Capítulo 57: Decisiones


Caminaron prácticamente en silencio de regreso al apartamento. Amy observaba de reojo de tanto en tanto a Sonic, quien mantenía su mirada en la acera frente a ellos, en silencio. De vez en cuando escuchaba notificaciones de mensajes entrante, a los cuales él les regalaba un vistazo rápido para luego volver a guardar su teléfono en su bolsillo.

–Este...– murmuró Amy, sintiendo que la ansiedad la estaba consumiendo –¿Qué... ammm... – silenció nerviosa.

De nuevo aquella pared invisible se había levantado entre ellos. Deseaba tanto escuchar de él quién era la responsable de aquellos mensajes, realmente anhela saber qué pensaba al respecto; pero no podía. Amy suspiró de forma imperceptible para estrujar su abrigo ante la realidad que empezaba a golpearla ¿Qué pasaría si le preguntaba directamente y le decía que ahora yacía confundido? ¿O le mentiría para evitar el conflicto? Mordió su labio inferior con fuerza ante aquellas preguntas sin respuesta.

Con timidez elevó su mirada para verlo andar con aquella expresión estoica y ausente.

–Ammm ¿Qué te parece si veamos una película? – sugirió con una sonrisa forzada en un intento de ahogar el caos de su mente –O podría cocinar, ya que ya no comimos...

–Lo siento – lo escuchó decir, para voltearlo a ver al instante. Asustada por lo que diría a continuación de esas palabras. –Debo de encargarme de algo – continuó de forma vaga –, pero sí tienes hambre podemos pasar comprando algo en el...

–No, no– negó Amy para lanzar su mirada a sus pies, endureciendo la misma según caminaban en la desolada acera –Se me quitó el apetito.

–¿Segura? – insistió Sonic para voltearla a ver, ocasionando que ella asintiera pesadamente con la cabeza. –De acuerdo – respondió sin más.

De nuevo, silencio. Amy mordió su labio inferior sintiendo como su corazón se estrujaba. Debía de encararlo, tenía que hacerlo, pero... no podía. Sonic tenía derecho de verse con quien quisiera, es decir, ellos no eran absolutamente nada; ambos lo habían pactado el día de aquella confesión: Saldrían únicamente para ver si eso funcionaba, sin ataduras. Soltó un suspiro ante ese pensamiento que ahora era más doloroso que nunca. Amy lo vio con disimulo, notando una expresión pensativa y distante. Era obvio que lo único que yacía con ella en ese momento era su cuerpo, pues su mente navega lejos de ahí, lejos de ella.

¿En qué estaría pensando? ¿En cómo decirle que ahora que Fiona estaba de regreso en su vida todo había terminado entre ellos?

Su pecho se oprimió ante ese pensamiento sintiendo como lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos nublando su mirada mientras un nudo en su garganta se formaba impidiéndole respirar; sentía como el camino de arcoíris en el que alguna vez anduvo se volvía de cristal, quebrándose al contacto para hacerla caer de las nubes donde vivió en completa felicidad y ahora... ahora caía de las nubes hacia un vacío negro y oscuro que no parecía tener fin, absorbiéndola por completo. Mordió su labio inferior fuertemente; no podía quebrarse, no podía ponerse a llorar a la mitad de la calle. ¡Tenía que pensar en algo más! ¡Distraer su atención para no desmoronarse!

–Es mejor apresurarnos si queremos llegar a la tienda de electrodomésticos – la voz de él la sacó de su caos emocional. Amy lo volteó a ver, confundida por su comentario –Tails te pidió pasar a comprar la cafetera que Silver quebró de regreso a casa ¿No es cierto? – le recordó.

–Cierto – asintió la eriza con pesadez, lo había olvidado por completo –¿Pero acaso no tenías un compromiso? – inquirió Amy para verlo de reojo –¿O lo cancelarás? – preguntó sin poder ocultar un dejo de emoción en su voz, mientras una sombra de sonrisa de pintaba sobre sus labios.

–No, lo haré después – espetó Sonic impasible.

