Me tenían acorralada, estaba claro que mis pergaminos estaban vacíos, por lo que tenía que reutilizar las armas ya sacadas, aunque esto era más peligroso ya que me exponía en un radio menos a dos metros cerca, si me atrapaban iba a fallar la misión.
Sudaba la gota gorda cuando un lobo me sujeto con fuerza de mis pantalones. Alarmada clave una katana que estaba cerca hasta atravesarle la cabeza, provocando que abalanzaran más sobre mi gruñendo, iba a contraatacar cuando los lobos más cercanos a mi salieron volando por la liberación de chakra.

Neji... Pensé.

Del bosque salió un Hyuga, pero no era el que yo esperaba este padecía unos años más grande y con uniforme más grisáceo.

—No eres Neji.— lo dije antes de pensarlo.

— ¿Desilusionada?— pregunto para después acabar con los lobos.

A diferencia de mi, el Hyuga podía ver con su Byakugan puntos débiles para ya no hacer que se reproducirán más de estos asquerosos seres. También un movimiento que no había visto nunca en Neji fue lo suficiente potente para terminar rápido.

—¿Te mando Neji?— pregunte confundida a lo que él negó.

— Lord Hiashi.— respondió.— dijo que una simpática kunoichi de dos chongos podría necesitar ayuda.

¿Lord Hiashi Piensa que soy simpática?, ¿por simpática piensa que graciosa?. — Gracias.

Seguí al Hyuga por el bosque hasta un claro dónde se detuvo. Al estar frente a mí, me moví hacia un lado para ver mejor, estaban Hinata y el chico de cabello castaño con akamaru a salvo. Sonreí  a Hinata agradecida que estuviera a bien. Ella se inclinó como agradecimiento y me acerqué.

— Se llama Tenten, ¿la recuerdas?— le dijo el chico castaño.— estuvo genial en los exámenes.— al decir eso hinata asintio.

Me sentí halagada de que al menos una persona me recordara así.— Gracias...— dije sin a completar por no saber su nombre.

— Es cierto, no sabes mi nombre.— dijo negando con la cabeza y Akamaru ladro.— Tienes razón Akamaru,— le dirigió a Akamaru y después a mi.— Mi nombre es Kiba inuzuka.

Estrechamos las manos.

— ¿y Neji?— pregunte a lo que ellos miraron detrás de mí.

A lo lejos la sombra de quién conocía mejor que nadie se acercaba. Corrí hasta Neji formándome una sonrisa.— gracias a dios te encuentras bien.— me contuve en darle un abrazo.

— Neji, yo...—kiba llamó la atención de Neji.— lamento todo lo anterior.

Neji cerró los ojos y sonrío con un poco de arrogancia. Iba a hacer una broma sobre ello cuando Hinata habló.

— Discúlpame hermano... Por... Todos los problemas... Que te cause.— miro al suelo avergonzada y poco segura.

Para sorpresa de todos Neji habló con tal delicadeza que solo yo había escuchado hablarme a mí.—levanta la cara Hinata. Esa no es una razón para disculpas— su rostro ahora no mostraba la sonrisa con arrogancia era una expresión arrepentida.— pensé que lo entendía todo y guardaba rencor contra la cabeza de la familia, sin saber la verdad, culpo al destino y me hice creer que era el único que sufría, pero durante nuestra batalla, Naruto me hizo ver lo equivocado que estaba. Y lo que te habías esforzado para tener mi aceptación.— cerró los ojos y después los abrí decididos.— Nunca pensé en eso, me hizo ver lo egoísta y estrecho que era.— confesó.

Mi boca al igual que la de Hinata cayó al suelo ante sus palabras.

—Uzumaki Naruto es un chico extraño.— y después sonrío.

Hinata asintió
y yo aún más sintiéndome de alguna manera orgullosa de Neji.

Pero no toda fue de color de rosa ese día. Aún teníamos a la aldea una batalla que ganar. Hinata no podía pelear en esas condiciones por lo que tanto kiba, Neji y yo. Peleamos al defender nuestra aldea.

