26. No quiero alejarme

EMMA :

Tres meses ...

El tiempo había pasado en un abrir y cerrar de ojos para todos, menos para mí, estos meses han sido los peores que he vivido, siento que cada día me debilitó más, no soporto ver a Su-han postrado en esa cama, he llorado días y más días con la esperanza de que recupere la conciencia, pero ninguna de mis lágrimas dieron resultado, mi optimismo se desvanece mientras mi corazón se niega a aceptarlo, no sé que hacer.

Las clases culminaron y estamos de vacaciones, mis amigos fueron un gran apoyo en este martirio pero ahora están viajando, mientras yo me quedo todos los días abrazada a mi castaño, no me arrepiento de nada, puedo quedarme con él todo el tiempo que sea necesario.

- cariño ¿estás lista? - preguntó mi madre entrando a la habitación

Jamás estaría lista para cometer este riesgo, pero ya no quedan alternativas y realmente espero que puedan sanarlo.

- no sé que pensar mamá - me voltee a mirarla - tengo mucho miedo de que pase algo malo en el viaje

- tranquila mi niña, contratamos a los mejores médicos para que nos acompañen en el avión - acarició mi mejilla - todo estará bien, Su-han llegará sano y salvo, allá quizás los monjes puedan hacer que despierte y así podrás hablar con él - me abrazó

- espero que sea así - susurré tratando de no llorar

- voy a ver como está tu hermanito, tu papá perdió la práctica de cuidar a un bebé, debo supervisar - bromeó parándose para salir de la habitación

Unos segundos después comenzamos los preparativos para subir a aquel avión. Durante estos meses mi mamá se metió la idea de que debemos visitar el templo de los monjes guardianes, yo no quisiera ir pero la esperanza de que Su-han despierte la tienen ellos y no perdería esa oportunidad, además creo que sería bueno hablar con ellos para saber más sobre los miraculous y su fuente de poder, mi madre nunca tuvo oportunidad de venir y ahora lo haría conmigo y mi hermanito.

- ¿listas? - preguntó mi padre mientras nos acercábamos al avión

- ¿Su-han ya está en el avión? - susurré nerviosa, en realidad tenía demasiado miedo

- si mi niña, él ya está en el avión y vas a poder acompañarlo en todo el viaje, tu tranquila no te pongas nerviosa - avisó dándome un beso en la frente

- entonces creo que estoy lista - dije entre balbuceos

Agarré el valor suficiente para caminar paso a paso hacia las escaleras del avión, solo espero que todo salga bien, y sin pensar nada más me subí sin mirar atrás, colocando toda la esperanza en ese templo y los monjes que la habitan.

[...]

Fueron 8 horas y unos cuantos minutos de viaje intenso y cansador, sin embargo a mi no importó nada más que permanecer al lado de Su-han, no me alejé de él ni un solo minuto.

Y finalmente estábamos aquí, en China, más precisamente en el Tíbet, el lugar donde se encontraba el templo de los guardianes, el frío se impregnaba en cada parte de nuestro cuerpo, lo cual provocaba que al respirar soltemos vapor por nuestros labios, los tres médicos que nos acompañaron bajaron cuidadosamente a Su-han del avión, la camilla avanzó cada vez más cerca al templo.

- mamá ¿cómo vamos a entrar? - pregunté

- tocando la puerta - dijo lo obvio - ellos deben conocerme, después de todo soy la guardiana de los miraculous, tengo derecho a estar presente en este templo, es mi deber - suspiró

La azabache tocó a palmadas el gran portón varios segundos, hasta que un hombre de vestimenta extraña abrió la puerta. Era calvo y tenía los ojos bien chinitos.

- buenas tardes - dijo ella en idioma chino - yo soy Marinette Dupain Cheng y soy la guardiana de la caja de miraculous, portadora del miraculous de la creación.

- ustedes son la familia encargada de la caja de miraculous - exclamó algo confundido

Sus castaños ojos voltearon a ver la camilla donde estaba recostado Su-han, se sorprendió al instante, tocó su frente con delicadeza, cerró sus ojos por unos segundos y sonrió.

