Capítulo 43: Tiempo en Familia


Sonic sintió su rostro enrojecer violentamente, apenas podía con la idea de salir con ella, no estaba listo para algo como llamarlo un noviazgo y su madre había dado un título oficial a esa inestable relación.

–¡Esto es increíble! – dijo Aleena para abrazar a Amy nuevamente con emoción –Es casi como una película romántica– dijo para dirigir su mirada a Sonic, quien le alzó una ceja, confundido por su comentario –Ajá ¡Piensa! tu gran amor de la secundaria se va, dejándote con el corazón roto para luego reencontrarse contigo años más tarde y así ella por fin aceptar tus sentimientos.

Los ojos de Amy se abrieron con sorpresa ante las palabras de Aleena dirigiendo su mirada al acto al erizo azul quien tenía su rostro cubierto por un manto rojizo mientras observaba a su madre con horror.

–¿Qué dijo? – logró Amy decir apenas.

–¡NADA! ¡NADA! – respondió Sonic alterado –¡Mamá suéltala de una vez por todas! – exigió avergonzado.

–Oh vamos Sonic, ¿por qué te pones así? – cuestionó Aleena soltando por fin a la eriza rosa y verlo confundida –Es decir, ustedes están juntos ¿no es cierto?

–Nosotros... quiero decir... – se ahogó Sonic en sus palabras ahogándose en la vergüenza de la situación.

A penas había podido admitirse a sí mismo lo que sentía, aún no era capaz decirlo en voz en alta a otros sin perecer en el intento.

–¡Ves! – habló Aleena sonriente para dirigir su mirada a la eriza, quien se tensó bajó la misma –Sonic es muy malo para usar las palabras, creo que por eso nunca pudo decirte lo que sentía en ese entonces, pero todos en casa sabíamos que gustaba de ti – sonrió ante sus palabras –Cuando supo que te fuiste pasó días encerrado en su habitación como un muerto en...

–¡OH POR CHAOS! ¡POR FAVOR PARA! – vociferó Sonic para ver a su madre de forma iracunda.

–... ¿Tú estabas enamorado de mí? – preguntó Amy en susurro. Sonic se ruborizó intensamente para así lanzar su mirada a los pies incapaz de encararla. –Es por esa razón que... que dejaste hablarme cuando supiste que te mentí sobre...

Los ojos de Amy se abrieron de par en par ante la revelación mientras que la mirada de Sonic se mantenía tan lejos de ella como era posible.

–Pero ahora el destino los ha reunido nuevamente para una relación madura y funcional – habló Aleena para tomarlos a ambos por los brazos juntándose así ambos erizos de lado a lado del cuerpo de la eriza purpura –¡Tengo una idea! – soltó energética.

–No, por favor... – farfulló Sonic con temor.

–¡Ambos deben de venir a la casa hoy! – exclamó Aleena emocionada –¡Tenemos una gran cena hoy y...

–Mamá, escucha – interrumpió el erizo para ver a su madre con seriedad. Sonic sabía que ese no era un buen momento para ellos de convivir, en especial con su familia –Amy y yo...– intentó decir para dirigir su mirada a la eriza quien se la desvió con cierta tristeza. –Nosotros...

–Estarán encantados, lo sé, lo sé – se adelantó la eriza purpura.

–No, no, escucha – intentó hablar para verla intensamente, a veces olvidaba lo precipitada que podía ser madre o lo mucho que eso tendía a irritarlo –Amm... No es un buen momento, justo iba...

–A visitar a tu madre luego de que no pudiste ni siquiera pasar un día de las vacaciones de verano con ella – devolvió con filo en su voz.

Sonic se estremeció ante las palabras, era obvio que estaba molesta y si algo sabía de su madre era que no era una buena idea hacerla enojar. Ese no era su día o semana... posiblemente su año.

–...Me atrapaste – sonrió Sonic forzadamente.

–¿Qué hay de ti Amy? – preguntó Aleena de pronto, tensando a la eriza al ser notada –Vendrás ¿cierto?

–Emm...– musitó apenada.

Amy dirigió su mirada a Sonic quien se sonrojó intensamente ante la misma, haciéndola de nuevo sentir aquel indeseable tamboriteo y aquella necesidad de cercanía que la había conducido al problema entre ellos dos. No creía que fuese una buena idea ir con la familia de Sonic, en especial por la delicada situación que estaban atravesando justo en ese momento.

