Capítulo 51: Tomando Valor
Sonic llevaba tres chilidogs con él mientras que Knuckles llevaba encima todos los demás pedidos. El lugar por fin se estaba llenando de gente y los diferentes stands de juegos ya estaban activos. El Festival de Invierno por fin había empezado.
–Esto me trae tantas memorias – habló Sonic con una sonrisa mientras caminaba junto al equidna de regreso al punto de reunión.
–¿Como las veces que te desaparecías y nos dejabas a Tails y a mí hacer todo el trabajo mientras tú estabas en las clases de otros haciendo saber qué? – reprochó Knuckles.
–¡¿Eh?! Claro que no – negó Sonic para darle una mordida a su chilidog. –Yo me encargaba de espiar a la competencia, no es mi culpa que ustedes terminaran todo cuando yo regresaba.
–¡Te desaparecías todo el día! – dijo Knuckles iracundo.
–¿De qué hablas? Sólo me iba por un par de horas – se excusó Sonic divertido.
–Si por un par de horas te refieres a todo el día de clases, supongo que tienes razón – la voz de Tails de escuchó de pronto.
Sonic y Knuckles detuvieron su andar para voltear a ver a sus espaldas y divisar al zorro detrás de ellos con una media sonrisa en su rostro y una mirada divertida.
–¡Tails! – exclamaron ambos al unísono al reconocerlo –¡Viniste! – dijeron Sonic y Knuckles con emoción.
–Mmm... sí, al final logré liberarme de mis pendientes así que pensé en venir – habló el zorro rascando la parte trasera de su cabeza con cierta incomodidad.
–¡Esto es fantástico amiguito! – habló Sonic con emoción –Nosotros justo íbamos a juntarnos con...
–Oh maldición – la voz de Knuckles interrumpió al erizo azul –¡Olvide el Frappé Moccha de Rouge! – dijo alarmado de pronto –¡Toma! – le entregó la comida a Tails con urgencia para que el zorro la tomara torpemente –¡Adelántense, yo los alcanzo! – se despidió regresando sobre sus pasos con urgencia.
Ambos vieron correr al equidna entre la multitud con aquella expresión de horror en su rostro, perdiéndose entre los estudiantes que se acumulaban cada vez más.
–No te mentiré – habló Sonic mientras lo miraban ir apresurado –Jamás pensé que Knuckles terminaría de esta forma cuando empezó a salir con Rouge – dijo para retomar su camino.
–No sé porque te sorprende, tú eras exactamente igual con Fiona – habló Tails caminando a su lado, ocasionando que Sonic lo viera de reojo con una mueca de molestia –Espero que con esta nueva chica las cosas sean diferentes Sonic – dijo cual regaño.
–Ella es diferente – puntualizó Sonic seriamente.
Tails notó la expresión seria de su amigo, parecía que los sentimientos de Sonic eran más intensos de lo que él en primer lugar quiso aparentar.
–Se volvió muy importante ¿ha? – habló Tails con una media sonrisa ocasionando que Sonic lo viera de reojo con un tenue rubor, permaneciendo en silencio –Pero dime, en serio Amy ¿está de acuerdo con eso? Quiero decir, es una de sus mejores amigas. – insistió en el tema.
–Mmm... Podrías decir que fue su idea– murmuró Sonic por lo bajo.
–No conozco a esa tal Sally, pero Amy siempre ha hablado bien de ella – habló Tails con una expresión pensativa –Me parece casi increíble que Amy te hubiera pedido salir con ella y más aún que tú hubieras aceptado – habló un tanto escéptico para verlo de forma suspicaz.
Sonic rio nervioso para tragar pesado, para así traer a su mente la conversación que lo había metido a esa problema para empezar.
Inicio del Flash Back
–Si no se trata de ella ¿con quién estás saliendo Sonic? – preguntó Tails viéndolo con asombro.
–Es... se trata de... – se ahogó Sonic con sus palabras.
El dulce rostro de Amy vino a él ¿debería de decirle? Era su mejor amigo, alguien que acababa de exponerse ante él y sobre la pérdida del amor de su vida. Sonic soltó un suave suspiro para así ver al zorro quien lo miraba de forma inquisitiva, armándose de valor para soltar de sus labios aquello que había ocultado por tanto tiempo.
