Capítulo 37: ¿Qué somos?


Tails caminó fuera del apartamento para buscar a Sonic y Amy fuera del mismo. No estaba seguro qué había pasado pues luego de que Amy saliera corriendo de la habitación de Sonic, él no tardó mucho en seguirle dejando la puerta del apartamento abierta y saliendo a la tempestad que azotaba la ciudad. Tails caminó un tanto desorientando cuando divisó a Sonic y a Amy a un par de cuadras lejos del edificio, parecían estar hablando, y así correr hacia ellos.

–¡Sonic, Amy! – llamó a la distancia, ocasionando que ambos voltearan a verlo con obvia sorpresa tomando distancia uno del otro –¡¿Están locos?! – regañó para llegar hasta ellos con otra sombrilla en su mano –¡Es una tormenta aquí afuera! – dijo para entregarle el paraguas a Sonic y verlo con reproche –¡¿Cómo demonios se les ocurre salir así?!

–¡A-Ah lo siento Tails! – se disculpó el erizo azul para abrir la sombrilla a prisa y resguardarse tanto a él como Amy de la intensa lluvia.

–¿Está todo bien? – preguntó Tails para alzar una ceja y ver de forma suspicaz al erizo azul, quien se sonrojó ante la mirada acusadora de Tails.

–S-Sí, es sólo que...

–¿Qué hacen todos aquí afuera? – la voz de Knuckles se escuchó para verlo llegar del otro lado de la calle –¿Y por qué ustedes dos están empapados? – preguntó al ver las ropas estilando de Sonic y de Amy.

–Amm...– murmuró Sonic sintiendo las miradas sobre él. Las palabras no salieron de su boca, no pudo responder nada, especialmente porque no sabía qué decir ¿qué exactamente había pasado? –A-Amy y yo... sólo...

–Pensé que había olvidado algo y salí corriendo, pero no fue así...– respondió Amy vagamente como la peor mentira jamás dicha –Y Sonic vino a decirme que...

–El libro estaba en nuestra recámara – completó Sonic con una sonrisa forzada –, pero olvide el paraguas ¡Gracias Tails! – dijo inquietantemente feliz.

–Será mejor entrar – dijo Tails para ver con suspicacia al erizo azul, era obvio que no creía su mentira –O ambos se resfriaran acá afuera.

–S-Sí...– concordó el erizo azul para caminar acompañado de la eriza, quien permaneció en silencio.

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Sonic terminó de vestir sus ropas para dormir sin poder despegar su mirada del baño, que yacía con la puerta cerrada. Al entrar Sonic había tomado una ducha en el baño comunal y ella por su parte en el de su habitación para evitar resfriarse, o en su caso, recaer.

Sonic se dejó caer de espaldas en la cama rememorando aquel beso que ella le había robado colocando la yema de sus dedos sobre sus labios; la comisura de sus labios se elevó ante el recuerdo, sin embargo, el momento se había visto interrumpido por Tails y había tenido que soltarla al acto. Era obvio que Tails no había creído en nada de lo que había dicho, después de todo no dejó de verlo con aquella mirada acusadora, pero él intentó evadir la mirada del zorrito lo mejor que pudo, no podría obviar el tema por siempre, pero al menos lo suficiente para poder darle una respuesta apropiada, la cual no tenía idea de cuál sería.

No sabía qué decirles a sus amigos, después de todo él les había jurado una y otra vez que nunca habría nada entre ellos, pero ¿qué era exactamente lo que había entre ellos? ¿Qué había significado eso?

La puerta del baño se abrió para dejar salir a la eriza quien vestía aquel gran sudadero y pantalón cómodo. Tenía frío. Las miradas de ambos se cruzaron, desviándoselas instintivamente para sonrojarse intensamente ante la presencia del otro.

–Ammm... Ames – murmuró Sonic sentándose en el borde de la cama, sabía que tenían que hablar sobre lo sucedido, no porque quisiera sino porque a diferencia de con Tails, no podía evitarla, después de todo compartían hasta la misma cama –Sobre lo que pasó hoy... – silenció sintiendo sus mejillas pintarse de un indeseado carmín.

