Capítulo 47: Cuidados


Cerró la puerta de su habitación a sus espaldas para así soltar un pesado suspiro. Aquel mohín de molestia empezaba a desvanecerse y un dolor familiar empezaba a brotar de él. Tails colocó su mano sobre su pecho para sujetar su playera con fuerza sintiendo como un nudo en la garganta empezaba a formase velozmente arrebatándole el aire, la paz y la falsa sensación de sosiego que intentaba mantener.

–¡Maldita sea Sonic! ¡Tenías un único trabajo! – escuchó a Knuckles reclamar del otro lado de la puerta –¡Sólo debías de mantener la boca cerrada!

Tails se alejó de la puerta dejando que la culpa lo consumiera. De nuevo, lo hacía de nuevo. Metía a otros en problemas gracias a sus emociones desbordadas e incontrolables. Si alguien más era el foco de atención todos tendían a ignorarlo, en especial si ese alguien era Sonic, y así jamás percatarse de la tristeza que se negaba en dejarlo. Siempre funcionaba, sin embargo, otros debían de pagar el precio gracias a ello y casi siempre era su mejor amigo.

–Soy un terrible amigo – se dijo para dejarse caer sobre su cama pulcramente arreglada y ver con pesar el techo de su habitación.


"–¡No lo logró Sonic! – se rompió en un llanto desconsolado –...Cosmo murió–"


Tomó una almohada para tapar su cabeza con ésta en un intento de mantener aquellos recuerdos que empezaban a filtrarse de aquel espacio oscuro e inaccesible de su mente. Se volvió un ovilló entre sus sabanas para sentir sus ojos empezar a inundarse de lágrimas... las mismas lágrimas traicioneras de siempre. De nuevo sentía que le faltaba el aire mientras que aquel tan familiar sensación de dolor y agonía empezaba a nacer nuevamente desde su pecho recorriéndolo lentamente para así arrastrarlo al vacío de la desesperación y la impotencia.

–...Basta– se dijo con su voz entre cortada y así abrazar su almohada con fuerza –...¿Por qué no puedes superarla Tails? – se reclamó.

Tapó sus sollozos con la almohada maldiciéndose internamente una y otra vez mientras el mismo tortuoso recuerdo empezaba a florecer en su mente, como aquella mala hierba que jamás perecía.

Inicio del Flash Back

Corrió emocionado por los pasillos de la escuela para evadir ágilmente a todos los estudiantes que deambulaban por los pasillos.

–¡Ups, permiso, lo siento, disculpen! – dijo Tails según se topaba torpemente con uno que otro estudiante. –¡Hey Sonic! – exclamó para ver a su amigo caminar en la distancia –¡Hey So-- –

Tails se tropezó torpemente con el capitán del equipo de fútbol americano de la escuela, un gigantón rojo con mala actitud y vengativo que tenía por nombre Zavok. El gigante rojo lo vi desde las alturas ocasionando que Tails se hundiera en sí mismo y tragara pesado.

–¿Quién te crees para tropezarte contra mí? – soltó tan amenazadoramente que tembló ante sus palabras.

–Perdón... – logró decir a penas el zorro, asustado.

–Tú eres el fenómeno de dos colas que siempre andan con la estrella del club de atletismo ¿cierto?

Tails abrazó sus dos colas de forma instintiva para desviarle la mirada, incapaz de pronunciar palabra alguna. No era la primera vez que alguien decía algo como eso, ya debería de estar acostumbrado para ese entonces... debería, pero no era así; aún dolía escucharlo.

–Me pregunto sin tu amigo azul ¿quién habla por ti? – una risa burlesca salió de él y de quienes lo rodeaban.

Tails vio a sus alrededores para ver a los estudiantes reír de forma burlesca y señalarlo con el dedo, estaba siendo el centro de atención de nuevo, por las razones incorrectas como siempre. Se sentía impotente, temeroso, pero por sobre todo, vulnerable; quería decir algo, lo que fuera, pero... pero...

–¡Hey Zavok! – una voz familiar lo hizo respirar nuevamente –Si yo fuera tú no molestaría al capitán del club de robótica – El mar de estudiantes se abrió para dejar ver a Sonic quien caminaba hacia ellos con una expresión molesta en su rostro –Más si piensan utilizar su último invento en el juego del otro viernes – le recordó.