–Acaso es... – pausó Tails para que una sonrisa maliciosa se formara en los labios del zorro, tensándolo al acto –¡No me digas! ¡¿Se trata de Amy?! – preguntó de golpe haciéndolo ruborizar intensamente ante su conjetura –¡Wuhu! ¡Lo sabía! – saltó en el aire con alarde –Eso significa que Jet me debe 100 rings – dijo victorioso.
–¡¿EH?! ¡¿Qué tiene que ver Jet en todo esto?! – preguntó Sonic con su rostro enrojecido para verlo de forma iracunda.
–Oh pues, él juraba que alguien como Amy jamás se fijaría en alguien como tú y Knuckles lo apoyó diciendo que jamás perderías tu dignidad luego de haber jurado jamás verla como algo más – respondió Tails rememorando la conversación con una expresión pensativa –No quiero ni pensar lo que Knuckles y Jet dirán cuando se enteren que...
–¡No es ella! – negó Sonic sonrojándose intensamente por las palabras de su amigo.
Eso era exactamente lo que quería evitar, sabía que no era posible decirles a sus amigos sin vivir un tormento ante ello y no estaba listo para eso.
–¿Ah no? – repuso Tails borrando su sonrisa con un dejo de decepción en su voz. –Pero tú y Amy...
–¡Es amiga de ella de acuerdo! – vociferó ocasionando que el zorro lo viera con asombro.
–¿Amiga?– repitió Tails alzando una ceja, suspicaz –¿Quién?
–Es... es... – silenció unos segundos para recordar el nombre de aquella ardilla que había conocido una tarde lluviosa –Sally – develó al fin.
Fin del Flash Back
–¿Y la invitarás a mi cumpleaños? – preguntó Tails curioso, trayéndolo de regreso al presente –Quiero decir, debes de presentárnosla, después de todo es obvio que te estás enamorando de ella – le sonrió inocente.
–¡P-Por supuesto que no! – negó Sonic sintiendo su rostro enrojecer con intensidad.
–Sonic, soy tu mejor amigo, te conozco mejor que nadie – continuó con aquella sonrisa pretenciosa sobre su rostro –Aunque entendería que aún tuvieras dudas, es decir viviste muchas con Fiona – dijo un poco más serio –Dime algo, ¿aún sigues enamorado de ella?
Sonic lo volteó a ver con asombro para fruncir el ceño ante sus palabras.
–¡¿Por qué siempre...
–¡Hey! – escucharon entre la multitud acallando la conversación entre ambos y ver a Silver sonreírles con alivio para así correr hacia ellos –¡Por fin los encuentro! – dijo llegando con su respiración acelerada por la carrera –¡¿Por qué demonios no respondías el maldito teléfono?! – le reclamó Silver para ver al erizo azul.
–¡Ah! ¡Lo lamento! – se disculpó Sonic apresurado –Es que Tails apareció y olvidé por completo estar al pendiente – se disculpó –Pero ves, te lo dije, podrías sobrevivir tú solo – le sonrió divertido.
Silver le frunció el ceño ante su comentario, haciéndolo reír nerviosamente. La realidad era que Silver no se sentía particularmente cómodo regresando a una escuela que había destruido por pedazos en sus años en ésta, y el saber que llegaría sin sus amigos lo había mantenido más ansioso de lo normal; Sonic le había prometido estar al pendiente del teléfono para buscarlo en la entrada cuando llegara, promesa que había olvidado hasta ese momento.
–Parece que estás manejando mejor tu ansiedad Silver – felicitó Tails con una sonrisa.
Silver borró su ceño fruncido para dirigir su atención a Tails, quien le sonreía sueltamente; gracias a su ansiedad desmedida había pasado por alto el hecho del que zorro estaba ahí... en la escuela, en la escuela donde su novia había fallecido hace tres años.
–Ammm... pues, no es gran cosa– dijo Silver sacudiendo la ansiedad de él –Pero dime, ¿tú estás bien? – preguntó el erizo plateado con un dejo de preocupación en su voz, ocasionando que la sonrisa de Tails de desvaneciera y Sonic lo viera alarmado por el comentario –¡N-No es que sea algo malo estar aquí! – corrigió velozmente –¡Quiero decir! Me sorprende por...