Era obvio que ni siquiera una ventisca helada evitaría que él se juntara con Fiona. La conversación acabo en ese momento, no había nada más que decir, nada que no empeorara lo que ya sentía. Amy lo siguió en silencio viendo con tristeza el cielo que empezaba a perder su brillo para dar entrada a la gélida noche. El invierno nevado estaba a la vuelta de la esquina, y con éste, los árboles empezaban a morir lentamente, junto con su sueño de estar a su lado.

0-0-0-0-0

Llegaron al complejo de apartamentos antes de lo que ella hubiera querido. Amy levantó su mirada que había permanecido de forma insistente fija en el suelo, y así ver a Sonic recostado del lado opuesto del elevador, con su mirada en la nada. Aún el sonido de mensajes entrantes podía escucharse de tanto en tanto, a los cuales, Sonic les daba un vistazo rápido y luego volvía a guardar su teléfono, acentuando su expresión distante.

–No tuviste que hacerlo – murmuró Amy, captando la atención del erizo acto –Venirme a dejar quiero decir – se explicó. –Sé cómo llegar sola – espetó con un dejo de molestia difícil de ocultar.

–Bromeas, ¿cierto? – respondió con un dejo de diversión, sin percatarse de sus emociones –No te dejaría caminar con esto – dijo para enseñar la caja de su compra reciente. –No me molesta – insistió deslumbrándola con su típica sonrisa.

El elevador se abrió, terminando con esa conversación. Ambos salieron del elevador para de nuevo permanecer en silencio; era posible que la mente de él estuviera demasiada absorta en su cita con Fiona como para percatarse del ambiente de tensión que ahora existía entre ellos. Amy lo sabía, era posible que lo único que Sonic quisiera era dejarla lo más pronto posible para así ir a su encuentro. Ese pensamiento había dolido.

La eriza endureció su mirada, divagando en sus propias inseguridades; cuando Fiona regresara oficialmente a su vida ¿Qué pasaría con ella? ¿Podrían regresar a lo que eran antes? Amy cerró sus ojos con fuerza sintiendo de nuevo el llanto querer brotar de los mismo. No quería que pasara, no quería perderlo.

–Sonic – llamó sintiendo la desesperación de la perdida inminente asfixiarla. Ambos se detuvieron frente a la puerta del apartamento, en la privacidad que aquel pasillo podía brindarle. Sonic la volteó a ver, atento ante su llamado –¡¿Realmente estás seguro de... – pausó sin poder encontrar el valor para terminar aquello. Apretó sus puños con fuerza, para que sus ojos se prendieran con intensidad en los de él –Estás seguro de... seguro de...– intentó decir para callar nuevamente.

Apretó sus labios para volverlos en una fina línea. No encontraba la forma de decirle aquello que su corazón le gritaba, no sabía cómo decirlo.

–¿Seguro de qué? – retomó Sonic ante el silencio prolongado de la eriza.

–¿...que esa es la cafetera correcta? – completó la eriza soltando un suspiro, frustrada.

–Oh... Sí, yo compre la anterior. No te preocupes – dijo alzando los hombros, terminando la conversación.

Sonic abrió la puerta para que ambos pudieran divisar a Rouge y Knuckles, quienes hablaban y reían divertidos en la isla de la cocina amenamente. El tiempo de hablar había terminado.

–Hey – saludó Sonic al entrar por el umbral al interior del apartamento.

–Vaya, vaya, miren quienes regresaron – soltó Rouge con una sonrisa cómplice.

–¡Trajiste la cafetera! – exclamó Knuckles con emoción al verlos llegar –¡Por fin! – soltó con alegría.

–Sí, Tails enloquecería sin café – dijo Sonic casual para llevar la caja hacia la cocina y ponerla sobre el mostrador.

–¿Toda una tarde para comprar una cafetera? – cuestionó Rouge con suspicacia para recostarse sobre el mostrador situándose a la par del erizo azul –Desde cuándo se necesitan dos para ir de compras por un electrodoméstico ¿eh? – codeó con picardía.