–Sonic – musitó Tails con alivio y una sonrisa para así ver a Zavok con una actitud victoriosa.

–Hmph – bufó Zavok molesto para ver de nuevo al zorrito y endurecer su mirada –Sólo eras una sombra que no sabe hacer nada por su cuenta – espetó borrando la expresión de victoria de su rostro –Andando – ordenó a su pandilla de bravucones para chocar su hombro con el zorro haciéndolo tambalear gracias a la fuerza.

Tails frotó su hombro adolorido para ver al bravucón marcharse por el pasillo y a todos los estudiantes disiparse, de nuevo, era un don nadie.

–Hey ¿estás bien? – preguntó Sonic para llegar a él y ver a Zavok con molestia según lo miraba alejarse.

–Sí, sí, todo bien – le sonrió Tails intentando ocultar su dolor.

–¿Qué hacías buscando problemas con él?

–¡N-No era así! ¡Te estaba buscando a ti! – se defendió Tails prontamente.

–¿Qué pasa? – inquirió Sonic alzando una ceja, captando su atención.

–¡El Festival de Invierno es la otra semana! – anunció Tails con gran emoción.

–¿Y qué con eso? – inquirió Sonic alzando una ceja.

–¿Eh? ¿Acaso lo olvidaste? – preguntó con un puchero infantil en su rostro –¡Este año iremos todos en pareja!

Sonic rio burlesco para empezar a caminar, seguido de Tails, quien no parecía particularmente divertido por su reacción.

–Yo no lo llamaría así – habló Sonic al fin –Knuckles irá con Rouge sólo para ver en que lugar pueden... ya sabes – guiñó el ojo para verlo con una sonrisa sugerente –Silver irá con Sticks sólo y sólo sí su cita de este sábado sale bien; y yo por mi parte llevaré a esa amiga tuya, Perci– señaló soltando un pesado suspiro –Y lo haré únicamente porque me suplicaste que la conociera en esta ridícula e improvisada cita que tú armaste este viernes – rodó sus ojos ante eso.

–...Pero es porque prometimos que todos iríamos en pareja por el acto de cierre en nuestro último año– habló Tails cabizbaja –Lo prometimos cuando empezamos la preparatoria – le recordó.

Sonic lo volteó a ver para borrar aquel mohín burlesco y suavizar su mirada. Colocó su mano sobre su flequillo despeinándolo gentilmente, confundiendo a Tails por su acción.

–Eres un romántico ¿lo sabías? – dijo Sonic con una sonrisa para que aquellos ojos azules grandes e inocentes se mantuvieran sobre él ante sus palabras, unos que siempre lograban convencerlo sin importar el fin –Pero sí, iremos todos en pareja – accedió en un pesado suspiro, continuando su camino.

–¡Sí! – saltó Tails emocionado volando brevemente en el aire.

–Todo esto es por Cosmo ¿verdad? – devolvió Sonic para ver a Tails de reojo con una sonrisa pícara ocasionando que su amigo de dos colas dibujara una sonrisa sobre sus labios y un tenue rubor se pintara sobre sus blancas mejillas –Es una creencia tonta ¿lo sabes, verdad? – continuó colocando sus manos detrás de su nuca mientras andaban por el pasillo.

–¿Eh? – habló Tails para subir su mirada hacia él.

–Respecto al acto de cierre del festival – señaló Sonic con aquel mohín de desinterés –Esa ridícula leyenda que las parejas que bailen frente a la fogata de cierre estarán destinadas a estar juntos hasta sus últimos días – rodó sus ojos ante la premisa. –Y que te quede claro, ninguno de nosotros piensa sacar a bailar a nuestras "parejas"– enfatizó haciendo comillas aéreas.

–No que no ¿ha? – devolvió Tails con una sonrisa victoriosa para que Sonic lo viera con molestia –Bien, bien, no tienen que hacerlo – dijo caminando a su lado –Aún así, creo que es una leyenda interesante, todos los graduandos buscan con esto la bendición de empezar su siguiente fase de vida con la personan que aman – habló Tails con una sombra de sonrisa y un tenue sonroje ocasionando que Sonic chasqueara burlesco ante sus palabras. No lo culpaba, Sonic hacía mucho tiempo había cerrado su corazón de toda chica –Además– retomó Tails con una expresión juguetona –Luego de eso ponen un buffet con todo lo que puedas comer y sé que este año será extra especial.