–Sí...– murmuró Amy de pie en el marco de la puerta, sin atrever acercarse a él –Ammm... esto...– pausó unos segundos para armase de valor y verlo directamente –¿Qué quiere decir esto, Sonic? – preguntó tragando pesado –Es decir... sobre nosotros.

–¡A-Ah! – balbuceó el erizo azul sintiendo su rostro arder ante su pregunta directa. –E-Escucha... no quiero arruinar las cosas... no quiero... – silenció sabiendo que de igual forma podría arruinarlas con lo que diría a continuación –No quiero perder nuestra amistad.

–Entonces ¿somos amigos? – sintetizó Amy para que cualquier rastro de timidez se esfumara de su rostro y una mueca de molestia tomara su lugar.

–¡N-No, no! – respondió Sonic velozmente ante el obvio enojo de ella, ocasionado que Amy alzara una ceja confundida ante sus palabras –Es decir, sí... bueno, lo somos ¿no es cierto?

–No pienso ser una de tus amiguitas especiales Sonic the Hedgehog– apuntó ofendida por lo que él intentaba insinuarle –¡Y si crees por un instante que...

–¡No me refiero a eso! – se defendió rápidamente, todo se estaba saliendo de control otra vez –¡Te lo dije, soy un asco para esto! – le recordó para masajear sus sienes, sin tener la mínima idea de cómo expresar aquello que sentía; jamás había sido su fuerte –Y para que lo sepas no tengo "amigas especiales" – retomó con un dejo de enfado por su acusación –Y si las tuviera que te quede claro que jamás te pondría en esa categoría.

–¿Entonces en qué categoría estoy? – insistió Amy con un dejo de enfado en su voz.

–¡No lo sé! ¡¿Sí?! – respondió Sonic abrumado por preguntas que ni él mismo podía responderse –¡Ayer no eras más que mi amiga Amy y está mañana todo cambio! – reveló ofuscado –¡No lo sé, sólo no lo sé! – completó para recostar su cabeza sobre sus manos.

Shadow había tenido razón, él no sabía qué demonios quería y de nuevo arrastraba a otros a su propio caos. Era de lo peor.

Amy soltó un pesado suspiro para así sentarse a su lado, en el bordillo de la cama, ocasionando que levantara su cabeza de sus manos volteándola a ver con cierto temor, pero a diferencia de lo que pensó, ella no se miraba molesta o turbada como él.

–Y que tal si...– habló Amy en suave voz –Salimos y vemos qué pasa – sugirió ruborizándose suavemente por su sugerencia.

–¿Salir? – repitió Sonic para verla con intriga.

–Ajá... sólo salir, ya sabes, como las parejas lo hacen antes de saber si desean o no estar en una relación. Sin presiones.

Esa idea no sonaba desagradable en lo absoluto. En una situación diferente, si Amy no fuera su amiga eso sería lo que hubiera hecho. Sonic asintió suavemente con la cabeza, relajándose ante lo que parecía el fin de ese tribulado tema.

–... ¿Le diremos a los demás? – preguntó Amy para verlo de reojo, con timidez.

–Pues...

Sonic calló para recordar todo el infierno que había hecho pasar a Knuckles, Tails y Silver. Si alguno de ellos se enteraba que estaba saliendo con Amy, especialmente con ella durmiendo junto a él todas las noches, no sólo harían su vida imposible, sino que influirían en todo lo que pudiera planear para salir con Amy, arruinando cualquier oportunidad. Lo presionarían hasta el cansancio... harían su vida un infierno.

Amy vio de reojo al erizo azul quien de repente se había puesto tan pálido como una hoja de papel, como si la idea de mencionarle a otros estar en una relación fuera un verdadero... ¡Sally!, lo había olvidado por completo. Ella misma le había dicho que no sentía nada por Sonic; si de repente le decía que estaba saliendo con él se vería no sólo como una mentirosa sino como la peor amiga del mundo ¡No podía hacer eso! En especial si no funcionaba con Sonic, podía perder a su mejor amiga por algo que no iba a ningún lado.

–Mejor no– respondieron ambos al unísono para voltearse a ver con sorpresa por la sincronización.

