio terminar con aquella copa en un rápido y largo trago; para este punto no estaba seguro cuantas copas ya había ingerido, pero por la botella vacía en su mano podría decir que más de seis o siete, mientras tanto, él seguía con la misma primera que Sally le había servido.
–¡Wuuu! – exclamó Sally para dar media vuelta en la sala cual pequeña bailarina –¡Está es la razón por la cual todos toman! – habló con su rostro enrojecido, arrastrando las palabras. –¡De--- Deberíamos de buscar otra botell...– sus torpes pasos la hicieron callar al tropezarse con sus pies.
–¡Wow! – exclamó Sonic para sujetarla velozmente del brazo, impidiendo que cayera de bruces al suelo –Creo que es suficiente – sonrió divertido para luego ver de reojo su reloj de pulsera, notando que habían pasado casi una hora y Amy aún no regresaba –Ven, será mejor sentarnos – dijo para ayudarle a sentarse a su lado en el sofá.
Sintió todo a su alrededor darle vueltas. Sally vio de reojo al erizo azul quien le sonría de manera afable, sintiendo su rostro enrojecer sutilmente. Había perdido toda la compostura gracias al vino y desearía que su falta de compostura y de temple le importara más, pero en ese momento lo único que realmente captaba su atención era que estaba con él, ahí, sentada a su lado.
–Lo lamento – murmuró Sally acariciando sus sienes que palpitaban gracias a la sobre ingesta de alcohol –Generalmente no tomo tanto – sonrió para ver la botella en su mano, completamente vacía. Soltó un suspiró de manera imperceptible para así dejar la botella en el suelo con la poca gracia que aún poseía para así fijar su atención en el erizo quien soltaba un suspiro fugaz. – Creo que la última vez que tome de esta manera fue cuando intente hablarle a un chico en una fiesta de preparatoria – esbozó una sonrisa ladeada para verlo con una mirada discreta. –Ya sabes, para calmar los nervios – soltó en un suave ronroneo.
–Lo entiendo perfectamente – le sonrió Sonic de manera empática. –Lo he usado más de una vez al estar alrededor de alguien que me gusta – suavizó su mirada para fijar sus ojos en su copa medio llena. –Especialmente cuando no me atrevo a decir lo que siento – musitó casi inaudible para sorber otro pequeño trago de vino.
Los ojos de Sally se abrieron de par en par así verlo de manera atenta. Su corazón se aceleró velozmente y de manera indiscreta fijar su vista en el erizo, quien sorbía otro trago de vino. ¿Eso significaba lo que ella creía? ¿Acaso estaba tomando porque se encontraba a su lado? Fijó su mirada a su regazo velozmente intentando sacudir esa idea de su mente, claro que no.
–S-Sí, es muy difícil decir lo que realmente pienso o lo que realmente siento y esto parece ayudar– murmuró Sally con un dejo de timidez en su voz, sintiendo su corazón aletear dentro de su pecho.
Una mezcla de emoción y nerviosismo la invadieron, y un ambiente cálido se aposentó entre ellos.
–Lo sé – murmuró Sonic con una pequeña sonrisa en sus labios –Incluso te puede impulsar a hacer cosas que no te atreverías – habló pensativo.
Sonic recordó las veces en las que el alcohol jugó, en lo que alguna vez pensó en su contra con Amy, y de los actos impulsivos de ambos gracias a sus efectos; ahora sabía que nunca habían sido actos provocados por unas copas de más o resultados explícitos de la cerveza, sino más bien habían sido deseos de su corazón, unos muy reprimidos que florecían al no tener la capacidad de poner un freno racional como siempre había hecho. Amplió su sonrisa ante ese último pensamiento.
–A veces quisiera tener el valor para hacer lo que mi corazón grita en lugar lo que mi cabeza piensa – continuó Sally con una sonrisa, tímidamente –Atreverme a mostrarme como soy... ¿sabes?
