"Afrodita, cita y el Ultimátum de Zeus"

*Tres días después*

Narra Livana.

Haber aceptado que amo a Nico Di Ángelo, han cambiado muchas cosas en estos días, más aún que acepté ser su novia, lo cual me alegro de haberlo hecho y no me arrepiento de nada. Estar con él, sentir sus besos llenos de amor, y como mi amor por él va creciendo.

Cuando más cerca estoy de él...más feliz y completa me siento, no hay nada mejor que estar con él. Aunque desde que Nico me pidió ser su novia Afrodita no ha parado de hacerme visitas.

Es algo insoportable estar escuchando sus emociones de felicidad, o como cuando empezó todo. Desde aquel día por culpa suya, sus hijos, no han parado de shippearnos a mí y a Nico.

*Flash Back*

Era el segundo día que ya era la novia de Nico, comenzaba a despertarme gracias a los rayos del bendito Apolo, al bostezar empecé a captar un olor a rosas, y cuando fui abriendo los ojos, vi borroso una silueta, por acto reflejo empuñé a mi Luz destructora, asustando y enojando a la silueta.

- ¡Por el amor a mí! Livana casi me matas -escuché una voz femenina.

Me froté los ojos para mirar mejor, encontrándome con una Afrodita entre asustada y enojada.

- Oh... no era mi intención Afrodita -dije tratando de disculparme.

Ella suspiró para luego ver una gran sonrisa de picardía en su cara

- Está bien... te perdono cariño. Me enteré que ya eres la Novia de Nico Di Ángelo -dice Afrodita.

Mientras la veo, me levanto y estiro mi cuerpo.

- Si, como vuela la noticia por el Olimpo. ¿A qué debo el honor de su visita? -pregunté.

Ella se para, hace aparecer un espejo en mi cuarto, para luego ponerme frente a él.

- Vengo a darte tips... para seguir enamorando y encantando más a Di Ángelo, querida -dice mientras suelta una risita.

Me rasco la nuca incomoda.

- ¡NO! Digo...no quisiera molestarla Afrodita, no hay necesidad -digo preocupada.

Nunca me ha gustado parecerme mucho a las hijas de Afrodita, estoy muy bien así tal cual soy, y estoy.

- No señorita, usted me va a dejar ayudarla, además pronto llegará el día en que unan su amor en uno mismo -dijo muy emocionada, aunque en el fondo noté un deje de preocupación.

Cuando iba a preguntar enseguida me empujó para probarme nuevas combinaciones de ropas, chaquetas, jeans, botas, todo lo que se puedan imaginar.

Fue muy cansador.

- ¿Afrodita... disculpe puedo hacerle una pregunta? -dije.

Ella dejó de arreglarme el cabello, la verdad no sé cómo hizo para arreglarlo tan bonito, pero bueno no me desviaré.

- Si, ¿qué duda tienes cariño? -pregunta curiosa.

La hago sentarse en mi cama, al igual que yo.

- Como se lo tomó Zeus ante todo esta noticia -hice un gesto rodeando mi alrededor.

Ella se empezó a poner tenso, y dudaba un poco en demostrar su sonrisa.

- Como cualquier padre lo haría -respondió para luego cambiar de tema- Con mis hijas y yo, estamos de acuerdo para que tengan una cita la pareja Nivana, y no aceptaremos un no por respuesta querida -dijo Afrodita.

En ese momento me di cuenta que algo pasaba, pero no di tanta importancia. Al escuchar sobre una cita la miré sorprendida.

- ¿Qué? ¿Nivana? ¿Qué es eso? ¿cita?... tanto quieres que suceda cosas con nosotros, no claro que no... Afrodita -dije muy dudosa.

Al instante vi como su mirada era de picardía y de un brillo especial.

- Nivana, es la combinación de Nico y Livana, así les pusimos como la pareja de Percy y Annabeth que es Percabeth, y si, dije cita ya es tiempo que empiecen a conocerse más. No estoy diciendo que tengan relaciones sexuales, la cita es solo para divertirse, anda Livana -dice Afrodita.

- Pero Afrodita... no hay necesidad de mucho apuro... -trato de convencerla.

Ella niega divertida.

- Querida ya no hay tiempo para echarse para atrás, porque dentro de dos noches será la cita, tienes tiempo para prepararte para todo, mi hija Pipper te ayudará con el maquillaje y el vestido -dice Afrodita.

Lo maquinó todo, no me deja no escapar de sus planes.

- Pero... -voy a replicar, pero me interrumpe.

- Bueno, luego me contarás lo que ocurrió en tu cita, ¡hablamos! -dice Afrodita – cierra tus ojos cariño -los cierro.