Constantemente llegaban más enemigos y temblores azotaban a la tierra bajo nuestros pies. Algunos edificios casas y locales caían en ruinas. Comenzaba a cansarme cuando la serpiente de tres Cabezas apareció nuevamente destrozando todo a su paso. Se me erizaron los bellos de la piel provocando que diera pasos atrás. Tope con el pecho de Neji a quien mire muy asustada. Este miraba con confusión a la criatura con su byakugan.

— Chicos.— llamo nuestra atención un jonin— dejen la batalla, simplemente desalojen a la mayor cantidad de civiles.

Asentimos y nos retiramos. Ayudamos a niños, personas adultas y sobre todo a ancianos. Ya estando en el lugar seguro muchos lloraban y otros oraban. Muchos estaban confundidos y otros heridos, no podía creer por completo como es que las aldeas aliadas habían traicionado a la hoja.
Tiempo después de muchos más temblores, termino.

Y una noticia sobre todas se expandió; el Hokage había muerto.

Entre en un estado de shock al grado de caer sentada de la sorpresa.
Se supo que oroshimaru había matado al kazekage y se había pasado por el haciendo que las aldeas vecinas traicionaran a la hoja.

El día del entierro era grisaseo, como si hasta Dios supiera que el día era triste. Mi rostro en el reflejo de mi espejo se mostraba pálido, con ojeras y un poco hinchados.
Había llorado y era inevitable esconderlo, y no tenía porque.
El Hokage fue como un padre para mí, más familia que "mi familia" recuerdos y sentimientos se acumularon en mi toda la noche lo que me hizo no poder dormir.
Normalmente no solía usar falda, pero esta vez era una ocasión especial, el traje de todas las kunoishi consistía en eso, completamente de negro.
Al caminar por las calles me parecían tal silenciosas, incluso al encontrarme con mi equipo no hablamos. Lee se encontraba afligido y con los ojos cristalinos, mientras que Neji estaba serio, podía notar una pizca de tristeza y mucho respeto.

Estábamos formados en fila. No sólo estábamos para el Hokage sino también a los shinobis que con su cuerpo y alma defendieron a la adea y murieron.

Viendo la lluvia comenzó sobre nuestras cabezas comenzaron las palabras para el Hokage y ninjas.
Después cada ninja dejamos una flor blanca para el Hokage. Un recuerdo vino a mi. Uno que se encontraba en lo más oscuro de mi conciencia.
Yo todavía estaba en la academia cuando el Hokage me visitó, bebimos te, jugamos juegos de mesa y comimos.

—¿qué pasará cuando usted muera Hokage?— recordé preguntar.

El Hokage me miró con asombro y luego sonrió.— ¿piensas que moriré pronto?, estas equivocada, ¡yo pienso ser Hokage por muchos años más!.— río sin embargo después se puso un poco serio.—"Cuando bailan las ramas de un árbol, alguna alcanza el fuego, la sombra del fuego iluminara la aldea y una vez más las ramas del árbol florecerán"

En su momento no lo entendí del todo pero me tranquilizo cuando era pequeña, recuerdo después que tuve problemas para especializarme en algo y el Hokage me brindó su conocimiento en armas así como libros especiales en un acceso restringido de la biblioteca.

Sonreí ante el recuerdo. Ahora comprendía sus palabras. — nos veremos Hokage — susurre y regrese a la fila.
El sol salió dando por terminado el funeral.
Mire a Lee quien trataba de no soltar ni junta lagrima, detrás de él guy Sensei daba unos golpecitos en su espalda para tranquilizarlo.

Neji llegó a mi lado y apenas audible me susurró una pregunta.— ¿te encuentras bien?.

— Claramente mejor que Lee.— bromee.

El solo asintió y nos integramos a nuestro equipo.

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Un minuto de silencio para el Hokage.

Ya?. No?

Ya? Ok.

Me voy a ir al infierno por escribir esto pero...Neji se miraba sepsi de negro en el funeral 🙊🙈

Avisen si ven errores, estoy medio dormida.