Capítulo 59: El día Después de la Cita
No estuvo segura en qué momento escucharon las primeras señales de vida al sus amigos regresar al apartamento, ni de donde Sonic había conseguido aquella caja de preservativos esa noche, lo único que sabía es que en algún momento el sueño la había vencido y se había quedado profundamente dormida al lado de él. Exhausta.
Amy abrió los ojos al escuchar el cantar de las aves para verse entre los brazos del erizo azul, quien aún dormía plácidamente. Abrió sus ojos de golpe al notar su desnudez y la de su pareja, sonrojándose ante ésta.
Había pasado, no había sido un sueño húmedo como muchas veces antes, o bien una mala jugarreta de su mente, realmente lo habían hecho, había hecho el amor con Sonic.
Se separó lentamente de él para así tomar distancia y ver la ropa de ambos regada por la habitación, para que así los recuerdos de lo transcurrido hace un par de horas llegaran a su mente. De manera instintiva, Amy colocó su mano sobre su pecho para palpar aquel pequeño collar que él le había obsequiado
"Por fin lo descifré... ¿Te gustaría ser mi novia?"
Sus mejillas se pintaron de un suave rosa y así con una pequeña y boba sonrisa ver al responsable de aquella mueca de felicidad que ahora yacía tatuada sobre sus labios. Después de tantos años era una realidad, él era de ella y ella era de él... sólo de él. Amy se recostó nuevamente sobre las almohadas para así verlo dormir pacíficamente y sin temor, por primera vez, acariciar su rostro con dulzura, como comprobando que ese hermoso momento no era un sueño que se disiparía cuando menos lo esperara.
El sonido de un mensaje entrante la hizo romper su burbuja romántica obligándola a alejar su mano del rostro de él y así sentarse sobre el colchón para buscar su teléfono con la mirada entre el caos que ahora era su habitación, un fantástico caos. Amy se puso de pie al escuchar el sonido de varios mensajes entrar de manera simultánea colocándose una camiseta encima, la camiseta de Sonic. Era la primera vez que hacía algo como eso.
Amy se vio reflejada en el espejo de la habitación, apreciando aquel momento único. La playera blanca de Sonic le quedaba holgada y apenas tapaba lo suficiente para cubrir su desnudez. Su sonrisa se expandió aún más, si es que eso era aún posible, y así aspiró la fragancia de él impregnada en aquella prenda de algodón, un olor que ahora liberaba a cientos de mariposas dentro de ella. Amy vio al erizo de reojo, quien soltó un suave suspiro según continuaba con su descanso y abrazaba con cierta ternura una almohada en donde ella había yacido hasta hace tan poco.
–Sonic...– murmuró inaudible para así caminar de regreso hacia él o eso era el plan cuando el sonido de otro mensaje entrante inundó la habitación.
Amy divisó su teléfono en el suelo cerca de donde sus ropas aún yacían esparcidas para así tomar el mismo y notar a la responsable de aquella inoportuna interrupción; era Sally.
–Tenemos que terminar de ver lo de cumpleaños de tu amigo Tails y ¡tengo noticias emocionantes! –.
–Pasaré por tu apartamento en una hora para ver todo. –.
–Llevaré café de Chaobucks, tú encárgate de los pastelillos ¿de acuerdo? :D –.
–¡No se te ocurra cancelarme! >: ( –.
–¡Hasta entonces! –.
Sally.
Amy rodó sus ojos ante la actitud impositiva de su amiga, pero la verdad era que no había prestado realmente atención a la fiesta sorpresa de Tails con todo lo que había sucedido y realmente el tiempo cada vez era menor para llevarlo a cabo.
–Aunque es extraño que venga para acá– murmuró pensativa, después de todo Sally jamás la había visitado antes –Pero supongo que será mejor retomar todos los detalles de la fiesta de Tails junto a los demás – se dijo para sí concordando con las palabras de su entusiasta amiga. Amy observó la hora en la pantalla de su teléfono –Será mejor empezar a arreglarme antes de que Sally venga.
Buscó en medio del desorden su toalla y algo que ponerse cuando el sonido de la puerta principal del apartamento abrirse seguido de lo que le sonó a una escandalosa bienvenida, una incompresible de entender por el vitoreo de diversas voces de forma simultánea. Amy vio de nuevo la pantalla de su teléfono, apenas eran las 7 de la mañana ¿quién habría llegado a casa tan temprano? ¿Sería Knuckles? Las voces de los chicos se escuchaban tras la puerta cerrada, parecía que acababan de despertar al igual que ella.
Tomó sus cosas para encaminarse hacia el baño mientras escuchaba el barullo del otro lado la puerta, uno imposible de obviar.
–Lo bueno es que ahora el baño es solo mío – se sonrió triunfante.
Ya no debería de pelear más por evitar el baño comunal. Amy dirigió una vez más su mirada hacia Sonic, quien aún yacía dormido, regalándole una sonrisa silenciosa. De nuevo tocó aquel collar que ahora pendía de su cuello, enfatizando su sonrisa.