- no volvimos a saber nada de él en mucho tiempo ¿cómo dieron con él? - preguntó

¿Acaso no se acordaba de todo lo que le habían dicho para que sea perdonado? La culpa es de ellos y yo no me quedaría callada.

- por su culpa Su-han no despierta, ustedes lo obligaron a buscarnos, ese tal de Qiang Xun también tiene la culpa, lo manipulaba, lo maltrataba, le hacía mucho daño, él no se merece esto, todos ustedes son malos - grité enfurecida

El hombre se sorprendió, me observó varias veces al igual a mis padres, yo no me arrepentía de nada, estaba diciendo la verdad ellos eran unas malas personas, insensibles con Su-han.

- señorita, es verdad que nosotros mandamos a Su-han con Qiang Xun para que nos traigan a la guardiana de los miraculous - explicó - pero en ningún momento sufrió algún daño, el monje Qiang es de los más confiables - lo interrumpo

- ¿traer a la guardiana? Eso no es cierto, Su-han fue víctima de maltrato por parte de ese monje, es más ese hombre era un brujo, tras que el quité este collar él de desvaneció - saqué de mi cartera el collar que le había arrebatado en aquella batalla - el monje me secuestró exigiendo que le entregue toda la caja, dijo que quería utilizar los dos miraculous para cumplir su deseo de traer de nuevo a la vida a su familia.

El monje nos miró con una expresión extraña, parecía no tener idea de lo que estábamos hablando, no respondió nada y abrió el portón completamente, bajo la mirada y adjuntó.

- esto es un tema muy serio y es mejor hablarlo adentro - nos dio paso - tambien debemos ver como se encuentra Su-han, esperamos que no sea nada grave.

Asentí sin decir nada más y empujando lentamente la camilla entramos todos juntos. El templo era inmenso y algo rupestre, las paredes eran talladas de rocas y se veían varios dibujos extraños que no lograba entender, al igual que palabras que no se identificaban en ningún idioma, era totalmente extraño. El castaño fue trasladado a una habitación y nosotros nos sentamos en unos bancos.

- creo que ya saben como inició la historia - exclamó

- Su-han me contó todo, desde su entrada aquí hasta la creación del sentimounstro - informé con la mirada seria

- Su-han estuvo encubierto por varios meses en el colegio de mi hija con un solo objetivo, buscar la caja de miraculous a cualquier costo - impuso mi padre mientras sostenía a mi hermanito - fue manipulado todo este tiempo por un monje que supuestamente obedecía órdenes de ustedes ¿qué tienen que decir ante esto? - preguntó

- en ningún momento mandamos a Su-han para que trajera la caja de miraculous, al contrario, tenía que traer a la guardiana y es justamente lo que hizo, porque ustedes están aquí por él - dijo firmemente

- estamos aquí para buscar respuestas y saber la verdad - advirtió mi madre

- no - interrumpí - estamos acá por algo más importante, ustedes pueden sanar a Su-han, durante la última batalla con Qiang, él quedó muy afectado y no ha salido de su estado de coma en tres meses, ya no sé que hacer para que despierte, ustedes son mi última esperanza, por favor hagan algo, tal vez tengan algunos conjuros o no sé - supliqué con los ojos llorosos

Hablar de esto de nuevo era muy doloroso, las palabras se me cortaban y la respiración también, el corazón me latía frenéticamente y las pocas palabras que me salían coherentes eran costosas de pronunciar.

- calmese señorita, nosotros no somos brujos para darle conjuros pero si somos personas antiguas, tenemos remedios ancestrales y quizás con algo de fé podamos curarlo - dijo serenamente

- gracias - susurré conteniendo las lágrimas

Y sin decir nada más corrí hacia la habitación del castaño, tomé una de sus manos y la besé cálidamente, acaricie su cabello rebelde mientras le hablaba al oído.

- todo estará bien - susurré sonriendo - probablemente mañana ya podrás despertar y verme, al fin escucharé tu voz, tomarás mi mano y juntos caminaremos.