–Desde que supe que vendrías toda la tarde a quedarte con Knuckles– respondió Sonic para verla con disgusto tomando distancia de ella –No necesito detalles de su vida sexual – aclaró con una mueca de asco.

–No te darías cuenta – rio Rouge divertida –Después de todo, la emoción de hacerlo en silencio sabiendo que hay alguien más detrás de una puerta o en la otra habitación te llena de adrenalina ¿tengo razón? – preguntó ocasionando que Sonic se tensara por sus palabras, ocasionando que un intenso rubor se pintara sobre su rostro –Sé que Amy lo cree ¿no es verdad? – preguntó maliciosamente para ver a la eriza.

Rouge observó a Amy estremecerse bajo sus palabras quien dirigió de forma intuitiva su mirada hacia Sonic, quien al divisar la misma se sonrojó intensamente. Rouge abrió sus ojos con cierta sorpresa ante la expresión del erizo azul, para luego regresar su mirada hacia Amy, quien al igual que él ahora yacía con un manto rojizo pintado sobre su rostro. Una sombra de sonrisa se dibujó sobre sus labios color rosa pastel ante el diálogo silencioso entre ellos.

–Acaso hicieron algo divertido hoy ¿Eh, Sonic? – cuestionó Rouge con un dejo de perversión en su voz.

–¡¿D-De qué estás hablando?! – evadió el erizo azul sintiendo su rostro arder ante su verídica acusación –¡Fuimos los chaperones de Silver en su cita, eso es todo! – aclaró Sonic sonrojado con aquel mohín de molestia. –Los veo después, tengo cosas que hacer – dijo para dirigirse aprisa a la salida, huyendo de las preguntas de Rouge.

–¿Cosas? – repitió Knuckles alzando una ceja –Es sábado por la noche ¿qué puede... – pausó por un momento –No me digas, te vas a juntar con alguna "amiga especial"– asumió el equidna para rodar sus ojos.

–¿Qué? No – espetó el erizo volteándolo a ver con el ceño fruncido –Sólo debo de encargarme de algo de último momento, es todo – respondió en un suspiro, suavizando su mirada.

–Si tú lo dices – alzó sus hombros en señal de desinterés el equidna –Rouge y yo íbamos a pedir unas pizzas para cenar ¿Quieres...

–No se preocupen por mí – interrumpió Sonic –Regresaré tarde, no me esperen.

–Eso suena una cita para mí– insistió Knuckles, ocasionando que Sonic lo viera con molestia

–Vendré después – se despidió dando por concluido el tema, y así, subir el cierre de su chaqueta, abrigándose del frío invernal –Nos vemos luego.

–¡E-Espera, Sonic! – la voz de Amy lo hizo detener su apresurada salida.

Amy se quedó inmóvil, a tan sólo unos pasos de él. Estrujó su abrigo de forma imperceptible sintiendo como el silencio de nuevo se apoderada de ella; no sabía cómo decir todas aquellas palabras que yacían atoradas en su pecho, no sabía cómo pedirle que se quedara a su lado.

Abrió su boca en un intento de encontrar las palabras correctas, la sílaba adecuada, el fonema perfecto que le haría saber que lo deseaba a su lado, que lo que ella sentía había cambiado de un simple cariño a algo más... ¿Cómo expresar todo aquello? ¿Qué palabras lograría alcanzarlo?

–¿Qué sucede? – preguntó Sonic al notar el persistente silencio en el que ella se mantenía.

–Ah...– murmuró suavemente, sintiendo el latido ensordecedor de su corazón en sus oídos. Amy sentía las miradas expectantes de todos sobre ellas, aumentando su nerviosismo. –Es sólo que...– calló de nuevo, soltando un suave suspiro. –Una bufanda – soltó la eriza ocasionando que Sonic alzara una ceja, sin entender a qué se refería.

Amy caminó hacia a él en un paso lento sabiendo que la razón por la cual no encontraba las palabras correctas para expresarse, era porque no existían. No había nada que pudiera decir que no hubiera dicho antes, pues todas las palabras que conocía ya las había pronunciado y jamás funcionaron; ahora lo recordaba... esta escena era familiar para ella. Un amor tan intenso que jamás era reconocido; sin importar que tanto tratase, jamás podría alcanzarlo, jamás podría lograr que él la viera del mismo modo que ella lo miraba a él.

