Capítulo 6: La Nueva Compañera de Habitación
Tails salió de su recámara soltando un pesado bostezo y así dirigirse a la cafetera, su nueva mejor amiga. Las clases con el Dr. Eggman eran más duras que el año pasado y apenas había podido pegar un ojo.
El timbre sonó de pronto, tomándolo por sorpresa, pues no era normal que hubiera visitas tan temprano. Caminó hacia la puerta para ver a Rouge del otro lado de la misma, un tanto asombrado por la inesperada visita.
–Hola Tails ¿está Amy?
–Eh, sí, pasa – dejó entrar –¿Qué haces aquí tan temprano? Es sábado.
–Día de chicas, Amy necesita ropa nueva ahora que todas sus cosas se han quemado en ese incendio. Quiero decir, si la vuelvo a ver con ese vestido rojo, juro que yo misma lo quemaré.
–Creo le hará bien – asintió Tails divertido.
–¿Y qué tal les va con la nueva adquisición del grupo? ¿Aún no han habido problemas divertidos? – preguntó Rouge pícara.
–Ninguno realmente, vivir con una chica no es tan malo como pensé que podría ser – admitió feliz –Incluso el lugar está más limpio con Amy por aquí.
–Me alegra escuchar eso – dijo para sentarse en una de las sillas de la isla del desayunador y servirse un poco de café ella misma –¿Y Sonic? ¿Lo ha tomado bien?
–Pues él...
–¡Te dije que es mi turno! – escucharon un grito proveniente de la habitación del erizo azul, era Amy.
–¡Na-ha! ¡Es mi turno de bañarme primero! – se quejó el erizo azul.
–Él sigue adaptándose – completó Tails con una sonrisa nerviosa –Pero su relación se ve mucho mejor.
–Ha pasado una semana ya ¿no es así?
–Sí, desde entonces...
–¡Juro que si te metes al baño prometo esconder tus zapatos rojos! – amenazó Amy para que Tails y Rouge dirigieran su mirada a la habitación con puerta cerrada.
–¡¿Por qué maldita sea no usas el baño de afuera?!
–¡Bromeas ¿y que todos me vean en toalla?! ¡Úsalo tú!
–¿Esto pasa muy seguido? – inquirió Rouge consternada dirigiendo su mirada al zorro.
–Es algo a lo que me estoy acostumbrado... ¿por qué crees que estoy despierto tan temprano?
–Oh vaya...
Rouge escuchó la puerta de una de las habitaciones abrirse para ver salir a Silver y a Jet con una expresión de cansancio.
–¿Café? – ofreció Tails al ver a sus compañeros.
–Juro que me mudaré – amenazó Jet para dejarse caer sobre uno de los sillones –Ni un estadio es tan escandaloso como ellos dos.
–¿Quién crees que salga hoy? – preguntó Silver para servirse aquel líquido amargo.
–Ayer ganó Sonic – recordó Tails.
–¡Es cierto! Escondió la ropa de Amy en el refrigerador – recordó divertido Silver.
–¡¿Cómo dices?! – exclamó alarmada la murciélaga.
–Pero Amy escondió su teléfono el miércoles – dijo Jet aun adormitado –Así que todo dependerá en quien logra molestar más al otro para que salga de su cuarto primero.
–¿Realmente creen que...
Escucharon la puerta abrirse de golpe para que todos los presenten callaran y vieran un pequeño marco de fotos salir volando de la misma y a Sonic correr detrás de ésta.
–Amy ganó – dijeron los chicos al unísono, desconcertando a Rouge.
–Báñate afuera – ordenó Amy para cerrar la puerta de un portazo.
–¡Maldita sea, Amy! – maldijo para retomar sus pasos y llegar a su habitación, ahora cerrada con llave –¡Esto es serio Amy, voy tarde para verme con Fiona! – forcejeó con la chapa intentando entrar.
Se escuchó la llave del agua correr, era obvio que ella había ganado el derecho por usar el baño dentro de la habitación.
–Tsk... – chasqueó Sonic con molestia –Esto no se va a quedar así.
–¿Café? – ofreció Tails a su amigo, quien volteó a verlo al escuchar su voz.
–¡Bromeas! ¡Voy tarde! – rechazó.
