Capítulo 17.5

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Un capítulo corto para terminar la segunda actualización. Corto, pero... uff.



El puente está solo a esas horas de la madrugada y Jungkook sólo es capaz de correr por él mientras las palabras de Taehyung se repiten en su cabeza una y otra vez.

"Vive a través de mi amor, Jungkook."

¿Cómo callarlas? ¿Cómo hacer que se detengan?

Las lágrimas resbalan por sus mejillas a medida que disminuye la velocidad, sintiendo sus pulmones expandirse con dolorosa familiaridad, el esfuerzo que ha hecho para llegar hasta ahí le pasa una corta factura antes de que termine por detenerse definitivamente, junto a uno de los tantos teléfonos que sirven de ayuda asistencial a posibles suicidas.

El frío de la noche lo envuelve, pero Jungkook sólo es capaz de sentir lo caliente de sus lágrimas resbalando por sus mejillas. Son tan dolorosas como las palabras que se niegan a abandonarlo desde el mismo instante en que Taehyung las dejó libres.

¿Cómo podía Taehyung hacerle algo como eso? ¿Cómo podía el mayor ser tan egoísta?

Apoyó sus manos contra el barandal del puente, sus ojos perdiéndose de un momento a otro en el oscuro manto que era el río bajo sus pies. Las luces de la ciudad de fondo, la luna en todo el centro del cielo y el silencio de las aguas convirtiéndose en la única melodía que podía acallar la voz de Taehyung dentro de su cabeza.

¿Se acabarían las preguntas sí se hundía para siempre en sus aguas?

Nadie tenía por qué saberlo, nadie tenía por qué enterarse... Jungkook sólo tenía que sentarse en el borde, tal y como lo había hecho Hoseok esa noche y luego, en la soledad que siempre había sido su vida, se inclinaría hacia adelante, sintiendo el viento golpear contra sus mejillas y secar sus lágrimas antes de caer definitivamente.

Antes de desaparecer para siempre.

Y entonces, mientras el agua lo recibía con sus helados y resistentes brazos, con ella colándose en su cuerpo hasta inundar sus pulmones, inmovilizándolo y cerrando sus vías respiratorias, reduciéndolo a un simple peso muerto en el fondo del río; Jungkook entonces dejaría de hacerse preguntas, dejaría de vivir una vida que no le pertenece y podría descansar al fin, podría dejar de existir y con él, se iría el dolor.

No más preguntas sin responder, no más ideas de quién debía ser y qué debía sentir.

No más vivir bajo el fantasma de Hoseok.

No más vivir bajo el dolor permanente de ser Jeon Jungkook; un niño sin padre, sin ningún sueño propio, demasiado inseguro de sí mismo, demasiado roto como para pretender amar a alguien. Con tanto odio que era incapaz de amarse a sí mismo.

Se habría acabado todo y habría ganado. Le habría ganado a Hoseok, a su madre, al hombre que dijo ser su padre y lo abandonó, a todos esos que pasaron por su vida y le lastimaron tan profundo que terminó reducido a nada, les habría ganado a sus demonios y con eso bastaba.

Sólo tenía que subirse, inclinarse y dejar que el agua lo abrazara.

Pero... ¿qué pasaría con Ji Soo y su pequeño Ji Seok?

Ambos necesitaban de él; ese había sido el último de los castigos que Hoseok le impuso. Lo había dejado con una chica demasiado herida y con un bebé sin padre. Jungkook no podía convertirse en su padre; no podía dejarlos a su suerte tal y como lo había hecho el hombre que ayudó a darle la vida. No podía abandonarlos a su suerte cuando lo único que había en su futuro era más tristeza.

No podía, pero tampoco podía pretender que él podía cambiar ese futuro.

Jungkook no era menos desgraciado que ellos; era tan sólo un niño que había sido arrastrado a convertirse en padre a la fuerza, que había sido obligado a sostener entre sus brazos a la mujer que su hermano amaba. Un niño que había querido morir desde muy pequeño y al que le habían arrebatado la paz que tanto anhelaba.

¿Cómo podía curar sus heridas? ¿Cómo podía seguir viviendo cuando su alma sangraba cada día? Las voces en su cabeza, los recuerdos anestesiados con el tiempo... Jungkook simplemente estaba cansado de luchar cada día con levantarse de la cama, con tener que abrir los ojos y seguir viviendo.

"Vive a través de mi amor, Jungkook."

¿Qué pasaría con Taehyung? ¿Quién podría darse cuenta de la tristeza que se escondía en su bonita sonrisa? ¿Quién podría sentarse a su lado a la hora del almuerzo tan sólo para ver cómo se recostaba contra un árbol, dejando caer su cabeza hacia un lado y que sus cabellos acariciasen su hermosa piel canela?

Jungkook nunca podría estirar su mano para acariciar con la yema de sus dedos sus mejillas. Tampoco podría nunca borrar esa extraña tristeza que rondaba por sus ojos o el dolor que parecía cernirse sobre él cada vez que la noche llegaba. No podía hacerlo, no podía ofrecerle nada bueno, nada que Taehyung mereciese.

¿Qué le hacía creer que él merecía el amor de alguien como Taehyung?

Sus ojos volvieron a mirar hacia abajo, al oscuro río que esperaba por él. Sólo tenía que sentarse ahí, respirar profundo e inclinarse. No había tiempo para decirle adiós a nadie, para pedir perdón y esperar disculpas que nunca llegarían. No habría vida suficiente para que Jungkook pudiese remendar alguna de las heridas que había causado en otros.

Sí vivo una vida más, sí tengo que vivir de nuevo... ¿podré encontrarte en esa vida, Taehyung? ¿Podría tener tal regalo?

Incluso aunque renaciese una y mil veces, nunca podría terminar de pagar la culpa que cargaría sí se sentara en ese borde y terminara por lanzarse.

Nunca pediría perdón lo suficiente como para realmente merecerlo.

.- Alguien podrá vivir de tu amor... pero ese no seré yo. 

¡Holi!

¿Qué les pareció este capítulo? ¿Y el anterior? 

Admito que ambos son para mí dos capítulos que me gustó escribir y releer. Uno porque tiene un ambiente tan lindo, tan revelador a nivel emocional y éste porque... porque vemos lo herido que está Jungkook por dentro. ¿Pueden entender un poco de ese dolor que carga, de esa tristeza que lo lleva a pensar en la muerte? 

Uff... ¿qué creen que pasará? 

Cuéntenme todo. :3

¡Gracias por la espera! 

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