–¡NO FUE POR ESO QUE VINE HASTA AHORA! – escuchó el grito de Silver de pronto alarmándose y acto seguido escuchar un portazo.
Amy fijó su mirada a la pared del baño en donde una acalorada discusión y risas burlonas se escuchan a la distancia. Era obvio que un comentario mal intencionado sobre la hora de entrada del erizo plateado al apartamento había desencadenado el escándalo que ahora hacía retumbar el antes tranquilo apartamento.
–¿Hasta ahora? – repitió las palabras de Silver en baja voz, un tanto sorprendida. ¿Acaso era él quien acaba de entrar recién? Amy fijó su vista en el otro lado de la pared, donde sabía que Silver yacía –Ahora que lo pienso – murmuró la eriza para quitarse la única prenda de ropa que tenía puesta –No le pregunte a Blaze como le fue en su cita con Silver– dijo pensativa.
Se adentró al baño para encerrarse en el mismo y encender la regadera, dejando el agua correr mientras el vapor del agua caliente envolvía todo a su alrededor. El vapor caliente se sintió como recibir un cálido abrazo a sus músculos cansados. Le dolían partes de su cuerpo que no sabía que podían doler de esa manera tan exquisita.
Escuchó una escandalosa, pero no inusual, pelea entre sus compañeros. Una incompresible, pero lo suficientemente escandalosa como para que atravesara los muros. Amy pudo distinguir la voz de Jet y de Knuckles; posiblemente haciéndole cientos de preguntas sobre su cita con Blaze. Lo más seguro es que Silver se había encerrado en el baño para alejarse del interrogatorio de sus amigos. Eso la hizo sonreír, seguramente la cita había ido muy bien.
–¿Me preguntó si le habrá ido tan bien como mi cita? – se cuestionó sintiendo el agua caliente recorrer su cuerpo con calidez, relajando sus músculos ante el suave toque de las gotas recorrerla. Se sentía bien.
–Si lo hizo estaría sorprendido – escuchó de pronto a sus espaldas.
Amy se sobresaltó ante la voz que interrumpía aquel momento privado e íntimo para así voltearse lista para soltar un grito de sorpresa al notar a Sonic compartir la ducha junto a ella, pero la veloz mano de él sobre su boca la hizo acallar.
–Paredes delgadas– dijo Sonic dándoles pequeños golpecitos a la pared de la regadera con su mano libre –¿Recuerdas? – le sonrió travieso removiendo su mano de su boca.
–¡¿Qué haces aquí?! – le susurró la eriza con una expresión abochornada y un ceño fruncido.
–Tenía que bañarme – respondió alzando sus hombros cual hecho obvio.
–¡Podías esperar o usar el...
–Prometí no pelear nuevamente por el baño – le recordó para acercarse a ella con picardía –Y encontré una solución muy práctica para ambos– le sonrió sugerente.
–Pe...
Su objeción fue acallada en un beso. El momento de charlar había acabado. Amy sintió el frío del azulejo contra su espalda mientras el cuerpo de él aprisionaba el suyo. La temperatura empezó a subir junto con el vapor de la regadera.
Las manos de él recorrieron su cuerpo con fogosidad, sintiendo como recorría cada curva, cada centímetro de su piel con fogosidad; el agua ayudaba a que las manos de él se deslizaran sin problema por todo su cuerpo ocasionando que gemidos fueran acallados entre los intrépidos labios que jugaban con los suyos. Amy sintió como sus manos se deslizaban en la parte interna de sus muslos y sobre sus pechos desnudos, apretándolos con fuerza. Sus suspiros fueron ahogados en medio de aquel apasionado beso mientras su deseo sólo incrementaba. Amy sintió la erección de él sobre su vientre ocasionando que ella rompiera aquel beso mientras sentía todo su cuerpo contraerse, listo pare recibirlo. Los ojos de ella se engancharon de él, observándolo en silencio, suplicante; una media sonrisa se dibujó en los labios de Sonic, quien ahora la miraba de manera seductiva, robándole el aliento ante esa miraba que lo único que había provocado era humedecerla aún más.
Sonic tomó su mano con firmeza para así obligarla voltearse contra la pared; su rostro se pegó al azulejo y su respiración se aceleró ante el silencioso dominio y mandato del erizo. El erizo la sujetó de las muñecas colocándolas a ambos lados de su cabeza y acto seguido lamer su hombro desnudo, haciéndola temblar con tal simple acción.
Sintió su cuerpo estremecerse ante la excitación. Amy abrió lentamente sus piernas elevando sus caderas hacia él, y así tragar pesado, mientras jadeos involuntarios salían de su boca ante la agonizante expectativa. Un gruñido de parte de él se escuchó sobre su oreja, haciéndola temblar ante el gemido ahogado de él, sintiendo su virilidad rozarla. Sonic la mordió suavemente sobre su hombro para acto seguido y sin previo aviso llenarla de golpe, ocasionado que una fuerte exclamación saliera de sus labios sin poderlo evitar.