–¡Sólo por eso! – asintió Sonic animado –Es una suerte que tu novia esté en el comité de comida del festival – dijo para que Tails asintiera con la cabeza –Sólo espero que haya algo más que postres de menta y pizza de queso – se quejó.

–Pues, puede o puede que no, le haya pasado un listado con la comida favorita de mis mejores amigos.

–¡¿Hablas en serio?! – soltó Sonic con emoción.

–Claro, es lo mínimo que puedo hacer después de todo lo que están haciendo para ayudarme a no sentirme nervioso con Cosmo – rio con cierto nerviosismo –Es decir, sé que es una leyenda ridícula, pero realmente quisiera...

–Estamos aquí para apoyarte amiguito – revolvió el erizo azul su flequillo nuevamente, cortando sus palabras –Cubrimos tus espaldas – juró con su pulgar levantado.

–Gracias – asintió Tails.

0-0-0-0-0

–¡¿EH?! – exclamó Tails –¡Deben de estar bromeando! – reclamó para ver el teléfono con molestia –¡Lo prometieron!

Te lo dije, Silver tuvo una crisis en la cita del sábado y ahora no quiere ni salir de su habitación, mucho menos ver a Sticks – habló Sonic del otro lado del auricular con una voz extraña.

–¡¿Y qué hay de ti o de Knuckles?!

Knuckles no responde el teléfono, no me sorprende que se perdiera por ahí y yo llegaré un poco tarde por... maldición... – un gemido ahogado se escuchó del otro lado ocasionando que Tails se sonrojara con intensidad y colgara la llamada. Tenía una idea muy clara de qué era lo que estaba haciendo en ese momento con Perci.

–¡No vuelvo a presentarle a nadie! – bramó abochornado por la obvia actividad del erizo azul, una que obviamente no podía esperar luego de la llamada.

–Tails – la suave voz de Cosmo navegó en el aire para que voltear a ver a sus espaldas y verla parada ahí. –¿Estás listo? – preguntó para sonreírle dulcemente y así estirar su mano hacia él.

Un suave sonroje se pintó en sus mejillas al verla llegar. Su larga cabellera se ondeaba con la suave brisa para aquellas dos hermosas rosas adornaran su cabeza; era muy diferente de cuando se habían conocido hace dos años, y ambos eran demasiado tímidos para poder siquiera saludarse. Ella había florecido y él amaba haber podido presenciar su florecimiento.

–Estoy listo– respondió para tomar su mano con firmeza ocasionando en ella un tenue sonroje.

No le importaba lo que Sonic dijera, él creía en la leyenda; realmente quería ser el hombre que pasaría el resto de sus días con ella. No podía esperar a iniciar su vida universitaria a su lado y a donde los llevara después.

Fin del Flash Back

El sonido de un mensaje entrante le dio alivio a su alma, pues lo hizo despertar de aquella pesadilla teñida de sonrisas. Era Zooey.


Lo Lamento Tails, tengo que salir por una emergencia ¿podemos posponer el almuerzo? –

Zooey.

Tails soltó un pesado suspiro para secar sus ojos con su antebrazo y responder con un cortante "Ok". La verdad una parte de él se sentía aliviado, no estaba en condiciones para que nadie lo viera o en dado caso para interactuar con nadie.

Su estómago gruñó, hambriento.

–Perfecto – bufó irritado. Eso le pasaba por no desayunar.

Se levantó de su cama para así caminar hacia la puerta y pegar su oído a la misma. No se escuchaba ruido alguno, a lo mejor sus compañeros habían salido o se habían encerrado en su habitación. Tails soltó un suave suspiro para verse por un momento en el espejo y ver aquellos ojos que tenían un claro escozor y una leve inflamación alrededor de los mismos. Desvió su mirada al acto, se miraba patético... como cada vez que lloraba.

Dirigió su mirada al pomo de su puerta y así sujetarlo con fuerza para aspirar profundamente. Sería rápido, saldría, iría por una manzana al refrigerador y regresaría a su habitación antes de que nadie se diera cuenta de su existencia. No creía que fuera complicado, pues casi nunca nadie se percataba de él.

