Capítulo 14.-
Taehyung nunca había estado en el distrito Gangdong – gu.
En parte porque nunca había tenido necesidad de ir hasta el distrito más al este de la ciudad en el que había pocas cosas que ver. Sin embargo, también era porque siempre había tenido miedo de los peligros que se escondían en sus calles poco iluminadas. Para nadie en la ciudad era un secreto que en Gangdong – gu no había ley alguna y que era mejor no pasearse por ahí en horas de la noche.
O más bien, nunca.
Sin embargo, ahí estaba. Caminando en total silencio al lado de Jungkook luego de una larga discusión que ganó tras casi ponerse a llorar en un berrinche absurdo porque el menor insistía que podía llegar solo a casa, que no era un camino demasiado largo en metro y que, tan sólo saliendo de la estación, podía encontrar su hogar. Taehyung ahora podía ver las mentiras en aquellas palabras.
La luz del sol ya surcaba todo el cielo azul claro de Seúl y los relojes comenzaban a despertar a la gente para que fuesen a trabajar. Taehyung agradecía que ese día no tuviese clases por las que correr hasta la facultad a esas horas. ¿Cómo Jungkook podía decir que vivía cerca del restaurante y la universidad?
Gangdong – gu quedaba a más de 40 minutos en metro y llevaban caminando ya más de 20 minutos en los que el silencio había reinado entre los dos con comodidad. Las farolas de las calles parpadeaban a falta evidente de mantenimiento, había basura sobre las aceras; una imagen que distaba mucho de las decoraciones en las fachadas, dibujos elaborados que pretendía dar una imagen diferente a la realidad.
A medida que los callejones se hacían más y más angostos, Taehyung comenzó a sentirse atrapado y no era precisamente por el lugar en donde estaban. Tenía miedo de lo qué sucedería una vez dejará a Jungkook en la puerta de su casa, temía el significado detrás de las promesas que se habían hecho en la cafetería hace tan solo una hora.
¿Cómo podía interpretar ahora las miradas brillantes y la expresión seria de Jungkook? ¿Qué significaban el uno para el otro después de esa noche?
.- Hyung, de verdad puedo caminar de aquí en adelante solo, usted debería regresar antes de que el metro se congestione – los ojos del menor parecían atravesarlo, notando como la ansiedad se iba apoderando de él lentamente – Esté lugar es algo... de cuidado a éstas horas, no quiero que le suceda nada.
Taehyung repasó sus labios con la lengua, tratando de sacar valor y no verse débil ni asustadizo ante Jungkook: .- Siempre puedo pedir un taxi desde tu casa, ¿no?
.- Ah... - Jungkook tensó su agarre en el bolso negro cruzado que tenía, mordiéndose ligeramente el labio inferior – No tenemos teléfono, hyung... ¡pero a lo mejor puedo decirle a mi vecina que...!
Taehyung quiso grabarse a fuego la imagen de Jungkook con un sutil sonrojo en sus mejillas mientras paraba de caminar, tan sólo porque estaba preocupado por él. Quiso estirar su mano y traerlo hacia su cuerpo para un abrazo, quiso decirle que no tenía por qué tener miedo por él, que Taehyung podía vencer todos sus miedos con tal de estar un segundo más a su lado.
Porque cada maldito segundo a su lado se sentía tan correcto como respirar.
.- No te preocupes, Jungkook – le cortó con una sonrisa despreocupada, notando como el sutil color en las mejillas del menor se acentuaba un poco más, provocando que su sonrisa se hiciera más grande – Quiero acompañarte a casa porque esta noche tú me has acompañado.
Jungkook arqueó las cejas en un evidente gesto de confusión: .- No lo he acompañado a ningún lugar esta noche, hyung.
Taehyung asintió, acercándose sólo un poco al cuerpo de Jungkook, quien no se movió aunque vio claramente sus intenciones: .- Me refiero a que me sostuviste entre tus brazos cuando me estaba derrumbando.
