17.
Volvieron al departamento que comparten con sus hermanos lo más pronto posible. Dégel sospecho que algo no andaba bien de inmediato, sus miedos se vieron confirmados cuando vio en los ojos de Milo un ligero odio hacia su persona. Kardia no entendia, su hermano estaba muy a la defensiva.
- Alguien me dice ¿Que esta pasando aquí?
- Nada bueno eso te lo aseguro.- Milo miraba a Dégel, conteniendo las ganas de decirle cuanto insulto se le ocurriera. Las palabras de su hermano menor lo dejaron más confundido.
- ¿Dégel?
- Esto es solo entre nosotros.- hablo Camus- ustedes no se metan en esto.
- ¡Pero Cam...!
- No Milo ya dije.
Sin decir nada más le hizo un seña a su hermano para que lo siguiera, dejando a los gemelos solos y a Kardia con la duda en las nubes, no sabia que demonios pasaba hay. Un golpe por parte de Milo hizo que tirara lejos la manzana que estaba comiendo.
- ¿¡Y a ti que te pasa mocoso!?-iba a devolverle el mismo golpe, pero no tuvo para que hacerlo.
- ¡Eso es por morir antes de tiempo idiota!
- ¿Morir ante de...? Oh.- ya entendía todo, lo que su adorado Ángel Caído temia había pasado finalmente, sus hermanos habían recuperado su pasado y cualquier cosa podía pasar de ahora en adelante- ya te habías tardado enano.
Lo abrazo como si hace siglos no lo hubiera hecho. Ahora solo bastaba ver como salían las cosas entre Camus y Dégel.
Entre ellos las cosas estaban demasiado tensas, uno no sabia como detener al otro. Camus estaba furioso y especialmente dolido, existiendo tantos Ángeles de la Muerte en el mundo tuvo que escoger atacarlo a él.
- ¿¡Que pasaba por tu cabeza en ese momento!?, ¡no era el único al que podías atacar! -quería llorar, se le notaba desde lejos, pero aguntaría lo que fuera necesario.
- ¡No lo sé, eras el único que dejaría que me acercara! Los demás Ángeles simplemente se hubieran alejado.- suspiro, lo que le diría le iba a doler y mucho- eras presa fácil.
Dolió, como el mismo infierno, las lagrimas acumuladas bajaron sin que su dueño se diera cuenta. Dégel trato de acercarse, consolarlo como cuando eran niños, pero Camus lo aparto de un manotazo.
- Solo dime ¿Porque? Tiene que haber una razón de todo, no pudiste haberme atacado porque sí.- le dio una salida y no iba a desaprovecharla.
- Kardia...- levanto la vista, ¿que tenia que ver el hermano de Milo en todo esto?- cuando me convertí en un Caído, nunca supe si él vivió o murió, y como ya no podía volver al territorio de los Ángeles o ir al de los Demonios, quede con la duda por siglos, rogando por una solo oportunidad para verlo de nuevo... paso otro siglo hasta que me encontre contigo... solo por eso y por él, te ataque.
Tenia algo de sentido y pensándolo bien de estar en su lugar hubiera hecho exactamente lo mismo por Milo.
- ¿Por amor...?
- Si, ese maldito sentimiento saca lo mejor y lo peor de uno... pero, ese día logre inconscientemente que comenzara algo entre ustedes. Todo lo malo viene con algo bueno.
- Aveces.
Solto algo parecido a una risa y una sonrisa forzada, no lo perdonaría del todo, sus razones aunque buenas le parecían algo egoístas, pero por lo menos sabia la verdad y gracias a él pudo conocer a su amado híbrido.
- ¡Oigan!- Kardia entro de repente, asustando a ambos- lamento mucho interrumpirlo, pero algo bastante grande paso y por el tono de voz de mi madre no es nada bueno, hay que irnos ya.
Ambos pelirrojos lo miraron, dejarían su conversación pausada por un tiempo, lo que el mayor tenia claro era que su hermanito no lo perdonaría tan fácil. Sin perder tiempo fueron a la casa que era de los griegos.
~•~
- Julián, tú eres mejor candidato que el idiota de su protegido.