Una corriente eléctrica recorrió cada centímetro de su cuerpo al sentirlo dentro de ella. Sus piernas temblaron, y agradeció que las manos firmes de él sostuvieran sus muñecas o de lo contrario podría haber flaqueado. Su boca salivó ante la sensación de placer en su vientre y la mordida que él le había propiciado que la habían hecho sentir un placer diferente.
–¿Todo bien? – escuchó decir de pronto del otro lado de la pared, tomándola por sorpresa. Era Silver.
Los ojos de Amy se abrieron con espanto para así ver de reojo a al erizo azul, quien por su parte no se miraba en lo absoluto intranquilo, por el contrario, expandió su sonrisa para luego lamer velozmente su cuello, y así, empezar a moverse lentamente dentro de ella. Amy mordió su labio inferior con fuerza para no soltar otro gemido ¡¿Acaso había perdido la razón?!
–Deberías responderle... – comandó Sonic con un ronco susurro sobre su oreja, sin detenerse.
El deseo y el placer la nublaron en ese momento, sintiendo su excitación alcanzar otro nivel.
–E-Estoy bien...– respondió Amy titubeante tan audible como pudo. Sonic la envistió con más fuerza ante sus palabras, haciéndola de nuevo morder sus labios para no gritar. Era obvio que no sólo ella gustaba de exponerse al peligro durante el sexo –Sólo...– continuó, sintiéndolo moverse aún más aprisa según hablaba –B-Bote algo – completó apenas coherente.
–De acuerdo...– se escuchó la voz tímida de Silver –No quise ser imprudente – dijo con la misma cordialidad que lo caracterizaba.
Le costaba tanto tener una posición firme gracias al vapor y el agua, temiendo que las envestidas del erizo pudieran escucharse a través de la pared de la misma manera sonora que ella lo hacía, pero rogaba que el sonido del agua correr fallara a su favor.
–Me bañaré luego – indicó Silver del otro lado del muro.
La sujetó con aún más fuerza de las muñecas sintiendo la calidez de ella envolverlo en cada penetración, adentrándose cada vez un poco más. Intentaba reprimir sus propios jadeos en aquellos besos que dejaba sobre su espalda y aquellas pequeñas mordidas que ocasionaban que ella se contrajera momentáneamente haciéndolo enloquecer ante la presión.
Sonic sabía que lo más prudente hubiera sido detenerse para que ella hablara propiamente, pero la situación le pareció de lo más excitante. El verla intentar mantener la cordura mientras él se adentraba dentro de ella lo había hecho perder cualquier rastro de razón.
–N-No te... preocupes – habló Amy nuevamente moviendo sus caderas en contra de las suyas al mismo ritmo que él –Terminaré pronto – dijo en un sensual ronroneó volteándolo a ver con aquella mirada seductora, relamiendo sus labios.
Eso fue más que suficiente para llevarlo al clímax. Salió de ella al momento justo para así morder su labio inferior sintiendo la deliciosa liberación, la cual se había esparcido sobre la espalda de ella. Eso se había sentido demasiado bien.
Ambos tomaron distancia, intentando regular su respiración ante lo que acababa de acontecer, y así, sonreírse en silencio.
–Eres un pervertido – le susurró la eriza para así robarle un rápido beso mientras una sonrisa de satisfacción se pintaba sobre aquellos tersos labios.
–¿Yo? –sonrió Sonic divertido –Sino mal recuerdo, a ti te gusta el riesgo – le respondió a baja voz.
–Me parece que no soy la única – le sonrió sugerente. –¿O sí? – murmuró para tocarlo sin reparo.
Sonic tapó su boca al sentir la mano de ella sobre él. Era más que obvio que no habían terminado aún, y por él no había ningún problema.
0-0-0-0-0
Silver soltó un suspiro. No se sentía realmente cómodo bañándose sabiendo que Amy estaba de alguna manera del otro lado, y aunque no había nada de malo con ello no pensaba que fuese apropiado.
De nuevo escuchó extraños sonidos del otro lado de la pared.
–¿Todo...
–¡S-Sí...! – respondió la eriza velozmente con una voz chillona.
Posiblemente la hacía sentir incómoda el hecho que alguien estuviera tan pendiente de ella mientras se aseaba. Él se sentiría incómodo si alguien del sexo opuesto le estuviera hablando mientras intentaba ducharse. Silver tomó la decisión de mejor bañarse una vez ella terminara, y así, en un intento de darle privacidad a su amiga, salió de forma cautelosa del baño rogando a Chaos que sus amigos se hubieran marchado, pero no era el caso. Seguían en la cocina.
Silver soltó un pesado suspiro, no quería realmente tener que volver a confrontarlos respecto a su cita o al porqué había pasado la noche afuera.