–Hay demasiado frío afuera – murmuró Amy para así quitarse la bufanda roja que rodeaba su cuello –Será mejor que salgas bien abrigado – indicó para así enrollar, con unas manos temblorosas, la bufanda alrededor del cuello del erizo azul.

–Gracias– le sonrió con calidez. Amy se prendió en aquella sonrisa, la misma sonrisa que la había enamorado hace tantos años atrás –Debo irme– indicó Sonic para acomodar la bufanda correctamente –Nos veremos después ¿de acuerdo? – se despidió para salir del apartamento.

Amy lo vio cerrar la puerta y así como si nada... todo había terminado. El sueño había acabado.

–¿Y qué hay de ti Amy? – escuchó a Knuckles decir de pronto, volteándolo a ver –¿Quieres pizza?

–No – espeto sin ánimos –Perdí el apetito – respondió cabizbaja –Me iré a dormir, que descansen.

–¿Dormir? Son las 7 de la noche – devolvió el equidna.

–¿Te sientes bien? – preguntó Rouge con una mueca de preocupación ante el obvio semblante taciturno de la eriza.

–Sí, sólo estoy cansada– dijo con una amplia sonrisa –Ustedes disfruten su tiempo en pareja– habló con una punzada en el corazón al pronunciar esas palabras –Feliz noche – se despidió la eriza para así encerrarse en su recámara.

La oscuridad la envolvió una vez entró a su habitación y ahí, en soledad las lágrimas corrieron libremente por su rostro sintiendo un dolor indescriptible en su pecho. Un sollozó salió de su boca tapándola al instante. Lágrimas infinitas nacían de la cuenca de sus ojos y la pesada realidad sobre lo que sería el futuro de su inexistente relación.

Secó con pericia las gotas de dolor e impotencia que no dejaban de brotar de ella, para así caminar a la cama y dejar desplomar entre las sábanas blancas que cubrían el lecho que habían compartido tantas veces, sintiendo la desesperanza sentarse a su lado y verla con lástima ante una escena familiar, pues no era la primera vez que lloraba por Sonic y su inminente rechazo, pero sí era la primera vez que dolía de esa manera.

Hundió su cabeza en la almohada para dejar salir el sonido de los sollozos que habían intentado guardar para sí, sin poder contenerlos más. El llanto se intensificó sintiendo como humedecía la almohada que ahora abrazaba como si su vida dependiera de ello. La odiaba, odiaba Fiona, ¿Por qué había aparecido? ¿Por qué ahora?

–... ¿Por qué la sigues escogiendo a ella? – soltó Amy en un suave susurro con su voz pendiendo en un hilo.

–¿Amy? – tocaron la puerta de pronto, alertándola –¿Puedo pasar? – la voz de Rouge se escuchó.

Se levantó en un salto al escuchar a Rouge del otro lado de la puerta. Con prisa secó las lágrimas restantes sobre sus ojos al frotar sus ojos con agresividad, intentando recobrar la compostura.

–¡S-Sí! – respondió nerviosamente arreglando su cabello de forma persistente para verse lo más natural posible.

Rouge entró a la habitación para a penas divisar a Amy sentada en el borde de la cama, pues yacía inmersa en la oscuridad de la habitación.

–Según recuerdo tu especie no se maneja bien en la oscuridad – dijo cual broma para cerrar la puerta y acto seguido encender las luces de la recámara.

Al hacerlo la sonrisa juguetona se borró para notar a una Amy con los ojos hinchados y enrojecidos por lo que obviamente había sido un llanto profundo y desconsolado. Rouge conocía ese tipo de llanto. Se acercó a ella con obvia preocupación para que la eriza la viera confusa, manteniendo esa falsa sonrisa en su rostro.

–¿Qué pasa? – preguntó Rouge para sentarse a su lado.