–Creo que era momento de enfrentar ciertas cosas – interrumpió el zorro con un semblante sereno. La expresión de preocupación de Silver se desvaneció luego esas palabras, ocasionando que un suave esbozo de sonrisa se pintara sobre sus labios viéndolo con una mirada llena de paz –Todos tenemos que enfrentar nuestros temores después de todo – completó expandiendo su sonrisa.
Silver y Sonic relajaron su expresión ante la actitud serena de su amigo; ambos estaban a la expectativa de cómo reaccionaría Tails ante su regreso luego de lo ocurrido, pero se le miraba pacifico. Sonic suspiró aliviado, era obvio que la conversación que habían sostenido en el techo había ayudado mucho a su mejor amigo, eso le daba cierta paz. Sonic le sonrió ampliamente para que Tails le devolviera la sonrisa, era bueno tener a su viejo e inocente amigo de regre...
–¿No lo crees Sonic? – prosiguió Tails de pronto, borrando la sonrisa del erizo ante lo que se sentía una pregunta mal intencionada –Quiero decir, tú también estás afrontando tus temores ahora que sales de nuevo ¿no es verdad? – inquirió con una sonrisa afilada.
Se fue el color de su rostro ante las palabras obviamente mal intencionadas de Tails. Sonic tragó pesado sintiéndose expuesto, tenía que ser una broma... ¡¿Por qué demonios estaba diciendo eso en voz alta?!
–¡¿Estás saliendo con alguien?! – exclamó Silver para verlo con sorpresa, tensándolo –¡¿Hablas en serio?! – se dirigió a Tails para que él asintiera con la cabeza suavemente.
Una mirada fulminante fue lanzada al zorro quien ladeo su sonrisa ante ésta para que una postura petulante y arrogante se dejara ver.
–...¿Por qué? – masculló Sonic entre dientes viendo al zorro de forma iracunda.
–Aún me debías una de nuestro viaje a la playa ¿o ya lo olvidaste? – le respondió el zorro en susurro.
Los ojos de Sonic se abrieron con asombro ¿hablaba en serio? Esto era una ridícula venganza por aquel estúpido juego de verdad o reto donde había exhibido el obvio deseo de Tails con su vecina. Retiraba lo dicho ¡Era obvio que su antiguo e inocente amigo había dejado ese cuerpo y ahora sólo habitaba ese demonio vengativo! Ese zorro no sabía con quién se había metido, ¡Su venganza sería suprema!
–¡¿Quién es?! – insistió Silver retomando la atención del erizo azul, ruborizándose intensamente ante la pregunta de él. –Espera... ¿Acaso regresaste con Fiona?
–¡OLVIDALO! – vociferó Sonic empezando a caminar velozmente, no pensaba hablar de eso.
–Es una amiga de Amy – respondió Tails en su lugar con una sonrisa maliciosa para empezar a caminar también –Su nombre es Sally.
–Oh sí, la compañera de apartamento de Blaze – dijo Silver pensativo, caminando junto al zorro –No sabía que ella estuviera saliendo con nadie, según tengo entendido...
–¡Miren! – interrumpió Sonic velozmente al erizo plateado –Cream y Amy ya están con los demás– señaló a la distancia donde se podía observar a las chicas riendo y hablando de forma amena –Será mejor que ambos vayan a saludar – habló Sonic con una sonrisa nerviosa y un dejo de suplica en su voz, ocasionando que tanto Silver como Tails soltaron una risilla divertida ante su obvio nerviosismo. –Y no se les ocurra decir una palabra sobre esto – amenazó por último.
–Claro, claro – dijo Tails alzando los hombros en señal de desinterés –No es como que tú nos torturaras con nuestras citas.
–O las provocaras a base de mentiras – apoyó Silver con una sonrisa expandida.
–O las expusieras en público – siguió Tails.
–O dijeras...
