Capítulo 12.-

Amo este capítulo. :3



Taehyung sintió acababa de herir a Jungkook de una forma inimaginable.

El menor se levantó de la mesa una vez la vela se consumió por completo y él no pudo evitar preguntarse cuánto tiempo habían permanecido ahí los dos, simplemente aguardando que alguno se atreviera a romper con el silencio, a quebrar la pared que parecía construirse entre ambos, mucho más gruesa que antes.

Había querido tomarlo de la mano y no dejar que se fuera, pero era un cobarde.

Así que dejó que Jungkook encendiera todas las luces de la cafetería y todavía en un inmutable silencio, comenzara a arreglar la decoración que seguramente le había costado mucho tiempo armar sólo para él. Una molesta sensación le subió por la garganta de sólo pensar cómo esa noche había arruinado tantas cosas desde antes de salir de casa.

Jungkook se había esforzado por tener una noche agradable y, ¿él qué hacía?

.- Eres un maldito imbécil – se auto insulto mientras dejaba caer su frente contra la mesa en un golpe seco, todavía podía escuchar los pasos de Jungkook en el salón principal del restaurante, arreglando cosa por cosa mientras él estaba ahí sentado, lamentándose como lo hacía siempre - ¿Por qué eres tan imbécil, Taehyung?

.- A veces la gente nace siéndolo, supongo que usted es uno de ellos.

La voz de Jungkook le sobresaltó y ocasionó que se levantara de un tirón de su posición en la mesa, lanzando lejos el plato donde el trozo de pastel seguía intacto. Las cejas del menor se arquearon con evidente molestia cuando el sonido de la cerámica quebrándose retumbó en todo el lugar y Taehyung quiso volver a maldecirse.

Su familia, Jungkook y ahora un estúpido plato.

.- Lo siento, lo siento – le dijo, tratando de disculparse por todo esa noche – Yo... lo recogeré y lo pagaré.

El menor no dijo nada, tan sólo tomó aire y se dio media vuelta, regresando al salón principal y seguramente a lo que había dejado a medias, porque pronto volvió a escuchar los pasos junto con el sonido de la escoba como melodía de fondo. Sabía que Jungkook estaba molesto, pero agradecía que por lo menos no lo hubiese golpeado.

Aunque su silencio tampoco era alentador para él.

.- ¡No lo escucho recogiendo ese plato roto!

Una sonrisa involuntaria se formó en su rostro antes de asentir sin que el menor pudiese verlo, sólo quería remediar en algo lo que había hecho: .- ¡Ya me estoy agachando, lo juro!

A Taehyung ya no le importó no tener una respuesta de parte del menor. Jungkook a penas y le dirigía una sonrisa cordial y él estaba seguro que el menor llevaba mucho tiempo sin sonreír o reír porque su cuerpo no podía evitarlo, porque la felicidad era tanta que necesitaba expresarla. Sólo quería que sonriera.

De golpe, la voz de Hoseok aquella noche le paralizó: "Por favor, hazlo sonreír".

Le había prometido que lo haría si alguna vez veía a su hermano menor, le haría sonreír. Y por un momento, Taehyung había querido creer que podía hacerlo, que podía pararse frente a Kookie y hacerle feliz en honor a su hermano. Tan solo pensar en Jungkook siendo hermano del chico que no pudo salvar le resultaba incómodo y doloroso. Ni siquiera sabía en qué momento había dejado de pensar en Hoseok tan sólo para pensar en Jungkook.

Hazlo sonreír...

¿A qué se refería Hoseok con eso? El mayor había hablado de Jungkook como si ambos hubiesen sido dos hermanos realmente cercanos que se querían profundamente y así mismo, pensaban el uno en el otro cuidadosamente. Pero la manera en como Jungkook se tensaba y miraba molesto hacia otro lado con la sola mención del mayor era una prueba aún más real de que aquello no era del todo cierto.

"Él lo sabía... y también me quitó eso", fue la voz de Jungkook la que se repitió. Se lo había dicho la primera noche que compartieron uno al lado del otro, aquella en la que se encontraron en el puente semanas atrás y Taehyung sintió la necesidad de tomarlo entre sus brazos para simplemente no dejarlo ir y tratar de hacer con él lo que hacía con todos los hombres y mujeres que se cruzaba en el puente.

Convencerlo de no hacerlo.

Se mordió el labio inferior con fuerza, tratando de reprimir de pronto la nube de emociones que le atosigo con fuerza mientras se arrodillaba y escondía su cabeza bajo la mesa. Gracias a la luz del salón principal podía ver perfectamente, los trozos del plato de un lado al otro, los dos tenedores y el pastel hecho una masa deforme junto al borde de la pared.

