Capítulo 1

Ya pasaron algunos años de la guerra contra Gea, ahora todo esta tranquilo, los griegos y los romanos llegaron a un acuerdo que durará por mucho tiempo.

Hoy en día, todo estaba normal en el campamento mestizo, algunos romanos están hospedados por un tiempo, todos estaban felices, aunque, hay una excepción. Cierto semidios, perdió al ser que mas apreciaba en este mundo. Por esa pérdida, se fundió en la soledad y oscuridad. Se condenó en su tristeza, y nadie puede sacarlo de allí.

Nico Di Angelo, hijo de Hades el que todos temen por ser el hijo de la muerte. A pesar de su aspecto, no es el mismo en el fondo. Puede que se muestre frío y sin sentimientos, pero en su interior, es todo lo contrario.

Al perder a su hermana Bianca, no volvió a ser el mismo de antes, dejo de sonreír y de ser ese niño divertido que solía ser. Se oculta a través de ese aspecto oscuro, una mirada tan fría como el hielo, y una expresión seria en el rostro. Pero, a pesar de eso, oculta un deseo, algo que para él es imposible.. "Encontrar a alguien que lo saque de la oscuridad".

*En el Olimpo*

El dios del inframundo, por mas raro que suene, fue al olimpo en busca de ayuda, no por él, sino por su hijo. Desde la muerte de su hija, él a cambiado, y le preocupa que siga en ese camino. Aunque sea un poco normal su comportamiento, por ser su hijo, pero el sabe que Nico no es así.

El gran Hades, se encontraba con todos los dioses, pero miraba fijamente a Zeus, a quién solicitó ayuda. EN este preciso momento, el Rey de los muertos, pensaba en que perdía su dignidad a pedirle ayuda a su hermano, pero por su hijo, haría lo que fuera, por una parte se sentía culpable, de no ser el padre que su hijo necesita, y no estar con él cuando más lo precisa.

-Entonces  ¿Quieres que haga algo para ayudar a tu hijo?- pregunta el Dios mayor tocándose la barbilla- aunque me lo pidas no podré hacerlo.

-Nos seas un..!- antes de terminar la frase, el dios de la muerte suspira y vuelve a mirar fijamente a su hermano- mira Hermano, tu me lo debes, Nico no tiene a nadie en este mundo quien lo ayude, y las únicas dos personas que lo entendían.. ya no están, y una de ellas, tú la mataste- exclama

Zeus lo piensa mejor. Es verdad, el asesinó a la madre de Nico, pero fue porque Hades no lo obedecía. Aín así sintió culpa. Su hermano tiene razón, se la debe, y más que nunca

-Esta bien, pero, no sé como ayudar a tu hijo- le responde Zeus

-Em..- habla Apolo- no sé si sirva, pero hace un tiempo..Bueno, a decir verdad, hace algunos años tuve una profecía sobre tu hijo- dice nervioso

-¿¡¿ Y ahora me lo dices?!?- exclama Hades exaltado

-Bien, habla a ver de que se trata- dice Zeus bebiendo de su copa dorada.

"El hijo de la Muerte, una pérdida afrontará.

Donde en la soledad se atascará..

pero solo la hija del Rayo

De la Oscuridad lo sacará"

-Nunca dije nada por que pensé que la profecía estaba mal- vuelve a decir Apolo, cuando volvió a la normalidad- Porque Nico no se lleva con Thalia, que es la única hija de Zeus

El dios del rayo, al escuchar eso, se atraganta con el vino que estaba bebiendo. Tose a cántaros, y los demás dioses lo miran acusantes, menos uno, o mejor dicho una, Afrodita, ella llevaba una sonrisa radiante. Cuando logra calmarse, mira a todos, y se da cuenta de sus miradas.

