- Caribonito...te amo!!- dije a James

- Caridivina...te adoro!!- Sonreí y James me beso, mientras me besaba fue pegándole contra la pared, rápidamente quito su chaqueta mientras continuaba besandome.

Saque vino de un bife, y bebimos diciendonos cosas bonitas. Eran las 11 de la noche, y debo decir que estábamos ebrios.

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Al amanecer me encuentro desnuda al igual que James debajo de las mantas blancas que cubrían la cama. -Mierda! Yo era virgen- dije en mi mente, me levante tapada con una sabana, fui hacia el baño y sentí un total alivio cuando vi el empaque de un preservativo en el piso, estaba muy adolorida, y la verdad no me acordaba de nada. Me bañe vistiéndome con un short, una camisa aguada, y unos comverse, deje mi cabello suelto dejando que callera en ondas. Aun así seguía preocupada por que haría James, como se sentiría, si se sentía igual de feliz que yo. Pero pensé en que para él pudo ser lo mas normal del mundo pues ya lo había hecho con Daniela y quien sabe con quien más, en mi caso no yo era virgen y James había desecho eso y había dejado de serlo gracias a él.

Salí del baño tenia dolor de cabeza y de cadera, mire la cama y aun estaba allí James dormido como un bebe, baje a buscar calmantes para el dolor, después de tomarme uno, subí de nuevo a la habitación, James ya no estaba en la cama, me recoste, al rato vi que James salia del baño cambiado. Sonrió al verme le devolví la sonrisa y recostó a mi lado.

- ¿como estas?- me pregunto

- un poco adolorida-James sonrió

- ¿eras virgen?

- acenti con la cabeza- James río, en se en que él debía estar lo mas de bien ya que no era virgen

- ¿como te sentiste?...la verdad no me acuerdo de nada- pregunte.

- Fue de lo mas normal- la verdad yo no esperaba esa respuesta, porque para mi no fue normal, en ese momento me sentí mal, y lo que había dicho fue verdad, para James fue lo mas normal porque ya no era virgen y quien sabe si sentio mejor con las otras. Me levante y baje.