–Claro que lo sé – respondió Sonic con su mirada aún fija sobre aquella copa de líquido borgoña –La libertad de poder dejar salir quién eres – asintió con una mirada inamovible –O de estar con quien deseas – murmuró con una expresión dura para así darle un pesado trago al vino frente a él –Al demonio con las apariencias ¿cierto? – sonrió irónico, pensando en todo lo que había tenido que vivir ese día –Uno debe de poder estar con quien se desea sin temor a las represalias o lo que se pueda pensar... la libertad para amar a quién se quiere – salió de sus labios.
Sonic suavizó su expresión, ahora pensativa. Tal vez a él también le había pegado un poco el alcohol. Soltó un pesado suspiro ¿qué demonios hacía ahí? ¿Por qué seguía permitiéndose envolver en situaciones que no eran de su agrado? Eso era todo, se disculparía con Sally y le diría que él ya gustaba de alguien y se iría. Esto ya había llegado muy lejos.
–Escucha, Sally – soltó en un pesado suspiro sin atrever a verla –Debo de decirte...– un dedo sobre sus labios lo hizo callar.
Sonic abrió sus ojos de par en par para ahora ver a la ardilla de pie frente a él con una expresión tierna y apenada a la vez. No se había percatado en qué momento se había puesto de pie frente a él.
–No es necesario – le sonrió, y en un acto impulsivo sentarse sobre el regazo del erizo, quien se tensó ante dicha acción. Sally acarició de forma suave y febril su mejilla, suavizando su mirada – Sabía que correspondías a mis sentimientos.
–¿Eh? – salió a penas audible incluso para él, alejando su rostro de su tacto.
Sonic se tensó ante la acción de ella, y de forma instantánea, pegó su espalda contra el sillón de forma intentando tomar distancia.
–Me gustas Sonic; y ahora lo sé...– una sonrisa ladeada y confiada se dibujó en sus labios color bronce –Yo a ti también.
Los ojos de él se abrieron de par en par, abrumado por lo que estaba sucediendo y lo que estaba escuchando ¿De dónde demonios había sacado esa ridícula idea?
–¿Cómo pudiste?... – las palabras de Amy navegaron en el apartamento, interrumpiendo el momento con Sally, golpeándolo con el tono de decepción marcado en sus palabras.
Sonic volteó a ver a la entrada del apartamento en donde Amy yacía en el marco de la puerta abierta, viéndolo con unos ojos sumidos en dolor e incredulidad. Se tensó por completo ante esto y notar que en definitiva esa situación no podía verse bien de ninguna manera.
–¡N-No, no! – exclamó Sonic alarmado ocasionando que Sally siguiera la dirección de los ojos de él, notando a su amiga –¡E-Esto no...
–¡Amy! – saludó Sally en un alarido lleno de diversión, dejando caer su cuerpo para atrás, obligando a Sonic a tomarla velozmente de la cintura evitando cayera al suelo. –Tenemos a-algo que...– calló al sentir toda la habitación darle vueltas recobrando la compostura y sonreírle a Sonic de manera afectuosa por ayudarla nuevamente. –Sonic y yo... él siente...
–¡Que has tomado demasiado! – regañó el erizo azul para tomarla con cierta fuerza y así obligarla a ponerse de pie, al igual que él, por fin tomando distancia de ella.
–N-No...– negó Sally sacudió su cabeza con fuerza mientras un puchero infantil se graba en su rostro –Nosotros... q-quiero decir... yo...– silenció de pronto, borrando cualquier mohín de molestia previa, para así abrir sus ojos de golpe denotando sorpresa en su expresión –¡Voy a vomitar! – exclamó de pronto para correr a prisa la baño abriéndose paso velozmente.
Sonic la vio correr torpemente por el apartamento encerrándose en el baño y en sus adentros el sonido de arqueadas se podía escuchar a través de la puerta cerrada. Soltó un pesado suspiro, aliviado de tener distancia de ella, alivio que no duró mucho al sentir la mirada iracunda y dolida de Amy, tensándose ante la obvia molestia de ella.