-Rompiste tu promesa ¿No es así?- le pregunta Hades con una ceja levantada

-Pues..- dice Zeus nervioso- esta bien..-suspira- tengo otra hija- aclara finalmente

-Después me dices a mí- le dice Poseidón en burla

-Bueno, bueno. Si mi hija forma parte de esa profecía, no me queda de otra que traerla aquí- finaliza el mayor

-No es necesario, padre- dice una voz suave

Frente a todos los dioses ingresa una joven muy hermosa a decir verdad. Tiene estatura normal, su piel es pálida pero tiene color en sus mejillas, su cabello es de un color zanahoria medio ondulado que le llega hasta media espalda, sus ojos son azules eléctricos, sus pestañas son largas, su nariz pequeña, sus labios rosados y perfectos, su figura es de diosa, su cuerpo es normal, completamente hermosa.

Lleva puesto una remera negra con escote V, una campera de cuero también negra, un short tiro alto de jean, y unas vans negras, en su cuello lleva un collar de oro con un dije en forma de rayo, en su muñeca derecha  un brazalette dorado que lleva gravado, que quiere decir "Luz Destructora" y un rayo gravado. Su rostro es de seriedad, si la miras a los ojos fijamente sentirás miedo, sí te concentras sentirás su aura tan poderosa. Mira a los dioses uno por uno, hasta detenerse en el más poderoso.

-Creí que ya era tiempo de aparecer, creí que te habías olvidado de tu hija- habla la joven de nuevo, su voz es dulce, pero a la vez fría y calculadora, que puedes temblar al apenas escucharla

-Justo te necesitaba, hija- le sonríe- bien, ella es Livana Abaleo, mi hija, tiene 18 años y les aconsejo que no la hagan enojar- dice mirando a todos

-Entonces, tú eres hija de este- le dice Hades señalando a Zeus- eres diferente.

-Señor Hades, es un placer conocerlo- dice Livana haciendo una pequeña reverencia- y si, soy hija del rayo, algo inesperado para todos, pero de Zeus, es algo muy normal ¿O no?- lo último dice mirando a su padre con una ceja levantada

-Ja! Tienes carácter, me agradas- habla Ares a la joven mirándola de cabeza a los pies- oye ¿Te dijeron que eres hermosa?- dice con una sonrisa pícara.

-¿Porque no vienes y me lo dices en la cara? Asqueroso- exclama la hija del rayo transformando su brazalete en una espada dorada.

-Vaya, tienes el valor de desafiarme. De acuerdo- dice Ares sacando su espada y acercándose a esa chica de ojos eléctricos.

Ambos se quedan mirando a los ojos de una manera, muy desafiante, entonces, el dios toma la iniciativa, de un movimiento rápido ataca, pero la semidiosa lo esquiva con facilidad y con el mango de su espada, le da al dios en el estómago. Con ese descuida, envaina su espada haciéndole un corte en la mejilla. Ares, furioso, intenta atacarla nuevamente, ambos chocan espadas, Livana tiene mas fuerza, hizo que la espada del dios de la guerra saliera volando, puso la suya en el cuello del dios desconsiderado, obteniendo la victoria. Todos se encontraban sorprendidos, nunca nadie pudo derrotar a Ares. Livana con una sonrisa ganadora, vuelve a transformar su espada en brazalette

-Esa es mi hija, todavía no entiendo como puedes obtener los dones de otros dioses- dice Zeus orgulloso.

-¡¡¡QUE!!- exclaman todos los dioses sorprendidos

-Li, es hora que vayas al campamento- le dice el dios del rayo a su hija

-Esta bien- dijo sin protestar y marchándose del olimpo.

*En el campamento mestizo...Una semana después..*

La mayoría de los semidioses se encontraba haciendo combates en el anfiteatro, en las gradas estaba cierto hijo de Hades mirando a Jason y Percy que combatían en el escenario. Nico estaba muy sumido en sus pensamientos, de como creía estar enamorado del Hijo de Poseidón, hasta hace poco, reaccionó y recapacitó de que lo que sentía no era mas que solo admiración, por una parte estaba aliviado, pero por otra decepcionado, pensó que por fin había encontrado a esa persona, la que lo liberaría, la que lo sacaría de la oscuridad, hasta ahora su mundo es negro, los colores se apagaron hace mucho tiempo para él. Estaba tan concentrado en sus pensamientos, que no se dio cuenta que él combate había terminado Jason logró la victoria, y con una sonrisa se sentó junto a él.