–Nada, nada – respondió la eriza sonriente con cierto nerviosismo intentando ocultar su rostro entre sus mechones de pelo y así fijar su mirada a su regazo –Todo está bien, sólo estaba preparándome para ir a dor...

Rouge despejó los mechones que ocultaban su rostro en un suave movimiento para ver así los ojos enrojecidos y aguosos de la eriza rosa.

–Estuviste llorando – estableció Rouge con una expresión dura –¿Qué sucedió?

–¡N-Nada! – mintió Amy rápidamente desviándole la mirada velozmente –¡Todo está bien, todo está perfecto!

–No parece que todo esté bien – insistió Rouge con un dejo de preocupación en su voz –Cariño, mírame – pidió Rouge, ocasionando que la eriza dirigiera su mirada taciturna sobre ella –Sabes que puedes contarme lo que sea ¿no es verdad? – dijo para colocar una mano sobre la de ella.

–No es nada, en serio– insistió la eriza –Es sólo que... es sólo qué...

Su sonrisa se quebró sintiendo de nuevo aquella opresión en el pecho que le impedía respirar. Su mirada se nubló ante el insistente llanto que no estaba listo para dejarla ir.

–¿Qué sucede linda? – insistió Rouge al notar aquella expresión acongojada.

–Creo que...– intentó decir –Creo que me enamore de alguien– admitió sintiendo como una lágrima indeseable recorría su mejilla ante su confesión.

–¿Cómo dices? – inquirió Rouge alzando una ceja.

–He estado saliendo con alguien en estos meses– explicó para morder su labio inferior y estrujar su abrigo.

–¡¿Hablas en serio?! ¡Y no me dijiste nada! – reclamó Rouge viéndola con molestia.

–No hay nada que decir...– espetó con una expresión estoica –Él ha decidido irse con alguien más y yo...

No pudo terminar su frase, pues la tormenta de todo aquello que llevaba dentro cayó sobre ella más rápido de lo que pudo controlar. Lágrimas recorriendo su rostro y su actitud serena desapareció para que un profundo sollozo saliera de su boca y así llorar sin intensiones de ocultar el dolor que ahora la carcomía por dentro.

Se había enamorado de Sonic, se había enamorado perdidamente de él como hace tantos años atrás, pero esta vez este amor no estaba creado a base de ilusiones o sueños de lo que podría ser, esta vez, este amor se había creado de algo real; algo que no volvería a tener más.

Amy sentía como las lágrimas caían de sus ojos como pesados recordatorios de la realidad que la abofeteaba. Su cuerpo temblaba mientras el sollozo aumentaba sin poderlo acallar; quería gritar, quería sacar de su cuerpo, todo el dolor que sentía que la mataba lentamente.

Un abrazo la hizo apaciguar el llanto. Amy abrió sus ojos con cierta sorpresa para sentir como Rouge la abrazaba fuertemente, sin decirle nada. Sintió una calidez que aliviaba su dolor, por poco que fuera, recostando su cabeza sobre su pecho dejando que las gotas de agua salada cayeran sobre el pecho de ella.

–Realmente no quiero perderlo...– sollozó para aferrarse a ella como si su vida dependiera de ello. –¡Pero no hay nada que pueda hacer pues el amor de su vida lo ha reclamado de regreso! – vociferó para llorar desconsolada sobre la murciélago.

–¿Amor de su vida? – repitió Rouge.

–Tienes esta ex novia perfecta... de la cual estuvo locamente enamorado y ella ahora apareció y... – silenció para ahogar su frase en un llanto descorazonado.

Rouge afianzó su abrazo al sentir como la eriza desahogaba el dolor de su corazón sobre ella para verla con cierta curiosidad por sus palabras, y entonces, cual epifanía un recuerdo se plasmó en su mente:


"Vendré tarde, no me esperen"


No podía ser una coincidencia ¿o sí?

–Todo se acabó antes de siquiera empezar – sollozó la eriza en medio un quejido.

–Ammm...– carraspeó Rouge su garganta, ocasionando que el sollozo de ella empezara apaciguarse –Y este chico con quien estás saliendo es...