Ambos se sonrieron por el acto que empezaba a volverse una costumbre entre ellos. Era un alivio estar en la misma página.

Amy fijó su mirada en la mano del erizo, una que yacía a la par de la suya; ese era un momento para tomar su mano ¿no es cierto? O eso sería en una situación diferente, no estaba segura. Aún se sentía reacia a poder acercarse a él de cualquier manera que lo hubiera hecho en el pasado, pues por eso mismo había perdido a su amigo, pero eso era antes, cuando en serio era sólo su amigo ¿Pero a lo mejor estaba siendo demasiado agresiva? ¿Debería de esperar por él en hacer el primer movimiento? No, ella debería de poder sentirse cómoda en hacerlo ¿O se vería demasiado desesperada si lo hacía? A lo mejor eso sólo era apropiado como novios, pero ya que no lo eran, tal vez no estaba permitido ¡Maldición estaba pensando demasiado las cosas!

–Puedo preguntarte algo – soltó Amy abrumada por sus pensamientos caóticos, ocasionado que Sonic asintiera con la cabeza –Hay... quiero decir... ¿qué podemos hacer?

–¿A qué te refieres? – preguntó Sonic sin entender.

–Q-Quiero decir... ammm...– calló siendo presa de la vergüenza, tal vez era mejor sólo dejar que él tomara la iniciativa.

Amy vio la mano del erizo nuevamente, realmente quería poder tomarla, ahora que sabía que él correspondía, pero ahora que lo pensaba no recordaba que Sonic se tomara la mano con nadie, ni siquiera con su novia, de hecho, jamás lo vio como alguien que fuera cariñoso físicamente, es decir, ni siquiera con su más grande amor, Fiona; Amy jamás la vio besarla o abrazarla afectuosamente, a lo mejor no gustaba de eso. Sería mejor olvidarlo.

–¿Ames? – llamó para que ella subiera su vista y sus ojos se cruzaran con aquellos ojos que la miraban expectantes sobre aquella mueca dulce, sonrojándose.

Le desvió la mirada al acto o querría algo más que tomar su mano.

Amy vio de reojo su mano mover tímidamente su meñique rozar la mano del erizo azul, pero se detuvo a milímetros. Asustada.


"¡Si lo besaste antes puedes preguntarle algo como esto!"


Su mente la animó. Era cierto. Amy soltó un suspiro imperceptible para tragar pesado y por fin preguntar:

–¿Puedo tomar tu mano? – preguntó a penas audible.

Sonic desvió su mirada a su mano y ver la de ella a su lado, la cual yacía a unos milímetros de la suya. No había reparado en eso, en sobre qué cosas serían correctas hacer ahora que pensaban salir. Sonic había trabajado arduamente para procurar mantener una distancia prudente de Amy, en especial luego del incidente del striptease en la sala.

Sus ojos se abrieron de golpe y sus orejas se alzaron ante el recuerdo de aquella noche, de la noche en que Amy le había bailado sensualmente en aquel conjunto de lencería ¡¿Eso significaba que ahora ambos podían...?! Un intenso sonroje cubrió su rostro. Sacudió su cabeza borrando aquella imagen de forma abrupta; era peor saber que podía hacerlo que prohibírselo. Una cosa era fantasear con ella y otra muy diferente saber que podía hacerlo realidad.

–De acuerdo, de acuerdo – habló Sonic poniéndose en pie apresurado para tomar cierta distancia de ella, intentando no entrar en pánico por su mente que empezaba a jugarle sucio –Necesitamos reglas – estableció más como un seguro para él –Ya que sólo estamos viendo si esto funcionan, ammm... será mejor guardar las apariencias con todos nuestros amigos, ya sabes, no deben de vernos actuar diferente.

–Me parece bien, eso incluye a mis amigas, en especial a Sally – agregó Amy a su regla previa.

–Bien, y... ammm... a solas... –carraspeó su garganta para desviar su mirada al techo ¡Eso era mucho más difícil de lo que alguna vez anticipó! –Puedes tomar mi mano – aceptó sintiendo sus mejillas sonrojarse intensamente por lo que acaba de decir.