Ya estaba llorando nuevamente pero esta vez era de felicidad, muy pronto Su-han despertaría y podría hablar con él, decirle todo lo que siento, cuanto lo extrañe y que lo amo demasiado.

[...]

Pasó como media hora después de que me acerque a Su-han, no me solté de él ni un solo minuto, esperaba impaciente al monje con las cosas para que lo curen de una vez. Y al fin entró por esa puerta con muchas botellas en sus manos, las colocó en la mesa que se encontraba al costado de la cama y se acercó a mirarlo.

- comenzaremos de una vez - dijo - es mejor que salgas de la habitación, yo me encargaré de todo

- pero yo quiero estar aquí, quiero verlo cuando despierte - dije negándome a salir

- señorita él no va a despertar inmediatamente, quizás lo haga mañana o más tarde, debe ser paciente - pidió

- he sido paciente por muchos meses y la angustia me está matando lentamente - susurré con un dolor en la garganta

- te entiendo pero si quieres que despierte debes esperar unas horas más, tú tranquila que haré hasta lo imposible para que Su-han mejoré -

Asentí calmandome y salí de la habitación, caminé lentamente perdida en mis pensamientos, aún no podía mantenerme tranquila, sentía que algo malo pasaría pronto, eso me aturdia.

[...]

Ya eran las 8 de la mañana y aún no podía creer que seguía esperando alguna respuesta de Su-han, pero nada pasaba; y eso me ponía nerviosa.

- mi niña tenemos que hablar contigo - susurró mi madre mientras tomábamos el desayuno

- claro díganme ¿qué pasa? - dije sin desviar la mirada de la habitación del castaño

- sabemos que Su-han es muy importante para ti y también que lo quieres mucho pero ... - alargaron las palabras

Esto era extraño, inmediatamente sentí un pálpito fuerte en mi pecho, como si fuera una advertencia de algo malo, intente no descontrolarne y escuchar lo que decían.

- ¿pero qué? - pregunté con dudas

- debemos volver a París - dijo mi madre causando una extraña sensación en mi - han surgido algunas emergencias

- si, pero esperemos a que Su-han despierte y de ahí nos volvemos - dije tranquila

- no es eso, Emma no estas entendiendo - explicó - Su-han no puede volver con nosotros

Al escuchar eso algo en mi interior se quebró ¿cómo no podría volver conmigo? Eso no podía ser, Su-han tenía que regresar al colegio, a su antigua vida.

- ¿por qué no? Él debe volver conmigo, tiene que regresar a París - susurré levantandome del asiento - no pueden hacerme esto

- hija, Su-han pertenece a este lugar, está es su vida y debe permanecer aquí - la azabache trató de tranquilizarme pero no pudo - entiendenos

- no me pidan que los entienda porque no puedo - dije mientras mis ojos se cristalizaban - no quiero alejarme de Su-han, si eso pasa, jamás lo volveré a ver

Mi corazón se estrujo de tan solo pensar en eso, los miré fijamente, a mi madre le dolía toda esta situación e intenté entenderla, lo juro, pero no pude, no puedo dejar a Su-han aquí.

- quizás con el tiempo puedan volver a verse - dijo ella con una expresión triste - nuestro vuelo sale en una hora, debes alistarse

- no lo aceptaré nunca, entiendelo no me iré - grité para luego salir corriendo de ahí.

No sabia que hacer, mis ojos estaban llenos de lágrimas y mis manos temblaban, en lo único que pensé fue en ir a ver a Su-han, aún mantenía la esperanza de que despertara y me diera un abrazo, lo necesito tanto en estos momentos. Entré y me acerqué lentamente, seguía inconsciente como ayer, nada había cambiado, entre lágrimas tomé una de sus manos y la uní a las mías.

- quieren separarnos pero no lo van a conseguir - dije en un susurro silencioso - Su-han debes levantarte, quiero que evites todo esto

El dolor me abatia inmensamente, me ardía la garganta y sentía una opresión fuerte en mi pecho, mi futuro era incierto al igual que el de Su-han.

Solo sé una cosa, no quiero alejarme de él ...

PENULTIMO CAPÍTULO  ::

Ya estamos llegando al final ...

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