–¡¿Cómo pudiste?! – reclamó Amy apretando su mandíbula sintiendo el enojo recorrerla y el dolor asfixiarla.
–¡Nada pasó! – se defendió Sonic velozmente ante su acusación.
–¡¿Llamas a Sally sentada sobre ti como "nada"?! – acusó Amy sintiendo sus ojos inundarse de lágrimas sin saber cómo manejar todo lo que sentía en ese momento.
–¡Llamo a eso como efectos del alcohol, Ames! – devolvió el erizo azul viéndola con molestia para caminar hacia ella, alejándose de la puerta del baño en donde yacía la ardilla –Uno que aparentemente hizo que dijera más de lo que debía – frunció el ceño deteniéndose frente a ella.
–¡No se trata de eso! – sostuvo la eriza rosa sintiendo un nudo formarse en su garganta –Ustedes estaban...
–¿Te estás oyendo? – interrumpió Sonic sus acusaciones, soltando un pesado suspiro. –Sí, admito que no se vio bien, pero ¿realmente crees que te sería infiel el primer día como tu novio? – preguntó con una dura expresión dura en su rostro –Y con tu mejor amiga ni más ni menos – una mueca de indignación se dibujó sobre su rostro.
–¡¿Y por qué no?! – espetó la eriza nublada por el dolor y la inseguridad –Sally es perfecta...– murmuró estrujando su chaqueta, sintiendo aquella punzada de dolor que ahora le robaba el aliento –Es hermosa, sofisticada, segura de sí misma y aventurera; sin lugar a duda ustedes son pareja casi predestinada a estar juntos – apretó sus puños con fuerza sintiendo sus ojos escocer ante las lágrimas que gritaban por salir –Sabía que si pasaban el suficiente tiempo juntos no tardarías en darte cuenta que...
–¿De eso se trata esto? – cortó Sonic viéndola de forma despectiva, haciéndola estremecer ante la mirada fría – ¡¿Era una prueba?!
–¡N-No! – negó velozmente, había dejado que sus inseguridades hablaran por ella –Yo sólo...
–¡¿Sólo qué Amy?! – fulminó con la mirada, sin obtener respuesta por parte de ella, pues era obvio que no podía defenderse de la aplastante verdad tras sus acciones –Es sólo que creías que tú puedes decir quién es más adecuada para mí que yo mismo ¿No es así?
–¡No, claro que no! – repuso ante el enojo del erizo azul, el cual parecía crecer a cada minuto –¡Pero ustedes...
Un sonido seco puso pausa a la pelea.
Ambos dirigieron su mirada al baño a unos cuantos metros de ahí, ya no se oía ruido alguno. Se acercaron con cautela, sólo escuchando el silencio sepulcral del otro lado de la puerta.
–¿Sally? – llamó Amy tocando la puerta un par de veces, sin respuesta. Abrió la puerta con cuidado para así ver a Sally yacer inconsciente en el baño del piso –¡Sally! – exclamó alarmada. –¡¿Está...está...
–Relájate – espetó Sonic rodando sus ojos abriéndose paso al pequeño baño –Por fin perdió el conocimiento por tanto alcohol en su organismo – explicó para tomarla como pudo entre sus brazos y llevarla cargada fuera de ahí.
Amy lo vio caminar con la ardilla entre sus brazos de manera protectora, como sólo Sonic podría hacerlo. La colocó sobre el sillón lentamente, acomodando un par de almohadas bajo la cabeza de ella con cuidado. Una mezcla entre celos y admiración la inundaron. No entendía como el sentimiento de alejarlo de ella se grababa en su ser, y a su vez, la impulsividad de besarlo con pasión y sentir su amor una vez más.
Si ella misma no supiera que Sonic y ella eran pareja, sin lugar a duda pensaría que había algo entre ellos, lo cual daba más peso a su discusión inicial. Amy entristeció su mirada ante ese pensamiento.
