9.
- La casa se siente vacía.
-Bastante.
Hace unos dos días que sus amigos se había ido de su casa porque la de ellos ya estaba lista, y desde entonces el lugar para Milo y Kardia se sentía vacío, habían creado cierta dependencia hacia los pelirrojos. A pesar de que estaban a menos de dos cuadras de distancia, para ellos era mucho, mucho más para Kardia ya que él había logrado acercarse a Dégel un poco más que como amigos, porque él había podido robarle un beso, fue algo inocente y rapido, pero que despertó sensaciones que ninguno de los dos había sentido con otra persona.
- Por lo menos tú lograste acercarte más a Dégel, en cambio yo solo sigo como amigo con Camus- apoyo su cabeza en su mano mirando la pared.
- Tranquilo enano, ya veras como tu diamante rojo te corresponde...
- Ojala...Espera, ¿¡Como sabes que le digo así!?- nunca lo había dicho en voz alta, solo lo pensaba, era imposible que Kardia lo supiera.
- ¿Sabes que hablas dormido?- rió por su cara de espanto al verse descubierto.
-Mierda.
Después de un rato cada quien se fue a su habitación. En verdad Milo le tenia cierta envidia a Kardia, el mayor había podido aunque sea rosar los labios de ese francés y él no podia pasar la barrera de amigos. Suspiro, en lo más profundo de su ser sabia que algo más sentía por Camus pero se negaba a aceptarlo por completo. Hace como un mes que había recuperado esa amistad de infancia y temía que por alguna tontería suya o de Kardia todo eso se fuera por la borda.
Mandando todo su razonamiento a la basura, tomo su celular e hizo una videollamada a cierto pelirrojo que lo tenia con la cabeza en las nubes. A los segundos apareció en la pantalla su diamante rojo.
- Hola Milo.- la imagen del francés le causo algo de gracia y ternura, llevaba sus largos cabellos amarrados y la cara sucia.
- Hola Camie... -sonrió- ¿Sabes? Me haces falta acá, me acostumbre a tu presencia en mi casa, ¿Puedes venir?
Esperaba con todas sus fuerzas que le dijera que si.
- Lo siento Milo no puedo... me gustaría enserio, pero tengo el desastre en mi habitación.- dando vuelta la cámara del celular le mostró el desorden del cuarto, habia cajas y cajas por todos lados- Dioses, creo que no terminare nunca.
- Te puedo ayudar, si quieres.
- ¿De verdad?
- ¡Claro! Estoy en tu casa en cinco minutos.
- Te espero.
En menos de los cinco minutos se encontraba en la puerta de la casa de Camus esperando que le abrieran, cuando al fin la puerta se abrió dejo ver la figura de Écarlate, esté lo dejo pasar.
- Milo antes de que vayas con Camus, dime algo, tu padre ¿a que hora sale de su trabajo?
-A las 17:30 ¿Por que?
- No por nada, solo curiosidad.
El griego lo quedo mirando, sentía una precencia extraña alrededor del mayor, casi podía decir que se trataba de algo maligno, pero ¿Que podía ser? Con lo poco que lo conocía podía decir perfectamente que no era alguien malo.
Por su parte un Demonio de cabellos rosados miraba como el peliazul subía las escaleras. Supo que casi lo descubrían, estuvo frente a un ex Demonio, y aunque ahora fuera un humano no quería decir que no sintiera la presencia de alguno de los que fueron los suyos por lo alrededores de las personas.
- Ese borrego me dio un trabajo bastante difícil...- se giro para quedar detrás de Écarlate- Bien rojito, ya sabes hasta que hora trabaja, solo te falta... quitarselo a su esposa.
Milo llego a la habitación de Camus y lo encontró tratando de mover un ropero algo grande, atandosé el pelo a la velocidad de la luz le fue ayudar. De esa forma estuvieron toda la tarde moviendo y sacando cosas, ordenando y limpiando. El menor sacaba un par de cosas de una caja algo grande, la mayoría de ellas eran cosas de pintura y de dibujo, entre ellos encontró una croquera y sin que el pelirrojo lo notara comenzó a hojearla.
Habían dibujos y retratos muy bien hechos, la cantidad de detalles era increible, nunca creyó que dibujará tan bien.
- Cam, dibujas hermoso.
- Gracias.- se giro, pero su rostro cambio a uno lleno de vergüenza al ver que Milo tenia en las manos su croquera más nueva, que en su interior tenia algo bastante especial, vio con espanto como el griego llegaba a las ultimas dos páginas.
Milo encontro en una de esas paginas el dibujo de alguien de perfil, dejando ver uno de sus ojos con la forma gatuna, de sus labios sobresalia un colmillo y en su espalda dos alas, una demoníaca y la otra de un Ángel, ese "alguien" se parecía a él. Miro a Camus con algo de confusión, el pelirrojo se le acerco armandose de todo el valor que podia.
- Luego te explico.- luego dio vuelta la pagina.
En ella había otro dibujo, en el que el griego se pudo reconocer. Estaba bajo lo que parecía un manzano y sonreía con su típica coquetería que volvía loco a más de uno.
- Tú...Dioses, Camus, no sé que decirte, esto es genial, hermosos y todos los calificativos que se le puedan dar, tienes un don muy hermoso... pero quiero saber, el significado del otro dibujo.
- Así es como yo te veo.- el otro no entendió del todo- Como alguien que es fuerte, rebelde, desobediente, inquieto, coqueto, hermoso, eso significa la parte demoníaca. Y la otra es: cariñosa, lo tierno que puedes llegar a ser, comprensivo y sobre todo ese sentimiento de protección que siento cuando estoy contigo. Milo yo...
No pudo acabar, sintió un suave roce sobre sus labios y unas manos que lo tomaban con cuidado de la cintura. Su corazón se acelero de repente y correspondió sin dudarlo. Fue algo inocente que duro apenas unos segundos, que bastaron para transmitir todo lo que uno sentía por el otro.
- Simpre te voy a cuidar, eso no lo dudes.
🔹🔹🔹
Hola!
Dioooooseeeeesss su "primer" beso! Claro si no contamos los de la anterior vida. Al fin el amor entre ellos comienza a renacer 💕... ya me había tardado en revivirlo 😅
Gracias a quien me dio la idea del dibujo 😚
¿Ya descubrieron a los tentados y al demonio que trabaja con Mu? 😎
Chaito.
ScorpioNoMilo✌
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