Inicio del Flash Back
Salieron del acuario mientras Blaze mantenía su mano sobre la de él con firmeza. Silver podía distinguir las miradas asustadas y juiciosas de aquellos que habían presenciado el despliegue de poderes de Blaze. Vio de reojo a la felina, quien se notaba notoriamente incómoda ante el mar de miradas y de pronto, sintió como ella se acercaba aún más a él y apretaba su mano con mayor fuerza. Una sombra de sonrisa se pintó en los labios de él. Confiaba en él, realmente había logrado poder atravesar la barrera de ella.
–No te preocupes – dijo Silver para afianzar su agarre, ocasionando que ella subiera su mirada. –No me iré a ningún lado – sonrió galante.
Blaze se ruborizó notoriamente, pero a diferencia de otras ocasiones, no sintió el fuego nacer desde su centro, tal vez porque por primera vez tenía la seguridad que no lo lastimaría o porque él había dicho que permanecería a su lado. No estaba segura, pero se sentía tan bien.
Asintió en silencio para dejar las miradas atrás, al igual que el acuario, y así poco a poco dejar aquella experiencia detrás de ella. Esta vez no había lastimado a nadie, esta vez todo había salido bien. Blaze vio con cierta timidez al erizo plateado quien mantenía aquella mueca serena y gentil según marchaban, ruborizándose nuevamente de manera indeseable. Realmente adoraba su sonrisa.
La felina se acercó un poco más a él quedando hombro a hombro. Él no tomó distancia, de hecho, sintió como la acortaba aún más. Blaze se sonrió ante eso, por primera vez se sentía aceptada por alguien más que no fueran sus amigas o familia.
–Por cierto – habló Silver captando la atención de la felina nuevamente –Quiero pedirte una disculpa – murmuró Silver con un dejo de vergüenza en su voz, confundiendo a la felina por sus palabras –Por lo que dije antes...– carraspeó su garganta mientras su rostro se cubría de un manto rojizo –De que eras mi novia y eso... creo que estuve fuera de lugar– explicó avergonzado, incapaz de encararla –Lo lamento.
"Comprendo, no hay problema... Mi novia y yo nos retiraremos"
Blaze recordó las palabras que Silver le había dicho al guardia de seguridad antes de salir del acuario.
–No es problema– musitó casi inaudible la felina, ocasionando que el erizo plateado la volteara a ver con sorpresa. Blaze fijó su mirada en la mano que ahora la tomaba con firmeza, sin poder verlo a los ojos. –Está bien... quiero decir...– pausó por unos segundos para tragar pesado –Si eso quieres está bien.
–¿Cómo dices? – detuvo su camino para voltearla a ver con sorpresa.
Blaze aspiró profundamente, llenándose de valor. Los ojos de ella se engancharon en los oro de él, viéndolo con una expresión seria e inmutable, sacudiendo cualquier vestigio de timidez previa, y no era de menos, quería que tomara seriamente las palabras que diría a continuación.
–No me gusta dejar el control en las manos de nadie más y siempre he sabido qué quiero y una vez lo sé, veo de hacerlo posible – expresó autoritoria y sin rastros de cobardía –Aunque comprendo que esto es algo que no únicamente depende de mí, quiero que sepas que deseo involucrarme en una relación contigo.
–¡¿Eh?! – exclamó Silver sintiendo su rostro sonrojarse intensamente por la franqueza de la felina, sin saber cómo reaccionar ante sus palabras.
–No sirvo para eso de salir o "ver qué pasa" – expresó Blaze con un dejo de vergüenza en su voz sintiendo sus mejillas arder –Hoy termine de comprobar lo que ya sabía – completó.
–¿Qué cosa? – preguntó Silver, genuinamente curioso.
–Que me gustas y que quiero estar a tu lado – respondió con un dejo de vergüenza y con sus mejillas pintadas de un cálido tono carmesí.
Los ojos de Silver se abrieron con clara sorpresa ante la confesión de ella, nunca nadie se le había confesado así, mucho menos alguien que a él le gustara de regreso. Blaze era la mujer más asombrosa que jamás hubiera conocido. Era implacable, segura y decidida con respecto a qué deseaba... su total opuesto. Silver se consideraba a sí mismo, indulgente, inseguro y dudoso. No entendía por qué desearía estar con alguien así, al menos no sin conocerlo un poco más.
–Pero...– murmuró Silver bajando sus orejas, entristeciendo su mirada –Yo no soy... quiero decir, realmente no soy un líder natural. De hecho, casi destruyó mi apartamento antes de venir aquí – confesó con una sonrisa nerviosa –En general soy un tanto indeciso y...
–Yo casi incendio el acuario– interrumpió Blaze seriamente –Y los heridos en mi caso pueden ser de muerte al mínimo despliegue de mis poderes y a pesar de ello, no retrocediste un solo paso– relató con calidez –¿Realmente crees que yo te juzgaría por algo como eso? ¿Acaso intentas alejarme o hacerme cambiar de opinión? – inquirió alzando una ceja con una expresión estoica.