–Todo esto pasó por las decisiones que tomaste – escuchó decirle. Amy retomó su atención a Sonic, quien colocaba los brazos de la ardilla dentro del sofá –Así que no me culpes ahora de los resultados – espetó para voltear a ver con una mirada iracunda y fría.
–¡Yo no quería que esto pasara! – soltó en un grito ahogado para verlo con molestia nuevamente.
–¡¿Y qué esperabas exactamente?! – vociferó de regreso.
–¡Que tú te negaras! ¡O que tú...
–Yo intente estar contigo, lejos de ella ¿O acaso lo olvidas? – le recordó Sonic, haciéndola callar de golpe –Pero no, tenías que forzarnos a estar juntos todo el día.
–Eso no significaba que ustedes...
–¡¿Qué creías que iba a pasar?! – exclamó Sonic ahogando las palabras de ella con las suyas –¡Sally actuó como cual mujer soltera que intenta conquistar a un hombre soltero! – vociferó Sonic, ocasionando que la eriza le desviara la mirada ante sus verídicas palabras –Ella piensa que estoy soltero, como todos nuestros amigos Amy, y obviamente van a conspirar en juntarme con alguien, en especial si creen que me gusta ese alguien.
–¡Esa no es culpa mía! – se defendió Amy como pudo ante sus irrefutables argumentos.
–Bien, perfecto, eso último sí es culpa mía – aceptó Sonic mientras una batalla de miradas intensas se llevaba a cabo entre ambos –Iré de regreso al apartamento y les dejaré más que claro que no hay nada entre Sally y yo, que se acabó ¡Lo que sea necesario para borrar esa estúpida idea de que tenemos algo! – prometió.
El enojo de Amy empezó a disiparse lentamente, realmente él no miraba a Sally de ninguna manera, realmente quería demostrarle que la única para él era ella. Una sensación cálida se dispersó por su pecho a través de su cuerpo. De nuevo sentía que podía volver a respirar.
–Pero tú – continuó Sonic soltando un suspiro extenso y pesado –Dime ¿tú qué piensas hacer con ella? – señaló a la ardilla que yacía plácidamente dormida en el sillón. Esa pregunta tomó por sorpresa a la eriza que era obvio que no sabía a qué se refería. –Ella me acaba de decir que le gusto, y por lo que veo es aparentemente más de un simple gusto pasajero – habló Sonic viendo de reojo a la ardilla, sintiéndose extremadamente culpable por todas las señales erróneas que había estado recibiendo de parte de todos –Ella despertara mañana esperando una respuesta de mi parte, y desafortunadamente para ella y aparentemente para ti y tus planes, yo estoy enamorado de ti – admitió sintiendo un intenso sonroje pintar sus blancas mejillas.
–Sonic...– murmuró Amy sintiendo sus mejillas sonrojarse con gran intensidad ante sus palabras.
–¡Pero tú mañana tendrás que explicarle a ella que olvidaste decirle que soy tu novio! –borró cualquier expresión de vergüenza viéndola con molestia –Ella se sentirá humillada Amy...– previó viendo de reojo con cierta lastima y culpa a la adormitada ardilla –Esto... por Chaos Amy, ¿Cómo pudiste llevar esto tan lejos sin pensar en lo que ella podría sentir?
Amy desvió su mirada, más culpable que antes. Se abrazó a sí misma, sintiéndose peor que antes. No quería que todo eso escalara de la manera en que había escalado y ahora era obvio que se había salido de su control.
–Ahora esto es un verdadero problema, antes era algo que Sally podía manejar, que podíamos manejar ¡Ahora es un problema que se ha salido de las manos!
–Yo no quería que esto... yo...
