20.

Era de madrugada y Kardia aún no podía conciliar el sueño solo porque se sentía culpable por lo que le había pasado a Dégel, nadie le dijo nada de lo ocurrido, él lo descubrió solo.

Como todas las noches le gustaba mirar como su Ángel Caído se cambiaba de ropa, poder mirar descaradamente pero con amor su cuerpo era una cosa que le encantaba hacer, pero esa noche Dégel no dejo que lo mirara lo que le resulto bastante sospechoso, aún así lo dejo pasar. Dejo pasar unos minutos y agradecía que su pareja fuera de la personas que se dormían apenas tocaban la almohada y de un sueño pesado, pudo acomodarse frente a él y levantar su polera de pijama, descubriendo lo que su adoracion le ocultaba, tenia una serie de moretones por todo el vientre, lugar donde Hades lo había golpeado con mayor fuerza.

Sospecho de inmediato de ese maldito, quizó golpearlo y matarlo de ser posible, en su vida pasada fue un dolor de cabeza y ahora lo queria volver a ser. Llevaba más de una hora maldiciendo a Hades en la sala. Con su tomatito lector nadie se metía sino se las vería con él.

- Me las va apagar y con intereses.- hizo sonar sus nudillos.

~•~

Mu, por su parte, recordaba los motivos de su venganza, el porqué de todo lo que estaba haciendo, era consciente que los planes que tenia podía llegar a matar a alguno de los dos pero eso no le importaba en los más mínimo. Él quería vengar por su propia mano lo que le arrebataron.

13 milenios atrás.

Cuando aún era un Ángel de la Muerte, era de los mejores guerreros, los Demonios le temían a él y al que era su pareja de combate; Saga, de los pocos Guardianes que se podían ver en medio de las guerras.

Muchos podían decir que ambos eran más que amigos, que no solo eran pareja de combate, pero muy a lo contrario de lo que pensaba la mayoría, eran solo eso, amigos. Aunque muy en el fondo Mu tenia la ligera esperanza de que su relacion cambiara y con el paso de los milenios así fue; se podía decir que eran amantes, nadie sabia de su relación, todo iba viento en popa, así fue hasta que Aspros, uno de los primos de Saga, se intereso en un Ángel de la Muerte llamado Dégel, era hermoso no podia negarlo, pero ese Ángel fue el inicio de sus desgracias. Tenia un hermano menor de siete milenios, el cual le intereso a Saga de inmediato.

- Es solo un mocoso, ¿como te va interesar? - no le caia en la cabeza el ser remplazado por un niño.

- Ni yo lo entiendo, tiene algo que me atrae.- no sabia si eran sus ojitos que irradiaban inocencia, o esa carita tan tierna, pero Camus lo había hechizado, obsesionado en otras palabras.

- En verdad, ¿vas a cambiarme por ese niño?

- ¿Cambiarte? Tú y yo nunca fuimos nada Mu, fue divertido lo admito, pero eso "niño" como le dices, me gano con una mirada algo que no has podido hacer.

Dejo el lugar sin siquiera mirarlo. Apretaba las manos con fuerza en un intento de contener el odio que sentía, no hacia Saga a él nunca podría odiarlo, ese sentimiento negativo era para Camus. Sabía por la boca del propio Saga que si las cosas salian bien entre Dégel y su primo, él tendría la autorización de cortejar al menor en un milenio más.

Pidio con toda sus fuerzas que algo malo pasara y al parecer sus ruegos fueron escuchados, el mayor de los hermanos no soportaba a Aspros de ninguna manera y de esa forma Camus le fue negado a Saga. Creyó que tendría una nueva oportunidad con el Guardian, pero sus planes se vieron arruinados cuando descubrió que con el tiempo ese "amor" que Saga sentía por ese Ángel de la Muerte fue creciendo hasta llegar al punto de secuentrarlo y hacerlo suyo a la fuerza, pelear contra un Demonio por él, era el colmo, no se merecía todo lo que su adorado Guardián estaba haciendo, nada podía hacer solo esperar para ver los resultados de la guerra, la cual se llevo la vida de Saga.

Juro que se vengaría de cada uno de los culpables de su fallecimiento, empezando por el Demonio causante de la muerte del Arcángel Minos y por ende de la guerra, el único culpable fue Shion. Acudió al líder de los Demonios con la excusa de estar cansado de ser un Ángel.

- No podrás arrepentirte luego de esto.- el Demonio lo miraba con algo de desconfianza, no todos lo días llegaba un Ángel queriendo ser un Caído.

- Créame, no lo haré.

Cuando sintio que la energía demoníaca cubría su cuerpo, de alguna manera que ni él mismo tenia muy clara tomo más de la necesaria, pero en la cantidad justa para que Shion no se diera cuenta, era lo suficiente para que con el paso del tiempo sus fuerzas lo abandonaran lentamente y acabara falleciendo sin remedio.

Después de eso solo tenia que esperar, para encontrar a sus victimas en el mundo humano.

No tardo mucho en hallarlos y conseguirse aliados, Io por ejemplo era un Demonio bastante fácil de convencer. Shaka y Hades fueron una casualidad, no pensaba encontrarse con personas que quisieran su mismo objetivo: separar a la pareja y luego simplemente destruir.

Tanto Milo como Camus pagarían lo que habian hecho, el primer paso ya estaba dado, solo faltaba esperar el que Hades hiciera su parte, entonces Shaka y él podrían actuar.

Un grito retumbo desde lo más profundo del cielo, un grito cargado de tristeza y rabia. Sonrió...

Uno había caído.

🔹🔹🔹

Hola!

Quien quiera hacer barbacoa y frazadas de borrego, que haga fila con arma y todo, me consigo un doble para Mu y si quieren lo matan, tienen mi permiso :)

Creo que voy a robarme una Armadura por hay, para salvar mi vida, me van a querer linchar en dos semanas...

Chao!

ScorpioNoMilo ✌

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