9.

Una nueva guerra entre los Ángeles y los Demonios se habia desatado. Lograron descubrir quienes eran los Demonios aliados con el territorio contrario para matar al anterior líder demoníaco, al verse descubiertos trataron de refugiarse con los Ángeles estos para liberarse de ellos los mataron y lo aprovecharon para empezar una nueva guerra con la excusa de una supuesta invación.

Era la primera guerra que comandaba, tuvo menos bajas de las que pensó tantos años entrenando, viendo como dirigía Shion dieron buenos resultados. Con lo único con lo que no contaba era que los Ángeles fueran más traicioneros de lo que parecían. Cuando la guerra parecía haber terminado, y ambos ejércitos se retiraban del campo de batalla, un grupo de Guardianes lo acorralaron comenzaron a atacarlo sin dejar que se defendiera.

Hubiera terminado muerto de no ser que Manigoldo y Albafica le ayudaron, ya con ellos pudo defenderse mejor y acabar con esos Guardianes. Pero las heridas recibidas eran muchas y profundas, existia la posibilidad que no sobreviviera a ella si no eran tratadas, lo único que le pidio al Demonio de cabellos celestes fue que lo llevara con Mystoria, si iba a morir por lo menos queria pasar sus ultimo momentos con la persona que más amaba, poder despedirse de él al menos.

Cuando Albafica llego al departamento de Mystoria, este lo miraba sin poder creer lo que veía. Shijima era un Demonio fuerte y poderoso, dificil de lastimar o engañar y verlo así de herido le hizo pensar lo peor.

- ¿Que le paso? Él nunca había vuelto así.

- Fue una emboscada de los Ángeles. Ni él mismo sabe si sobrevivirá, pero dijo que quería verte. Suerte.

Reuniendo todas la fuerzas que tenia logro llevar a su pareja a la cama sin importarle que se manchará con su sangre.

- No te preocupes, haré lo que pueda pero no dejare que mueras, ¿Me escuchaste?

Asintió, pero apenas sintio que Mystoria se alejaba lo tomo de una mano deteniendolo, no quería que lo dejara solo. Como pudo se sentó y se abrazo al cuerpo del humano de amaba como a nadie.

- Sabes que te amo ¿No?

- Callate, no sigas despidiendote , no vas a morir hoy ¿Me oíste? No voy a permitirlo. El mortal aquí soy yo no tú.- lo apretó lo más que las heridas se lo permitían.

Unió sus labios con los del pelirrojo sintiendo un ligero sabor a sangre. Si por él fuera haría pedazos con sus propias manos a esos Ángeles que le hicieron tanto daño, pero sabia que no podía no tenia tanta fuerza, ahora solo podía hacer lo posible por no perderlo. Se separaron y Shijima apoyo su cabeza en su hombro susurrando un "gracias" para luego caer en la inconscincia, asustando al pobre Mystoria que lo único que atino a hacer fue buscar un botiquín de primeros auxilios y llamar a sus hijos. Si mal no recordaba ellos eran encarnaciones de Demonios, podían ayudarlo de alguna forma, solo rogaba que se dieran prisa.

Milo llego con Dohko y Shion ya que habia pasado a buscarlos al colegio antes, se encontraron con Kardia gritandole a la puerta.

- ¡Abre viejo que nos tienes preocupados! - tocaba la puerta una y otra vez, Mystoria no les habia dicho que pasaba solo que se apurarán.- ¡Mystoria Katsaros abre esta puerta o la tiro a patadas!

Estaba apunto de hacerlo cuando su padre abrió dejando entrar a sus hijos y nietos. Dejo a los niños en la sala y llevo a los otros dos donde se encontraba su pareja.

Shion miraba a Dohko sin entender que diablos estaba pasando ¿Era realmente tan malo para que ellos no pudieran verlo?

- ¿Que crees que este pasando?

-  No lo sé, espero que no sea tan malo.