Tails asintió con la cabeza para así salir de su recámara de forma silenciosa y dirigirse a la cocina cuando una presencia inesperada lo hizo detenerse abruptamente, sus planes se veían estropeados. Era Amy, quien hurgaba en las estanterías casi como él había planeado, pues se notaba cierta urgencia al hacerlo.

Dio un paso para atrás y así ver su habitación con la puerta entreabierta calculando cuántos pasos necesitaría para regresar a la misma.

–¡Achú! – escuchó Tails de pronto regresando su atención sobre ella. Observó a la eriza estremecerse para frotar sus brazos con gentileza en lo que parecía ser un intento en entrar en calor. –Genial...– musitó la eriza congestionada y buscar una servilleta a sus espaldas –Sólo esto... ¡Tails! – dijo de pronto al distinguir al zorro quien se tensó al escucharla nombrarlo –Pensé que no est... ¡Achú! – soltó nuevamente cubriendo su boca y nariz con la servilleta previa y sonarse al fin.

–Estás enferma – dijo Tails con una expresión de consternación.

–¡No, no! – negó velozmente con una clara congestión –Es alergia – se excusó con una sonrisa cómplice, desviando la mirada.

–Tú no eres alérgica a nada – puntualizó Tails para fruncir el ceño, ocasionando que ella bajara sus orejas ante la obvia mentira.

–No es gran cosa, es sólo...

Amy calló al sentir la mano de Tails sobre su frente para subir sus pupilas y ver la mano de él, sintiendo el tacto tosco de él sobre su rostro. Tenía manos de inventor, con fuertes músculos en éstas y un toque áspero. No era el mismo niño que ella recordaba.

–Tienes algo de fiebre – habló el zorro estoico quitando su tacto de la eriza –Si tuviéramos estufa podría prepararte una sopa o algo – masculló molesto recordando a al culpable de que eso no fuera posible; frunciendo el ceño. –Le diré a Knuckles que te compre medicina y...

–¡No! – habló Amy prontamente asustándolo por su reacción –En serio, no es nada, sólo necesito una taza de café, dormir un poco y todo estará bien – rio nerviosa.

–¿Bromeas, cierto? – devolvió Tails alzando una ceja –Si Sonic sabe que no te di medicamentos...– pausó por un momento para dirigir la mirada a la habitación de él, la cual se encontraba con la puerta abierta, demostrando su ausencia –Por cierto ¿dónde está él?

–Amm... Salió a comprar comida – respondió Amy

–Eso explica– habló con Tails con un suspiro.

–Sí, no creo que tarde en... Espera, ¿qué haces? ¡Tails!

Tails la empujaba cuidadosamente por los hombros para sacarla de la cocina en contra de su voluntad y así dirigirla al sillón. No era complicado, Amy realmente no podía pelear contra él, estaba muy débil.

–Toma asiento, yo te haré un poco de té – le dijo con una media sonrisa.

–Pero yo puedo...

–Descansa– negó el zorro y sentarla en la sala – Déjate ayudar un poco ¿sí? – pidió con una sonrisa para regresar sobre sus pasos hacia la cocina.

Amy vio al zorro con cierta sorpresa por la insistencia en ayudarla. Resopló molesta para dejar caer su cabeza sobre la cabecera del sillón, irritada. Se sentía inútil. La razón para esperar que todos se fueran del apartamento era para evitar exactamente que alguien quisiera ayudarla, no quería ser una carga para nadie, en especial para Sonic. Eso la hizo recordar las palabras previas de Tails.

–Hey Tails, ¿por qué dijiste...– Amy silenció al escuchar un mensaje entrante sacando su teléfono de su bolsillo y dibujar una sonrisa sobre su rostro.

–¿Por qué, qué? – inquirió Tails mientras calentaba el agua para el té de la eriza.

–¡Por fin es el festival de invierno! – la escuchó decir de pronto, haciéndolo voltear al acto mientras una expresión de genuino terror se pintaba en su rostro –Es el Festival de Invierno del Instituto Emerald; Cream dijo que nos juntaríamos ahí pues era el único momento libre que tenía. ¡Por fin tendremos un lugar para juntarnos todos! – exclamó con gran alegría para abrazar su teléfono –¿Tú también irás cier...– Amy silenció al notar la expresión en el rostro de él, una expresión dura se pintaba en su rostro – ¿Sucede algo Tails? – preguntó Amy suavemente.