–Te lo dije, te dije que hablaras con ella– regañó –Y ahora...– silenció para borrar el enojo y frustración que habían borbotado de él, dejando otra emoción en su lugar, una que odiaba enfrentar. –Amy– llamó en un tono sereno y calmado –Yo necesito a alguien que quiera estar conmigo con la misma fuerza que yo con ella – murmuró cabizbajo –La verdad es que estoy dispuesto a pasar por el espantoso infierno que sé que mis amigos tendrán listo para mí– reafirmó –Si tengo que desmentir algo que hice en un momento de miedo, o demostrarte que lo que deseo es más que real y para hacerlo debo de gritarlo al mundo y luego lidiar con las consecuencias lo haré... pero tú...– calló para subir su mirada y fijarla sobre la eriza, quien de sus ojos las lágrimas traicioneras, las cuales por fin salían libres –¿Tú estás dispuesta a hacer lo mismo?
Amy desvió su mirada de forma automática a su amiga, bajando sus orejas, en completo silencio.
–Eso pensé – dijo el erizo azul para buscar su chaqueta y colocársela –Llámame cuando hayas decidido qué tipo de relación deseas– pidió mientras cerraba la cremallera de su chaqueta.
–¡No, espera, sólo necesito...
–Lo lamento– interrumpió Sonic en suave voz –, pero no puedo ser tu novio, tu amigo y al mismo tiempo el interés romántico de tu mejor amiga, sólo no puedo – se negó.
Amy sintió de nuevo las lágrimas rodar por sus mejillas. Eso significaba que el tiempo de ella de arreglar las cosas con Sally se había terminado.
–Y para que sepas, ella y yo, jamás hubiera pasado – soltó según como caminaba a la salida.
–¿Por qué? – salió de sus labios sin poder encararlo.
Ambos se mantuvieron de espaldas uno del otro, sin poder verse. Sonic colocó su mano sobre el pomo de la puerta soltando un suspiro largo y doloroso.
–Porque es tu mejor amiga Ames...– respondió sin poder encararla –Porque, aunque tú y yo no hubiéramos terminado juntos, yo jamás me hubieras acercado a ella ya que sabría que si Sally me lastimaba o yo a ella, eso te lastimaría a ti por consiguiente...
Amy lo volteó a ver al acto ¿tanto valoró su amistad? ¿tan importante era ella para él incluso sin tener una relación?
–¿Por qué crees que nunca salí con nadie cuando estudiábamos juntos mucho antes de sentir algo por ti? – murmuró haciéndola abrir sus ojos –Porque eras mi más preciada amiga y no quería lastimarte – admitió con una sombra de sonrisa al recordar esos tiempos, tiempos más simples – ¿Pero no pensaste en eso verdad?
–¡Sonic, yo no quería que tú y ella...
–Háblame cuando hayas resuelto qué deseas... – abrió la puerta para salir por esta –Hasta luego Ames – se despidió con un ademán de manos.
La puerta se cerró y un mar de lágrimas sólo corrió libre por sus ojos esmeralda. El impulso de seguirlo fue fuerte, pero el escuchar a Sally respirar a su lado la hizo quedarse ahí.
¿En qué momento ella era quién no estaba lista? ¿Cuándo él había crecido tanto y ella se había quedado atrás?
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Una mente tribulada lo acompañó de regreso al apartamento, una que tendía a tener facilidad para ello aparentemente. Abrió la puerta para ver sentando en la isla de la cocina a Jet, quien tomaba una cerveza mientras miraba de forma desinteresada su teléfono.
–¿Qué hay Silv?– dijo a modo de saludo, sin quitar su vista de la pantalla.
–Hola – saludó de regreso, desganado.
Los ojos de Jet se posaron en Silver, quien tenía una expresión taciturna y pensativa mientras se quitaba su abrigo, el cual observó por un momento de una manera indescifrable.
–Asumo que ya terminaron de mudar las cosas de la nueva novia de Sonic – dijo el halcón intentando sonar desinteresado. Silver asintió pensativo, sin realmente prestarle mucha atención a sus palabras –¿Los demás vienen detrás tuya o....
