23.
Las cosas habian pasado demasiado rápido, en un momento se encontraba en la universidad hablando temas triviales con Shaka y riéndose de los celos de Camus. Y en otro en un ambulancia acompañando a su hermano al hospital, Kardia había sufrido un infarto, los paramédicos le dieron RCP por varios minutos los cuales se les hicieron eternos, su pelirrojo venia con él pero de todos modos estaba desesperado y angustiado, no quería perderlo no de nuevo.
Para empeorar las cosas, Dégel desapareció sin dejar rastro. Llamaban a su celular pero este se encontraba apagado, su madre y hermano estaban desesperado. La situación era demasiado extraña, estaban completamente seguros que Kardia era la única persona que sabia a la perfección lo que realmente había pasado, no podía preguntarle porque este seguía sin reaccionar.
Si no hubiera estado hablando con Shaka tal vez todo esto no habria pasado. Un momento ¿Y si Shaka tenia algo que ver? Era muy poco probable, él jamas se metería en cosas como esas ¿O sí? Negó, mejor dejaba de pensar estupideces, es su amigo desde la infancia, no seria capas.
La voz de su madre que hablaba con el doctor de su hermano lo distrajo. Se acerco a ellos para saber algo de la condicion de su gemelo.
-... su corazón se encuentra muy débil, debemos trasplantar lo más pronto posible, sino podría morir.- apretó los puños, si pudiese donaría él el corazón.
- ¿Cuando despertara mi hermano?
- Esperamos que pronto para hacer bien las reviciones , si me disculpan debo volver.
Una vez que el medico los dejo solos abrazo a su madre con fuerza, mientras ella hacia una llamada importante.
~•~
- ¿¡Que!?, ¿hace cuento sucedió?- Mystoria estaba más pálido que de costumbre, a su lado Shijima lo miraba sin entender, desde hace unos dias que ellos se frecuentaban y era la primera vez que lo veía tan preocupado.- Iré lo más pronto posible a Grecia, tomare el primer vuelo. Nos vemos y gracias por avisarme.
Tomo una maleta y metió en ella las primeras prendas de ropa que se encontro.
- ¿Que paso?
- Mi hijo mayor esta en el hospital, debo ir.
- No te detengo más, mantenme al tanto.
- Voy a extrañarte.- dio un corto beso en esos cabellos rojizos y salio lo más pronto posible del lugar.
~•~
-
¡Sueltalo, maldito desgraciado! - trataba de soltarse del sujeto que lo sujetaba con una fuerza sobrehumana.
Frente suyo, Dégel forcejeaba con alguien tratando de liberarse de sus manos.
- ¡Kardia!, ¡Ayuda!- su blanca mano se extendía hacia él, quizo alcanzarlo, ayudarlo, hacer mierda al culpable de todo. - ¡No, sueltame!
La risa del tipo que se encontraba detrás suyo hacia eco en sus oídos, el maldito disfrutaba de que sus esfuerzos fueran en vano. Haciendo uso de todas sus fuerzas e ignorando por completo el dolor en su pecho logro soltarse del tipo de cabellos rosados. Sentía su antigua energía demoníaca correr por sus venas nuevamente. Corrío hace él importandole muy poco su salud, en ese momento lo único que le importaba era salvar a su tomatito lector de ese desgraciado.
- ¡Kardia! - Dégel lloraba de impotencia al no poder soltarse del otro.
Estaba por llegar, se encontraba muy cerca. Ya casi. Una figura extraña con alas oscuras se cruzo en su camino impidiéndole el paso.
-¡Quítate imbécil- el Demonio solo sonrió macabro, de un manotazo lo mando lejos.
-¡Kardia...!
Lo ultimo que pudo ver fue como alguien se llevaba a Dégel ya inconsciente a quién sabe donde.
- ¡Dégel!
Despertó de golpe en una sala de hospital, conectado a una gran cantidad de maquinas que median su pulso y le daban oxigeno. Quiso levantarse salir de ahí, su amado francés lo necesitaba, no debía estar en ese lugar, debía buscarlo y no descansaría hasta encontrarlo. Iba a levantarse de la camilla pero no tenia fuerzas. Maldijo su maldito corazón.
- Desgraciado, justo se te ocurre fallar en un momento como ese.
Sin darse cuenta siquiera las lagrimas bajaron por sus mejillas, se sentía morir tanto física como mentalmente. Le había fallado, era único que podía pensar, había jurado protegerlo de ese degenerado emo, y no pudo hacerlo, su corazón y ese maldito Demonio con pelo de chicle le jugaron en contra y nada pudo hacer.
- Por favor ... que nada malo le pase.
- Kardia...- Milo entro en la habitación. - ¡Hasta que despiertas maldito, no vuelvas a asustarme así!..- suspiro, tenia que calmarse- tienes que decirme que fue lo que paso, todo lo que sepas. Te prometo buscar hasta abajo de las piedras a Dégel, pero tu no sales de aquí hasta que te hagan el tranplante, ¿Entendido?
- De acuerdo.
No tenia otra opción más que confiar en su hermano menor.
Camus por su parte se encontraba solo en el pasillo, su madre y suegra fueron a la cafetería a buscar algo de comer. Estaba nervioso, asustado y preocupado, el único sospechoso del secuestro de su hermano-no podía ser otro cosa alguien se lo llevo- era Zelig Astor, más conocido como Hades. Él sería capas de hacer cualquier cosa que fuera mala, temía lo peor. Su celular sonó, su corazón se acelero al ver que en la pantalla decía "Ratón de biblioteca (Dégel)" lo abrió lo más que sus manos temblorosas se lo permitieron. Hubiera deseado no hacerlo.
Era un video, en él podia ver su hermano atado de las muñecas al respaldo de la cama, amordazado y con la vista vendada. La voz de Hades se escucha satisfecha y aterradora.
-"Aún no despierta esta ratita... pero no te preocupes, voy a cuidarlo muy bien una vez que lo haga."- su risa siniestra sonó por todos lados, era como si lo tuviera en frente.- "Nos divertiremos mucho"
La imagen se acerco al cuerpo de su hermano y vio con asco como ese degenerado paseaba una de sus manos por las piernas de Dégel.
- " Adiós, pequeño francés"
- Dioses, no es posible...- comenzó a llorar de la desesperacion. - ¡Milo!
~•~
Hades destruyó el celular del pelirrojo para evitar que lo rastrearan, miro unos objetos de dudosa procedencia sobre la cama y luego a su victima sonriendo con lujuria mal contenida.
- Nos divertiremos muchos, Déggie. Mucho.
🔹🔹🔹
Hola!
Tenemos a un bicho grave en el hospital y a un cubito secuestrado! 😨 pero esto se pondrá peor.
ScorpioNoMilo.
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