–¡Ah, no, no! – despertó al acto para darle la espalda nuevamente –No sabía que te había escrito a ti también – espetó Tails buscando el té torpemente.

–¡Entonces sí irás! – soltó Amy emocionada.

–No – endureció su mirada mientras el filo de su voz cortaba el ambiente alegre que intentaba mantener.

–¿Eh? – exclamó Amy borrando su previa sonrisa.

Tails la vio de reojo para notar la expresión de consternación. Suspiró suavemente intentando de mantener el teatro que tan bien conocía.

–Tengo mucho que hacer ese día – le respondió para verla con una sonrisa –Eggman no nos deja de llenar de trabajos de semestre y aunque quisiera verlos a todos ese día no se me hará posible– explicó risueño –, pero tráiganme una crepa de queso ¿sí? – rio suavemente para regresar su mirada al té y borrar cualquier rastro de felicidad.

Amy esbozó una amplia sonrisa para asentir con la cabeza con emoción, sin percatarse de la máscara que él se había colocado.

–Siempre quise ir a estos festivales, pero en secundaria no nos permitían, sólo pude vivirlo por las fotos que ustedes me mandaron durante esos años – habló con una expresión soñadora –Aunque ya no soy estudiante de ahí realmente me emociona mucho – soltó para recostarse nuevamente sintiendo la fiebre hacer estragos en ella –Aunque... – borró su sonrisa lentamente –Recuerdo que hubo un accidente en uno de los festivales hace un par de años.

Tails apretó sus puños ante sus palabras. Mordió suavemente su labio inferior ante el tema que ella empezaba a tocar lentamente y que rogaba dejara a un lado.

–Una chica – dijo Amy para reacomodarse sonando su nariz nuevamente –Una de las luces que iluminaban el jardín creo que tuvo desperfectos y se soltó de su base – rememoró –Ahora que lo pienso estaba en el mismo año que ustedes ¿no es cierto? – preguntó para dirigir su mirada al zorro que no había dicho nada –Debió haber sido muy duro – simpatizó con una sonrisa cordial –Recuerdo que mencionaron que ella parecía haber estado jugando fuera de los límites de...

–¡NO, NO, NO! – vociferó Tails de pronto ocasionando que Amy se tensara ante la reacción de él, viéndolo con miedo –¡ELLA MURIÓ POR SALVAR A UN DON NADIE!

El zorro apretó sus puños con fuerza para que las imágenes de ese día llegaran nuevamente al igual la impotencia y aquel dolor que quemaba y desgarraba, como un castigo que jamás cesaría.

Inicio del Flash Back

No importaba que sus amigos no estuvieran presentes, como pudo logró preguntarle si deseaba concederle esa pieza. Su estómago le daba vueltas porque sabía lo que ese baile significaba para los estudiantes de ese lugar. Ella no dudó, aceptó dulcemente para así bailar junto a otras parejas; jamás olvidaría esa mágica sensación, la que te transmite el estar con la pareja correcta en el lugar correcto.

Tails observó como la fogata acariciaba el rostro de ella con la luz que irradiaba; había una docena de parejas a su alrededor, danzando y riendo, pero en ese momento se sentía como si sólo ellos dos existieran, en un vals que deseaba durara por siempre.

Luego de un par de melodías la tomó de la mano para alejarla de todos, y así, hacerle la pregunta más importante que jamás le hubieras hecho antes, aparte de ser su novia, obviamente.

Se dirigieron al campo de fútbol, donde no se podía ver ni un alma por los alrededores; era el lugar que Sonic le había sugerido antes. Tails carraspeó nervioso para así verla fijamente, armándose de valor.

–Cosmo– llamó deteniendo bajo las luces del campo –Después de que nos graduemos... me pregunto, quiero decir...– intentó decir si éxito; maldición realmente le hacía falta un poco valor de lograr decir lo que pensaba ¿por qué siempre le era tan difícil? Se suponía que para eso estarían sus amigos a los alrededores.

–¿Qué cosa Tails? – preguntó ella con dulzura.