–¿No han venido los demás? – soltó Silver con sorpresa, ocasionado que Jet negara con la cabeza –Sonic sé que se quedó más tiempo allá en el apartamento para ayudar, pero Tails y Knuckles salieron antes que yo – murmuró pensativo.
–Lo más seguro es que el fortachón obligara a Tails a comprarle comida o algo – asumió Jet. Silver asintió con la cabeza sin poder borrar aquella expresión pensativa –¿Quieres? – ofreció Jet una cerveza de la nevera.
–Seguro – respondió sin ánimos para así tomar asiento frente a él.
Jet le pasó la lata de aluminio para así tomarla en sus manos y sentir el frío contacto con la misma, se sentía agradable.
Sus ojos se fijaron en la lata abierta, sin poder dejar de pensar en lo que acaba de pasar en el apartamento con Blaze, su mente recaía en lo mismo una y otra vez.
Inicio del Flash Back
Llegaron al lugar que estaba prácticamente vacío. En medio de la sala de estar había un sofá de tamaño considerable, una mesa de centro y una librera vacía. Por lo demás había cajas vacías aquí y allá y una que otra basura sobre el piso de madera pulido. El eco del lugar hacía que sus pisadas resonaran con gran estruendo en el apartamento de paredes blancas.
–Pensé que se habían llevado todos los muebles – dijo Silver encaminándose a la sala.
–Esos estaban aquí cuando nos mudamos – explicó Blaze cerrando la puerta tras ella –Después de todo varios muebles se dañaron en el incendio, así que decidimos conservar estos – murmuró con un dejo de culpa en su voz.
–Entiendo – le sonrió de manera tranquilizadora, dejando el tema a un lado, uno que sabía que era aún algo doloroso para ella. –Suerte para nosotros – dijo animado –No tendremos que esperar sentados en el piso en lo que llega el arrendador.
–Supongo que sí – una sombra de sonrisa se dibujó sobre los labios de la felina ante su actitud.
Silver se dejó caer en el sillón y por un momento dejó descansar sus músculos cansados. Cerró sus ojos por un instante para así apoyar su cabeza en el asiento del sofá. No había dormido casi nada la noche anterior y llevaba todo el día moviendo cajas de un lugar a otro, estaba exhausto.
–Gracias – escuchó decir y acto seguido sentir como las yemas de los dedos de Blaze rozaban con tal delicadeza su mano que una corriente eléctrica recorrió su brazo. Silver abrió sus ojos al instante para posarlos sobre la felina quien tenía una expresión dulce y seductora en su rostro. –Por tu ayuda de hoy – continuó –Lamento si fui un inconveniente.
–¡P-Para nada! – aseveró Silver velozmente –Me alegra haber podido ser de ayuda.
Una pequeña sonrisa se dibujó en los tersos labios de ella. La luz de la luna atravesaba por las ventanas desnudas, retratando con su luz las suaves facciones de Blaze. Sus ojos color ámbar resplandecían bajo la luz del cielo de aquella noche. Silver tragó pesado y su mirada se dirigió de manera discreta hacia su mano, sintiendo como cada vello de su piel se erizaba ante el contacto, y no estaba seguro del por qué aquella simple muestra de afecto ocasionaba tal estrago en él, después de todo no es como que no se hubiera tomado de la mano antes.
–Has sido de mucha ayuda – continuó Blaze con una expresión relajada y afable. Nunca la había visto así antes.
Un ambiente íntimo se creó de repente alrededor de ambos, envolviéndolos en su abrazo. Su corazón late en sus oídos de forma ensordecedora y la sensación de sus dedos rozando su mano se intensifica a tal punto que es en lo único que puede sentir en ese momento. Los ojos de Blaze se mantienen enganchados a los de él y él no puede moverse o hablar.