–Ya no importa – evadió velozmente para así tomar distancia y de nuevo secar el rastro de lágrimas con sus manos.

–Amy, ¿acaso estás saliendo con...

–Ya no salgo con nadie – interrumpió la eriza para que aquella mirada sin luz se plasmara en aquellos ojos rojos por el llanto previo.

Rouge soltó un pesado suspiro, era obvio que no pretendía decirle su nombre; pero por el momento eso era irrelevante, saber su nombre no la provocaría que pudiera ayudar a Amy de mejor manera.

–Lo lamento tanto, cariño – consoló Rouge para colocar sus manos sobre las de ella.

–Sólo quiero desaparecer – expresó Amy con un labio tembloroso –No quiero estar en está habitación, no quiero... – calló de nuevo al sentir que el llanto quería resurgir de ella.

Rouge vio con disimulo la habitación, la habitación de Sonic... Bingo. Ellos realmente estaban saliendo y parecía que Fiona había regresado a la vida del erizo azul de manera impositiva. Knuckles ya le había comentado de los mensajes de la zorra por contactar a su amigo, pero según había entendido Sonic no había hecho ningún tipo de esfuerzo por verla ¿Qué había cambiado? Sacudió suavemente su cabeza, no era momento de pensar en eso, su amiga la necesitaba en ese momento.

–¿Por qué no vienes a pasar la noche en mi apartamento? – ofreció Rouge, ocasionando que la eriza levantara su rostro y la viera con aquella expresión taciturna –Tendremos una noche de chicas, compraré helado y bobas películas de romance ¿qué me dices?

–¿Qué hay de Knuckles y...

–No te preocupes por eso querida – dijo Rouge para acariciar su corto cabello y sonreírle sueltamente –Ahora necesitas un espacio seguro y seguramente este no lo es – espetó para ver con molestia los alrededores.

–No lo sé...– murmuró Amy desanimada –Creo que prefiero estar sola ahorita.

–¡Rouge! ¡La comida llegó! – escucharon la voz de Knuckles desde afuera.

–Solo piénsalo ¿sí? – pidió Rouge con gentileza –Cenare con Knuckles y luego regresaré al apartamento; si decides ir, siempre serás bienvenida ¿de acuerdo? – dijo para que ella asintiera suavemente –Y si necesitas tomar venganza contra ese chico, no dudes en buscarme – sonrió macabra –Estoy segura que puedo idear algo divertido y tortuoso.

Amy soltó una risilla ante la propuesta de ella, sabía que eso era cierto.

–Llámame cualquier cosa ¿bien? – se despidió Rouge para caminar hacia la puerta.

–Gracias por venir a verme – habló con sinceridad, ocasionando que Rouge expandiera su sonrisa.

–Para qué estamos las amigas ¿cierto? – dijo con dulzura –Cuídate – se despidió.

Amy la vio partir para de nuevo quedarse a solas en la habitación. Se dejó caer de espaldas en el suave colchón sintiendo como era consumida en los brazos de la depresión y la desesperación, como si fuera tragada poco a poco por estos. Se hizo un ovillo en la cama para que su mente trajera a ella un solo pensamiento: ¿Qué estaría haciendo él en ese momento?

0-0-0-0-0

Sonic salió del complejo de apartamentos para así visualizar los mensajes en su teléfono:

Lunes

Hey...–.

Martes

–Soy Fiona, ¿Acaso has borrado mi número? –.

Jueves

–Miles y Knuckles ¿no te dijeron que necesito hablar contigo? ¿Por qué no me has buscado aún? –.

Hoy

Por favor Sonic, necesito hablar contigo. Es urgente... Te necesito–.

[5:15 PM]

–Te estaré esperando en el parque del centro, por favor, ven a verme–.

[5:37 PM]

–Ya estoy aquí, te esperaré–.

[6:48 PM]

Fiona

Sonic soltó un pesado suspiro para así responderle al fin.

–Voy para allá, veámonos cerca de la fuente–.

Sonic.