–¡¿Eh?! ¡No, no, no! – respondió Silver nerviosamente –Es sólo que... – calló para admirarla en silencio. Silver soltó un pesado suspiro, aún seguía sin realmente comprender qué podía ver ella en él para tomar una decisión como esa –Pienso que te aburrirás de mí en algún momento o descubrirás que no soy el erizo que piensas que...
–Eres amable, atento, cuidadoso y sumamente organizado – interrumpió el diálogo del erizo plateado –Buscas la paz y evitas los enfrentamientos de ser posible. Últimamente has buscado tu autonomía personal y ser menos dependiente de quienes te rodean–. Lo leyó como un libro, dejándolo boquiabierto –Posiblemente no seas un líder nato, pero sabes precisamente cómo estar al lado de uno ¿tengo razón? – . Silver asintió asombrado por la perfecta descripción de quién era él. –Estoy consciente que está cita pasó como un magnífico accidente, pues es probable que jamás te hubieras decidido a dar un paso más allá de nuestra amistad si aquella discusión no se hubiera dado ¿O me equivoco?
Silver se sonrojó intensamente. La verdad es que era muy probable que nunca le hubiera dicho nada, pues la miraba como alguien totalmente fuera de su alcance. Le desvió la mirada culpable, sabiendo que no podía decir lo contrario.
–Es por eso que esta vez no le daré rodeos al asunto, pues es obvio que mis intentos de hacerte entender que deseaba algo más que una amistad contigo antes no rindieron frutos– suspiró pesadamente ante esa aseveración.
Silver abrió sus ojos con asombro ante sus palabras, una que los tomaron por sorpresa.
–¡E-Espera! – habló el erizo plateado sonrojado, captando la atención de la felina –¡¿Cómo...?! Quiero decir ¡¿Desde cuando tú...
–¿En serio no te diste cuenta? – inquirió Blaze asombrada, obteniendo una negación silenciosa por parte del erizo plateado, haciéndola reír suavemente ante ésta. –Pensé que era muy obvia – dijo entre sonrisas.
Los ojos de Silver se abrieron aún más al verla sonreír de esa manera. Su corazón latió en sus oídos sintiendo como ella le robaba el aliento. Silver siempre había dudado de muchas de sus decisiones, sobrepensando si realmente podría o no con lo que decidía, con todas ellas, exceptuando esta. Estaba seguro, él también la quería a su lado.
Blaze sintió la mirada intensa del erizo sobre ella, a lo mejor había dicho de más. De nuevo su falta de filtro e incapacidad de poder leer a otros le jugaba en contra.
–Discúlpame, no quería incomodarte– se disculpó Blaze soltando su mano y dando un paso hacia atrás, avergonzada. –No soy buena con esto de las relaciones, si me he excedido con lo que he dicho, no fue mi...
Blaze silenció al verlo acercarse a ella para acto seguido tomar su rostro con delicadeza entre sus manos, y sin previo aviso sentir como se acercaba a ella para robarle un beso.
Los ojos de ella se abrieron al acto sintiendo los suaves labios de él posarse sobre los suyos en un gesto cálido y dulce, uno que duró lo mismo que una estrella fugaz, pues Silver se apartó de ella tan rápido como se había aproximado.
–Lo lamento – le susurro el erizo con aquel intenso sonroje que daban luz a su rostro –, pero si no lo hacía ahora me acobardaría después – explicó con aquella tímida mirada y rostro cubierto por aquel manto carmín, sin respuesta por parte de ella, quien se miraba estupefacta. –¡T-Tal vez leí mal las señales! – chilló para quitar sus manos de ella y observarla con profundo arrepentimiento y vergüenza –¡Perdóname, no quise pasarme de...
La felina acalló su disculpa con un beso, tomándolo por sorpresa. Los brazos de ella rodearon su cuello para aumentar la cercanía entre ambos y él por su parte la tomó de la cintura, correspondió al cálido beso. Nada levitó, ningún incendió ocurrió. El tenerla así entre sus brazos se sentía correcto, se sentía adecuado. Era donde quería estar.
Fin del Flash Back
–Un Silver llegando a altas horas de la madrugada era lo que necesitaba este apartamento – la voz de Jet lo trajo de regreso de su ensoñación para que todas las miradas se dirigieran a él –Tu cita fue mejor de lo que pensé – una sonrisa pícara se dibujó en el halcón.
–¡N-No...
–Es lo que dijimos Tails y yo– se involucró Knuckles para tomar asiento con un plato de cereal en su mano.
–Creo que lo que yo dije fue: "Me sorprende que pasarás la noche afuera con Blaze" – aclaró Tails sorbiendo un poco de café –Tú fuiste quien asumió el resto de sucesos de ayer.
–¡Oh por favor! Es obvio qué paso– devolvió el equidna rodando sus ojos para ver a su amigo con molestia, a lo que el zorro solo alzó sus hombros en señal de desinterés –¡Espera a que Sonic lo sepa! – habló con un dejo malicia en su voz –¡Él le sacará la verdad!