–Por favor...– le susurró Aleena para tomar su mano cálidamente.

Amy abrió sus ojos con sorpresa para dirigir su mirada a Aleena quien le dedicó aquella sonrisa tranquilizadora, sintiendo la calidez que sólo una madre podía transmitir. Era imposible decirle no a ella; Aleena realmente la quería ahí y posiblemente una pequeña parte de ella también quería ir.

–Seguro – respondió al fin, casi inaudible, ocasionando que Sonic golpeara su frente con su mano, estremeciéndola por dicha acción.

–¡Genial! – habló Aleena con emoción, ignorando la obvia resistencia de su hijo –Entonces vamos, deje el automóvil parqueado por aquí cerca.

–¡E-Espera! ¡¿Quieres decir ir ahora mismo?! – preguntó Sonic alarmado.

–Ajá, traje tu auto favorito, el deportivo rojo – tentó sonriente –¿Quieres conducir? – preguntó para enseñarle las llaves.

–No, esper...

–Claro, claro – interrumpió Aleena con un mohín pensativo –A lo mejor prefieren pasar algo de tiempo en el asiento de atrás juntos haciendo...

–¡Bien, yo conduzco! – habló Sonic aprisa, para arrebatarle las llaves evitándole de terminar aquella oración.

–Genial, en eso Amy y yo nos pondremos al día – dijo para tomar a Amy del brazo y sonreírle cálidamente.

–Genial... – soltó Sonic con pesadez.

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Amy yacía en el asiento de atrás junto a la madre de Sonic, mientras que él conducía en silencio con aquella expresión de pesadez. Ahora estaba más que arrepentida de haber aceptado, la situación se había tornado mucho más incómoda de lo que pudo anticipar. No había pensando bien las cosas cuando decidió tomar aquella impulsiva acción... de nuevo; parecía ser una mala costumbre últimamente.

–Oh Amy, has crecido tanto – habló Aleena captando su atención –Te ves mucho más hermosa que antes – halagó.

–Ammm... gracias – asintió un tanto apenada por sus dulces palabras.

–Mi hijo tiene mucha suerte ¿tengo razón? – rio divertida, ocasionando que ella se ruborizara intensamente. –Se ha conseguido una mujer divertida, hermosa y muy centrada – continuó –Un mejor prospecto que su última conquista – le susurró de manera cómplice.

–Mamá... – soltó Sonic con un suspiro de cansancio en forma de advertencia.

–Lo siento hijo, pero realmente esa ex novia tuya jamás me pareció.

–¿De qué hablas? Jamás conociste a Fiona – se defendió el erizo azul.

–¿Y culpa de quién fue eso? – devolvió la eriza purpura.

Amy dirigió su mirada a Sonic con obvia sorpresa; una parte de ella siempre imaginó que Sonic había llevado a Fiona a conocer a sus padres, después de todo había pasado más de un año juntos y ella sabía lo importante que era su familia para él.

Aleena sintió la mirada de sorpresa de Amy para sonreírle con dulzura de regreso.

–Si lo tienes que saber, eres la primera chica que lleva a la casa – le confesó divertida, ocasionando que Amy se ruborizara intensamente ante su revelación; aunque realmente no era como que Sonic la hubiera invitado –Esto debe ser algo realmente serio si estás aquí Amy.

–Mamá...– advirtió Sonic incómodo nuevamente.

–¡Dime! ¡¿Piensan casarse pronto?! – ignoró a su hijo viendo a Amy con emoción.

–¡¿EH?!– exclamó Amy ruborizándose violentamente.

El auto se descontroló momentáneamente para que Sonic lograr tomar el control luego de casi irse en la vía contraria.

–¡Mamá! – regañó Sonic para que su madre le devolviera una sonrisa divertida.

–¡Te cuidado! – regañó su madre –No digo que será ahorita, imagino que esperan terminar la universidad ¿No es cierto Amy?

–¡N-No! ¡Quiero decir! ¡Nosotros... ammm... nosotros no...– Amy silenció de golpe sintiendo una ola de calor recorrerla. No podían ni siquiera tomarse de la mano sin que el otro desfalleciera en el intento y Aleena ya estaba hablando de matrimonio.

–Por favor, te lo pido...– soltó Sonic con un dejo de cansancio en su voz y un intenso rubor sobre sus mejillas –No me hagas detener el carro y salir corriendo de éste... otra vez – rogó con una expresión de bochorno en su rostro.