–¿Por qué no usas el baño del pasillo? es el que todos usamos – señaló Tails sin interés.
–¡Toda mi ropa está dentro! – le recordó para ver de nuevo la puerta y acto seguido caminar descalzo hacia la cocina.
–¿Qué haces? – preguntó Rouge por el espectáculo que ahora sus ojos presenciaban.
–Segundo cajón a la izquierda – murmuró Silver para sorber un poco de café.
Sonic asintió con entusiasmo por la ayuda de su amigo y así, buscó entre los cajones de la cocina hasta encontrar lo que buscaba, una pequeña llave.
–Arreglarme para salir – respondió Sonic divertido para admirar la llave plateada frente a él.
–¡No pensarás...
–No lo pienso Tails – interrumpió para quitar llave de la habitación –Voy a hacerlo.
Todos observaron en silencio al erizo entrar a la habitación, incluso Jet, quien había estado sentado adormitado en el sillón, ahora se unía a todos para sentarse en la isla que tenían en medio de la cocina.
–Esto no terminará bien – murmuró Rouge.
–¿Lo dices por Amy? – preguntó Silver.
–Nunca has visto a Amy molesta ¿no es verdad? – habló la murciélago con una sombra de sonrisa.
–Bueno...
–¡¿QUÉ DEMONIOS HACES AQUÍ!? – el gritó de Amy estremeció todo el apartamento, acallando la conversación entre ambos.
–¡¿Por qué demonios sales sin...
El sonido de una bofetada concluyó la pelea entre ambos. Un silencio sepulcral se aposentó en el apartamento, todos dejaron de respirar incluso, expectantes a lo que pasaba en la habitación que tenía la puerta semi-abierta.
Sonic cayó fuera de su propia habitación para que la puerta fuera azotada con fuerza, cerrándola frente a sus narices.
–Te dije que Amy ganaría – murmuró Jet –Me debes 20 rings, Silver.
–Demonios – soltó el erizo plateado de mala gana.
Sonic acarició su mejilla suavemente, la cual aún tenía el calor del impacto pues la mano de ella aún seguía plasmada sobre su rostro. Se levantó pesadamente cual mal perdedor para escuchar risas ahogadas desde la cocina y así voltear a ver a sus amigos y Jet, quienes hacían lo posible por no soltar una carcajada ante la situación a lo cual él no le veía lo divertido.
–¿Qué? – espetó Sonic con una mirada fulminante.
–¡No, nada! – respondieron todos al unísono a excepción de Rouge.
–Jet, tengo mi billetera en la habitación – habló Silver para empezar a caminar hacia su recámara –¿Vienes?, así saldo mi deuda
–Oh, sí, sí – asintió el halcón que sentía que en cualquier momento los despedazaría a ambos.
–Hey... Sonic... – llamó Tails tímidamente.
–¡¿Qué?! – bramó iracundo provocando que el zorro se estremeciera ante su respuesta.
–C-Creo que tengo un par de camisas tuyas en mi habitación... recuerdas, aquellas que dejaste luego de ayudarme con una de las tareas de velocidad de Eggman – explicó para que el erizo azul lo viera confuso por sus palabras. Era obvio que estaba demasiado molesto para pensar claramente –Quieres llegar a tiempo a tu cita con Fiona ¿no?
–Cita... ropa... ¡Sí, sí! – dijo entusiasmado –¡Eres un salvavidas Tails!
–Sí, sí – asintió el zorro para caminar hacia su recámara seguido de él –Deberías de guardar un par de cosas aquí.
–¡Mañana ella me las pagará, ya verás!
Rouge se sonrió divertida mientras escuchaba al erizo azul contarle a Tails el plan le garantizaría el uso del baño privado, quedando nuevamente a solas en el gran apartamento o así fue cuando escuchó la puerta del equidna abrirse rápidamente para salir corriendo de su recámara.
–¡¿Me lo perdí?! – preguntó apresurado al no ver ni un alma en los alrededores.
–¿Hablas del pequeño acto entre Sonic y Amy? – confirmó Rouge –Amy ganó.
–¡Maldita sea! – maldijo molesto –Esta vez le iba apostar a Amy – dijo enseñando un par de rings en su mano.