Sonic bajó su mirada para ver a la eriza esbozar una sonrisa llena de emoción, asintiendo con la cabeza ¡Maldita sea por qué tenía que ser tan linda! Le desvió la mirada nuevamente. Debía de acostumbrarse a esos pensamientos que antes se vetaba de pensar, y los cuales ahora estaban bien.

Sonic regresó su mirada a ella tímidamente, recordándose que ahora estaba bien verla de esa forma. Su mirada se prendió en los tersos labios de ella, aquellos suaves y jugosos labios color rosa que lo llamaban nuevamente. Tragó pesado, avergonzado de sus propios pensamientos.

–Y yo puedo...– murmuró el erizo azul casi inaudible –¿Besarte? – preguntó ahogando en vergüenza.

Amy se tensó ante su pregunta, sintiendo una ola de calor invadirla. Jamás en su vida pensó que alguna vez Sonic le preguntaría eso. El latir de su corazón se escuchó en sus oídos mientras todos los vellos de su cuerpo se erizaron ante las palabras del erizo, una mezcla entre emoción y vergüenza la abrazó de manera asfixiante.

–S-Sí – asintió intentando sonar menos nerviosa de lo que realmente se sentía.

Sonic vio con sorpresa a la eriza, quien mantenía su mirada lejos de la de él, nerviosa. ¿Él la hacia sentir nerviosa? ¿Ese espectacular sonroje era por él? Jamás pensó que algún día esas serían cosas que realmente lo harían feliz de ver por parte de Amy, pues lo único que hacían era atraerlo más, quería hacerla sentir más cosas.

Sonic tragó pesado para así acercarse a ella con cautela. Amy, quien había mantenido su mirada lejos de la suya por fin lo encaraba ante la cercanía, expectante. Un ambiente de tensión se volvió a crear, pero por una razón diferente a las anteriores, por razones que ahora eliminaban el frío del invierno para darle paso a un calor lleno de expectativa y de deseos que se prohibieron durante mucho tiempo.

Sonic colocó ambas manos a los lados de ella, sobre la cama, atrapándola, para así inclinarse y quedar frente a frente a ella, sintiendo su cálido respirar sobre su rostro; su mirada se fijó en la boca entre abierta de ella ¡Quería besarla! ¡Moría por repetir ese beso! ... Pero su cuerpo se paralizó, no parecía responder ante el impulso ¡¿Por qué demonios no podía cortar la distancia entre ellos?! ¿Acaso era porque se había prometido mantener las distancias?

–¡Hey Sonic! ¡¿Estás despierto?! – la voz de Knuckles del otro lado de la puerta lo alarmó para así tomar distancia bruscamente de la eriza.

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Knuckles tocó suavemente la puerta una vez más para escuchar un ruido extraño, como el de alguien tropezarse, y luego de unos segundos de caos ver a Sonic abrirle la puerta con una actitud extraña y su rostro cubierto de un manto rojizo.

–Amm... ¿todo bien? – preguntó Knuckles, curioso de la falta de temple de su amigo.

–¡Bien! ¡Bien! – respondió con nerviosismo.

–¿Estás ocupado o haciendo algo que...

–¡NO! – chilló alarmando al equidna por el tono de su voz –Nadie está haciendo nada ¡¿Por qué piensas que estamos haciendo algo?! – soltó envuelto en su propio nerviosismo, dándose cuenta de lo lunático que podía escucharse –¡Quiero decir... amm... ¡¿Qué hay Knuckles?! – rio forzadamente para recostarse sobre el marco de la puerta de manera casual.

–Ok... – soltó Knuckles para ladear su cabeza sutilmente y ver la habitación bastante normal. –No te quitaré mucho tiempo, Rouge y yo planeamos una cita, pero sabes mi situación con el transporte.

–Hablas de que tus abuelos te dijeron que no te darían otro vehículo hasta que no muestres ser responsable para conducir – soltó Sonic alzando una ceja.

–¡He sido muy responsable para conducir! – se defendió el equidna frunciendo el ceño.

–Chocaste mi carro tres veces – reclamó Sonic para verlo con molestia.

–Pero ninguna después de esa...– se defendió el equidna con un puchero.