–Vamos Sonic, es momento de crecer un poco, quiero decir si todo funciona con ustedes ese sería el paso esperado ¿no lo crees?

Sonic y Amy endurecieron su mirada para permanecer en silencio. Ambos sabían que no estaban en ningún lugar funcional en ese momento.

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Llegaron a casa en lo que sintió había sido el viaje más largo de su vida, a pesar de que sabía que tendría varias multas de transito por el exceso de velocidad con el que había conducido para llegar ahí. Sonic soltó un pesado suspiro para ver a su madre bajar del carro junto con Amy, mientras seguía hablándole sobre sus recetas de cocina, tema que Amy había abordado adrede seguramente para terminar con el incómodo tema sobre la relación que ellos tenían.

Aleena los adentró a la casa para que Amy abriera sus ojos con sorpresa y curiosidad, después de todo habían pasado años desde que ella había pisado la casa de Sonic. Caminó lentamente inspeccionando el gran recibidor, trayendo a ella cientos de recuerdos de su infancia. Nunca imaginó que alguna vez regresaría. Ese pensamiento la hizo sonreír.

–Bien, yo debo de terminar hacer los preparativos para la cena de esta noche – habló Aleena quien tenía una pequeña bolsa de compras en su mano. –Pueden esperar aquí en la sala o ir a la vieja habitación de Sonic – dijo guiñándole un ojo al erizo azul.

–Te lo suplico... para – rogó el erizo sintiendo su rostro arder gracias a la vergüenza que ahora habitaba en él. Si fuera posible morir de vergüenza ya estarían en su funeral. –Prometo pasar las siguientes vacaciones contigo si tan sólo ya no...

–No tienen de que avergonzarse, sé como funcionan estas nuevas relaciones – interrumpió Aleena con una expresión cálida y enérgica. –Además, no me puedes decir que no han "hecho" nada, Amy trae consigo una maleta con ropa; regresaba de tu apartamento ¿Cierto?

El único tema que no debía de mencionarse nunca su madre lo había hecho de una manera tan directa y sutil que sentía que lo mataría, como el veneno que gota a gota se ingiere destruyendo tus órganos lentamente en una muerte tortuosa.

Sonic vio de reojo a Amy, quien desvió su mirada, una dolida. Genial, estaba de regreso en el principio de ese maldito día.

La puerta se abrió de pronto, interrumpiendo la incómoda conversación para que un invitado inesperado cambiara el ambiente de tensión en la casa.

–Llegue – la grave voz del erizo negro inundó toda la casa.

Shadow abrió sus ojos con sorpresa al distinguir a su molesto hermano menor y a Amy junto a él y su madre de pie en el recibidor.

–¡Shadow! – recibió Aleena con emoción –¡Mira a quienes me encontré en el centro y se unirán a nuestra cena!

Sonic abrió sus ojos de golpe. Era oficial, había entrado a una pesadilla, a una interminable pesadilla de la cual no parecía poder despertar ni con la más cruel de las torturas.

–¿Rose? – soltó el erizo negro con sorpresa.

Amy lanzó su mirada a sus pies al escucharlo nombrarla. Ella estaba consciente que esa tarde iba a ser incómoda, pero nunca imaginó que iba a ser así de incómoda. La realidad era que luego de que Shadow le presentara a su novia, ellos no habían vuelto a hablar o, mejor dicho, ella no había vuelto a responder los pocos mensajes que él le había mandado poco después y él parecía haber entendido la indirecta pues le había dejo de escribir.

–¡Sí! Puedes creer que por fin Sonic y Amy por son pareja oficial – dijo Aleena con desbordante alegría –¡¿No es maravillo?!

Sonic desfalleció ante el anunció descuidado de su madre y la inesperada visita de su hermano, eso era malo, terriblemente malo. Lo de ellos era un secreto y ahora se lo contaba a Shadow... el mejor amigo de Rouge, quien tenía la mente más retorcida de todos ellos.

¡Oh, no, no! Sonic sintió una opresión sobre su pecho, no podía respirar. Se desmayaría ahí mismo. Era oficial, no estaba en una pesadilla, era más bien la entrada al tercer círculo del infierno.

–¿Novios? – soltó Shadow con asombro para fijar su vista en Sonic, quien cambió su expresión a una de inminente pánico y luego dirigió su mirada a Amy quien le desvió la propia ocultándola detrás de su flequillo. –Déjame adivinar– retomó para fijar su mirada en la eriza purpura –Tú los obligaste a venir ¿cierto? – soltó Shadow con un suspiro para que su madre le sonriera sueltamente.