Guardó su celular para así encaminarse en el encuentro de ella. No estaba seguro cómo sentirse al respecto, después de todo, sería la primera vez que la vería en meses. Sonic soltó un pesado suspiro, sintiendo como la ansiedad se acrecentaba según visualizaba el parque en donde se reunirían a petición de ella.

Caminó sin prisa alguna por el lugar viendo los faroles encenderse mientras algunas parejas iban y venían para así caminar al centro del mismo en donde se encontraba la fuente, y ahí, sentada con unas peculiares ropas negras muy al estilo punk rock, se encontraba ella con su atención absorta sobre su teléfono. Era Fiona.

La zorra sintió la mirada sobre ella para así desviar su atención de su móvil y verlo yacer inmóvil a varios metros de ella, sonriéndole sueltamente al reconocerlo, sonrisa que aceleró su corazón de manera inevitable. Fiona se puso de pie para así sacudir con delicadeza sus ropas y regalare una expresión cálida, casi dulce, haciéndolo extrañar por la inusual dulzura que ahora ella exhibía.

–Hola extraño – saludó Fiona con una suave sonrisa. –Tiempo sin vernos.

–Bastante – asintió el erizo azul con la cabeza, colocando sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta.

–¿Qué? Ni un abrazo – invitó Fiona abriendo sus brazos para expandir su sonrisa.

–No, no quiero problemas con ese novio tuyo – espetó dando un paso para atrás –He tenido suficiente de esos.

Fiona borró lentamente aquella sonrisa sobre su rostro para que un semblante serio se pusiera en su lugar. Sus brazos descendieron lentamente para así verlo con intensidad, casi molestia.

–No fue mi culpa– se excusó la zorra, cruzando sus brazos sobre su pecho.

–No dije que lo fuera – devolvió Sonic, cortante.

Un silencio ensordecedor se escuchó entre ellos. La risa y murmullos de transeúntes que iban y venían en el parque inundó el ambiente, así como los vientos gélidos que anunciaban el inicio del invierno nevado. Un ambiente de tensión e incomodidad podía sentirse a kilómetros de distancia.

–Has cambiado...– musitó Fiona con un dejo de reclamo en su voz.

–Podría decir lo mismo – dijo para fijarse nuevamente en aquel estilo que ahora lucía.

Fiona le sonrió tímidamente, percatándose de aquello que ahora había captado la atención del erizo azul.

–Es un nuevo estilo, eso es todo – explicó para darle un vistazo rápido a su vestimenta de ese día –Además, tú también te vez diferente – retomó Fiona para fijarse en aquella chaqueta que ahora yacía más ceñida que antes –Supe que regresaste al equipo de atletismo.

–¡Amm! – exclamó Sonic sonrojándose sin poderlo evitar; sabía que no hablaba sobre su vestimenta o su actitud.

–Te ves muy bien – halagó la zorra con una sonrisa sugerente, mordiendo suavemente su labio inferior.

Le desvió la mirada de forma automática ante lo que parecía ser una invitación abierta a algo más, la conocía bastante bien como para poder distinguir sus insinuaciones.

–Ya no es mi novio ¿sabes? – aclaró Fiona con un dejo de tristeza en su voz, borrando aquella sonrisa previa, ocasionando que Sonic la viera de nuevo –Scourge terminó conmigo – explicó.

–Oh... – soltó Sonic sin poder ocultar aquella expresión de interés. –¿Y tú estás bien? – preguntó consternado para caminar hacia ella.

–¿Tú qué crees? – devolvió con una mueca de dolor en su rostro –No sólo me dejó Sonic – empezó a relatar tomando asiento nuevamente, siendo imitado por él, quien se sentó a su lado –Se llevó hasta el último centavo.

–¿Cómo dices? – exclamó Sonic alarmado.

–En una semana estaré durmiendo en las calles... mi fraternidad no me dejará permanecer con ella de gratis – expresó para que sus ojos se llenaran de lágrimas –No sé qué es lo que haré – dijo para así cubrir su rostro con sus manos y llorar en silencio.

–Hey, hey – intentó apaciguar el sollozó de la zorra –Debe de haber una forma, quiero decir...