–Amm... bueno, con los muchachos hemos hablado de alquilar un lugar en la ciudad para ir a la universidad, pero pensé que tal vez... no lo sé, a lo mejor tú y yo... – un intenso rubor se pintó en su rostro, se estaba ahogando consigo mismo –Que tú y yo... – Los ojos expectantes de ella y el suave rubor sobre su rostro lo hizo olvidar el nerviosismo por un momento, el que necesitaba para completar lo que quería decirle –Que tú y yo viviéramos juntos luego de la graduación... – completó para ver como los ojos de ella se abrían de par en par ante sus palabras –¡P-Pero si crees que es muy pronto no...

–¡Me encantaría! – exclamó ella con emoción mientras sus ojos se inundaban de lágrimas.

–¡¿En serio?! – soltó él con la misma emoción.

–¡Sí! – respondió y así abrazarlo con fuerza.

Lo había hecho... lo había logrado. Tails se sentía en un sueño, todo era perfecto, no existía nada que pudiera arruinarlo.

O eso pensó...

Un extraño sonido captó la atención de ambos para subir la mirada y ver el nuevo equipo de iluminación que el club de robótica había colocado al inicio de esa semana; era el proyecto del semestre completo. Las luces empezaron a parpadear erráticamente haciéndole saber que había problemas.

–Maldición, será mejor arreglar eso – murmuró Tails para encaminarse hacia el poste de luz.

–E-Espera ¿no es mejor esperar a mañana? – inquirió Cosmo con preocupación sin poder desprender su mirada del reflector de gran tamaño.

–No te preocupes, me tomará un... – calló al escuchar de nuevo el sonido chirriante para elevar la mirada y ver como uno de los pesados reflectores caía de su base justo a él.

No pudo reaccionar, únicamente vio el reflector dirigirse hacia él hasta que escuchó su nombre ser exclamado por ella y así sentir como algo lo empujaba con fuerza de donde yacía de pie, haciéndolo caer en la grama, rodando en la misma por la fuerza y luego el sonido seco del impacto.

Tails abrió los ojos, aturdido, para ver el reflecto de gran tamaño en el suelo y bajo éste, yacía ella... inmóvil.

–¡COSMO!

Fin del Flash Back

–Tails...– murmuró Amy para ponerse en pie y ver como la expresión dura se quebraba ante sus ojos –Tú la conocías – soltó suavemente para que una mirada de consternación inundara sus pupilas.

Tails tapó su boca con su mano sintiendo sus ojos escocer nuevamente para que las pesadas lágrimas desbordaran su dolor. Éstas no dejaban de correr pues sus gritos de auxilio regresaban a él una y otra vez, rompiendo su alma en mil pedazos.


"¡ALGUIEN POR FAVOR! ¡QUIEN SEA!"


Pero nadie llegó a su auxilio a tiempo...

–Lo lamento– escuchó a Amy decir para sentir como lo abrazaba de pronto, haciéndolo regresar al presente –No quise traer un tema doloroso a tu vida Tails.

El zorro se soltó de ella con brusquedad para así voltearla a ver con aquella mirada bañada en lágrimas y expresión tosca. De nuevo, lo miraban con lastima, como cada estudiante de la escuela hasta el último maldito día que estuvo ahí.

–No necesito que tú ni nadie me vea así, no soy ningún caso de ayuda social ¡No necesito de la compasión de nadie! – bramó el zorro sin poder darle el peso que quería a sus palabras, pues las lágrimas seguían brotando sin control haciéndolo ver necesitado y frágil.

–Esto no es compasión – devolvió Amy para fruncir el ceño ante sus palabras –Se llama cariño Tails, y uno lo da por aquellos que a uno le importan – señaló cual hecho obvio.

–Pues no lo necesito...– espetó secando sus ojos con brusquedad. Tenía que ver la manera de meter de nuevo todo adentro de él y encerrarlo bajo llave. –Estoy bi... ¡OYE! – vociferó al sentir una almohada sobre su cabeza, la fuerza lo había hecho tambalear.

–¡NO, NO ESTÁS BIEN! – vociferó Amy para verlo iracunda –¡Todos nos preocupamos por ti Tails! ¡Nos preocupa verte sufrir así! – dijo con un nudo en su garganta, sintiendo como sus ojos de llenaban de lágrimas por igual.

Tails chascó molesto restregando sus ojos con fuerza, ocultando su mirada de ella. No necesitaba la lastima de nadie, él había aprendido a cuidarse por su cuenta y a no necesitar a nadie más.

–No tienen porque preocu...– Otro almohadazo lo hizo callar para que así la viera iracundo –¡Puedes parar con eso!