–Puede que fuera un poco persuasiva – dijo Aleena divertida –Por cierto, ¿No te falta alguien? Prometiste que la traerías hoy.

–¿Alguien? – soltó Amy, curiosa.

–Lo hice, ella...

–Sí abuelo – la dulce voz de María inundó la casa para llegar detrás de Shadow en medio de una llamada –Ajá, te veré más noche – colgó la llamada con un suspiro –Lo lamento, mi abuelo quería...– silenció al ver un par de rostros familiares –¡Es su hermano ¿verdad?! – soltó María con gran entusiasmo al reconocer al erizo azul –¡Y Amy! – dijo para correr hacia la eriza y abrazarla con emoción –¡Tanto tiempo sin verte!

–Hola – saludó Amy con una sonrisa nerviosa para ver a la eriza rubia abrazarla afectuosamente.

–Oh, lo lamento – se soltó María velozmente de la eriza para dirigir su mirada a quien iba a conocer realmente –Soy María Robotnik, soy la...

–¡La novia de Shadow! – abrazó Aleena con emoción.

Amy retrocedió lentamente, era obvio que para Aleena era importante las relaciones de sus hijos, y en otra situación, esa hubiera sido la más cálida de las bienvenidas.

La eriza rosa dirigió disimuladamente su mirada a Sonic, quien restregaba sus ojos con una mano mientras movía su cabeza de forma negativa suavemente. Amy soltó un suspiro imperceptible, deseando poder huir de ahí; de nuevo se sentía no deseada. Ellos no eran novios, no estaba segura si aún eran pareja en absoluto.

–¡Tengo una fabulosa idea! – habló Aleena ocasionando que Sonic y Amy se tensaran ante otra de sus ideas imprevistas –Amy, María y yo podemos terminar de ver los detalles de la cena. Te podré enseñar las recetas que te comenté Amy, y María puedo enseñarte el platillo favorito de mi hijo.

–Sería maravilloso – aplaudió María con entusiasmo.

–S-Seguro...– concordó Amy febril.

–Perfecto, mientras, Shadow y Sonic pueden arreglar la mesa del jardín, después de todo el gato morado que aparece en el clima dijo que la noche estaría despejada. Podemos cenar bajo la luz de luna.

–Suena bien – asintió Shadow.

–Andando chicas– guio la eriza púrpura sonriente por la casa –Muchachos les dejo lo demás.

Sonic vio a Amy partir dándole una última mirada, una con un tinte de decepción o tristeza, a este punto no estaba seguro. Soltó un pesado suspiro cuando la intensa mirada de su hermano le hizo recordar que el hecho que Amy o su madre no estuvieran cerca, no significaba que se había salvado de los problemas. Sería una noche larga... demasiado larga.

–Andando – ordenó Shadow para caminar hacia las afuera de la casa seguido en silencio por el erizo azul.

Shadow buscó en silencio los implementos para arreglar la mesa viendo de reojo al erizo azul de tanto en tanto, quien tenía aquella extraña expresión en su rostro.

–Así que te decidiste – habló Shadow terminando con el silencio, tensándolo, sin obtener respuesta de su parte –Novios ¿ha?

–¡N-No es mi novia! – aclaró rápidamente ocasionando que Shadow lo volteara a ver un tanto confundido –Es decir... ammm... estamos saliendo para ver si, ya sabes, ver si esto funciona... No es lo mismo – murmuró apenas audible, avergonzado.

–¿Uh? ¿Entonces por qué se la presentaste a nuestra madre como tu novia? – alzó una ceja sin comprender –Sabes lo intensa que ella es para...

–¡Yo no la presente así! – vociferó Sonic velozmente –¡Ella asumió las cosas porque nos vio hablando en el parque y nunca me dejó explicarle! ¡Luego nos arrastró hasta acá y cuando menos lo sentí anda presentando a Amy como mi futura esposa!

Sonic suspiró pesadamente para recostar sobre la pared acariciando sus sienes, estaba a punto de colapsar. Todo ese día era un desastre, uno que no tenía ni idea de cómo arreglar, si es que eso aún era posible.

–De acuerdo... ammm... – Shadow alzó una ceja ante el inminente caos que era su hermano, aunque no le sorprendía –Explícame algo – retomó –Tú estás enamorado de ella ¿no es cierto? Si es así, ¿Cuál es el problema en ser novi...

