Capítulo 21: Una Canción del Corazón


La tetera empezó a hervir para silbar de manera estrepitosa obligándola a levantar su cabeza del mueble marmolado y ver el ruidoso aparato frente a ella silbar de forma insistente, soltando un suave suspiro.

–Al menos llevaré el té... – se dijo Amy a sí misma para levantarse con cierta pesadez y quitar la tetera del fuego, acallando el silbido infernal.

–¡¿Por qué me empujas?! – escuchó decir Knuckles a sus espaldas.

Amy observó al equidna ser empujado bruscamente fuera de la habitación de Sonic seguido por Tails con una expresión de obvia molestia grabada en su rostro.

–¡Sólo camina! – ordenó Tails, quien iba detrás de él con un dejo de molestia en su voz. El zorro se detuvo en el marco de la puerta para fijar aquella mirada benevolente hacia el erizo azul y así decirle en suave voz: –Vendré más tarde a ver cómo estás ¿de acuerdo?

Amy observó la escena un tanto entusiasmada, pues significaba que por fin podría hablar con Sonic en privado.

–Mmm... de acuerdo – se despidió Tails cerrando la puerta al salir de su habitación. Un claro mohín de desanimo se pintó en las facciones del zorro.

–¿Pasó algo? – preguntó Amy quien caminaba hacia ellos un tanto confundida por la escena recién.

–Hmph – bufó Tails ante la pregunta borrando aquel semblante consternado y uno de molestia se grabara en su lugar –¿Por qué no le preguntas a nuestro amigo Knuckles aquí presente? – soltó para ver al equidna iracundo.

–¿Qué? – exclamó Knuckles cual respuesta ante la obvia acusación del zorro –Yo sólo dije lo que todos ya saben – se excusó cruzando sus brazos y colándolos en forma de cruz sobre su pecho.

–En serio crees que era el momento apropiado para decirle a Sonic "Te lo dije"... – masculló Tails intentando contener su ira hacia el equidna, quien por su parte alzó sus hombros en señal de desinterés ante sus palabras –¡Tienes que estar bromeando Knuckles!– explotó ante su falta de empatía –¿En serio le dijiste: "te lo dije"? ¡¿TE LO DIJE?!

Knuckles se estremeció ante las palabras del zorro, no era normal ver a Tails molesto y si tu eras el causante de esa molestia el precio podía ser muy alto; todos en ese apartamento lo sabían.

–Pero... sí se lo dijimos – se excusó Knuckles, sin poder encararlo.

–¡ESE NO ERA EL PUNTO! – explotó el zorrito, ocasionado que Knuckles retrocediera varios pasos intentando calmar la ira del iracundo zorro con la distancia.

Tails chasqueó molesto. Restregó sus sienes con la yema de los dedos en un intento de forzarse a entender las acciones, imperdonables a su punto de vista, del equidna.

–Esto es increíble... – retomó Tails suspirando pesadamente –Tú sabes exactamente cómo Sonic reacciona ante estas cosas, él siempre se encierra en sí mismo y esto definitivamente no ayudará para que él se abra ante esto ¡Ni ayudara a que su duelo se solucione más pronto! – apuntó cual hecho obvio.

–¿No crees que exageras? – inquirió Knuckles, provocando que el zorro agudizara su mirada hacia él –¡Q-Quiero decir! Nosotros siempre salimos a beber y a relajarnos cuando...

–Ese es el punto Knuckles – interrumpió Tails el monólogo que había escuchado tantas veces antes –Eso no es trabajar el problema ¡Es evadir el problema! – señaló iracundo –El cual Sonic puede hacer bastante bien sin tu ayuda como te darás cuenta.

–Pero...– El celular del equidna sonó en ese momento, acallando la pelea. –¡Es Silver! – soltó con alivio –Yo voy a... ya saben...– dijo nerviosamente para responder la llamada y alejarse del zorro que en cualquier momento lo asesinaría con la mirada.