Sonic soltó un pesado suspiro, pues esa premisa no le daba consuelo en lo absoluto. Chaos bendiga a los seguros automovilísticos.

–¿Y a dónde se suponen que van esta vez? – inquirió Sonic, curioso.

–Rouge tuvo esta idea de ir a un lugar llamado a Casino Park – respondió poniendo sus ojos en blanco.

–¿Casino? Pero tú detestas apostar – señaló Sonic con un mohín de confusión.

–¡Lo sé! ¡Eso fue lo que yo dije! – concordó –, pero luego ella dijo que este lugar tiene las montañas rusas más alocadas.

–¡¿Hablas de Casino Park?!– preguntó Amy apareciendo de pronto en la puerta con emoción en su mirada, alarmando al erizo azul por la sorpresa –¡Es el casino más grande del país, con más de treinta diferentes tipos de maquinas, espectáculos, comida estilo gourmet y juegos mecánicos diseñados alrededor de los edificios!

–¿Conoces el lugar? – preguntó Sonic al notar la emoción de la eriza en sus ojos.

–¡¿Bromeas?! – soltó Amy para verlo con verdadero entusiasmo –Ese es el destino de cumpleaños cuando cumples 21, o generalmente lo es, yo no pude ir por varias situaciones el año pasado, ¡pero sé que es un lugar increíble! – soltó con mucha emoción –Blaze, Sally y yo juramos que iríamos algún día y celebraríamos el cumpleaños de todas – recordó afectuosamente.

–¿Te gustan las apuestas? – preguntó Sonic alzando una ceja.

–Sabes que sí – le respondió con una sonrisa pícara, obligándolo a desviar la mirada ante la respuesta que era obvio ella no dijo de la forma en como él la pensó –Soy buena para leer las cartas, o eso dice Blaze. Cada vez que jugamos Póker siempre gano – señaló victoriosa.

–Sí, bueno, funciona si te gustan esas cosas– retomó Knuckles –Yo prefiero las montañas rusas, pero Rouge dice que los juegos mecánicos, a menos que se gane algo, no son para una dama – citó para rodar sus ojos con molestia.

–¡¿De qué habla?! ¡Las montañas rusas son lo mejor! – habló Sonic entusiasta –¡¿Por qué perder el tiempo en tontas apuestas si puedes ir a toda velocidad en una caída de 90 metros de altura?!

–¡Lo sé! – asintió Knuckles con emoción, para que entonces un rápido pensamiento cruzara su mente –¡Oye, tengo una idea! – habló el equidna con emoción –¡Ustedes deberían de acompañarnos!

–¿Cómo dices? – soltó Sonic alzando una ceja.

–¡Ajá! De esa manera Amy podrá acompañar a Rouge en los ridículos juegos de apostar y tú y yo podemos subirnos a las montañas rusas.

Sonic vio a Amy de reojo, en silencio, quien lo imitó. Regresó su mirada a Knuckles quien tenía aquella mirada insistente y mohín de suplica. Eso podría funcionar mejor de lo que él podía desear.

–Entonces...– retomó Sonic para silenciar por unos segundos, pensativo –Tú nos estás pidiendo a nosotros que nos unamos a tu cita, ¡como amigos claro! Porque Amy y yo no somos, ya sabes...– silenció sonrojándose sutilmente, carraspeando su garganta ante las miradas de quienes lo rodeaban ¡Maldita sea, debía de controlarse! –Es decir, sólo para acompañarlos a ustedes, ya sabes, de manera casual.

–Amm... sí, pensé que había quedado claro– dijo Knuckles alzando una ceja por la actitud del erizo –¿No quedo claro? – preguntó dirigiendo su mirada a Amy, quien se tensó ante su pregunta.

–Sólo digo – retomó Sonic –Que nosotros iremos con ustedes, sin embargo, habrá momento en los que necesitan tiempo a solas, quiero decir es tu cita, lo que hará que Amy y yo pasemos tiempo a solas, pero hey, es sólo para no estorbar demasiado, ¡Pero iremos sólo como amigos! ¡Apoyando a nuestros amigos!

–¿Te sientes bien? – inquirió Knuckles confundido por la palabrería del erizo azul.