-Vamos sombritas, tengamos un encuentro amistoso- dice palmeándole la espalda

-No molestes Grace- le dijo Nico en su tono "normal"- y sabes que no me gusta que me toquen- dice mirándolo a los ojos.

-Oh vamos, hace días que no combatimos, estuve ocupado con Thalia, y hablando de eso, hoy ya se marcharán las cazadoras, una lástima- dice el hijo del rayo pensativo

-Eso no me interesa- murmura el chico sombras desviando la mirada

odiaba hablar de las cazadoras, he hacía recordad a su hermana, aún no podía superarlo, se dirigieron hacia el comedor, cada uno en su respectiva mesa. en ese momento una joven misteriosa para todos, cruzó la barrera del campamento, se quedo unos segundo viendo el árbol de Thalia con el vellocino de oro junto a aquel dragón que lo protege. Caminó hacia el comedor, encontrándose con todos los semidioses almorzando. Ella seguía ahí, parada, mirando a cada uno, entonces todos se dieron cuenta de la presencia de aquella joven de cabello zanahoria, lleva puesto una musculosa negra con un estampado de Nirvana, un short negro, unas converse negras. Algunos chicos, mas de la mesa de Ares la miraban con la boca abierta, algunas chicas mas de la cabaña de afrodita, la veían con envidia por ser tan hermosa. Nico, al levantar la mirada y verla, se quedó hipnotizado por aquellos ojos, aquella boca.. nunca se sintió atraído por una chica. Quirón, se levantó de la mesa y se aclaró la garganta.

-Buenos días joven ¿Se puede saber que hace aquí?- le dice amablemente

-Es obvio, soy una semidiosa- dijo con aquella voz dulce y fría, todos comenzaron a murmurar.

-¿Sabes quién es tu madre o padre divino?- le vuelve a preguntar

-- dice tranquilamente, pero se aclara la garganta y vuelve a hablar en voz alta para que todos la escuchen- Mi nombre es Livana Abaleo, y soy hija de Zeus.

Todos quedaron sorprendidos una hija de uno de los tres grandes. Otra vez comenzaron a murmurar, entonces el signo del rayo apareció arriba de la cabeza de la joven

-Salve Livana, Hija de Zeus, Dios del cielo- dijo Quirón, haciendo una pequeña reverencia

-¡Hermanita!- chilló Jason levantándose de su lugar y yendo emocionado hacia la joven

Cuando estuvo a punto de acercarse, Livana con un movimiento de su mano empujo sin tocar a su hermano logrando que impactara fuerte contra el suelo. Jason se quejó fuerte, haciendo que algunos se les acercaran a ayudarlo.

-¡Jason! ¿Te encuentras bien?- dijo Pipper, su novia preocupada, al verlo sujetarse al brazo.

-Tranquila, estoy bien- contestó con una sonrisa pero a la vez con un gesto de dolor.

-Lo siento- dice Livana- pero no puedo tolerar que los hombres se me acerquen- se acerca a su hermano y estira su mano para ayudarlo- Perdóname, hermano- hace una media sonrisa.

-Disculpas aceptadas- dijo tomando su mano.

La joven de cabellos zanahoria ayuda a levantar a su hermano. Ambos se sonríen y se van a su mesa a terminar de almorzar. Allí, Jason le presentó a Thalia, su otra hermana. Livana se sintió feliz, pensó que podía completar ese vacío que tiene hace ocho años, podía volver a tener una familia. 

Por otra parte, el temible hijo de Hades, quedó asombrado con la joven. No podía dejar de verla.. esa atracción que sintió desde que la vio no paraba, muy raro de él sentir atracción por una mujer, ¿O es algo más?

****

Buenas! Espero que os haya gustado, le hice muy pequeños cambios, pero aun sigue igual a la historia original.

Gracias por leer, un honor escribir para ustedes.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top