–¡Ya, ya entendí! – detuvo Sonic sonrojándose intensamente. Esto era una pesadilla o, mejor dicho, la entrada al primer círculo del infierno –Sólo mantengan la boca cerrada – insistió –Lo hablaremos luego ¿de acuerdo?
–Tenlo por seguro – asintió Tails con una sonrisa maliciosa para empezar a caminar hacia el punto de reunión –Después de todo, Knuckles aún no está enterado.
Sonic se tensó ante la amenaza del zorro viendo caminar hacia donde las chicas hablaban de forma desinteresada. Necesitaba armar una mentira y una contra-estrategia para los planes de Tails. Él estaba consciente que Tails y Silver eran malos, pero Knuckles... Knuckles sería el peor. Sonic había hecho su vida prácticamente un infierno desde que se juntó con Rouge, sino encontraba una manera de salir de eso, estaba seguro que esto le ocasionaría más que un problema en su grupo de amigos.
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Por fin los juegos ya estaban funcionando y el Festival de Invierno oficialmente había empezado. Cream se mantenía hablando sobre las diferentes delicias que tanto ella como Amy había recogido para que todos probaran, posiblemente más de lo que debían, pero no pudo evitarlo, estaba muy emocionada. Ahora que sus mejores amigos yacían en la universidad nunca parecía que sus horarios o sus nuevas ideas de diversión, encajaran de ninguna forma.
–¿Qué fue lo que hizo tu clase para el festival? – preguntó Rouge admirando una de las galletas que ellas habían llevado en forma de conejo amarillo. –¿Comida también?
–Eso querían, pero yo tuve una sugerencia – respondió Cream jugando con el flequillo de su rostro –Yo pensé que...
–Hola – una voz interrumpió sus palabras. –Lamento la tardanza.
Cream vio sobre su hombro para ver a Tails sonreírles a todos de forma amena mientras alzaba su mano cual saludo. Los ojos de Cream se abrieron por completo y un brillo especial se pintó sobre sus pupilas; el zorro la volteó a ver para verla con una mueca de sorpresa.
–Hola Cream – saludó con una sonrisa galante.
Sus mejillas se pintaron de carmín al escuchar la grave voz de él pronunciar su nombre de sus labios. No podía creer todo lo que había crecido desde la última vez que se habían visto. A este punto era casi tan alto como Sonic, las facciones de niño que siempre lo había caracterizado se habían desvanecido, dejando en su lugar el de un adulto, un guapo adulto. Tails tenía un aura de seriedad con un toque de rebelde y una mirada gentil, camuflajeada tras unos ojos maliciosos que poseían un brillo juguetón, una mirada que provocaba su boca se secara y su respiración le fuera arrebatada cuando sus ojos color zafiro se posaban sobre ella, ocasionando que el nerviosismo se apoderara de ella.
–¿Estás bien? – le preguntó Tails preocupado al notar el pronunciado silencio de la coneja.
–¡A-AH! ¡Sí, sí! – chilló la coneja ocultando su rostro de él totalmente sonrojada mientras una boba sonrisa se pintaba en su rostro.
Había llegado, en serio había llegado. Cream subió tímidamente su mirada hacia el zorro, quien le regaló una sonrisa gentil; su corazón se aceleró ante el suave e imperceptible acto.
–Es sólo que no puedo creer que vinieras – prosiguió Cream en suave voz, sintiendo sus mejillas arder.
–Al final logré liberar mi agenda – explicó el zorro ampliando su sonrisa –Además, hubiera sido muy grosero de mi parte volver a cancelarte cuando te tomaste la molestia de invitarnos a cada uno de nosotros de forma personal.
Cream le sonrió de forma febril asintiendo suavemente con la cabeza, embelesada en el momento.
–Me alegra mucho que lograrás venir, Tails – le susurró Cream con dulzura.
Amy notó en silencio a su alrededor en donde Sonic y Silver hablaban divertidos junto a Rouge, ignorando lo que pasaba entre el zorro y la coneja. La eriza permaneció en silencio cual espectadora, observando con una mirada llena de ternura a su amiga que acariciaba su flequillo de forma nerviosa mientras Tails le hablaba ameno. Ahora que lo pensaba, Cream siempre había sido más dulce con Tails que con ningún otro, pero por su forma de ser pasaba casi de manera imperceptible, seguramente incluso para Tails también.