La frase flotó entre ellos y Taehyung sólo quiso ver cómo Jungkook volvía a sonrojarse por su culpa, quería ver cómo sus palabras podían tocar el corazón frío y resquebrajado del más pequeño, una muestra de que iban en el camino correcto. ¿A dónde? Ni él lo sabía, pero estaba seguro que iría a cualquier parte a su lado.
Quiso ver el alma de Jungkook en sus ojos, pero el sonido del celular del menor recibiendo una llamada no se lo permitió.
Los ojos del menor se fijaron en la pantalla con premura porque, quién en su sano juicio podía llamar a otra persona a las 6 de la mañana de un día entre semana. Sin embargo, Jungkook contestó tan sólo un segundo después de ver el nombre en el identificador de llamadas, su labio inferior siendo maltratado por sus dientes.
La llamada no habría durado más de dos minutos, pero a Taehyung se le hicieron eternos mientras veía como un gesto de molestia y preocupación surcaba el rostro de Jungkook, su mano cerrándose con demasiada fuerza alrededor del teléfono que tenía contra la oreja. ¿A qué se debía la llamada? Ni siquiera era capaz de entender ni una sola palabra que la voz de la mujer al otro lado de la línea parloteaba.
.- Bien, bien... - Jungkook asentía con la cabeza al mismo tiempo que hablaba, estando allí de pie, Taehyung pudo notar las ojeras bajo sus ojos y como su cuerpo parecía irse hacia adelante, con evidente cansancio; algo que no había notado en toda la madrugada que compartieron juntos – Lo lamento tanto, nonna. Iré hasta allá, sólo por favor espéreme.
Cuando el menor colgó la llamada, supo que su cuento de hadas por ese día se había terminado. Y eso que apenas eran las 6 de la mañana.
.- ¿Ha sucedido algo? – se atrevió a preguntar ante la mirada vacía de emociones de Jungkook.
El menor sacudió la cabeza, suspirando: .- Era mi vecina, fue a revisar cómo estaba mi madre y resulta que dejó a... - cortó lo que iba a decir de manera inmediata, como si hubiese hablado de más - Lo siento mucho, hyung. Debo irme ya, puedo caminar desde aquí solo y creo que lo mejor es que usted regrese a casa.
Taehyung no alcanzó a decirle que, en realidad, no quería volver nunca a su casa.
Le tomó cerca de dos horas y media regresar caminando, había evitado el metro porque no quería terminar en medio del mar de personas que a esas horas lo utilizaban, pero también porque no quería llegar a casa y encontrar a su padre. Así que llegar después de las 8 de la mañana era perfecto para poder encerrarse en su habitación y pensar en todo lo que había pasado.
Necesitaba aclarar su mente y qué era eso que tanto le atraía de Jungkook.
No se sentía correcto el pensar en él como el hermano de Hoseok, no se sentía bien de pensar en la promesa que le había hecho al mayor antes de morir. De alguna manera, sentía que, si Jungkook alguna vez se enteraba de eso, todo entre ellos se rompería de forma definitiva. Y eso le daba tanto miedo como las alusiones del menor sobre su suicidio.
Había prometido que no habrían más Seokjin en su vida y había fallado con Hoseok. ¿Qué haría entonces con Jungkook, quien parecía querer llevarse con él su corazón?
Realmente necesitaba cerrar sus ojos y olvidarse de todas esas cosas malas que venían pasando en su vida desde hace cinco años. Así que abrió con cuidado la puerta de la entrada, no queriendo hacer el más mínimo ruido y despertar así a su madre. No tenía ánimos ni paciencia para tener que ver la sombra en la que se había convertido.
¿Seokjin nunca pensó en el daño que les haría? Eran ese tipo de preguntas las que más malestar le producían, así que la alejo de su mente tan rápido como llegó, había aprendido con el tiempo a hacerlo. La puerta se abrió con un suave clic y él se deslizó hacia el interior en silencio, quitándose las zapatillas y estirando su cuerpo con cansancio.
