Capítulo 9


"Nico Romántico Di Ángelo"

La cabaña de Ares pidió la revancha contra la hija del Rayo.

Livana batallaba en la arena con gran agilidad, tenía el cabello recogido, pero aun así se le salían algunos mechones.

En estos momentos sus amigos la observan atentos, ya no se sorprendían que en la batalla no hiciera ningún esfuerzo, ya que se le consideraba la Semidiosa más fuerte de todo el campamento.

Nico la miraba con una sonrisa, aquella joven que en verdad logró cautivar su corazón.

Jason lo miraba más que satisfecho, sabía que ellos se necesitaban entre sí, lástima el carácter de su hermana, el de terquedad.

- Eres buena -admite Clarisse.

- Si sigues entrenando, tu podrías lograrlo -admite Livana.

Ambas estrechan las manos en señal de paz, los campistas se veían sorprendidos. Ya cuando todo terminó.

Nico es el primero en acercarse, sin borrar aquella sonrisa de su rostro, esa pequeña sonrisa de tonto enamorado.

La hija de Zeus lo ve venir, transformando su espada en brazalete, una sonrisa ladeada se asoma en su rostro, sabía que, en el fondo, se alegraba que él estuviera a su lado, solo que su orgullo no quería admitirlo.

- Estuviste grandiosa, como siempre -le dice, de manera dulce.

- Gracias, aunque, no es algo que no sepa -habla en todo divertido y orgulloso.

- Ten... -le da una rosa negra- Cortesía de la cabaña de Deméter. Se los pedí especialmente para ti -sonríe

- Es hermosa -admite tomando la flor, oliendo su perfume.

- No más que tú -le dice provocando un leve sonrojo en ella.

- Te volviste todo un romántico, Di Ángelo -ríe.

- Todo por ti, Abaleo -se acerca, planta un beso en la comisura de sus labios- todo por ti... -dice alejándose de ella, dejándola sorprendida.

(....)

En la hora del almuerzo, los hijos de Zeus, comían mientras conversaban animadamente, en eso, la tierra se abre, dejando salir un esqueleto.

Ese esqueleto, se acerca a Livana con un gran oso de felpa con un corazón, La Hija de Zeus mira al responsable de ese regalo, al verlo, él tiene una gran sonrisa en el rostro.

El esqueleto se va por donde vino, Livana lee la tarjeta que tiene el oso:

"La noche se asoma,

las estrellas titilan,

la luna brilla, al igual que tu sonrisa."

¿Sabías que eres mas hermosa cuando sonríes?

- Si fuera tú, correría a los brazos de Nico y no lo soltaría por nada del mundo -le dice su hermano divertido.

- Jason, cierra tu agujero con aliento a podrido -habla intentando no sonreír.

(...)

    En la noche, Livana se daba un baño antes de dormir, cuando vuelve a su habitación, encuentra un ramo de rosas negras con una nota sobre su cama.Sonríe, otro regalo más del Hijo de Hades. Se acerca, toma la pequeña nota y lee: 

"¿Alguna vez dije que te amo?

Dulces sueños pequeño rayo"

Nico Di Ángelo

Muerde su labio inferior vuelve a sonreír, se tira de espaldas a su cama, y mira el techo.

- Buenas noches para ti, Nico -susurra.

(...)

Al otro día, sale de su cabaña ya arreglada y lista para desayunar. Tenía una pequeña sonrisa en el rostro, aquella que no pudo borrar, pero era inevitable, porque cuando lo intentaba, el rostro de Nico aparecía en su mente.

- Buenos días, Bello Rayo -hablando de Roma

- Buenos días Di Ángelo, se ve que no te cansas de los regalos -le dice divertida y alzando una ceja.

- ¿Y qué esperabas? Me pediste que te demuestre que de verdad te amo, y no me cansaré hasta que lo veas -sonríe.

Se acerca a ella, sujeta su cintura, aproxima su rostro al suyo, sus respiraciones se mezclan, hasta que termina besándola.

Ambos cierran los ojos, disfrutando aquel cálido y dulce beso, que ella corresponde. Nico se separa, abren sus ojos, sonríe.

- Sé que en el fondo sientes lo mismo, y no me cansaré hasta que lo admitas -le da un pico rápido- Nos vemos luego, quería sentir sus hermosos labios -se va.

Cuando ya no lo ve, empieza caminar, mira al cielo.

- ¿Qué estás haciendo conmigo, Di Ángelo? -susurra, para luego suspirar.


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