Al poco rato una luz inunda mi cuarto para luego quedarme sola.

*Fin del Flash Back*

Aquella visita fue muy inesperada, pero aún me sigue intrigando porque no me habló mucho de la reacción de Zeus, aunque no me preocupa.

Ahora estoy en campo de entrenamiento, practicando lucha con un hijo de Ares, aunque sea realmente bueno, aún sigue teniendo problemas para proteger su defensa.

- Bueno Livana, fue un gusto practicar contigo -dice Tyler, hijo de Ares.

Nos damos la mano.

- Siempre es un placer entrenar, gracias a ti Tyler -digo para luego sentir como algo se avecina.

Veo como mi alrededor va cambiando, y el clima también, para luego verme en otro lugar.

Cuando me percato que estoy en la playa, me pongo alerta, para cualquier enemigo cerca.

- Livana, que bueno que viniste, ah cierto, yo te traje -dice una voz tras mío.

Dejándome ver a Zeus, mi padre, al que no lo considero como uno.

- ¿A que me has traído aquí Zeus? -pregunto fría.

Su mirada me pone dolida, pero él no la salvó, se merece esto y más.

- He venido a hablar contigo de un tema muy importante y serio, Señorita -dice con voz serena pero dura.

Lo reto con mi mirada.

- La verdad contigo no tengo nada de qué hablar, a ti no te debe interesar nada -digo para luego darme la vuelta e intentar irme.

Pero un rayo pequeño cae cerca mío, impidiendo mi caminar, me giro enojada y seria.

- No te iras de aquí hasta que hablemos, Livana Abaleo -dice muy serio.

Suspira derrotada.

- ¿Y bien? ¿De qué quieres hablar? -pregunto sin ganas.

Su mirada demuestra enojo, y que retiene muy poca paciencia en estos momentos, aunque no me interesa.

- Quiero que dejes a Nico Di Ángelo -dice Zeus.

Se me acorta la respiración.

- ¿Qué? -pregunto

El me mira.

- No te quiero cerca de Di Ángelo -dice caminando con sus manos empuñadas.

¡Que se cree él, para decirme con quien estar cerca o no!

- ¡A no! ¡Tú eres el menos indicado para decirme con quien estar o no! No tienes ningún derecho Zeus, ¡así que no me interesa si quieras o no! -respondo muy enojada.

El clima comienza a cambiar, el viento se empieza a arremolinar alrededor nuestro.

- ¡YO SOY TU PADRE LIVANA! ¡Y ME HARÁS CASO SI O SI! -me grita enojado Zeus.

- NO, TU PERDISTE HACE MUCHOS AÑOS ESE LUGAR PARA MI -grito también.

Veo como Jason se acercó, pero hago un campo para que nadie se acerque, nuestro mal genio, los puede lastimar.

- LO HARÁS O MATARÉ A NICO DI ÁNGELO -grita Zeus muy enojado.

Lo matará, mi mirada se torna preocupada, pero no debo dejar que me vea débil, pero si le hace daño, yo... yo no sé qué haría.

- No puedes hacerlo... -digo apenas.

- Sí que puedo hacerlo, y nadie me detendrá, te alejas o él muere, te doy cuatro días para que te alejes de él, o lo mataré -dice Zeus para luego desaparecer.

Me caigo de rodillas, impotente, me siento triste, si algo le pasa a Nico yo me muero, no puedo dejar que le haga daño, no puedo.

Siento que Jason se acerca y me abraza.

- Tranquila hermana, no pasará nada -dice mientras trata de tranquilizarme.

Al instante noto a Nico frente a mi muy preocupado, lo veo, me tiro para abrazarlo.

- Nico...llévame lejos por favor... -le pido para luego ver cómo nos alejamos en un viaje sombra.

Enseguida reconozco el bosque, me recuesto por un árbol, sin hablar, y Nico solo se dedica a abrazarme, sabe que necesito estar tranquila, que necesito su apoyo, por eso lo amo, desde que andamos me entiende con pequeños gestos.

Realmente no sé qué haré... ¿porque Zeus siempre lo debe arruinar todo?, Al fin soy feliz y, pero no, ¡él nunca lo ve!, o ¿es que acaso no debo tener felicidad?

*******

¡Hola!...

Pobre Livana ¿Qué decisión tomará alejarse o luchar por Nico?

¿Qué tal irá con la cita que armó Afrodita y sus hijas?

Todo esto y más en el próximo capítulo.

¡Gracias por leer!

¡Y por su ayuda en el shipp = #Nivana!