–¡NO, NO HAY NADA QUE DECIRLE A SONIC! – suplicó Silver para correr hacia ellos.
–Ya, cuéntanos qué sucedió Silver – pidió Jet para tomar asiento en la isla de la cocina y acomodarse en el mismo –¿Primera vez?
–¡QUÉ NO FUE ESO! – vociferó Silver iracundo iluminando su mirada, ocasionando que tanto Jet como Knuckles se estremecieran.
–¿Entonces qué pasó? ¿Por qué regresaste hasta esta mañana? – cuestionó Tails, ignorando el despliego de poderes del erizo.
Inicio del Flash Back
Entrada la noche Silver encaminó a Blaze en dirección a su apartamento. Habían pasado a comer al restaurante de sushi que él había sugerido, y la verdad aquella cita no había podido ir mejor. Blaze se notaba relajada y cómoda a su lado, como eran generalmente sus salidas, a diferencia que ahora no salían como amigos, sino como una pareja.
"Yo también quiero estar contigo... ¿Quieres ser mi novia?"
Recordó las palabras que había pronunciado luego de aquel beso. Un rubor cubrió su rostro para que una sonrisa se dibujara en sus labios. Él por lo general no era tan directo o decidido, pero con ella no existía la duda. Silver vio de reojo a Blaze, quien mantenía una expresión indescifrable según se aproximaban a su apartamento, una que captó su atención.
–¿Está todo bien? – preguntó Silver al notar aquella dura expresión.
–Mhn... Sí – murmuró la felina con su mente en otro lado.
–Blaze ¿pasa algo? – detuvo su marcha para verla fijamente, algo no se sentía bien.
–Es...– silenció un tanto dudosa –Es sólo que hoy ha sido un día con muchas emociones – explicó ruborizándose tenuemente. Silver asintió ante sus palabras –No soy buena para las emociones... en especial para las que no manejo todavía – admitió amargamente para así fijar su vista en la torre de apartamentos donde estaba su hogar –Sally no estará en casa y no sé si...– calló abruptamente y apretando sus labios fuertemente convirtiéndolos en una fina línea.
–¿Tienes miedo que pase lo que pasó en su viejo apartamento? – advirtió Silver ante su enunciado inconcluso.
–¿Cómo lo sabes? – respondió Blaze viéndolo con sorpresa.
–Me ha pasado a mí también – le sonrió de forma tranquilizadora –Todo estará bien, si necesitas cualquier cosa o no te sientes bien puedes contar conmigo.
Blaze le desvió la mirada, intranquila, llamando su atención debido a esto. Silver tocó su rostro con gentileza para obligarla a verlo y así sonreírle nuevamente.
–Hablo en serio – insistió el erizo plateado.
–Amm...– murmuró con un delicado sonroje. Blaze apretó sus puños con suavidad sin poder desprender su mirada de los hipnóticos ojos color ámbar de él –Te quedarías...– a penas dijo audible –Te quedarías conmigo está noche – se escapó de sus labios sintiendo su corazón tamboritear ensordecedoramente ante su petición.
–¿Cómo dices? – soltó Silver con sorpresa ante la proposición de la felina.
–Al menos hasta que logre conciliar el sueño– aclaró sintiéndose intranquila –Sólo para estar segura que...– calló al sentir la mirada de él sobre ella, percatándose qué era lo que estaba pidiendo ¡¿Cómo se le ocurría decir eso en una primera cita?! –¡O-Olvídalo! – se retractó al acto.
Blaze soltó su mano para así empezar a caminar apresurada y tomar distancia. No sabía por qué había hecho, no sabía por qué se lo había pedido a él sabiendo que siempre podía llamar a Amy a pasar la noche si así lo necesitaba con el fin de cerciorarse que su cuerpo no ardiera en llamas y destruyera otro inmobiliario. Otra vez.
–Puedo llegar desde aquí, nos habl...– Blaze silenció al sentir como él tomaba su mano nuevamente, evitándola de continuar.
Notó el cálido aliento de Silver vislumbrarse en la fría noche mientras una mirada decidida se mantenía en sus orbes color oro. La realidad era que cualquier otro podría quedarse a su lado, pero con nadie más se sentiría a salvo que no fuera él.
–Por favor...– habló Silver con sosiego –Déjame quedarme a tu lado está noche.
Fin del Flash Back
–Y nos quedamos conversando casi toda la noche– relató Silver intentando sonar casual al respecto –Ambos nos quedamos dormidos en su sala pasada la media noche creo yo – explicó Silver pensativo, no recordaba en qué momento el sueño había sido más fuerte que su caballerismo –Cuando desperté el sol estaba saliendo y luego de abrigarla con una sábana tome mi abrigo y regrese al apartamento– concluyó su relato –Nada pasó – enfatizó con molestia –Nada de lo que ustedes piensan de cualquier manera.
–Buuuu aburrido – vociferó Knuckles cual abucheo.