–Bueno ¿y cuándo es que empieza la diversión aquí? – preguntó Rouge aburrida, trayendo toda la atención hacia ella –Cancele una cita en el salón por venir hoy – soltó para ver a Cream con severidad.
El momento de socializar y relajarse había terminado.
–¡Ammm!– exclamó Cream sonrojándose intensamente por todas las miradas sobre ella –Sí, sí, podemos ir a los juegos y...
–Genial – interrumpió la murciélago poniéndose en pie de un salto –Entonces andando– dijo para tomar la mano de la coneja y obligarla a ponerse en pie –Hay una casa de apuestas ¿no es cierto? – preguntó Rouge con un brillo en su mirada.
–E-Este...– murmuró Cream tímidamente –Son más bien juegos de adivinanzas y...
–¡Genial! – exclamó la murciélaga entusiasmada para empezar a caminar junto a la coneja.
–¡Espera, Rouge! – corrió Tails tras de ella al verla llevar a Cream casi a rastras en contra de su voluntad.
Amy sonrió cálidamente al ver al zorro llegar hasta la murciélago regañándola sobre las malas prácticas a las que podría estar guiando a Cream, a lo cual Rouge soltó algún tipo de comentario mordaz pues Tails la vio con reproche, mientras que Cream mantenía su mirada inocente sobre él. Ella era tan callada y recatada que muchas veces no era notada por su alrededor pues fácilmente podía pasar desapercibida, tanto ella como la mirada dulce y suave que el dedicaba al hombre que parecía aún tener su corazón en su mano.
–Será mejor que vayamos con Rouge antes de que convierta la clase de Cream en el siguiente Casinopolis – dijo Sonic soltando un pesado suspiro captando la atención de la eriza.
–Le mandaré un mensaje a Knuckles en donde estaremos – indicó Silver mandado un mensaje de texto y empezando a caminar.
–Bien, que la diversión comience – dijo el erizo azul cual sarcasmo para meter sus manos en el bolsillo de su chaqueta y empezar a andar sin muchos ánimos.
–Será divertido – le sonrió Amy para caminar a su lado, sonriéndole ampliamente –Además, si hay apuestas por fin podré pagar la mía – dijo cual susurro.
Sonic le sonrió apenas asintiendo con la cabeza y de forma inconsciente caminar un poco más cerca de ella, haciéndola sonreír ante la acción del erizo; podía ser que incluso ellos tuvieran momentos íntimos que pasaban desapercibidos ante la mirada inexperta de quienes los rodeaban. Ese pensamiento la hizo sonreír un poco más.
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El día pasó más rápido de lo previsto. Juegos y risas en los que asumía eran tontos juegos para sus amigos universitarios, y aun así, vio las tontas competencia entre Sonic y Knuckles en los juegos de feria, a Amy y Silver degustar la repostería sencilla de sus compañeros y a Tails... bueno, el zorro se había mantenido al margen de cualquier actividad de regocijo o disfrute, a excepción de las pocas veces que Knuckles y Sonic lo habían coaccionado para competir contra ellos en alguno de los juegos de azar o de destreza; en los cuales no ponía realmente esfuerzo por ganar. Por lo general, Tails mantenía una sonrisa suave sobre su rostro y una mirada que se perdía de tanto en tanto en la distancia, ausentándose de todo. Era obvio que ese lugar aún le traía recuerdos dolorosos.
Cream dirigió su mirada al cielo que anunciaba el fin del día dando entrada a la noche, se había pasado más rápido de lo que hubiera deseado.
–¿Aún tienen ese tonto baile al final del festival? – la pregunta de Rouge la hizo reaccionar.
–¿Hablas del acto de cierre? – confirmó Cream prestando atención a su compañera, quien asintió con la cabeza –Sí, de hecho si desean ir, creo que está a punto de...
–¡Claro que iremos! – habló Rouge emocionada para tomar a Knuckles de la mano.
–¡E-Espera ¿qué?! – exclamó el equidna sonrojándose intensamente.