–Maldición... – masculló Tails con molestia soltando un pesado suspiro.

–La conversación no salió bien ¿ha? – habló Amy haciéndose notar.

Tails resopló molesto para encaminarse hacia la isla de la cocina, seguido por la eriza.

–Al principio estábamos bien – explicó el zorro sirviendo un poco de agua caliente y buscar una bolsa de té –O eso creo... no lo sé... – murmuró Tails pensativo recordando aquellas lágrimas que mojaron su pecho en busca de un consuelo que él no pudo brindar –Es decir, creo que sí... o así era... ¡Hasta que Knuckles llegó para arruinarlo todo! – exclamó iracundo.

–¡Te escuche la primera vez, Tails! – dijo el equidna del otro lado de la habitación, aún con el teléfono pegado a su oído intentando mantener una conversación.

–Hmph – bufó el zorro molesto para tomar su taza de té y sentarse en la isla cocina. Su mirada iracunda empezó a desvanecerse y una llena de consternación se albergó en sus pupilas. –Sonic generalmente se encierra en sí mismo y cuesta mucho que hable con cualquiera de lo que realmente siente – dijo sorbiendo un poco de la cálida bebida mientras Amy se sentaba a su lado, atenta a sus palabras –Sin importar que tan buenas intenciones tengas para ayudar él sólo no...

–Sí... entiendo – habló Amy, interrumpiendo su diálogo.

Ambos soltaron un suspiro para así verse al acto y sonreír ante la sincronización, compartiendo aquellos sentimientos de impotencia en silencio.

–Hey Tails – habló Amy nuevamente, con un mohín pensativo –Puedo preguntarte algo...

–Claro – respondió prestando su atención a la taza de té frente a él sorbiendo un poco de la misma.

–Ya que tú eres quien mejor conoce a Sonic de cualquiera nosotros... yo quería saber... – pausó unos instantes –Quiero decir, ¿hay realmente algo que pueda hacer o decir para que él... no lo sé... – Amy silenció soltando un suspiro. La eriza empuñó sus manos fuertemente mordiendo suavemente su labio inferior. No sabía cómo formular aquella pregunta adecuadamente o si le gustaría la respuesta si conseguía hacerlo. –Es sólo que...– continuó para carraspear su garganta –Yo sólo quiero poder ayudar en algo, pero siento que... no lo sé...

–Entiendo a qué te refieres – sea adelantó Tails con un esbozo de sonrisa, confortándola –No eres la única – admitió con pesar –Usualmente Sonic siempre es muy fuerte y muy pocas cosas logran traerlo abajo, pero cuando lo hacen... – acalló cerrando sus ojos con pesar.

La verdad era que nadie sabía exactamente cómo lidiar con Sonic en ese estado o cómo ayudarlo, después de todo no es cómo que él quisiera o pidiera ayuda de ningún tipo.

–Creo que...– retomó Tails, captando la atención de la eriza –Lo mejor que cualquiera de nosotros puede hacer en este momento es hacer exactamente lo que él nos pide, darle espacio – admitió amargamente –Y esperar que con el tiempo él mismo se abra un poco con nosotros; ahorita Sonic no se abrirá con nadie, en especial luego de la última conversación con su amigo cabeza de nudillo – recordó para sentir el enojo regresar nuevamente a él.

–Oh... – murmuró Amy viendo de reojo la habitación donde yacía el erizo azul. –Supongo que tienes razón – concordó Amy para ponerse de pie en un salto, captando la atención del zorro –Entonces, supongo que los veré mañana.

–¿A qué te refieres con qué nos verás mañana?

–Bueno – dijo para buscar su mochila –Me quedaré con Sally un par de días.

–¡E-Espera! ¡No me refería a qué te fueras! – se apresuró a decir Tails –¡Puedes...