–Me dices que tuviste la oportunidad de pasar la noche en el solitario apartamento de una chica ¡¿Y no hiciste nada?! – regañó Jet –Concuerdo con el gigantón rojo, aburrido.
–¿Qué es aburrido? – la puerta de la habitación de Sonic se abrió de pronto, dejando ver al erizo azul quien terminaba de colocarse su camiseta encima.
–Buenos días Sonic – saludó Tails al verlo llegar hacia ellos –Hablábamos de la cita de Silver – develó con cierto dejo de malicia en su voz.
Silver vio a Tails con reproche para que él alzara los hombros en señal de desinterés mientras Knuckles y Jet reían por lo bajo. Tails quería tanto como ellos sacar otro tipo información, simplemente él no se ensuciaría las manos para ello.
–Eso suena interesante – habló Sonic para llegar hacia él.
Silver tragó pesado, pues ya era bastante malo tener que lidiar con Knuckles y Jet, pero con Sonic era diferente, pues él sacaría hasta el más impuro de sus pensamientos si podía. Estuvo listo para excusarse a su recámara a descansar cuando algo llamó su atención, algo que simplemente no pudo pasar por alto.
–Pensé que Amy se estaba bañando – dijo Silver al notar las púas húmedas de su amigo. Extrañado.
–Termine de bañarme antes que ella – sonrió Sonic sin darle importancia al asunto mientras se dirigía a la cafetera. A Silver le parecía extraño, pues parecía que acabara de terminar de ducharse. –¡¿Pero cuéntame qué tal tu cita?! – retomó el tema, estremeciéndolo.
–Puedes creer que se quedó a dormir al apartamento de Blaze y no hizo ningún movimiento – se quejó Knuckles ocasionando que Silver lo volteara a ver iracundo.
–Es normal para un primerizo, no puedes pedir mucho – habló Jet, quien ahora sacaba una soda del refrigerador.
–¡No fue por...
–La primera vez nunca es fácil – concordó Sonic sirviéndose café, interrumpiendo al erizo plateado –No seas tan duro ¿Acaso no recuerdas tu primera vez Knuckles?
–Es algo que prefiero olvidar – bufó el equidna recostándose sobre el mostrador malhumorado.
–Uno tiende a ser muy apresurado y generalmente torpe – concordó Tails sorbiendo un poco de café –Todo termina muy rápido para la mayoría, si entienden a qué me refiero.
Todo el apartamento calló en un silencio sepulcral luego de esas palabras. Todos dirigieron una mirada de incredulidad y sorpresa sobre el zorro, quien se tensó ante las miradas de inquisitivas, sonrojándose intensamente. Era obvio que había hablado de más.
–¡¿Tú y Cosmo?! – exclamó Sonic con sorpresa para sentarse al lado del zorro en espera de más detalles.
–¡¿HABLAS EN SERIO?! – exclamó Knuckles posicionando del otro lado evitando al zorro de poder huir.
–¿Tails? ¿Tú? ¿En serio? – habló Jet impactado por la revelación sentándose frente a él. –Jamás lo hubiera visto venir.
–¡¿Qué les sucede a todos ustedes?! – se quejó el zorro hundiéndose en su lugar avergonzado por la no requerida atención que estaba recibiendo en ese momento. –¡Estuvimos juntos casi dos años por supuesto que algo paso entre nosotros! – se defendió el zorro sintiendo su rostro arder.
–¡Jamás dijiste nada! – soltó Silver igual de impactado que el resto de sus amigos.
–No necesitaba sermones de qué hacer y cómo hacerlo – explicó con una falsa expresión de molestia y una clara mueca de incomodidad por el tema –Además... no fue realmente planeado– carraspeó su garganta sintiendo aquel maldito sonroje quemar su rostro.
–Eso es de lo peor – habló Jet con un pesado suspiro para que todos concordaran con las palabras del halcón, todos menos el erizo plateado.
–¿Eh? ¿Por qué? – inquirió Silver sin comprender.
–Terminas haciéndolo en lugares poco ortodoxos – explicó Jet –Como el auto.
–El techo – apoyó Knuckles.
–La escuela – prosiguió Sonic
–...La casa de sus padres – murmuró Tails apenado, sintiendo la mirada de todos nuevamente sobre él –¡Y-Y el nerviosismo se lleva lo mejor de ti! – continuó con el tema con la esperanza de desviar la atención de él.
–No sabes por dónde empezar y terminas haciendo cosas raras – admitió el halcón desganado.
–Olvidas los preservativos...– murmuró Knuckles sonrojado.
–O no llevas los suficientes – apoyó Sonic.
–Pero tú lo sabrás – habló Jet para fijar su mirada en el erizo plateado, quien se estremeció ante sus palabras, pues la atención regresó a él –Pues ya pasó una vez ¿no? – indagó con malicia en su voz.
–¡A-Ammm! – exclamó Silver sintiendo las miradas de todos. La curiosidad por la revelación de Tails lo había privado de aprovechar el momento y huir –E-Es...