–¡Vamos, vamos, vamos! – ordenó Rouge para llevarlo casi a rastras.
Todos sonrieron en silencio para ver al equidna seguir torpemente a la emocionada murciélaga y luego verse divertidos ante el espectáculo.
–Parece que iremos al Acto de Cierre – habló Silver empezando a caminar siguiendo la ruta que Rouge había tomado, mientras la miraba andar casi corriendo tomada de la mano de Knuckles.
–¿Qué es el acto de cierre? – inquirió Amy curiosa, siguiéndolo.
–Es un baile frente a una fogata de gran tamaño en el patio frontal de la escuela – explicó Silver sonriente. Amy alzó una ceja ante esa información, era obvio que no se escuchaba algo que Rouge haría o por lo cual se emocionaría. –En general no suena nada espectacular, pero existe una tonta leyenda que dice que quienes bailen...
–Sí, sí– interrumpió Sonic de pronto –Vamos antes de que se acabe la comida – apresuró obligándolo a Silver a caminar más a prisa, alejándose de la eriza.
–¡¿Qué pasa contigo?! – le reclamó Silver molesto al sentir como Sonic lo empujaba por la espalda para hacerlo correr en dirección de la fogata.
–¡Andando! – insistió Sonic sin detenerse.
–¡E-Espérenme! – pidió Amy para correr hacia ellos.
Cream rio por lo bajo al ver a Sonic intentar acallar las palabras de Silver. Hace años ninguno de ellos le ponían importancia a la leyenda detrás de aquel baile, y ahora parecía ser una actividad de suma importancia. Una sonrisa se pintó en su rostro mientras miraba a sus amigos ir, era maravillo como todo había resultado para ellos.
Cream dio el primer paso para seguir a los otros cuando notó que alguien hacía falta. Buscó con la mirada a Tails, quien no parecía tener la intención de moverse en absoluto. Cream lo volteó a ver, notando una expresión dura y distante en el rostro del zorro.
–Tai...
–Yo regresaré a casa – habló el zorro de pronto para de nuevo adornar su rostro con una sonrisa falsa –¿Podrías decirle a los demás que...
–¡E-Espera! – interrumpió Cream velozmente.
Ella mejor que nadie entendía lo duro que sería para Tails asistir al Acto de Cierre, después de todo, el accidente de Cosmo había pasado justo durante el momento del acto.
–¿Qué pasa? – rompió Tails el silencio, tensándola.
–Amm...– murmuró nerviosa–Antes... ammm... – pausó sintiendo sus mejillas enrojecer con intensidad –¡Espérame aquí! – exclamó fuertemente, alertándolo por lo mimos –¡Regresaré pronto!
Tails parpadeó un par de veces confundido para así ver a la coneja correr de pronto de regreso al edificio sin darle más explicaciones. No estaba seguro de lo qué estaba pasando. Alzó los hombros sin pensarlo más para tomar asiento en una de las bancas frías y alzar su cabeza al cielo.
El zorro soltó un suave suspiro para ver como la tarde moría en el horizonte dejando que las estrellas alumbraran el cielo nocturno dejando entrar la noche.
–Es como esa noche...– susurró con tristeza con su mirada en el cielo.
Había logrado encarar uno de sus peores miedos al regresar a esa escuela, aunque no había podido evitar sentirse melancólico casi todo el día, pero debía de admitir que los intentos de Sonic y los demás por sacarle una sonrisa habían funcionado. Por un momento había olvidado lo que había sido su vida antes de Cosmo; había olvidado que él realmente adoraba estar en ese festival compartiendo con sus amigos jugando y comiendo. Había pasado mucho tiempo desde que todos habían podido compartir juntos de esa forma.
–Al final... no fue tan malo – sonrió Tails ante ese último pensamiento.
Tails sintió una lumbre a la distancia, por fin habían encendido la fogata. Desde la banca donde yacía sentado pudo observar a la distancia como todos los estudiantes e invitados se conglomeraban alrededor de una de las actividades más estigmáticas de ese festival. Para ese momento ya no había nadie en el patio del ala oeste del instituto a excepción de él; y realmente no hallaba las horas para irse. Aunque había sido mejor de lo que recordaba aún existían aquel creciente vacío en su pecho y la sensación inminente de desastre que no podía sacudirse.
