Capítulo 15

Holi!! Como que por votación ha ganado el lemon, espero que les guste el capítulo, y si no díganme, apreciaré sus comentarios.

Gracias!, ahora sí los dejo para que continúen con la lectura. xD

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"La cita"

*Al día siguiente*

Narra Livana.

Desde que recibí la visita de Zeus, no he conseguido dormir muy bien, tanto que Pipper tuvo que ocultar mis ojeras con mucho maquillaje, está claro que me preguntó porque estaba así, pero no contesté nada.

Hoy era el gran día, la gran cita con Nico, quién también se sorprendió cuando se lo dije, pero en su mirada se lo veía que estaba emocionado con la idea, y lo que una persona quiere cuando ama a alguien es que la otra persona disfrute y que la felicidad del otro es su felicidad, es por ello que estoy en este momento con un vestido azul, y con escote cortesía de Afrodita.

- Bien hermanita, ¿estás lista para tu cita con mi cuñadito? -dijo una voz desde la puerta.

Me di la vuelta para notar a Jason con una gran sonrisa en su cara.

- Si... Te mandó Pipper para que no escapara ¿verdad? -pregunté.

El asiente apenado.

- Esta noche yo te entregaré a tu cita hermanita -dice con orgullo Jason.

Respiré hondo suspiré, y agarré la mano de mi hermano.

- Tranquila, Nico llegará -dice Jason, notando mi nerviosismo.

- No estoy nerviosa -comenté rápidamente.

Escuché reír a Jason, para luego llevarme cerca del bosque.

(...)

Una vez que llegamos, miré buscando con la vista por todos lados, disimuladamente claro, a Nico, encontrándomelo con esmoquin que se le veía sumamente guapo.

- Hermanita...-Jason llamó mi atención- se te cae la baba -dijo burlón riéndose.

Enseguida me sonrojé, encantada de mí, que la oscuridad lo ocultaba.

- Que hermosa estás mi pequeño rayo -dice Nico mientras me mira asombrado.

Algo me dice que es por el regalo de Afrodita, pero que se le puede hacer.

- Bueno, mi deber ha acabado aquí -dice Jason, para luego mirar a Nico- Di Ángelo cuídala -dice serio para luego sonreír.

Nico asiente.

- Grace siempre la cuidaré, y hasta daría mi vida por ella, así que vete ya -dice Nico, mientras me sujeta con delicadeza de la cintura.

Una vez que Jason ya se ha ido, agarra con delicadeza mi mentón, para luego unir nuestros labios, en un beso.

- Hmm... un sabor dulce marca Di Ángelo -dije mientras sonreía- cuanto lo he extrañado.

Al decir eso, Nico me acerca y aprieta hacia él.

- Desde que te alejaron de mí, te he extrañado tanto, mi pequeño rayo -dice Nico, mientras me acaricia la mejilla.

Un suspiro de amor sale de mí, para luego acercarlo a mí, y besarlo, si, esto se ha vuelto muy de mí, desde que me deje caer en sus manos.

- Bueno, Di Ángelo es momento de comenzar con la "cita" -digo para luego sujetar su mano.

El asiente, aparta con delicadeza la silla, para que me sentara, yo le seguí el acto muy tierno de su parte, para luego ver cómo me acercaba a la mesa y él se sentaba en el otro extremo frente a mí.

Comenzamos a comer, y degustar todo, entre risas, malos chistes y recuerdos graciosos que contaba yo.

(...)

Luego de un tiempo, empezó a hacer frío, ya era muy tarde, está noche ha sido especial, hablar y conocer más a Nico, reírnos, vivir la vida, solo con él, estoy volviendo a sentirme viva.

Al parecer Nico se dio cuenta que ya empezaba a sentir frío, y el vestido no me ayudaba a no sentirlo. Por lo que me cubrió con su chaqueta mis hombros para entrar en calor, ahora nos estamos dirigiendo a su cabaña, porque ya era muy tarde para ir a la mía.