Llevaba mucho tiempo sin avisar en casa cuando llegaba sano y salvo. Lo había aprendido cuando una noche, a los 18, decidió pasarse la noche en un bar con Minjae y Bogum emborrachándose tanto como para olvidar sus nombres. Nunca recibió una llamada para preguntar dónde estaba y nadie lo esperaba en casa cuando regresó.
Sin embargo, lo primero que se encontró cuando entró en la zona principal fue una maleta de viaje de color verde opaco al lado de las escaleras.
.- ¿Qué...?
.- Al fin te dignas a llegar – la voz molesta de su padre le sobresalta, consiguiendo que se gire tan sólo para verlo en el mismo lugar donde lo dejó horas atrás después de su discurso promovido por la frustración – Si el señor se digna a subir y cambiarse esa ropa apestosa, podrá bajar para que hablemos sobre tu comportamiento anoche.
Una risita inconsciente se le escapó, aquel papel de padre preocupado y estricto no le lucía en nada al hombre frente a él. Taehyung le había perdido todo respeto a sus órdenes desde que comenzó a escapar a su oficina para no tener que ver a su madre llorar y reducirse a lo que actualmente era. Había sido un cobarde, tanto como Taehyung.
.- ¿Vas a castigarme o algo así? Porque te recuerdo que ya soy mayor de edad...
Su padre se enderezó, efectivamente molesto por su forma de hablarle, pero realmente nada le importaba más que irse a dormir: .- Eres mayor de edad, pero vives bajo mi techo y de mi dinero, así que me mostrarás respeto.
.- Dime lo que quieras decir de una vez, iré a dormir un vez llegue a mi habitación, así podrás irte a trabajar en paz y...
.- No iré a trabajar el día de hoy y tú no dormirás – el tono autoritario le produjo un sensación molesta mientras ahora se concentraba totalmente en él, su padre lucía el traje de siempre para ir a las oficinas, ¿qué significaba eso de no trabajar y él no dormir?
¿Era algún tipo de amenaza?
Fue entonces bajó sus ojos a la maleta al pie de la escalera: .- ¿Me estás echando de la caso o una mierda similar?
Su padre tensó la mandíbula, conteniéndose: .- Así no lo creas, Taehyung. Lo que menos quiero es perder otro hijo y echarte de la casa significaría algo similar. Eres mi hijo, te amo y te apoyo en tu formación... – respondió tratando de mantener la calma, lucía abatido y Taehyung se sorprendió de esa imagen debilitada de su padre – Cometí errores imperdonables con Seokjin y no lo haré contigo.
Taehyung se repasó los labios con la lengua, repentinamente ansioso y con una sensación de ahogo en el pecho. ¿De qué errores hablaba su padre? Antes de la muerte de su hermano, habían sido una familia amorosa y unida, sus padres nunca discutían frente a ellos y siempre los apoyaban en todo lo que quisiesen hacer. No entendía.
.- Así que te lo pido de nuevo, Taehyung... arréglate y baja, por lo menos para despedirte. ¿Puedes hacer eso por mí?
Fue entonces que todos sus sentidos se pusieron alerta. Su padre le había dicho que lo echaría de la casa, eso significaba que... ¿sería él quién se iría? Aquello le produjo pánico porque no sabría qué hacer sin el hombre mayor; ¿Qué pasaría con el dinero, con su madre, con él? Nunca, en todos sus 21 años, Taehyung había pensado que eso pasaría.
.- ¿V-vas a irte?
Sus ojos contemplaron como la fuerza de su padre desaparecía por completo. Ya no era el hombre autoritario e insensible de los últimos años, el padre que le había golpeado hace tan sólo unas horas ahí mismo donde estaban de pie. Era un hombre cansado y que se veía desolado... Taehyung le había visto sólo una vez de esa forma.
La tarde en que entró a reconocer el cuerpo de Seokjin.