–L-Lo lamento – escuchó decir de pronto.
Tails se reacomodó en su asiento para ver llegar a Cream jadeando por la carrera mientras mantenía sus manos detrás de su espalda de forma un tanto sospechosa.
–V-Vine... lo más... lo más... – intentó decir con su respiración acelerada por la carrera –Lo más rápido que pude – completó al fin.
–Está bien, no importa –le sonrió para ponerse en pie, realmente ya quería irse –Dime ¿qué fue...
Tails calló al verla sacar de detrás de su espalda una pequeña maceta con lo que parecía ser el brote de alguna especie de planta. Los ojos de él posaron sobre la planta frente a él, sintiendo una opresión en el pecho de pronto.
–Es un brote de rosa – explicó Cream en baja voz, captando la atención del zorro provocando que su mirada se fijara en ella –M-Mi clase, amm... nosotros decidimos poner un vivero – murmuró con nerviosismo, intentando explicar su acción –Y pensé... – pausó para que sus grandes ojos avellanados se prendieran de los de él, quien la miraba con una expresión confusa y expectante –Pensé que te gustaría – completó al fin con una sombra de sonrisa, suavizando su expresión –Después de todo ella era la encargada del club de jardinería cuando estuvo aquí – recordó Cream con una mirada taciturna y una sonrisa confortante.
Los ojos de Tails se abrieron de par en par ante sus palabras. Regresó su mirada al brote frente a él para que ella estira sus manos hacia él con suavidad y así, él tomarlo con unas manos que temblaban sutilmente trayendo a su mente el rostro sonriente de Cosmo al recordar su pasión por las plantas, casi como si una pequeña parte de ella pudiera vivir a través de ese brote.
Sus ojos se cristalizaron ante el recuerdo de Cosmo sintiendo como un nudo en su garganta se formaba ante el acto de la coneja mientras su mirada se quedaba fija en el pequeño brote frente a él.
–¡P-Perdona! ¡No quería hacerte llorar! – exclamó Cream alarmada de pronto.
–¿Eh? – Tails pasó una mano sobre sus mejillas sintiendo las lágrimas que caían sobre éstas mojar su guante blanco. No se había percatado. Borró efusivamente las lágrimas que brotaban de sus ojos intentando ocultar las emociones que arremetían dentro él. –Cream...– habló regalándole una calida sonrisa –Muchas gracias – logró decir sin realmente poder borrar aquel nudo en su garganta.
La coneja sintió su corazón acelerarse para así sonreírle sueltamente ante el sincero agradecimiento de Tails. La iridiscencia de las llamas a las espaldas del zorro hacía que aquella mirada cristalina resplandeciera en la noche. Una expresión pacifica estaba pintada en el rostro de él, así como la primera sonrisa real que le miraba desde que había llegado.
–Tails...– llamó ella en baja voz, captando la atención del zorro –Amm... – calló de golpe, atragantándose con sus propias palabras.
–¿Qué sucede? – inquirió el zorro al notar la expresión de lucha interna grabada en el rostro de la coneja.
–N-Nada, todo está bien – negó rápidamente riendo nerviosamente –¿Te gustó? – preguntó apresurada cambiando el tema –Aunque sabía que era posible que no vinieras, pensé que...
–¿Hay algo que quieres decirme? – interrumpió Tails con un dejo de consternación en su voz. Su pregunta pareció tomarla por sorpresa, provocando que el nerviosismo se apoderara de ella nuevamente –Digo, sólo si deseas hablarlo conmigo, sino está...
–Es sólo que...– murmuró Cream fijando su mirada al suelo y borrando la sonrisa que con tanto empeño había querido mantener.
Cream mordió su labio inferior para que la voz de Amy rezumbara en su cabeza de manera indeseable, así como la última conversación entre ellas.
–Es sólo...– pausó para levantar su mirada y que de nuevo ésta se enganchara en los ojos azules que la miraban con consternación –...Me gustas – salió de sus labios en un susurro.