–Está bien Tails, sé a qué te referías – intentó tranquilizarlo –, pero creo que tienes razón, creo que Sonic necesita un tiempo a solas y eso no lo conseguirá conmigo durmiendo en la misma habitación – se explicó –Además, Sally tiene una cama extra, así que todo estará bien – aseveró para que Tails le sonriera sueltamente – Por otra parte, realmente creo que Sonic lo que necesita es a sus amigos en este momento.

–¿Incluso a los imbéciles que no saben que decir? – preguntó Tails sarcástico.

–¡Por Chaos, ya hablamos sobre eso! – se escuchó decir al equidna que aún mantenía aquella conversación telefónica.

Amy rio divertida.

–Sí, incluso a esos – habló la eriza –Nos veremos mañana – se despidió para tomar camino a la salida.

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Llegó al edificio de apartamentos al día siguiente muy temprano. No había podido dormir bien toda la noche, pensando constantemente en Sonic y en cómo se encontraría, incluso tuvo la osadía de llamarlo más tarde esa noche, pero la llamada entró directamente a buzón, dándole a entender que no pensaba hablar con nadie.

Amy giró la perilla para así darse paso al apartamento y al entrar percatarse que todos estaban sentados en la sala, incluso Silver, quien había regresado antes de su viaje en su ciudad natal.

–Hey Amy – saludó Tails un tanto apagado.

–Hola – saludó para darse entrada, sintiendo un ambiente de pesar y decaimiento al cruzar la puerta. Amy se acercó lentamente a ellos, quienes se mantenían en completo silencio. –Amm... ¿cómo siguió Sonic?

Todos en la sala se vieron a los ojos por unos instantes sin decirse nada.

–Ammm... él no ha dejado que ninguno de nosotros entré a su habitación – respondió Tails con pesar.

–¡¿Qué?! – exclamó Amy preocupada.

–Ni siquiera quiso ver a Silver, y eso que regreso días antes de su viaje – señaló Tails con un pesado suspiro.

–Sí... ¿me preguntó por qué será eso? – soltó Silver para voltear a ver a Knuckles con molestia.

–¡Ya dije que lo sentía! – se disculpó el equidna nuevamente –¡Lo arruiné de acuerdo!

–¡¿Tú crees?! – exclamaron Tails y Silver al unísono.

–Vamos chicos... ya dije que yo limpiare el apartamento los siguientes dos meses – les recordó con aquella expresión culpable.

–No es suficiente – dijo Silver dejándose caer sobre el respaldo de su asiento.

–Concuerdo – apoyó Tails.

–Vamos... ¿Qué más puedo hacer? – preguntó Knuckles con aquella expresión culpable y mirada de suplica.

–No lo sé, Sonic debería ser quien elija el castigo, pero gracias a ti no quiere hablar con ninguno de nosotros– puntualizó Tails –Así que supongo que será mi responsabilidad ponértelo.

–¡N-No por favor Tails, no! – pidió misericordia el equidna –¡Limpiare al apartamento tres meses... no, cuatro!

Amy carraspeó su garganta, para terminar con la pelea entre ellos, captando la atención de todos en la sala.

–¿Les molesta si yo lo intento? – preguntó la eriza tímidamente.

–Por favor – pidió Silver velozmente –De hecho, estábamos esperándote.

Amy asintió suavemente con la cabeza para así caminar hacia la habitación y tocar la puerta de la misma –Hey Sonic... soy yo, Amy– dijo un tanto nerviosa, sin respuesta del otro lado. La eriza volteó a ver a sus compañeros de apartamento, quienes soltaron un pesado suspiro simultáneamente; era obvio que ya lo veían venir. Tocó la puerta nuevamente –Sonic – llamó Amy con más seguridad –Traje chilidogs – tentó sin respuesta. Amy frunció el ceño para así aspirar profundamente y así abrir la puerta sin reparos; entraría ahí, quisiera o no.