–¡NO ESTOY ENAMORADO DE ELLA! – devolvió el erizo azul iracundo ocasionando que Shadow se estremeciera ante su reacción desmedida –¡Me gusta! ¡Es muy diferente! –aclaró intento recobrar algo de serenidad, si es que eso era posible.

Sonic se sonrojó intensamente ante sus palabras, era la primera vez que lo decía en voz alta, y ni siquiera era al ser adecuado, ni siquiera como confesión a sí mismo. Era patético.

–... Eso es con lo único que puedo lidiar en este momento– musitó Sonic con aquel semblante caótico pintado en su rostro –¡Así que no digas que estoy enamorado de ella! – enfatizó.

–Es obvio que alguien tiene problemas – soltó el erizo negro ante la actitud de su hermano.

–¡Tú no tienes una idea! – exclamó Sonic para sacudir sus púas con sus manos, sintiendo como cada minuto de ese día lo estaba enloqueciendo –¡Sabía que esto no iba a ser posible! ¡Esa es exactamente la razón por la cual no iba a hacer nada al respecto! – habló para empezar a caminar de un lado a otro cual bestia enjaulada.

Era obvio que ellos dos no podían funcionar como pareja, él no tenía el valor para dar los pasos que tenía que dar para que eso funcionara, y ella por su parte era obvio que no estaba dispuesta a esperar a que él estuviera listo.

–¡Tenías razón! – continuó Sonic para ver al erizo negro, quien alzo una ceja ante sus palabras –¡Llevo mi basura a todo el mundo! Yo ya había decidido no hacer nada, ¡Iba a mantenerla como mi amiga y todo iba a estar bien!

Sonic endureció su mirada para que el silencio lo acunara en su seno de forma asfixiante. La realidad era que una vez él se diera cuenta de sus sentimientos, nada iba a poder estar bien otra vez, y eso él lo sabía bien, después de todo esa había sido la razón por la cual se lo había negado tan fervientemente.

–¿Así que no quieres salir con ella? – sintetizó el erizo negro sin poder seguir su línea de pensamiento.

El caos se detuvo. Sonic abrió sus ojos lentamente ante lo que su hermano le planteaba. Suspiró suavemente recostándose nuevamente sobre la pared y dirigir su mirada a la luna que ahora brillaba sobre su cabeza, casi con malicia.

–Esa es la cosa... – murmuró Sonic con un obvio de tristeza en su voz –Sí quiero estar con ella – admitió ruborizándose sutilmente –Soy un maldito desastre... – colocó sus manos sobre su rostro para mover su cabeza de forma errática. –Lo estoy arruinando todo

–¿Arruinando cómo? – indagó Shadow, intrigado por las palabras del erizo azul.

–Tengo miedo ¿sí? – confesó para verlo con el ceño fruncido –Si esto no funciona, no es como con otras chicas que he salido, quiero decir...– suspiró con pesadez –Si no funciona con alguna chica era eso, una chica más y todo estaba bien, incluso con Fiona, pero con Amy... si no funciona con ella no perderé sólo a una chica, perderé a mi mejor amiga – reconoció con pesar, endureciendo sus facciones –Tú mismo lo dijiste, el grupo tendrá que tomar partido, no podremos coexistir todos bajo un mismo lugar, todo se vendrá abajo... no sé si pueda soportar no tenerla en mi vida una vez más.

–Claro, una actitud normal de alguien que no estás enamorado – señaló Shadow con ironía en su voz y una sonrisa socarrona.

–¡Cállate y escucha! – bramó el erizo azul para verlo con molestia –¿Acaso no lo entiendes? Si algo más llega a pasar entre nosotros nuestra amistad jamás podrá recuperarse ¡Todo se ira a la basura!

–¿Algo más? – inquirió Shadow curioseo –Te refieres a... – Sonic se tensó ante las palabras de él, era obvio que se refería a lo que el pensaba –¿Sexo? – completó para que Sonic le desviara la mirada al acto mientras su rostro enrojecía por completo y una mirada de culpable se pintó en su mirada. –No me digas... Ella quiere y tú no.

–¡N-No es eso! – se defendió Sonic avergonzado –¡Hay límites! ¡Si cruzamos esa línea y las cosas no funcionan nosotros...