–Claro, claro es sólo para estar seguro de cual es el plan, es decir no quisiéramos entrometernos en la cita de ustedes – rio el erizo azul nervioso.

En ese momento agradecía a Chaos que no fuera Tails el que estuviera hablándole o sin lugar a duda ya hubiera quebrado en pedazos aquella mala actuación suya con alguna pregunta directa y sin filtro.

–Sí, claro, como sea – alzó el equidna los hombros en señal de desinterés –Será mañana por la tarde noche ¿pueden?

–Seguro – asintió Sonic siendo imitado por Amy.

–Genial, nos vemos mañana – se despidió el equidna para dar la vuelta y tomar camino a su habitación.

Sonic soltó un pesado suspiro para así cerrar la puerta y esta vez asegurarse ponerle cerrojo. Nunca nadie había interrumpido tanto en su habitación como ese día y la verdad no quería ninguna otra, no sabía cómo seguiría con aquella actuación por un minuto más.

–De acuerdo...– soltó Amy ocasionando que Sonic la viera –Iremos como... ¿sus chaperones? – preguntó alzando una ceja, pues después de tanta palabrería para hacerle entender a Knuckles que iban solo como amigos, ella ya no estaba segura qué pasaba por la cabeza del erizo azul.

–Por supuesto que no – respondió el erizo azul seriamente cruzando sus brazos sobre su pecho –Quieres ir ¿no es cierto?

Amy asintió suavemente con su cabeza para que una pequeña sonrisa se formara en sus labios. Sintió su rostro enrojecer ¿había aceptado por qué ella quería ir?

–Tú no conoces ese lugar ni yo tampoco – reveló Sonic ruborizándose tenuemente por lo que diría a continuación –Así que pensé que tal vez sería el mejor lugar para, ya sabes... una cita – completó ahogado por aquellas palabras. Amy se estremeció ante sus palabras ruborizándose de golpe y así asentir silenciosamente –Genial, entonces tenemos un plan – dijo para dirigirse a su lado de su cama –Será mejor ir a descansar, ha sido un largo día.

–Ah... sí, sí.

Amy fue al lado de su cama para así apagar las luces al mismo tiempo que él y quedarse en plena oscuridad. Ambos se dieron la espalda, sin decirse nada el uno al otro, sólo sintiendo el intenso palpitar de un corazón intranquilo y un pensar de manera sincronizada:


"¡¿Por qué esto es tan difícil?!"


Salir con tu mejor amigo jamás será algo sencillo por mucho que lo quieras, y estos dos erizos que no saben por donde empezar están sufriendo las dificultades de dar el siguiente paso en su relación.

Recibí varios comentarios sobre el capítulo anterior y la verdad leerlos agonizar por todo lo que pasó fue algo que no esperaba. Como dije antes, ese capítulo iba a partirse en dos, pero asumí que el sufrimiento iba a ser demasiado (y posiblemente me matarían si terminaba el capítulo con una Amy resignada a perder a Sonic) así que lo unifique. Realmente muchas gracias a todos por sus hermosas palabras, por esos maravillosos reviews de aquellos que les ha gustado como la historia, aunque larga, se ha sentido con naturalidad e interesante (que es lo que busco). ¡Gracias por seguir comentando!

Bien, sé que actualice un día antes, y hay una razón para ello... es porque esta semana tendremos doble capítulo (¡wuju!) ¿El motivo? Verán, la verdad, me he picado con esta historia, hasta el punto donde he avanzado casi diez capítulos, y no he dejado de escribir, así que decidí avanzar un poco con las publicaciones también. Así que el día de mañana, tendremos capítulo nuevamente XD!!!

Bien mis queridos lectores sin más que decir, porque ya he perdido mucho el tiempo en lugar de hacer lo que debería, su autora se despide, Kat fuera.

Su primera cita con una pareja que actúa de forma natural los hará tener segundas dudas sobre si realmente deben de intentar forzar algo más allá de una amistad. La inseguridad y el miedo sobre si hacen lo correcto será demasiado grande. El consejo de un buen amigo puede hacer que todo cambie, para bien o para mal. Capítulo 38: De Amigos a Algo Más.

¡GrAcIaS pOr LeEr!

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