Asomó la cabeza cautelosamente buscando con la mirada a Sonic, quien debía de estar en cama, sin embargo, no lo vio. Amy se adentró al cuarto para buscar al erizo con una inspección rápida y no verlo por ningún lado.

–Hey chicos...– llamó la eriza dentro de la recámara –Sonic no está.

–¡¿Cómo?! – exclamaron los tres al unísono.

Silver, Tails y Knuckles entraron corriendo al mismo tiempo para confirmar lo que Amy les había dicho; Sonic no estaba por ningún lado.

–¿Dónde...

–¿Huelen eso? – interrumpió Silver olfateando el ambiente –Humo de cigarrillo.

Todos lo imitaron para comprobar efectivamente la esencia de nicotina quemada navegar de forma tenue la habitación.

–¿Pero de dónde viene? – inquirió el equidna confundido, pues incluso la puerta del baño yacía abierta, sin rastros del erizo azul.

Todos se vieron al mismo tiempo, confundidos, hasta que Tails subió la vista al techo, seguida de los demás.

–Creo que ya sé donde está... – murmuró Talis sin despegar su vista del cielo de la habitación.

–¡¿El techo?! – soltó Silver horrorizado.

–Sí...– respondió con pesar el zorro –Creo que Sonic asumió que entraríamos tarde o temprano y supongo que buscó un lugar que fuera de difícil de acceso para cualquiera de nosotros.

–¿Existe alguna manera de llegar al techo? – preguntó Amy con su vista en el mismo.

–Claro – respondió Tails asintiendo con la cabeza –Por la ventana – dijo señalando la ventaba abierta de la habitación con una sonrisa irónica –En una manera realmente estúpida y suicida – masculló molesto –Maldita sea, Sonic...

–Será mejor darle espacio – habló Silver con pesar para asomarse a la ventana y sentir el humo de cigarrillo con mayor presencia –Bajará cuando tenga hambre – dijo derrotado.

–Hmph – bufó la eriza para caminar hacia la ventana por igual y asomar la cabeza fuera de ésta, viendo los diez niveles que la separaban del pavimento y luego subir su vista, distinguiendo a unos cuantos metros el techo del edificio –Silver, ayúdame a subir – pidió regresando su cabeza a la habitación.

–¡¿Has perdido la razón?! – exclamó Tails alarmado por lo que ella proponía.

–Por supuesto que no – respondió Amy frunciendo el ceño ante las palabras del zorro –Es sólo que... – pausó unos segundos. Sonic había estado ahí para ella en su peor momento y ella no estaría tranquila a menos que pudiera devolverle el favor. –Es sólo que... se lo debo – completó.

–¿Se lo debes? – curioseó Silver sin entender.

–Es complicado, sólo necesito subir ¿de acuerdo? – terminó Amy con el tema.

Todos en la habitación la vieran con cierta preocupación por lo que pensaba hacer. Silver se mantuvo en silencio, sin convencerse del plan que la eriza ahora proponía, desviándole la mirada ante la insistente de ella.

–Escúchame bien, tienes dos opciones, o me ayudas a subir o me ves caer desde aquí – habló Amy con soberbia para que Silver la viera al acto –¿Cuál de las dos va a ser?

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Soltó otra bocanada de aquel humo blancuzco para así lanzar la coletilla de cigarrillo al vacío bajo sus pies, los cuales se balanceaban adelante y atrás desde la cornisa del techo, en un vals que apartaba su mente de la tristeza que ahora lo consumía.

–Hey... Sonic – saludó la eriza. La voz de Amy navegó en el viento, cortando su paz y terminando con su apacible soledad.

Sonic chasqueó molesto ante la presencia indeseada, sin molestarse a verla en ningún momento, mientras sus tímidos pasos le anunciaban que se aproximaba hacia donde él se encontraba intentando huir del mundo.

–Genial... – soltó el erizo azul al viento irritado, con aquella obvia expresión de molestia –Recuérdame la próxima vez saltarme hacia el otro maldito edificio.