–Déjame entender algo – le cortó ya con un leve dolor de cabeza por toda la información incompleta que su hermano estaba vomitándole encima –Estás jugando seguro en un intento de conservar su amistad – aclaró Shadow intentando seguirles el paso a sus pensamientos dispersos –, pero al mismo tiempo quieres intentar algo más con ella – devolvió para verlo confundido –¿Quieres que sea tu amiga y al mismo tiempo tu pareja para ver cuál funciona y así no perder una o la otra?

–Bueno...– farfulló para desviarle la mirada –No exactamente así...

–Maldita sea Faker, no puedes tener dos glorias juntas – dijo a modo de regaño –Con razón Rose estaba tan extraña cuando la vi.

–Si bueno, esa culpa no me la echo encima – bufó Sonic cruzando sus brazos al pecho. Shadow se tensó ante sus palabras. Touché. –Igual, no importa, ella romperá conmigo de cualquier forma – soltó Sonic soltando un pesado suspiro; vendería su alma en ese momento por un maldito cigarrillo.

–¿Por qué lo dices?

–Porque...– murmuró Sonic con un dejo de cansancio en su voz –No lo sé, de repente empezó a compararse con Fiona y creo que con toda mujer que he estado antes – rememoró con molestia para fruncir el ceño, recordando la pelea inicial entre ellos –¡Maldita sea! Empezó a tirarme en cara que no podía quitar mis manos encima de Fiona y que con ella yo no... – se atragantó con sus palabras, sonrojándose intensamente; no pensaba ser más explicitó que eso.

–¿La rechazaste sexualmente? – indagó Shadow cambiando su expresión seria por una llena de preocupación.

Sonic vio a Shadow confundido, ¿por qué parecía como que hubiera hecho algo terriblemente mal? No es como que la hubiera rechazado sexualmente, no realmente, sólo quería esperar antes de dar ese paso.

–N-No es que no quisiera – carraspeó Sonic su garganta con un dejo de vergüenza en su voz –, pero ya te lo dije, no podemos cruzar esa línea... no pienso hacerlo – aseveró.

–Por mil demonios – habló Shadow restregando sus ojos con fuerza –Ahora entiendo todo.

–¿Entiendes qué exactamente?

–¿Tienes alguna maldita idea de lo que ella sufrió con su ex pareja? – soltó a modo de regaño.

–Amm... – murmuró Sonic alzando una ceja. La verdad era que no sabía mucho de su ex pareja –Sé que era alguien que la controlaba mucho y... ammm... no le demostraba amor o algo así – respondió vagamente.

Shadow endureció su mirada, alarmándolo. No sabía que era algo importante de saber y tampoco era algo que ella le hubiera hablando abiertamente o él le hubiera preguntado; ahora que lo pensaba era una costumbre muy propia de ellos de nunca hablar las cosas que los incomodaban.

–Es algo que deberás de hablarlo con ella, pero tienes que saber que ese chacal negro siempre la hizo sentir como alguien que no era suficiente, en especial si hablamos de sexo, fue algo que realmente le golpeó mucho su autoestima – recordó el erizo negro consternado y de forma inconsciente dirigir su mirada en dirección a la cocina, donde sabía que ella estaría –Con razón está molesta contigo.

–No entiendo, ¿Por qué de repente es importante hacer... ya sabes, eso? – bufó, este no era un tema que quisiera hablar con su hermano.

–Tú dímelo a mí – devolvió Shadow bufando con molestia y así cruzar sus brazos sobre su pecho –Tú eres el maldito pervertido de entre nosotros que de repente no puede ponerle una mano encima a la chica con la que sale haciéndola confirmar sus peores inseguridades.

–N-No es que no quiera, e-es... es que si eso pasa y no funciona, nosotros... quiero decir, la perderé para siempre y...

–¡La estás perdiendo ahora! – regañó Shadow con molestia –¡No puedes pretender estar saliendo con ella y a su vez tener a tu mejor amiga en un lugar seguro! ¡Así no funciona! – bramó ocasionado que el erizo azul le desviara la mirada –Debes de apostar por algo, ella lo hizo sabiendo que podías hacer exactamente lo que estás haciendo ahorita.