Cuando ya estábamos cerca, no quisimos despertar a Hazel por lo que con un viaje sombra decidimos entrar a su cuarto, pero al llegar se me habían caído los zapatos de tacón al piso, ocasionando un estruendo, poniéndonos alerta por si acaso despertamos a Hazel, por suerte no, por lo que reímos por asustarnos en balde.

De un momento a otro nos perdimos entre nuestras miradas, nuestros cuerpos están tan cerca que podría jurar que escucho el corazón de Nico, nuestras respiraciones se acercaban y el momento surgió, el beso que al principio comenzó siendo suave y lleno de amor, se fue tornando lujurioso y sinceramente no me apetecía alejarme de él.

Sentí que las manos de Nico me acercaron a él, sentía que acariciaba mi cintura, al instante sin poder evitarlo el recuerdo del anterior exnovio volvió a mí, y me tensioné, logrando que Nico parara y mirara preocupado.

- Lo siento mi pequeño rayo, no quería incomodarte -dice Nico.

Es tan considerado conmigo que no puedo sentirme culpable por cortar esto, mi cuerpo lo desea también, ya hace más de dos años o tres años que lo conozco sé qué hace poco hicimos formal lo nuestro, pero eso no es impedimento para que ocurra y deje de temer.

- No me incomodaste Nico, solo es que recordé...-dije algo dudosa.

El me levanta con delicadeza mi mentón para que lo mire.

- Yo no te obligaré a nada Livana, yo te amo y te esperaré el tiempo que quieras para estar de esa forma contigo -dice Nico, mientras me acaricia la mejilla.

Están estas veces en que sus palabras me enamoran más cada día que voy estando a su lado, y se me dificulta tomar la decisión de Zeus, pero ahora es tiempo de aprovechar el momento y no dejar lo que puedo hacer ahora para mañana, nunca sabes cuándo es el momento que todo terminara.

Lo sujeto de la mejilla, y lo miro segura.

- Quiero hacerlo contigo, no temo estar contigo Nico, también te amo, también te deseo -dije para luego besarlo demostrando lo que sentía.

Nico me siguió el beso, y poco a poco el tono del beso empezó a subir, nuestras respiraciones se empezaron a acelerar, su mano empezó a ir en dirección al cierre de mi vestido y bajarlo. Me despegué un poco, para dejar que empiece a bajar el vestido, al roce de su piel en mí, por el hombro y espalda, con sus dedos.

Todo parecía encerrarnos en nuestro mundo, mi piel se estremecía del placer ante su tacto, no me percaté en qué momento se colocó tras mío, y planto un beso en mi cuello, produciéndome un escalofrío, y sin poder evitarlo gemí suavemente ante su tacto. Sentí como sonrió ante eso, me empezaban a gustar más estas caricias suyas.

Para luego salir del vestido y darme la vuelta, ya solo estaba con mi ropa interior de encaje y el aun vestido por lo que fruncí el ceño.

- Di Ángelo ahora me toca a ti sacarte tanta ropa que ya me estorba -digo mientras me acerco a él.

Al parecer eso lo tomó por sorpresa, siempre fui directa, no me gusta complicarme, así que fui a por ello, empecé a sacarle la camisa, que, al hacerlo, empecé a notar su buen físico, todo marcado era el cielo ver su torso desnudo y solo ante mí. Mis manos se movieron por si solas, rozándolo con toques suaves, sintiendo uno que otro estremecer de Nico, sentía secarse mis labios al notar que Nico era solo mío, y por lo que me relamí para luego dejar pequeños besos en su torso, logrando que gruña Nico de gusto.

- Livana... -susurra Nico.

Lo miro, para luego sonreír, y besarlo otra vez, pero me sujeta de la cintura, besándome más profundo, su lengua se apodera de mi boca, pero la mía le hace batalla, logrando que eso a ambos nos excite, se podía sentir el miembro crecer y rozar por mi vientre excitado, por lo que más me excitaba.

Nico me llevó a la cama, me recuesta en la cama, para luego el sacarse el pantalón y dejándome verlo en bóxer apretados, todo un modelo perfecto con el físico envidiable, tanto que me sonrojé al sentir su mirada sobre mí, ahora que me miraba noté que me empecé a morder el labio, lo que demostraba que me estaba gustando lo que veía.