La sonrisa de ella se expande casi demostrando diversión, casi de manera seductora. Una corriente eléctrica recorrió su espalda erizando todos los vellos de su nuca. Blaze alejó su tacto de él, para así con gracia y sutileza remover aquella bufanda color bermellón que había estado abrigándola hasta ese momento, dejando a expuesto su cuello para que el roce de la luz de la luna lo acariciara con delicadeza. Silver tragó pesado ante esto, sin poder dejar de admirar la gracia de los movimientos coordinados de la felina. Tan suaves, tan delicados.
Silver la vio llevar sus manos al cierre de su chaqueta para así bajar el mismo de manera lenta y pausada. Los ojos de él se abrieron como platos ante esto, su boca se secó y su respiración se detuvo. El rubor de sus mejillas iluminó la noche mientras su mirada indiscreta se posó sobre el busto de la felina, uno que se dejó ver con un pequeño escote tras esa camiseta blanca, uno terso y suave que sobresalía sobre aquella ajustada camiseta.
–Aunque no extrañaré este lugar – murmura Blaze en un suave y seductor ronroneo –Siempre ha habido demasiado calor para mí – explica para verlo de manera fugaz.
El sonido de cajas vacías impactar de manera errática contra las paredes desnudas terminó con el momento de manera abrupta. Sobresaltándolos a ambos.
–¡LO LAMENTO! – exclamó Silver avergonzado para así ponerse de pie en un salto –¡CALOR! – explicó en una frase sus acciones a la confundida felina –¡Tienes razón, el lugar guarda mucho calor! – rio nerviosamente –Traeré un par de sodas de la maquina despendedora del lobby – apresuro sus pasos hacia la puerta –¿Quieres?
–Ammm... sí – asintió Blaze, un tanto estupefacta por el cambio brusco en el erizo –Té frío estará bien para mí – dijo tan cordial como siempre, borrando cualquier rastro de la imponente y segura felina de antes.
–Sí, sí, no hay problema – se despidió a prisa para salir del apartamento.
Su respiración yacía acelerada según cerraba la puerta a sus espaldas. Silver pegó su cuerpo sobre ésta sintiendo como un inusual calor recorría su cuerpo, así como el pánico. Sintió su rostro arder gracias al intenso rubor que no desaparecía de sus mejillas, pero ¿había sido su imaginación o todo lo que había pasado antes había sido un momento lleno de sensualidad? Es decir, jamás había visto a Blaze de esa manera, o a lo mejor no había nada de sensual en lo sucedido y su mente había creado una película en su cabeza en base a acciones cotidianas.
¿Por qué ahora se percataba aún más de esos detalles que antes era tan fácil para su mente obviar?
Silver soltó el aire retenido intentando borrar aquella sensación electrizante de su cuerpo; eso sin lugar a duda lo había despertado. Con cierta resistencia bajó su mirada a sus pies para notar que no sólo su mente había despertado ante esa breve interacción.
–Maldita sea...
Fin del Flash Back
–¿Seguro que está todo bien? – la voz de Jet lo trajo de regreso.
–¿Por qué lo dices? – devolvió Silver, evasivo.
–Nunca me aceptas una cerveza tan tarde en la noche– señaló con la mirada la cerveza entre sus manos –A menos que tengas problemas.
–E-Es sólo que hay calor – rio nervioso para darle un trago largo.
–¿Bromes, cierto? – alzó una ceja el halcón incrédulo –Me sorprendería si no nieva hoy.
–Es... ammm...
–Tiene que ver con tu nueva novia ¿verdad? – le sonrió Jet petulante, sin respuesta de parte del erizo plateado. –Lo sabía, ya arruinaste la relación ¿cierto?
–¡¿Eh?! ¡No, yo no he hecho nada! – se defendió molesto de su acusación.
–Eso la arruinó ¿no es verdad? La gatita quiere algo más que palabras bonitas y flores – rio burlesco.
Silver frunció el ceño ante las palabras que se habían sentido como una realidad amarga de aceptar, aunque sabía que no era el caso... o eso creía.