Los ojos de Tails se abrieron de par en par ante la confesión de la coneja, quien al escucharse a sí misma abrió sus ojos por igual tensando cada músculo de su cuerpo, tapando con sus manos su boca, ya demasiado tarde para corregir su error. Su rostro enrojeció de golpe, las palabras se habían resbalado de su boca sin darse cuenta al dejarse hipnotizar por la mirada fija y dulce de él.
Un sutil sonroje se pintó en las mejillas blancas del zorro, viendo con asombro a la coneja que era obvio que ahora se arrepentía de haber dicho lo que había dicho.
La mirada de Cream se dirigió al suelo, mientras su respiración, ahora acelerada, era lo único que se escuchaba entre ellos. Su corazón tamboriteó en sus oídos y las indeseables ganas de desaparecer de la faz del planeta se apoderaron de ella ¿Cómo había podido decir eso de manera tan casual? ¡¿Por qué había hecho algo como eso?!
–Gracias – escuchó Cream decir de pronto, levantando la mirada para dirigirla al zorro–Yo... – murmuró Tails sintiendo sus mejillas sonrojarse con intensidad. –Eres uno de los seres más especiales en vida y... – silenció suavemente bajando sus orejas para desviar su mirada.
Oh... no sentía lo mismo, por supuesto que no lo sentía. Que tonta había sido por pensar que existía alguna esperanza de que lo haría.
Cream sintió algo quebrarse dentro de ella, pues un dolor intenso que nacía en su pecho la recorrió de pronto, expandiéndose por el resto de su cuerpo. Ocultó su mirada detrás de su flequillo intentando que sus ojos no demostraran el dolor del rechazo que ahora la carcomía, que ahora la ahogaba en... ¿Un abrazo? Cream levantó la mirada para sentir como Tails la rodeaba gentilmente entre sus brazos, haciéndola ruborizar con fuerza por la inusual muestra de afecto.
–Desearía poder evitar el dolor de lo que sientes ahorita – le susurró Tails afianzando su abrazo –Lamento mucho ser yo quien te ha hecho sentir esto – consoló.
Su mirada se nubló ante la suavidad de sus palabras y la calidez del abrazo. Su cuerpo se relajó entre sus brazos mientras sentía sus ojos inundarse en lágrimas que empezaron a derramarse libremente empapando sus mejillas ante las dulces palabras de él. Cream hundió su rostro en su cuello, mojando sus ropas con las gotas del rechazo y así, con sus pequeñas manos, rodear su espalda regresando aquella muestra afecto.
Ella sabía que no sería correspondida, siempre lo supo, y a pesar de ello, se sentía feliz que de quien se había enamorado, hubiera sido de alguien tan dulce y considerado como lo era Tails.
–Prométeme...– murmuró Cream en sus brazos con su voz entrecortada estrujando la chaqueta de él mientras su pequeño cuerpo temblaba sin poder controlarlo –Que no dejarás de ser mi amigo – pidió en una súplica ahogada sintiendo su voz quebrarse ante su petición egoísta a su criterio.
–Jamás... – le susurró de regreso sintiendo como ella se aferraba aún más a él.
¡Querían Tailream, les traje Tailream! Ok, yo sé, yo sé, no es el final feliz (o la batalla de shipps) que tanto querían, pero a pesar de ello, no pude evitar derretirme un poco por la dulzura de Cream <3 Este era el final original del capítulo anterior, sin embargo, hubiera sido demasiado largo (De por sí este capítulo es más largo de lo usual) pero en fin.
Regresando con nuestro shipp principal, ya saben qué fue lo que Sonic le dijo a Tails y créanme que las cosas están por complicarse con nuestros protagonistas. El festival aún no termina y las cosas están por subir de temperatura con ellos. Así que no se desesperen, que más sonamy vienen en bandeja de plata solo para ustedes. Sin más que agregar más que (lamento la tardanza, pero quería realmente afinar muy bien este capítulo) su autora se despide, Kat fuera.
El calor del acto de cierre derretirá un poco más la coraza que ha creado para mantener todo en una zona segura, de la cual está a punto de salir. La entrada a la zona de fuego promete ser algo más que adictiva. Capítulo 52: El Acto de Cierre
¡GrAcIaS pOr LeEr!
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