Narra Nico

Al verla acostada y mirándome tan abiertamente, estoy seguro que también estoy sonrojado, pero cuando fui subiendo mi mirada de pies hasta llegar a su cara, me distrajo la forma es que se mordía su labio para darme cuenta que me miraba con si fuera que quisiera degustarme, por lo que la miré provocando que ella se percatara que la descubrí, sonrojándose, y viéndose aún más linda de lo que ya la veía.

Me subo a la cama, colocándome sobre ella, sin aplastarle, soportando mi cuerpo en ambos brazos a cada lado de su cabeza, mirándola con deseo, verla con encaje me excita y más con ese sonrojo me hace sentir tan feliz verla así.

Flexiono mis brazos logrando así que mi cuerpo roce con el de ella, para luego besarla, con la mano acércala a mí, besarla con locura, mientras Livana mi corresponde, siento su mano acariciar mi cabello. La mano con la que la sujeto delicadamente, desprendo con éxito su sostén, noto como se sonroja, pero me mira con amor, la siento tensa pero la beso, para que se tranquilice, si está tensa quizás no sea bueno.

Al quitarle el sostén, me aparto para mirarla mejor, logrando que lo mi miembro se excitara más, y me empezara a doler estar con el bóxer, creo que Livana lo noto, por lo que noto que su mano toma la mía, y acerca a un seno suyo. Quizás no sea grande, pero para mí es espectacular ya que es también mi primera vez, y más estar con una chica. Aprieto con delicadeza, ocasionando que ella gima, y con esa melodía se convierta en mi preferida. La masajeo, toco un pezón, lo agarro entre mis dedos, suavemente, rodándolos con roces de izquierda a derecha, para luego estirarlos, ocasionando que Livana se retuerza de placer.

La coloco plenamente en la cama, para luego con mi otra mano hacer el mismo procedimiento, viendo como ella se retuerce del placer, para luego acercar mis labios a un pezón, y chuparlo, lamerlo, logrando que se pare, y con eso Livana gima de placer. Esto de prepararla me está matando quiero apaciguar mi temblor pero debo excitarla para que no le duela mucho, me gustaría que esto fuera un lindo recuerdo entre ambos.

Mientras degusto un pezón, mi mano derecha va en dirección a su sexo, notando que la tanga que lleva puesta, está sumamente húmeda, excitándome y por instinto que mi cuerpo actúe, acariciando con toques suaves sobre lo que estaría su clítoris, ocasionando que gima con sorpresa.

- Hmmm...¡Nico!....ahmm -Livana gime suavemente.

Ocasionando que un estremecer helado me recorra todo el cuerpo para parar en mi miembro que cada vez me siento más duro.

Meto un dedo bajo la tanga para empezar a masajear en círculos esa zona, que ya está sumamente húmeda, para luego seguir bajando y meter delicadamente un dedo, suavemente, escucho como suelta un pequeño grito de sorpresa Livana, para luego gemir y acostumbrarse a mi dedo que entra y sale de ella, con movimientos suaves, para luego tantear con un segundo dedo, por lo que parece ser que a mi hermosa novia le encanta, pruebo con un tercero, y simulo como si la estuviera penetrando logrando sacar a mi pequeño rayo, varios gemidos entre ellos mi nombre, que saben a gloria en sus labios. Me siento el chico más afortunado al estar complaciéndola, y a la vez a mí.

Al notar que ya está bastante húmeda, la miro y paro mis movimientos con la mano, ocasionando que Livana me mire con ceño fruncido al parecer le estaba gustando mucho.

Por lo que consigue que me salga una sonrisa divertida, para luego acercarme para besarla, pero ella me lo niega.

- ¿Porque has parado Di Ángelo? -pregunta desconcertada.

Me acerco y beso su hombro para luego morderla suave, ocasionando que gima suave ante mi acción.

- Porque necesito preguntarte algo -digo para ver como la duda en sus ojos aparece.

Ella respira hondo para estabilizar su respiración.

- ¿Qué me quieres preguntar Nico? -dice Livana.

Acerco mis labios a su oído, la lamo, y le pregunto.