–Debo dos meses de mensualidad Sonic, a menos que pague todo para el próximo viernes me desalojaran de la fraternidad – explicó entre lágrimas.

–Todo se resolverá...– murmuró Sonic con una voz apacible.

Sonic la vio llorar frente a él, sin saber cómo lograr calmar aquella tormenta que ahora presentaba ante él. Con una mano tímida, dudó brevemente si colocar la misma sobre el hombro de ella en un intento de consuelo, y luego de unos momentos de duda, tocar su hombro de forma afectuosa, causando que ella levantara su rostro de sus manos para así verlo con aquellos ojos cubiertos en lágrimas.

Sonic le sonrió afectuosamente, en un intento de transmitirle confort, ocasionando que Fiona se abalanzara sobre él de pronto, tomándolo por sorpresa. La zorra rodeó sus pequeños brazos alrededor de su cuerpo, para así, abrazarlo con fuerza. Sonic abrió sus ojos con sorpresa por la inesperada acción de la zorra, viéndola con cierta confusión. No esperaba eso.

–Sabía que podía contar contigo – sollozó afianzando su abrazo. –Fue un error cambiarte por Scourge, pero no volveré a cometer ese mismo error, yo...

–Wow, ¡Espera! ¡¿Qué?! – rompió el abrazo y así verla con molestia –¿A qué te refieres con cambiarme por él? – reclamó frunciéndole el ceño

–¡Por favor no te molestes! – se apresuró a decir para tomar sus manos con afecto, cortando la distancia entre ellos –Hice algo estúpido ¿sí? Lo sé, y prometo compensártelo de cualquier manera que tu consideres – dijo arrepentida.

Sonic sacudió su cabeza, aturdido por lo que ella ahora le estaba tratando de decir ¿Acaso estaba alucinando? Fiona se acercó aún más a él, ocasionando que de forma instintiva él tomara distancia ante la cercanía. Ella le regaló una sonrisa ladeada para así jalarlo de aquella bufanda que lucía en su cuello, atrayéndolo hacia ella, quedando frente a frente uno del otro; tan cerca que podía sentir el cálido aliento de ella sobre su rostro.

–No quiero que nuestra historia termine – le susurró en un suave ronroneó, haciéndolo tragar pesado por sus palabras –Eres todo lo que necesito... y sé que soy todo lo que tú quieres – le sonrió confiada –Tú y yo pertenecemos juntos, Sonic– declaró con dulzura –Y así es como debe de ser...

Fiona jaló aquella bufanda suavemente para así imprimir un suave beso sobre el erizo azul, quien al sentir sus labios sobre los de él se sonrojó intensamente por la inesperada muestra de afecto. Se separó en breve de él notando aquella adorable expresión de vergüenza y sonroje

–Regresemos ¿sí? – le sonrió Fiona de forma seductora.


¡Fiona ha regresado y no para bien! Sonic debe de tomar una decisión sobre lo que quiere ahora que los sentimientos de su ex novia están a flor de piel. Muchos lectores supusieron que ella lo buscaría por un embarazo, pero luego de la manera en que Sonic descubrió la infidelidad de ella, sería poco probable que le creyera algo, en especial con el tiempo que llevaban separados XD!!!

Lamento la tardanza y gracias a aquellos que siempre están al pendiente de mí para ver el por qué, y la razón es porque me iré de viaje muy pronto y ando corriendo con cierto arreglos entre otras cosas, pero aquí seguimos actualizando!!! Gracias a todos por su paciente :D

Muchas gracias a todos por sus comentarios y retroalimentación en el capítulo anterior OwO Cuando se escribe un lime o un lemon generalmente no sé tienen muchos comentarios y uno no tiene idea si gusta o no XD!!!! Así que para quienes se tomaron el tiempo en escribirme sus pensamientos muchas gracias.

Ahora sin más que decir, su autora se despide. Kat fuera.

La decisión se ha tomado y no habrá vuelta atrás. Todo está por cambiar en su vida. Capítulo 58: Te Elijo a Ti.

¡GrAcIaS pOr LeEr!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top