1.
"Otra vez ese sueño, esa guerra en donde solo se veian seres de alas negras batallar en contra de otros con enormes garras. Hasta hay era el mismo sueño raro de siempre, eso pensó hasta que sintió un agudo dolor en su vientre.
- ¿Que hiciste?- una voz desesperada se escucho a lo lejos- ¿¡QUE MIERDA HICISTE!?"
Desperto de un salto en su cama, aun sentía la sensacion de dolor en su vientre, por lo mismo fue a verse en el espejo por si acaso, no se encontró con nada nuevo o raro, solo con su marca de nacimiento que casi parecía una cicatriz.
- Adivino, de nuevo soñando cosas raras, ¿no?- Dégel apareció en su habitación.
- Lo mismo de siempre... solo que esta vez senti como si me hubieran atravesado.
- ¿Atravesado?
- Y eso no es todo, vi a alguien.
- ¿A quien? - la curiosidad se lo comia por dentro, Camus nunca le contaba muchas de las cosas que le pasaban a pesar de ser hermanos.
- No sé, era como un Demonio, con alas azules pero muy oscuras, cabellos también azules y los ojos celestes más hermosos que haya visto antes.- sin que supiera el porqué su corazon comenzó a latir con mucha velocidad, con solo imaginarse el rostro de ese Demonio.
- Ja! Soñaste con Milo o con Kardia, solo eso.- le resto importancia al asusto, solo que no se dio cuenta de que confundio mas a Camus, él no tenia la menor idea de quienes eran esos dos- Antes de que me preguntes quienes son, los conocimos en Grecia cuando eran niños, son gemelos. Y dejame decirte que no te despegabas de Milo, donde tú estuvieras estaba él y viceversa. Ahora que recuerdo Kardia no se despegaba de mi.
Sonrio para sus adentros, la verdad extrañaba a ese niño de cabellos azules que lo seguía para todas partes, le parecía tierno que siendo unos años menor que él, el pequeño le demostrará tanto cariño, casi como lo hacia con su gemelo. Recordar a Kardia le dio algo de nostalgia y unas enormes ganas de tenerlo cerca y no soltarlo jamas. Negó, ni que fuera suyo, aparte de que era cuatro años mayor.
- De todos modos, no sé por que sueño eso y con alguno de ellos.
- Hay cosas no tienen explicación.
- ¡ A desayunar, y apurence que no espero a nadie! - su madre los llamo desde la escaleras, hoy seria su ultimo día en Francia y la castaña no quería demorar mas las cosas.
- Camus, desprocupate, en menos de dos días estaremos en Grecia. Lo mas seguro es que nos quedaremos en su casa algunos días, a lo mejor solo son nervios de encontrarte con tu amigo de la infancia.
- Eso espero.- suspiro cuando Dégel lo dejo solo en su habitación, sentía una rara necesidad de tener a Milo cerca aunque no se acordara mucho de él.
Por otra parte, Milo estaba revolviendo todo en su habitacion, únicamente porque quería encontrar algo que le dijera el nombre de ese niño pelirrojo, no podía preguntarle a su madre o a Kardia y muchos menos a su padre, porque este ni siquiera llegaba todavía. Siguió tirando cosas por sobre su cabeza y aguantando el dolor del enorme tatuaje de alas que se había hecho, hasta que al fin encontró lo que buscaba, un viejo album de fotos que sabia lo había guardado él por alguna razón.
- Ja! Lo encontré. Aquí tiene que haber algo, estoy seguro.- se sento en la cama como pudo por culpa del desorden.
En la mayoría de las fotografías salían él y Kardia de pequeños, jugando, durmiendo, comiendo, etc. Las siguió viendo sin mucho interes, hasta que de repente en una de las fotos apareció quien buscaba. Miro detenidamente al niño, cabellos rojos casi como la sangre, la piel pálida y ojitos como dos rubíes brillantes. Claro se acordaba algo de él, pero su nombre y la razón por la que dejo de verlo aun no las recordaba. Por curiosidad dio vuelta la foto y para su suerte había algo escrito en ella.
- "Milo y Camus haciendo travesuras". ¡Camus, así se llama!
Se quedo pensando, ese nombre lo conocía estaba casi seguro que de antes de conocer a ese niño, ¿donde lo pudo haber escuchado antes? No lo sabia, lo unico que tenia claro era que se le venia a la cabeza la imagen de ese Ángel de cabellos aguamarina.
- imaginaciones mias.- escucho a su mamá hablar por teléfono con alguien.
- ...¿Donde se quedaran?...¡Que! ¿Como que en un hotel? No Massiel, ustedes se quedan conmigo y no me vengas con escusas... ya si sé soy especial, ¿A que hora llegan?... bien, los esperamos, nos vemos mañana.- Milo suspiro, Dioses mañana no dormiría hasta tarde.
En la noche le costo un mundo dormirse por culpa del tatuaje en su espalda, cuando al fin lo logro soñó algo bastante extraño.
"Se podía ver a si mismo en un lugar bastante extraño, parecía ser una construcción antigua, pero lo que mas le llamo la atención era que en el patio de ese lugar bajo la sombra de un manzano, estaba ese joven de largos cabellos aguamarina, al conocía como el Ángel de la Muerte que siempre se le presentaba.
– Milo.
Su voz no era la misma de siempre, esta vez era mas dulce.
– ¿Quien eres...?
Le sonrió con mucho cariño.
- es normal que ahora no te acuerdes mucho de mi, la ultima vez que me viste en persona fue hace 22 años.
– ¿22 años? Estas loco, solo tengo 18.
– En tu vida anterior.– se le acerco hasta quedar frente a frente, le tomo el rostro con ambas manos con mucho amor, era la primera vez que habia contacto fisico entre los dos. Por alguna extraña razón Milo no quería separarse de él, al contrario, tenia la necesidad de tenerlo cerca– ya paso mucho tiempo desde que me alejaron de ti, dejame decirte que me dolió mucho el dejarte, pero no podía hacer nada para evitarlo.
Una lágrima corrió por la mejilla del Ángel frente a él, y sin entender porque lo estrecho entre sus brazos, siendo correspondido por el otro.
– Milo, mi amado Demonio, ya es tiempo de que nos volvamos a encontrar...
🔹🔹🔹
Hola!
Muy pronto veremos que paso con ellos dos al momento de verse de nuevo.
¿Se cruzara su vida pasada en medio?
Tal vez, quien sabe, yo no sé xD.
Chaito.
ScorpioNoMilo. ✌
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