Amy se acercó hacia el erizo de forma cautelosa, deteniéndose a un par de metros de él, pues no quería irritarlo más de lo que ya estaba, aunque esa actitud ya no le era desconocida, pues era la misma que tenía cuando algo de lo que no quería hablar le afectaba. Vio de reojo a sus espaldas por un momento, dudando si había sido una buena idea subir y hablar con él, después de todo, todos le habían advertido a qué podía enfrentarse si decidía ir en contra de los deseos de soledad y aislamiento del erizo azul. Amy regresó su mirada nuevamente a Sonic, quien mantenía aquella mirada apagada y aquel obvio pesar sobre sus hombros; sus heridas no habían sanado y por debajo de aquellos hematomas y rasguños en su rostro podía apreciarse las pesadas ojeras de alguien que se había mantenido en vela, preso de sus pensamiento repetitivos y destructivos.

–No tendría caso – habló la eriza ya sin duda en sus pasos, para acercarse más a él, detniéndose a su lado y así dirigir su vista hacia el firmamento –Te seguiría hasta el final del mundo ¿recuerdas? – soltó divertida haciendo mención a las palabras que alguna vez le había prometido cuando eran unos adolescentes.

–Hmph ¿cómo olvidarlo? – replicó Sonic con fastidio –Bastante espeluznante y nada atractivo si me lo preguntas – amedrentó para sacar otro cigarrillo, ignorando su presencia nuevamente.

–... ¿Cómo estás? – se animó Amy a preguntar, obviando sus toscas palabras previas.

–Ya tuvimos está conversación hace un tiempo atrás y creo que sabes la respuesta – respondió el erizo encendiendo su cigarrillo y tomando una bocanada de éste.

–Te refieres a esa conversación en donde no quieres hablar de tus sentimientos o en la donde me dices que estás bien cuando es obvio que me estás mintiendo ¿a esas conversaciones te refieres?

–¡Sí, ahora lo entiendes! – exclamó Sonic con una sonrisa irónica para voltearla a ver al fin –Ahora que lo sabes porque no vuelves por... Espera – pausó Sonic viendo de repente a la eriza con confusión –¡¿Cómo demonios subiste aquí? – le preguntó confundido –Esperaba que Silver o Tails subiera... con suerte no a Knuckles – habló rodando sus ojos con obvia molesta –¿Cómo tú...

–Quería verte – interrumpió Amy su pregunta.

–Hmph, ¿para decirme qué exactamente? – preguntó poniéndose de pie y así tirar aquel cigarro al piso pisoteándolo insistentemente –Ya todos me dijeron que será sólo una etapa, que estaré bien, y que hay muchos peces en el mar ¡Ah! Y por supuesto no podemos olvidar el "Te lo dije" y que todo esto fue culpa mía – recordó con una sonrisa irónica y una obvia expresión de molestia –Así que Amy, dime, exactamente qué puedes decirme que no haya escuchado ya ¿ha? – preguntó toscamente –Sólo quiero estar solo por una maldita vez– habló sin darle a tiempo de responder –¡Déjame solo!

Amy ahora entendía las palabras previa de sus amigos. Si Sonic antes había sido difícil, ahora era insufrible; era obvio que dialogar con él sería una gran perdida de su tiempo.

–Hmph – bufó Amy con molestia por su actitud –Tienes razón, no tengo nada nuevo que decir, así que simplemente no diré nada – dijo para tomar asiento en el bordillo del edificio con cautela.

–¿Qué haces? – preguntó Sonic curioso.

–Nada, no diré nada, sólo me quedaré aquí – espetó para cruzarse de brazos y ver al horizonte con aquel ceño fruncido.

–¡N-No me refería a... T-Tú... –. Sonic pausó su balbuceó al notar el puchero molesto de ella, ignorando nuevamente todas sus palabras bajo aquel ceño fruncido y actitud inabordable –¡Bien, haz lo que quieras!