–Buenos días– la voz de Amy interrumpió su enunciado, sintiendo como el alma regresaba a su cuerpo.
–¡A-Amy! – saludó Silver aliviado y rogando a Chaos que eso diera por muerto el tema –Buenos días ¿quieres jugo? ¿té? – ofreció para ponerse en pie a prisa.
–Creo que jugo...
–¡Yo voy! – escapó Silver a prisa corriendo a la nevera.
–Sigue siendo virgen – musitó Knuckles para que todos en la mesa concordaran en silencio.
–¿Sucede algo? – inquirió Amy, quien ahora se sentaba al lado de Sonic.
–Hablábamos de la cita de Silver y Blaze – explicó Tails –Aparentemente les fue bastante bien.
–¡Me alegra saber eso! – dijo Amy entusiasmada al mismo tiempo que Silver colocaba aquel vaso de jugo frente a ella. Amy le agradeció con una sonrisa –Blaze puede ser un poco distante a veces, pero una vez la conoces de cerca es alguien muy...
–Sí, lo sé – concordó Silver sonriente sentándose del otro lado de la mesa –Es por eso que...– pausó por unos segundos sintiendo su rostro enrojecer ante lo que diría a continuación –Tome la decisión de hacerla mi novia – completó en baja voz.
–¡¿Cómo dices?! – exclamaron todos al unísono, sobresaltándolo por los gritos coordinados.
–Sabía que necesitaba más café para lidiar con esto tan temprano – resopló Silver, irritado –O posiblemente alcohol.
–Wow, no estás perdiendo el tiempo ¿ha? – dijo Jet codeándolo amistosamente.
–De hecho creo que es todo lo contrario – se involucró Knuckles y así verlo con molestia –¡Es tu novia y no hiciste nada en...
–Me alegro mucho por ambos– interrumpió Tails sonriente, terminando con un tema en el cual se vería arrastrado lo quisiera o no si permitía que siguiera –Me parece que hay un excelente equilibrio entre ustedes, y lo más importante, tú te sientes cómodo a su lado.
Sonic escuchó en silencio la conversación de ambos para luego ver de reojo a Amy, quien mantenía aquella cálida sonrisa en su rostro, notoriamente feliz por la noticia de su amigo.
–¿No lo crees Sonic? – la voz de Tails lo hizo devolver su atención a la mesa –La importancia de estar con alguien que saque lo mejor de ti, quiero decir.
–Sí, sí... ammm...– murmuró Sonic tragando pesado y así dirigir su mirada hacia su regazo –Sobre eso... – carraspeó su garganta.
Todas las miradas se dirigiendo sobre él, haciéndolo sentir más nervioso que antes. Sonic sintió como el aire le hacía falta y como el nerviosismo tomaba lo mejor de él para dejar a un patético y tímido erizo en su lugar. De nuevo vio de reojo a la eriza quien lo miraba atento al igual que los demás. Sonic suspiró pesadamente para así tomar la mano de Amy por debajo de la mesa, haciéndole entender su intención.
–Hay algo que quiero decirles...
¡Lo sé! ¡¡¡La espera ha sido demasiada!!! Lamento eso, pero me fui del país y me ha sido muy difícil completar este capítulo pues mi rutina cambió. De hecho el capítulo no pretendía parar aquí, sin embargo, se extendió más de lo que pretendía, así que el largo es para compensar la tardanza XD!!!
Bien mis queridos lectores basta decir que a partir del capítulo 58 los lemons y limes será muy, muy, MUY frecuentes de ahora en adelante, de igual manera verán el pequeño banner que tengo aquí que anunciara cuando exista contenido de ese tipo para quienes no siempre se sienten cómodos con leer este tipo de contenido y vienen por el amor y no por las cochinadas XD!!!
¡¡¡Quiero agradecerles a todos sus hermosos comentarios en el capítulo anterior!!!! Realmente fue un lemon que tardo muchísimo en cocinarse, pero me ha gustado mucho el ritmo que ha llevado esta historia, la cual ahorita está entrando en su último arco, el cumpleaños de Tails. Así es mis lectores, la historia está llegando a su recta final, pues tengo pensado en terminarla este año para iniciar el nuevo proyecto que tengo en mente. Pequeño spoiler, Midnight the Spirit hará aparición nuevamente ante la abrumante petición de otra historia con ella; pero aún falta para ello y para más noticias sobre mi siguiente proyecto.
Como siempre quiero agradecerles a quienes se han mantenido en el camino y aquellos nuevos lectores que se han estado uniendo en el camino y que se han llevado días para llegar hasta este punto en la historia. Adoro sus comentarios <3
Sin más que agregar su autora se despide. Kat fuera.
Todos se quedaron en silencio al escuchar las palabras que fueron pronunciadas, era algo que nadie pudo prever y que cambiará la dinámica de todos en el apartamento. Capítulo 60: La Noticia.
¡GrAcIaS pOr LeEr!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top