La voz con ese bello acento francés de su primo lo desconectaba del mundo, difinitivamente no podía tomarse algo en serio estando en menor cerca. Los minutos seguian pasando y ellos sin saber nada, Shion parecía borrego encerrado de las vueltas que se daba, Dohko solo lo veía ir y venir, esperando que su papá o su tío se dignaran a decirles algo. El mayor de los dos ya estaba aburrido de esa situación estaba aun pelo de entrar él mismo a esa habitación a exigir respuestas, pero estas llegaron de una forma que no se imaginaba.

Milo salio corriendo con las manos cubiertas de algo oscuro casi negro, y sin decirles nada los tomo a ambos de una mano y los llevo a la habitación.

- Abuelo Shijima...

no podía creer lo que sus ojos veían; Shijima mucho más pálido de lo que lo habia visto nunca, herido y cubierto de esa sustancia negra que sopuso como su sangre, y sus alas, esas enormes alas negras parecidas a las de un dragon que tanto le gustaban perdiendo de a poco su color.

La voz de Milo lo saco de su asombro.

- Sé que no es bueno forzar los recuerdos, pero se nos agotan las ideas y el tiempo. Si queremos que sobreviva hay que hacer algo y ni Kardia o yo sabemos que diablos hacer, solo nos quedan ustedes.

" - Hey pequeño, ¿Estas bien, que haces aquí?

Encontrar a un pequeño Demonio en el campo de batalla no pasaba todos los días y menos verlo cubierto de heridas que por suerte no eran de gravedad. El niño no le respondió, solo lo miro con evidentes ganas de llorar. Su corazon se apretó,  y sin dudarlo lo rodeo con sus brazos, para hacerlo sentir protegido cosa que funcionó.

- Al menos dime como te llamas.

- Shijima.

- Bien, yo cuidare de ti de acuerdo."

- ¡Shion, reacciona!

Los inconfundibles ojos verdes de Dohko lo miraban sin saber que pasaba por su cabeza, pero él sí; sabía lo que tenia que hacer, ni la menor idea de como le llego esa idea a la cabeza pero era la única que tenia y no iba a desperdiciarla.

Se separo de Dohko, subió a la cama mirando como se le iba la vida de a poco a  su abuelo. Suspiro, coloco sus manos sobre sus alas y cerro los ojos, esperaba con todas sus fuerzas que funcionara.

Milo y Kardia lo miraban sin poder creer lo que sentian, no sabían que se podía despertar la escencia demoníaca sin recuperar los recuerdos primero.

Las heridas de Shijima comenzaron a sanar despacio, nadie sabia que estaba pasando. Kardia tenia una ligera idea una vez en su anterior vida lo vio hacer lo mismo un par de veces y segun sabia ningún Demonio tenia ese poder, solo su líder. Le sonrió una vez que termino su tarea, cansado como nunca antes.

- Así que era verdad cuando decían que descendías de Arcangeles.

- ¿Que?

~•~

Kanon se encontraba en su habitacion feliz de la vida planeando una que otra travesura, cuando se sintió observado miro para todos lados pero no habia nadie.

- Saga o Abel, si es una de sus putas bromas no tiene gracia.

Una risa que no era la de ninguno de sus hermanos se escucho por todo la habitación, poniéndole los pelos de puntas. Apoyado a un lado de la ventana comenzo a aparecer una persona.

- ¡Que diablos!

- No grites, Kanon.

¿Como diablos conocía su nombre? Más importante, ¿¡Por qué se le parecía tanto!? Era una copia suya, solo que más moreno y aterrador con esas enormes alas negras en su espalda, y que decir de eso colmillo que tenia, no sabría decir si era un Ángel o un Demonio.

- ¿Que cosa eres?

- ¿Que soy? Quien te ayudara con ese borrego. A ti y tu gemelo.

Ahora si le interesaba ese sujeto.

🐯🐏

Hola!

Casi se nos va Shijima 😨 menos mal que tiene a su viejito Mystoria que lo ama mucho y no lo quizo perder.

Le saque la cuenta a la edad de los personajes y que ¡plop! Aun me los imaginaba con carita de jovenes guapotes pero ¡No! Están bastante mayorcitos algunos.

Milo, Kardia y Camus: 37 años

Dégel: 41 años.

Mystoria: 61 años.  Con él morí 😵

Bueno ellos son como el vino, entre más años mejor xD.

ScorpioNoMilo. 💕

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