Había querido tanto probar ese pastel, conocer los sabores favoritos de Jungkook.

Sin embargo, no consiguió pensar mucho tiempo en eso cuando sus ojos se fijaron en la pared frente a él. La pintura negra llegaba hasta el suelo y así como la parte media y alta, un buen número de mensajes en diferentes colores de tiza la adornaban, sin embargo, éstos lucían mucho más viejos que los que había visto antes.

Añejos, como los mensajes que transmitían con sus colores.

Como el mensaje que le cortó la respiración de golpe y provocó que todo diera vueltas a su alrededor, apenas y consiguiendo sostenerse con una mano en el suelo y la otra enterrándose un trozo de cerámica en la palma. Taehyung podía sentir el dolor, pero los latidos erráticos de su corazón eran muchos más fuertes.

Eran solo unas pocas líneas escritas en tiza blanca y acompañadas por el dibujo del ala de un ángel idéntica a la de los dijes que guardaba celosamente en su habitación. Un mensaje tan profundamente doloroso, que Taehyung sintió que nunca más podría despegar su vista de él, porque era como ver un pedazo de su corazón ahí puesto.

A mi amado Jin que ahora es el pétalo de una flor que vuela lejos... lo siento por abandonarte cuando estuviste sentado en ese borde.

¿Sería posible que fuese su...? Pero sí lo era, ¿qué significaba? ¿Quién había podido dedicarle ese tipo de palabras a su hermano mayor? No podía ni siquiera hilar un pensamiento coherente, no podía hallarle sentido a aquello. Había muchos Jin en la ciudad, sólo era su mente jugándole una mala broma, haciéndole daño con la culpa una vez más.

.- ¿Qué mierda le pasa, hyung? – la mano de Jungkook se cerró en su brazo y le jaló fuera, su voz sonaba irritada, pero Taehyung no podía pensar con claridad, incluso cuando las manos un poco más pequeñas del menor tomaron la suya, acariciando su piel con sus dedos suavemente – Se ha lastimado la mano, ¿cómo puede ser tan descuidado.

Taehyung no fue consciente del momento en que Jungkook se levantó para regresar con un pequeño botiquín en sus manos, tan sólo podía pensar en calmar su respiración y sus latidos acelerados para que pudiese razonar claramente. Tan sólo se concentró en él cuando Jungkook comenzó a limpiar la palma de su mano con mucho cuidado, su rostro de rasgos infantiles completamente serio mientras le menor se concentraba en curarlo.

Lucía precioso de esa forma y a Taehyung le hubiese gustado mucho decírselo.

.- ¿Me va a decir qué mierda le pasó? – preguntó con brusquedad Jungkook, pero sin alzar la voz o dejar de pasar la mota de algodón por la herida, ni siquiera le miraba – Se ha puesto pálido y por un momento pensé que le daría un infarto.

.- Y-yo... - tragó saliva con esfuerzo, girando su cabeza para volver a mirar la pared, el dibujo y el mensaje seguían ahí, intactos – N-no...

Jungkook giró también su cabeza, mirando con confusión el mensaje: .- ¿Sucede algo con eso, hyung? Es sólo un dibujo.

.- Es... me recordó a alguien – consiguió decir, se sentía demasiado abrumado y con una opresión en el pecho que parecía querer dejarlo sin voz – E-era alguien a quien quise mucho.

.- ¿Algún novio? – Jungkook le miro de reojo, notando la expresión adolorida del mayor y como luchaba con respirar, Taehyung negó suavemente a su pregunta - ¿A-amigo?

.- S-si...

El menor asintió, arrodillándose frente a él y tomando su rostro entre sus manos, obligando a que se girara para mirarlo: .- Lamento que haya tenido que revivir recuerdos tristes, hyung. No sé hace cuánto este ese mensaje ahí, pero sé que, por más años que hayan pasado... seguirán siendo tristes.

.- E-es... q-que... no...

.- No lee la lengua de los idiotas – le cortó Jungkook tratando de hacerlo reír con un tono despreocupado antes de soltar su rostro para buscar algo con que vendar su mano herida y una vez tomó la cura, alzó los ojos para mirarlo, sus pupilas negras brillando bajo la luz del lugar – Así que dígamelo con calma, no me iré a ningún lado. Estaré aquí para usted.

No me iré a ningún lado. Estaré aquí para usted; Taehyung odiaba que alguien hablase de esa forma. Odiaba que las personas se tomaran tan a la ligera lo que realmente significaba algo como eso. No irse era una promesa implícita de estar siempre ahí, de que no había manera de que lo abandonaran. Pero él ya había sido abandonado por la persona más preciada de todas.