Odiaba admitirlo, pero las palabras de Shadow sonaban coherentes... demasiado. Ser amigo de Amy era algo seguro, sabía qué esperar, sabía qué hacer, pero una relación con ella eso se salía de su control. Sonic no sabía si confiaba en él para llevar a cabo una relación, después de todo la anterior había sido un fiasco. Sonic había apostado en Fiona a ciegas, estaba más que seguro de su amor hacia ella y que era capaz de reconocer si en algún momento no era para él, en su lugar, terminó enamorándose de una mujer que le mintió y lo usó a su conveniencia ¿Cómo se suponía que uno se recuperaba de eso? ¿Cómo sabía que no estaba cometiendo los mismos errores siguiendo los mismos patrones? ¿Cómo podía aseverar que él no había sido el culpable que su relación con Fiona se hubiera arruinado tal cual ella se lo había dicho?

Tal vez, tan sólo tal vez... tenía miedo de volver a intentarlo.

–Si no quieres tener sexo con ella porque crees que es muy pronto, bien – soltó el erizo negro para retomar su tarea inicial y buscar la vajilla que iría en la mesa, trayéndolo de regreso al presente –Sólo díselo – continuó –Dile que no es el momento adecuado, que no te sientes listo ¡No lo sé! Pero no vengas a decirle esa estupidez que no quieres perder su amistad.

–¡Pero es cierto! – se defendió Sonic, imitándolo.

–¿Es que acaso no lo ves? ¡Ya la perdiste! – señaló cual hecho obvio, estremeciendo al erizo azul –¡La perdiste en el momento en que te diste cuenta que querías algo más con ella! – Sonic abrió sus ojos con sorpresa, ese era un maldito buen punto. –Además, según recuerdo, jamás te importó perder su amistad antes por conflictos emocionales – dijo a forma de reclamo –Te lo dije antes y lo diré nuevamente, no vayas a lastimarla, lo digo en serio Sonic, no por tus estupideces.

–No quiero lastimarla... – musitó Sonic con un dejo de culpa en su voz.

–¡Entonces habla tus idioteces con ella y deja de estar arruinando tu única oportunidad! – regañó para entregarle la vajilla en las manos de forma tambaleante –Porque te aseguro que no habrá otra.

Los ojos de Sonic se abrieron de golpe ante sus palabras ¿Si eso no funcionaba significaba que no tendría otra oportunidad? Por qué eso parecía aterrarlo más que perderla como amiga.

–Ahora date prisa– ordenó Shadow dando el tema por terminado –No quiero que nuestra madre se quede demasiado tiempo a solas con ellas, ya sabes como es – dijo con un dejo de incomodidad en su voz.

–Lo sé– apoyó Sonic con un pesado suspiro –Para este punto ya debe de estar planeando una boda doble – rodó sus ojos.

Ambos se estremecieron ante la idea para verse en silencio y sonreírse divertidos y claramente preocupados.


Bueno mis lectores, todos me pidieron que Sonic y Amy hablaran, pero no tomaron en cuenta que ellos dos no saben expresarse en el capítulo pasado y casi termina por disolverse la relación de ellos de no ser por Aleena, ¡¡¡quien este capítulo estuvo imparable!!! No se imaginan lo mucho que disfrute escribiendo este capítulo y todavía tenemos mucho de Aleen por ver, pues a diferencia de otros personajes de esa historia, es a la única que Sonic no puede desobedecer (y no vamos a mentir, este erizo necesita una manita de gato para hacer las cosas bien).

Realmente no sabe lo feliz que me hace ver como esta historia esta consiguiendo tanto cariño y popularidad, la verdad cuando me decidí por volver a escribir un AU escolar quería crear una historia que compitiera con mi historia Fictional Love (para quienes no la han leído, también tiene temática escolar, pero es apta para todo público); esa historia la escribí en el 2015 y mi manera de escribir y narrar escenarios ha cambiado mucho a través de los años, así que quise que esta historia tuviera una estructura más solida y donde los personajes secundarios tuviera un mejor desenvolvimiento con escenarios un poco más realistas, y siendo honesta, no espere este resultado ni contemple que iba a tener la extensión que lleva. En fin, para no extenderme mucho, sólo quiero agradecerles, por ustedes soy la escritora que soy hoy y por sus comentarios y apoyo es que sigo en este hermoso fandom. Sin más cursilerías, su autora se despide. Kat fuera.

Una herida que ya ha sanado por fin la ha hecho poder volver a reconectar con su más preciado amigo y poder sacar de su pecho todo aquello que no ha podido expresar con nadie, dándose cuenta de cosas que no estaban presentes antes. Capítulo 44: Retomando la Amistad.

¡GrAcIaS pOr LeEr!

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