–¡No! – exclamó ella borrando sus lágrimas nuevamente –¡No me detendré hasta que te des cuenta que necesitas ayuda!

Tails la vio de la misma forma que ella lo miraba a él, con el ceño fruncido y una actitud intimidante. Había olvidado lo que era discutir con Amy Rose y la razón en particular por la cual Sonic no la quería en el apartamento. Él estaba bien, no necesitaba de nadie.

–Ya no soy el mismo zorro que necesitaba de ustedes o de su ayuda – espetó Tails seriamente –Puedo lidiar con mis problemas por mi cuenta y...

–Lo sabemos – la voz de Amy interrumpió el monólogo que había dicho tantas veces en el pasado –, pero somos tus amigos y sin importar que tan autosuficente seas siempre velaremos por ti Tails – le recordó. Tails le desvió la mirada sintiéndose envuelto en la calidez de sus palabras; unas que odiaba que lo reconfortaban –Recuerdas cuando Sonic se deprimió por lo que sucedió con Fiona – continuó la eriza, captando su atención –¿Recuerdas cómo fue que él nos sacara a todos de su vida? ¿Cómo te sentiste?

Los ojos de Tails se abrieron sutilmente. Claro que lo recordaba, el no saber cómo ayudarlo lo carcomió durante días; Sonic simplemente se dedicó a sacarlo de... oh... Tails bajó sus orejas ante la comparación y el punto al que ella quería llegar. Era el mismo escenario.

–Yo no logró comprender del todo – habló Amy soltando un suave suspiro –Porque nadie me ha contado esa historia, pero quienes vivieron esto contigo estoy segura que si les dieras la oportunidad, podrían ayudarte a sanar un poco – dijo tosiendo suavemente. La pesadez llegaba a ella nuevamente. –Es bueno dejarte ayudar ¿recuerdas?

Una lágrima fugitiva recorrió su mejilla ¿Alguien como él merecía compasión? ¿Acaso de eso se trataba todo? No que no quisiera la ayuda, sino que sentía que no la merecía. Un nudo en su estómago y una opresión sobre su pecho le hizo saber la verdad.

–Tú siempre has cuidado de todos en este apartamento – continuó la eriza restregando su nariz gracias a la cogestión nasal –Eres quien ve que todos aquí estén bien, arreglas los desperfectos del apartamento, eres quien siguió en contacto conmigo y me dio un lugar para vivir – dijo para acercarse al zorro quien seguía derramando aquellas lágrimas en silencio –Quien vela por que Knuckles no los mate con algo de comer; que Silver no se deje estafar por Jet y que Sonic no haga demasiadas locuras de las que se pueda arrepentir después – le recordó para así parar frente a él y abrazarlo gentilmente, un abrazo que esta vez no rechazó –Déjanos entrar – pidió Amy afianzando su abrazo –Déjanos cuidar de ti de regreso.

Un intenso sollozo se escuchó en el apartamento silencio, uno que llevaba tiempo queriendo salir.


¡Querían la historia de Tails, aquí está! T____T Mi pobre zorrito necesitaba un abrazo y yo sé que se ha vuelto uno de los personajes secundarios favoritos de todos aquí. A veces cuando nos toca ser tan fuertes ya no sabemos cómo dejar que otros cuiden de nosotros ni como recibir un abrazo (Corazoncito amarillo para darle un abrazo a Tails).

¡Bien mis queridos lectores! Yo sé, yo sé, he estado más que ausente. La razón es que tengo un nuevo trabajo y me ha absorbido por completo. En este momento estoy intentando encajar mis tiempos para escribir, pero me ha costado poder hacerlo por más de una o dos horas al día si me va bien, y ya saben que me gusta que los capítulos tengan un buen desarrollo y coherencia. Hasta entonces, les pido paciencia. No se preocupen, no me he ido a hiatus, pero el tiempo me ha quedado muy corto.

La verdad este capítulo estaba completo, pero no me terminó de gustar así que lo reescribí por completo (iba a enfocado muy diferente originalmente) y me ha gustado más esto. El 48 está casi completo y espero no haya más tardanzas (sí las hay lo lamento!!!) pero aquí sigo mis lectores.

Hasta entonces su autora se despide, Kat fuera.

¡GrAcIaS pOr LeEr!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top