–Eso hago – respondió la eriza desinteresada.

–¡Bien! – exclamó Sonic sacando otro cigarrillo y tomar asiento a una distancia considerable de ella y fumar nuevamente.

Permanecieron en silencio, sin decirse nada uno al otro, en un silencio ensordecedor.

Sonic soltó una bocanada de humo para así ver de reojo a la eriza, quien, a diferencia de él, se le miraba con un semblante pacífico mientras admiraba las nubes pasar; eso lo enfurecía más. Bufó molesto volteándola la cara, su presencia lo estaba volviendo loco; no entendía por qué insistía quedarse a su lado cuando era obvio que quería espacio, ¿por qué simplemente no se iba como todos los demás? Ese pensamiento provocó que aquella ira borboteando de su interior encontrara la calma. Sonic la vio de reojo una vez más; ahí estaba ella, en completo silencio, a su lado... Pensamiento que lo hizo suavizar la mirada.

Sonic soltó un suave suspiro para imitar a la eriza y ver a las nubes navegar el cielo mientras la suave brisa acariciaba su rostro. Todo era tan pacífico bajo aquel silencio constante, uno que por momentos lo hacía olvidar qué era lo que hacía allá arriba en un principio.

Una armoniosa melodía rompió su preciado silencio; regresó con disimulo su mirada hacia la eriza quien ahora mantenía su mirada en sus pies colgantes. Una suave sonrisa se pintaba en sus labias los cuales emitían un delicado sonido al principio inaudible, el cual, poco a poco empezaba a tomar forma cual lejanos murmullos que relataban armoniosamente una melodía, melodía que poco a poco empezó a tomar sentido según su voz se hacía escuchar con mayor fuerza.

–...Look around you then you may realize, happiness lies trap in misery – cantó Amy en baja voz.

(Mira a tu alrededor y tal vez te des cuenta, la felicidad está atrapada en la miseria)

Sonic la volteó a ver al acto, él podría reconocer esa canción en cualquier lado, después de todo, era la misma canción que su madre le cantaba de niño cuando se encontraba triste o desánimado; una que no había escuchado en años.

And who knows what of the future, we can all try to change our past. Only you know if you'll be together tonight... – soltó Amy al viento para levanter su mirada y ver hacia el cielo –'Cause... 'Cause... – pausó intentando recordar el resto de la canción con esfuerzo.

(Y quién sabe qué será del futuro, todos podemos intentar cambiar nuestro pasado. Sólo tú sabrás si estaremos juntos está noche... porque... porque...)

'Cause every night I will save your life... – continuó Sonic en baja voz, desviándole la mirada, abochornado.

(Porque todas las noches yo salvaré tu vida)

Amy lo volteó a ver con sorpresa al escucharlo cantar en su delicado susurro. El erizo mantenía su vista lejos de la de ella y una expresión de vergüenza se dibujaba en su rostro, pero no le importó, por fin le había dicho algo que no fuera hostil. Amy le sonrió sueltamente para así continuar:

And every night I will be with you– prosiguió con la canción, viéndolo expectante.

(Y todas las noches, yo estaré contigo)

–'Cause every night I still lay awake...

(Porque todas las noches estaré despierto)

In my dream of an absolution – le siguió Amy emocionada.

(En mis sueños de absolución)

Cause every night I will make it right – cantó Sonic para subir su mirada al cielo.

(Porque todas las noches lo haré bien)

And every night I will come to you – dijo Amy imitándolo.

(Y todas las noches yo llegaré a ti)

But every night it just stay the same... in my deam of an absolution...

(Pero todas las noches se mantienen igual... en mi sueño de absolución)

Amy lo observaba con una dulce expresión, acto que no pasó desapercibido por el erizo.

–¿Cómo conoces esa canción? – preguntó Sonic en un suave susurro, terminando con aquel indeseable dueto.