Io tenia su propio plan armado, después de la muerte de Shion de alguna manera lograría que Julián tomara el mando y él fuera su mano derecha, de cierto modo manejaría él el territorio
- Tal vez, pero es casi imposible lograrlo, el tomate andante a sido entrenado y educado para eso todo su vida, yo no seria competencia para él.- el de cabellos celestes no quería mucho el puesto, ser el líder de los Demonios le resultaria difícil.
- No te preocupes por eso... ya veré yo que hago.- sonrió con malicia.
~•~
Cuando llegaron a la casa no pensaron que las cosas fueran tan malas, vaya que se equivocaron y mucho. Milo miraba a su padre con rabia, Mystoria trata de no mirarlos y a la vez de tapar las marcas rojas de su cuello, ¡Era muy obvio lo que estaban haciendo!, en su propia casa, frente a sus narices. Kardia apreto los puños.
- Por eso...¡Por su maldita relacion escondida, nos sacaron lo más pronto que pudieron de la casa!...¡ Nunca lo pensé de ti Mystoria!
Que lo llamara por su nombre le dolio en el alma.
- Son unos asquerosos...- ya no se mediría con sus palabras, no despues de ver a su madre y suegra hechas un mar de lagrimas. Ademas ese hombre frente a él ya no era nada suyo.- Ahora entiendo todo... por eso, que tu Ècarlate desapareciste tan de repente hace años, ¡ Por esto!, ¡Me atrevo a adivinar que casi fueron descubiertos y decidiste huir!
Milo, Camus y Dégel estaban tratando de calmar a sus madres, y el ultimo estaba más preocupado por su pareja que por otra cosa.
Ècarlate ya no aguantaría un insulto más de ese niño, se paro tan serio como pudiera para intentar intimidar a Kardia, cosa dificil cuando el menor esta furioso. Ademas para proteger a Mystoria de cualquier cosa que quisiera hacer su hijo mayor.
- ¿Y que si fue así?, ¿vas a hacer algo acaso? Por que el daño ya esta hecho, no puedes cambiar el pasado y si, esto, es de hace años.
Un golpe seco se escucho en toda la habitación. El puñetazo lo recibió de lleno en la cara, cayendo al suelo sangrando de la nariz.
- ¡Kardia!- trato de retarlo su padre, pero su hijo ya no lo escucharía, había muerto para él.
- Escucha maldito...- aguanto un quejido, de la nada un fuerte dolor le aparecio en el pecho, como si tuviera algo clavado en él- agradece... que no puedo matarte, porque con gusto lo haria.
No espero un respuesta, lo más rapido que pudo fue donde su pareja que lo miraba preocupado. Le estaba comenzado a doler el brazo izquierdo, y parte del cuello.
- Maldición...- le costaba respirar, Dégel se dio cuenta de inmediato de lo que le sucedia.
- Kardia, por favor respira despacio...- dijo, mientras lo sentaba y trataba de despejarle el pecho. Por suerte los malestares se habían detenido pronto- ¡Tuviste un pre infarto!, ¡no vuelvas a exaltarte tanto!...- lo abrazo sin que el otro pudiera reaccionar- Kardia, no quiero perderte de nuevo.
- Hay que irnos.- Milo estaba más que serio, no expondría a su hermano a cosas como esa de nuevo.
Una vez solos Ècarlate y Mystoria apenas se miraban, el segundo se sentia culpable, casi mata a su propio hijo.
- Es nuestra culpa...
- No te compliques por eso.
- ¡¿Que no me complique?!, te lo dije Ècarlate, nada bueno saldría de esto y ya vez lo que paso... No quiero verte de nuevo.
- ¿Espera...que?
- lo que oíste, no voy a arriesgar de nuevo la salud de Kardia por un capricho tuyo.
Sin decir nada más se fue, de Mystoria no se sabría nada sino hasta unos años más.
🔹🔹🔹
Hola!
Como cuando investigas más para un fanfic que para la escuela xD.
¡Casi se nos muere el bicho mayor!😱
¿Cuanto tiempo le llevara al cubito menor perdonar a Dégel? Esperemos que no mucho.
¿Quien sera el protegido de Shion? Descubranlo en el proximo capitulo de "El Recuerdo de un Ángel"
¿Y tú, has sentido el poder del cosmos?
xD okya Chaito.
ScorpioNoMilo 😙
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