- ¿Ya estás lista para mí?

Ella se sonroja, y se muerde el labio, veo deseo en sus ojos.

Narra Livana

Cuando Nico me preguntó eso, sentir subir el calor a mis mejillas, y sí, me sonrojé, asentí en su respuesta, mi voz no me salía de lo ansiosa que estaba, mi cuerpo lo deseaba ya dentro mío.

Nico se levanta, se saca su bóxer, y al dejar fuera su miembro, noté que no era pequeño... era ¡Nicoconda!, estaba duro, y era grande, me asusté un poco al imaginarme como me entraría aquel delicioso y grande miembro en mí, yo que sepa mi sexo es pequeño y eso es un monstruo apetecible.

Me muerdo el labio, cuando veo acercarse a Nico, quien me saca con delicadeza mi tanga, para luego abrirme con delicadeza mis piernas, y colocarse entre ella, me acerca a él, lo veo y creo que se percata que tengo un poco de miedo.

Se acerca a mí.

- Tranquila amor, entraré lo más suave posible para no lastimarte, pero en cualquier momento que sientas mucho dolor házmelo saber y pararé -dice Nico con dulzura, y preocupación.

Se lo veía muy tierno, asiento, y trago saliva, al verlo acercarse, agarra su miembro y la acerca a mi sexo húmedo, para luego moverlo suavemente de arriba para abajo, creo que, para humedecer, pero esto me tienta.

- Am...haz...lo...ya...-suplico ya lo quiero dentro, estoy perdiendo la poca cordura que tengo.

Él sonríe, y se sonroja, para luego asentir.

- Te amo, Livana -dice Nico para cuando empieza a entrar en mi.

Duele...si, pero es soportable, ambos nos vemos a los ojos, conectados, veo como el placer se refleja en la cara de Nico, para luego ver como se muerde los labios, poco a poco el gran miembro entra todo en mí, ocasionando que gima de gozo, me siento llena, siento como si su miembro tocara cada rincón del cual no sabía su existencia, para cuando siento que mi cuerpo se ha acostumbrado, y también porque siento que si no se mueve me vuelvo loca del deseo.

- N...Nico, muévete por favor -suplico suavemente.

Él sonríe, para luego hacer lo que tanto deseaba.

Se empieza a mover, sale y luego entra, para luego notar como sus venas del cuello empiezan a notarse, y sentir las embestidas en mi más rápidas.

- S...si... uhm...así...-digo entre gemidos.

Nico acelera sus entradas y vaivén, volviéndome loca, entra y sale, siento como cada rincón de mi interior se estremece ante tal acción.

- L....Li...vana... ohm -gruñe de placer Nico.

Siento como acelera, me siento sudorosa, pero ahora no me interesa, en este mismo intenta siento como algo se arremolina en mi interior, como si fuera que un calor tremendo va a explotar en mi interior, veo a Nico apretar su mandíbula, todo su cuerpo esta tenso, y cuando más embestidas recibo de él, ese calor lo siento cada vez más cerca.

Con una embestida suya, que llegó hasta lo más hondo en mí, mi mundo estalló en mil pedazos, llevando lejos, y dejándome caer en una nube, también escuché un gruñido amortiguado de Nico, creo que ambos llegamos al tan llamado clímax.

Sale despacio de mí, para luego acostarse a un lado mío, y sentir como nada en mi reacciona, es como un tranquilizante, pero me siento tan aliviada y feliz, ahora soy completamente suya.

Me acerca a él, y me abraza, logrando que escuche sus latidos acelerados tratando de calmarse, al igual que los míos.

Cuando me sumerjo en los brazos de Morfeo, me recuerdo de algo...

No usamos preservativo, pero... espero que no pase nada, aunque ahora de tan cansada que me siento, no quiero alarmar y romper este buen momento.

Ahora yo y Nico nos unimos completamente... ahora somos uno mismo..



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Bienvenidas al lado oscu...coft digo...digo... al mundo de las diversiones

¡OMG! ¡Nivana ya son uno mismo!

La cita resulto ser una buena idea xD

¿Les gustó? ¿quisieran otro capítulo igual?

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