–Aleena la cantaba para mí – reveló la eriza desviando su mirada a sus pies –Cada vez que estaba triste, cuando iba a tu casa ¿recuerdas?

Amy recordó las veces que terminaba llorando por alguno de los desplantes que Sonic tenía para con ella o decía algo que para ella era cruel o injusto y terminaba llorando el jardín. No sabía por qué o cómo, pero Aleena, la madre de Sonic, siempre estaba ahí para abrazarla y cantarle esa canción, y por alguna razón, eso siempre la hizo sentir mejor.

–No sé por qué recordé eso justo ahora – dijo Amy con una sonrisa tímida.

–Sí... – murmuró Sonic, recordando a su madre y sintiendo una extraña sensación de confort en su corazón al escuchar esa melodía una vez más. –Es una buena canción – completó con una expresión impasible.

–Lo es... – concordó Amy para de nuevo fijar su vista al cielo.

Sonic la vio de reojo nuevamente mientras aquella expresión pacífica y dulce se mantenía en el rostro de ella, cautivándolo por alguna razón. Sus cortas púas danzaban con el viento y el sol acariciaba su rostro en un suave abrazo, mientras aquellos ojos color esmeralda brillaban cual gemas preciosas bajo la iridiscencia de la mañana.

–...Lo lamento – soltó Sonic dirigiendo su mirada al frente sintiendo sus mejillas sonrojarse tenuemente, posiblemente por el sol.

–¿Cómo dices? – preguntó Amy regresando su atención al erizo azul.

–Por... ya sabes... – silenció desviándole la mirada insistentemente –No quise ser grosero antes – se disculpó –Sólo... – suspiró pesadamente entristeciendo su mirada –Sé que todos intentan ayudar... incluso el cabeza de nudillo de Knuckles – enfatizó endureciendo la mirada –, pero yo no... sólo... – Sonic mordió su labio inferior sin saber cómo expresarse correctamente, jamás había sido realmente su fuerte. –Sé que puedo ser difícil de tratar ¿de acuerdo? – admitió con un dejo de molestia y culpa en su voz, sin atreverse a verla –Y no quería decir nada de lo que pudiera arrepentirme después ¿sabes? – admitió en susurro –Por eso viene aquí arriba...– explicó –No soy un amigo con quien estar en este momento – aceptó amargamente.

–Pero eres un amigo que necesita uno ahora – habló Amy acercándose al erizo por el bordillo, acortando la distancia entre ambos –Por eso estoy aquí – completó colocando suavemente sobre la mano del erizo azul.

Sonic sintió la mano de ella sobre la suya, para voltearla a ver al acto, sonrojándose intensamente por aquella sencilla acción. Amy expandió su sonrisa sintiendo una sensación cálida y un corazón que por alguna razón se aceleraba al ritmo de una canción que le era desconocida...


¡Se llegó el viernes y por fin pude terminar este hermoso capítulo! Como podrán darse cuenta este capítulo entraría en categoría de "Songfic" y busque la canción perfecta para el momento (me atrase un poco por eso -.-u) y para eso elegí: "Dreams of an Absolution" de Tsuko G. (La cual está al inicio de este capítulo). Es la versión instrumental de esa canción y es sin lugar a dudas mi favorita de todas de la franquicia de Sonic.

Les comento que su escritora por fin pudo adelantar un par de capítulos, así que eso significa...¡QUE EL OTRO VIERNES ACTUALIZO SIN RETRASOS! Esta historia realmente me encanta pero con todo lo que he tenido que hacer realmente me ha costado darle el tiempo que merece, pues estos capítulos tienen mucha emoción involucrada y necesitaban extra atención. En fin mis queridos lectores, gracias por seguir la historia y por su apoyo, hasta el siguiente viernes. Kat fuera.

Una historia que pensó no contaría nuevamente sale a escena para poder hablar de aquella herida que parecía nunca sanar por completo. Capítulo 22: Cicatriz del Pasado.

¡GrAciAs pOr LeEr!

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