Su madre había sido incapaz de entrar, sosteniéndose de una pared mientras se deshacía en lágrimas pues sobre la mesa del pequeño cuarto policial estaban las ropas que su hermano había vestido ese día. Taehyung se había quedado mudo, observando la camiseta que él mismo había comprado para Jin con el dinero de su trabajo de verano con su padre. Así que fue su padre quien entró y cuando salió, se veía exactamente de la misma manera que en ese instante.
.- ¿P-papá?
.- Es lo mejor para todos, Taehyung – habló al fin, mirándole fijamente – Ha sido una decisión muy difícil de tomar, pero ambos sabemos que no podemos seguir viviendo de esta manera.
Taehyung retrocedió, sobrecogido por toda la situación: .- ¿D-de verdad abandonarías a mamá? ¿A mí?
.- No se trata de eso, Tae – negó también con la cabeza, nunca había notada sus canas – No soy yo quien se va.
.- Pero has dicho que yo no... - entonces comprendió y se quedó sin voz, su mano se prendió del borde de la escalera, sosteniéndole.
.- Lo siento mucho, Taehyung – fue lo que dijo, bajando la mirada – Sé que debí consultarte antes de tomar la decisión, pero ambos sabemos que la opción de internarla era lo más sano para nosotros como familia. El centro donde irá es muy recomendado y... sé que no es fácil decir que la internaremos, hijo.
.- ¿A qué te refieres con que vas a internarla? – Era una pregunta estúpida y lo sabía, pero seguía sin poder entenderlo, aceptarlo – Ella nos necesita, papá y... ¿cómo podemos abandonarla? ¿Por qué?
.- Porque ya no puedo con ella y sé que tú tampoco – le respondió con cansancio, pasándose la mano por los cabellos y mirándole con la súplica muda de que le entendiera - Estoy cansado de esta situación en la que vivimos sin hacerlo. Tú sabes también que no podemos ayudarla, que no le ofrecemos nada porque nunca estamos aquí... ninguno de los dos quiere verla de ésta forma.
Las lágrimas picaron en sus ojos mientras su cuerpo se encogía, pensando en su madre en un sitio donde nadie la conociese y la amase. Años atrás, después de su primera crisis, Taehyung le había asegurado a su padre que no había otro lugar que su hogar para que ella mejorara. Pero los años habían pasado y ella sólo había empeorado.
.- Es lo mejor, hijo...
Taehyung sacudió la cabeza, llorando ya sin restricción: .- ¿P-por qué?
Su padre le sostuvo por el codo, jalando hacia él y girándolo de frente a la sala, donde su madre estaba sentada en el sillón principal, mirando al vacío sin moverse ni un solo milímetro. No había expresión alguna en su rostro, su cabello lucía sucio y su cuerpo, a la luz del día, mostraba cuan delgada era en realidad.
Preguntar el por qué no era necesario, tan sólo tenía que mirarla para saber la respuesta.
Tres crisis y él todavía se aferraba a la idea de que su madre se curaría por amor. Pero, ¿amor de quién? Ninguno de ellos dos, los dos únicos que le quedaban, se dignaban a mirarla y dárselo, asustados de sus ojos hundidos y su grito desesperado por un hijo que ya no estaba.
¿Cómo Seokjin no pensó en ellos y en lo que sufrirían por él?
Holi, :3
¿Qué se cuentan?
Sé que muchos esperaban por éste capítulo luego del encuentro de Taehyung con sus padres. Así que espero que haya colmado sus expectativas de conocer un poco su situación, es evidente que volveremos a leer de ellos, pero éste es un momento crucial para ellos. ¿Qué opinan?
Por otro lado, también vemos como se va construyendo poco a poco algo entre Taehyung y Jungkook. ¿No se les hacen tiernos? A mí sí, me parecen super cutes cuando escribo de ellos. Y ahora tienen una promesa de por medio.
Oh, se me olvidaba... ¿alguna idea de lo qué pasa con la mamá de JK?
En fin, no tengo mucho más qué decir.
Que les amo, punto. Ah y que gracias por leerme.
PD. Te lo dedico KimJeevas porque shi... me encantan tus comentarios.
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