–Si te hubieras levantado temprano nada de esto hubiera pasado.
–Mira quién habla de levantarse temprano.
–¿De qué hablas?
–¿Has olvidado el Campamento de Green Hill? – le recordó para tomar un poco de café de la cafetera –Tenía casi que arrastrarte fuera de la cama para que pudieras estar a tiempo – rememoró con una sonrisa –Estoy seguro que aún tengo un vídeo tuyo roncando por ahí.
–¡¿Cómo dices?! – soltó avergonzada –¡Juro que si se lo muestras a alguien te mataré más rápido que...
–Para hacer eso primero deberías de aparecerte– le cortó seriamente.
Rouge lo vio con asombro para acto seguido desviarle la mirada, de lo cual él se percató. Knuckles soltó un suave suspiro, para conseguir lo único que conocía de ella últimamente, silencio.
–¡Perfecto, me voy! – la voz de Sonic, quien terminaba de vestirse inundó el área de estar mientras corría apresurado –Antes de que lo olvide, Knuckles– llamó captando la atención del equidna –Toma – dijo para lanzarle las llaves de su vehículo y él atraparlas en el aire –Maltratas mi carro y te maltrato la cara ¿entiendes?
–¡Por favor! ¡¿Cuándo yo he... – la intensa mirada de Sonic lo hizo callar ante la pregunta que ambos sabíamos tenía más respuestas de las que debería –Prometo no chocarlo... esta vez– dijo carraspeando su garganta.
–Más te vale – dijo para verse en el espejo del recibidor y arreglarse bien la playera –No me interesa si es una cita o lo que sea, lo chocas, lo ensucias o cualquier daño y juro por Chaos...
–Sí, sí, sí – soltó en un suspiro de desesperación.
–Y Knuckles – nombró para abrir la puerta del apartamento como último comentario antes de salir –Si piensas hacer algo con ella no se te ocurra hacerlo en mi...
–¿No ibas tarde ya? – le cortó sonrojándose intensamente.
–¡Maldición, Fiona! – recordó de golpe –¡Hasta pronto! – se despidió Sonic para salir del apartamento.
Rouge observó el espectáculo en silencio. Posó sus ojos en el equidna, quien tenía una expresión de cansancio por todas las instrucciones de Sonic para sorber un poco más de café, y sin realmente pensar su siguiente acción de sus labios se escapó:
–¿Cita? – susurró, aún impactada.
–¿Eh? – exclamó Knuckles retomando su atención hacia la murciélago –Sí, Amy me presentó a una amiga y organizó una cita.
–¿Amy? – repitió con cierto asombro –¿P-Pero quién o cómo...
–Se llama Julie-Su, una equidna quien va en los primeros años de periodismo, igual que Amy – explicó velozmente.
–Oh... no sabía que estabas saliendo con nadie – murmuró con un dejo de reclamo en la voz.
–No lo hacía – puntualizó seriamente –Hasta el sábado pasado.
Rouge lo vio atentamente ante el reclamó encubierto. Ella había pasado aquella fiesta con Shadow toda la noche y no podía negar que había bailado un par de piezas con Shadow de una manera un tanto provocativa, bailes que siempre se daban cerca o incluso enfrente del equidna.
–Lo dices por...
–¡Lo lamento, lo lamento! – Amy interrumpió saliendo aprisa de la habitación, terminándose de colocar su diadema roja sobre su cabello –¡Pero Sonic es un... – la eriza calló al notar un extraño ambiente de tensión –... ¿Rouge?
–Amy, dile a tu amiga que pasaré por ella a las 8 – habló el equidna quien tomaba camino de regreso a su habitación –Y que no me haga esperar – dijo cual amenaza deteniéndose enfrente de la puerta –Detesto que me hagan esperar.
Cerró la puerta de un portazo provocando que ambas se estremecieran ante el mismo. Amy asintió con la cabeza y así dirigir su mirada a Rouge, quien ahora la tenía oculta en penumbras.
–Hey... ¿todo...
–Andando – interrumpió la murciélago para tomar su bolso y caminar con decisión hacia la salida.
–Amm... sí– musitó Amy y siguiéndola.