.- Nunca me vuelvas a decir algo así – respondió con un tono casi mordaz que provocó que el de cabello más oscuro entrecerrara los ojos, sin entenderlo – No digas algo que no vas a cumplir, Jungkook... vas a irte porque todo el mundo se va.

El menor se dejó caer frente a él, con la cura todavía en la mano: .- No entiendo qué tiene que ver...

.- Me has dicho esta noche que vas a irte – le contestó, de pronto se sentía tan lejano del cuerpo del otro, que sólo quería acercarse y aferrarse a él para comprobar que estaba ahí justo frente a él – Me has dicho que quieres irte... no puedes decirme que vas a quedarte porque me lo tomaré al pie de la letra y no te dejaré marchar.

.- Me quedaré el tiempo que deba quedarme – sacudió su cabeza Jungkook, no lucía ninguna expresión en su rostro más que sus ojos brillantes y que parecían atravesarlo de lado a lado, desnudando su dolor – Así funciona la vida, nadie se queda para siempre.

Taehyung negó, comenzaba a sentir el ardor en su mano: .- No quiero que nadie me prometa quedarse y termine yéndose...

.- Somos tan efímeros como una canción – le contestó con suavidad el menor, su cuerpo se había encogido en sí mismo ligeramente y Taehyung sintió que aquello también estaba hiriéndolo – Una canción que empieza lento y de pronto, en lo más súbito de su letra, se esfuma para siempre.

.- Podemos repetir una canción cuantas veces queramos...

Jungkook estiró las comisuras de sus labios con cierta tristeza, una mueca vacía: .- Sí pero nunca será como la primera vez, nunca podrá repetirse el momento exacto en que rompió algo en ti para quedarse ahí.

Taehyung quería negar aquello, quería de Jungkook guardara silencio y le abrazara. Que le prometiera con su silencio que no se iría nunca, porque Taehyung no podía soportar la idea de que lo tendría como en ese momento o como horas antes, tan sólo por la brevedad de unos instantes. No podría vivir con la idea de que no sería nunca suficiente para que Jungkook quisiera quedarse.

¿Cómo lo sería? Si ni siquiera había sido suficiente para que su hermano se quedara.

Taehyung no quería convertirse en la persona que escribiese un mensaje con el nombre de Jungkook en una pared negra sintiéndose culpable y adolorido. No quería que Jungkook se convirtiese en Jin y le dejara completamente solo de nuevo. Ya estaba aferrado a él, no podían arrancárselo sin que terminara desangrado.

.- Hyung... Tae... - la voz de Jungkook fue suave mientras el menor se acercaba a él – No voy a quedarme en su para siempre, pero... usted se va a quedar en el mío.

Aquello fue doloroso de escuchar y Taehyung sintió su corazón resquebrajarse por una promesa de tal tipo. Jungkook se mordió el labio inferior, sus ojos ahora brillaban cristalizados, la luz reflejándose en las lágrimas contenidas. No podía darle al mayor lo que le pedía, pero podía darle lo único que tenía.

.- Ahora, déjeme terminar de curarlo.

.- No quiero que me cures – susurró Taehyung, mirando su mano que todavía sangraba ligeramente, más que el dolor o ardor que podía sentir por un corte tan simple, lo que le abrumaba era la realidad de que Jungkook no podía sanarlo porque... - ¿Qué haré sí me sanas? Jungkook, vas a irte y entonces me romperé de nuevo. ¿Cómo sanaré entonces sino te tengo?

Jungkook se congeló, mirándolo con los ojos inundado en las lágrimas que comenzaban a desbordarse una tras otra. Taehyung quiso decirle que incluso así, con la boca ligeramente abierta, el rostro sonrojado y las lágrimas resbalando por sus mejillas, Jungkook lucía precioso ante sus ojos.

.- E-entonces... creo que no debemos vernos nunca más, hyung. 

Tengo que hacer uno más bonito. :'(

Holi. 

¿Cómo están? Espero que bien, a que no se esperaban esta actualización, ¿cierto?

¿Qué les pareció? A mí en lo personal me parece un capítulo muy intenso para nuestro Taekook, vemos que hay una vinculación emocional entre los dos, pero tampoco es que le pongan nombre o vayan más allá. En parte por miedo, en parte porque no saben todavía quién es el otro y bueno, como escritora todopoderosa, porque todavía hay elementos que faltan en esta historia. 

Nuestro Taekook todavía tiene un largo camino que recorrer. 

Y también deben volver al puente. 

En fin, infinitas gracias por leer y por contarme qué les parece. 

Amor para todos. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top