–Mmm... ¿puedo hacerte una pregunta? – las palabras se deslizaron de su boca casi en contra de su voluntad, captando la atención del halcón quien borraba aquella sonrisa burlesca para así verlo atento –Cuándo... quiero decir... en qué momento... – mordió su labio inferior con fuerza apretando aquella lata de la misma manera. Su rostro se encendió ante la humillación y vergüenza, pero su mente atribulada lo obligó a seguir –Quiero decir... cuándo estás con alguien que te gusta mucho... y ella gusta de ti... en qué momento tú... – silenció lanzando su mirada al mostrador de aquella isla – Cuándo es que decides que es hora de... ya sabes... quiero decir...
–¿En qué momento te cojes a tu pareja nueva? – completó Jet alzando una ceja viéndolo de manera déspota, ocasionando que Silver se sonrojara intensamente por su manera poco refinada de hablar –Eres más virgen de lo que pensé – rodó sus ojos sintiendo la mirada fulminante del erizo plateado –¡Eso es obvio! – exclamó sin prestarle atención a la molestia de Silver –Antes de ser novios ¡Dah!
La ira del erizo desapareció ante la respuesta de su amigo, la cual a su parecer era tan inservible como las miles que su mente había intentado darle desde su regreso.
Silver soltó un suspiro lleno de decepción.
–Es como hablar con Sonic – se quejó, ocasionando que Jet lo viera con clara irritabilidad.
–¡No me compares con el lento de tu amigo! ¡Le gane en una carrera y estoy seguro que también le gano en cuanto a mujeres! – rio como un maniaco ante su falsa victoria.
–Olvida lo que acabo de decirte – pidió Silver estoico, dando otro trago a su cerveza, terminando con la misma.
–¿Qué te diré? Si algo compartimos con él es el gusto por la velocidad – continuó Jet a manera de defensa –No somos de esperar si todo funciona o de admirar el paisaje si me entiendes –. Silver rodó sus ojos ante su respuesta que era obvio que no había solucionado nada de su problema actual –Si quieres hablar de cómo llevar las cosas lento y seguro habla con Tails– sugirió para terminar con un trago su cerveza.
–¿Tails? – repitió Silver para verlo con interés.
–No hay nadie más virgen en este apartamento que él, bueno, a excepción tuya claro – se mofó con una sonrisa socarrona.
–¡Ya te dije que...
–Sí, sí, lo que digas – alzó los hombros sin interés –Mi punto es que si quieres hablar de llevarlo despacio Tails es quien mejor podrá guiarte en eso – resaltó –Porque si me lo preguntas a mí es tan sencillo como: "La deseas, te la cojes" simple.
Silver lo vio con reproche ante sus palabras, a lo cual Jet no le prestó atención. Su mirada se fijó en la lata vacía frente a él; si en algo si tenía razón es que ni Sonic ni Knuckles podrían asesorarlo diferente. Conocía sus amigos demasiado bien. Hablaría con Tails y tal vez él podría darle un poco de paz a su mente.
¡Capítulo nuevo! Yo sé, tarde, últimamente me ha costado más continuar con la historia pero no la abandono. Como verán la relación de Amy y Sonic está en la cuerda floja mientras que la de ¡Blaze y Silver parece prometer más! Las cosas seguirán subiendo de temperatura pues aún nos queda historia que contar.
¡Gracias a todos ustedes por su paciencia y por sus mensajes! En especial a aquellos que siempre están al pendiente y siempre aconsejan a nuestros protagonistas XD!!! (aunque no hagan caso a nada de lo que se les aconseja) El siguiente capítulo está en cocción y tengo propósito de este 2023 en retomar la actualización semanal!!! Así que roguemos a Chaos que pueda cumplirles.
Sin más que decir su autora se despide, Kat fuera.
Todo se desmorona a su alrededor, y de nuevo la inseguridad y el miedo hace que todo por lo que ha luchado se le escape de las manos. Una amistad la ayudará en este momento de tribulación. Capítulo 63: Consejos.
¡GrAcIaS pOr LeEr!
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