Si él quería salir con otras chicas no era problema de ella, él podía hacer lo que quisiera con quien quisiera. Así estaba bien, era lo mejor para ambos.
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Rouge estuvo distraída toda la tarde, y no podía evitar sentirse un tanto culpable. Amy le había presentado a Julie-Su pues Knuckles le había insistido reiteradamente que le presentara a alguna de sus amigas, aunque realmente no pensó que fuera a hacer algo al respecto.
La murciélago la dejó frente a los apartamentos ya llegada la noche y aunque intentó convencerla de quedarse a tomar una taza de té, ella se rehúso efusivamente.
Amy subió al apartamento, pensado en llamarla más tarde, esperando que tal vez en la noche tuviera más ánimo de conversar con ella lo que la atribulada. El elevador se abrió para darle paso al décimo piso y así encaminarse con aquellas pesadas bolsas de sus recientes compras con desgano; para ese punto del día sólo quería recostarse en su cama y no saber del mundo hasta mañana.
Amy siguió su camino cuando encontró a Silver sentado en el suelo recostado en la pared jugando en su celular desinteresadamente.
–¿Silver? – llamó sin comprender.
–¡Oh, Amy! – saludó sorprendido para ponerse en pie –Pensé que no vendrías hasta más tarde.
–Yo también – murmuró un tanto desanimada, pues Rouge había cancelado sus planes de cenar juntas –¿Te quedaste afuera? No te preocupes, yo traje mi llave para...
–¡No, no, yo no...
–No es molestia, además...– Amy calló al ver una pañoleta café colgado en la puerta, confundiéndose por dicha prenda sobre el pomo. –¿Por qué hay un...
–Amm... es, una regla... del apartamento – intentó explicar Silver, sonrojándose suavemente ante la vergüenza.
–¿De qué hablas?
–Es... bueno... si alguno de los muchachos trae a alguien y no quiere ser interrumpido... tú sabes...
–¡¿Knuckles está adentro con Julie?! – soltó para ver con horror la puerta.
Rouge la mataría si se enteraba que la cita había ido tan bien.
–¿Knuckles? A no, no, él aún no ha regresado – corrigió Silver con una sonrisa nerviosa para que ella la viera con cierto alivio para luego volver a tener esa expresión de duda –...Es Sonic – musitó.
Amy se sonrojó intensamente ante su respuesta, pues aún lo que había escuchado tras la puerta del baño la atormentaba de tanto en tanto, apenas había podido lograr ver a Sonic a los ojos sin traer esas memorias a su mente.
–Espera... – soltó Amy de pronto borrando su sorpresa –¡Están usando la cama donde...
–¡Oh, Sonic! – un gemido se coló fuera del apartamento.
Silver y Amy se sonrojaron intensamente mientras sonidos irregulares se escuchaban del otro lado de la puerta.
–¿Tienes hambre? Yo tengo hambre, ven te invitó a comer – dijo Silver para tomarla por los hombros y obligarla a caminar sobre sus pasos, alejándola de la puerta.
–Eh... sí, podría comer...
–¡No pares, no pares!
–¡Andando! – apresuró para caminar aprisa tan lejos del apartamento.
Silver la ayudó con sus bolsas para adelantarse a pedir el elevador mientras ella miraba de reojo una última vez el apartamento, soltando un pesado suspiro y así acompañar al erizo dentro del elevador.
Recibí muchos comentarios del capítulo anterior sobre la actitud, hasta cierto punto déspota, de Sonic; siendo honesta no pensaba profundizar demasiado en el pasado de Sonic y Amy, pero a raíz de eso decidí que eso cambiaría; así que mis lectores en un par de capítulos más adelante se sabrá el por qué Sonic actúa como actúa con Amy y por qué ella lo tolera a mayor profundidad (¡Gracias por la inspiración para dicho capítulo!)
Bien lectores, sin más que decir, su autora se despide. Kat fuera.
Las razones de aquel incendio saldrán a la luz y una salida inesperada podrá ser la chispa necesaria para que algo empiece a cambiar en un congelado corazón. Planes están a punto de formarse que le harán saber a Amy su lugar en la vida de Sonic. Capítulo 7: Nuestra Relación.
¡GrAcIaS pOr LeEr!
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