Octubre, 31, 1975
La llegada del Doctor
Bruja Blanca: Esa es la escalofriante historia que tengo para contarles, y recuerden: cada vez que paseen por la ciudad y pasen al frente del castillo negro, recuerden. La oscuridad de ese lugar acecha y es densa y Angèlie los observa, burlándose, porque su espíritu disfruta su sufrimiento.
Después de decir esto la bruja blanca se fue a sentar en la barra a tomar una copa.
La hermosa bruja blanca: rejuvenecida con un hermoso vestido negro de satin. Y un gran sombrero de bruja en la coronilla.
Una fiesta de Halloween, organizada por un señor de gran edad cuyo nombre no tiene mucha importancia. Sorprendía su comportamiento juvenil. Un señor de unos 75 años o quizás un poco mas no era tan usual ver que organizarán fiestas de Halloween para todo el pueblo. El Pueblo del Castillo Negro, así habían sido rebautizados después del incidente de las hermanas Loewe hace ya 74 años, que la gran bruja vivió en su adolescencia. El pueblo en estos años había cambiado mucho, no le tenían miedo ya al Halloween y se había vuelto un lugar cómodo para admitir que practicaba la hechicería, el señor de 75 años había promocionado su negocio en una fiesta, provocando que la gente del pueblo acudiera a ella.
Nadie tenía idea de que ella tuviera 90 años en realidad ni nadie debía tenerla. Los únicos que realmente saben de su inmortalidad son sus hermanos brujos más cercanos de su aquelarre, ella le decía a la gente que realmente tenía 40 años, era fácil engañar a las señoras que preguntaban.
Mal Neville, un nuevo vecino, había quedado divagando sobre la historia del castillo y por la hermosa bruja, el notaba en sus ojos un brillo, un resplandor, sabia identificar una bruja donde la viera pues él mismo era un brujo. Conocido por especializarse en el mismo voodoo haitiano, en sus tierras era un doctor, gente recorría millas para ver al gran brujo. Vendia raíces con propiedades mágicas como Juan el Conquistador. Invocación de loas, gris gris. Un gran maestro famoso con tan solo 25 años de edad, por desgracia desde que se mudó, nadie viene a verlo. Dos semanas hace que se había mudado y ni un solo cliente, en sus tierras el gran mito se había esfumado. Nadie sabia adonde había ido. La bruja blanca era su vecina, y desde que la vio salir en los primeros días tuvo esa sensación sobre ella. Ella vivía en la casa del frente, las ultimas de todo el barrio del Castillo Negro.
Mal no había salido demasiado, apenas conocía el pueblo siquiera. Y había venido a esta fiesta solo porque Robert había hecho una gran oferta, el mismo señor que organizaba la fiesta. Robert lo visito dos días antes de la fiesta, sabia que el era el prestigioso medico brujo y lo lleno de alabacion, le dijo que seria bueno que asistiera a la fiesta y de paso el promocionaría al talentoso hechicero en la fiesta. Que señor mas enigmático y pintoresco.
Dr. Neville: Ella es bonita. ¿Quien es?
Robert: Cual? La bruja blanca?
Tendria razon despues de todo.
Robert: Sí, ella es bruja como tu, deberias hablarle formarían un buen duo.
Dr. Neville: Vere si puedo.
Dijo mientra tomo un sorbo de su copa.
Luego de esto se alejo de Robert que estaba hablando con dos mujeres y fue directamente a la barra donde la bruja estaba fumando tranquilamente un cigarro.
Dr. Neville: Oh, tú debes ser mi vecina.
La bruja sonrió pensando que se trataba de una broma de un chico que quería ligar con ella. Espero el remate del chiste hasta que se dio cuenta que no había.
Bruja Blanca: Disculpa?
Dr. Neville: Yo soy nuevo aquí, me mude hace dos semanas a este pueblo, vivo en frente de su casa.
Bruja Blanca: Ah sí. Creo que sé quien eres, siéntate aquí - dijo señalando un banco a la par suya.
¿Te invito a una copa?
Dr. Neville: Hmm. Sí, ok.
El joven pidió un whiskey en las rocas y comenzaron a hablar.
Dr. Neville: Entonces tú eres la bruja del pueblo ¿no?
Bruja Blanca: Quién te lo ha dicho?
Dr. Neville: El señor de la fiesta, él fue quien me invito, no conozco a nadie aquí.
Tal vez podría unirme a tu aquelarre.
Bruja Blanca: Qué?
Dr. Neville: Soy un pequeño brujo, Robert me presentará ante el pueblo por eso vine.
La bruja sintió un pequeño deja vu. A ella también la había presentado en una fiesta...
Bruja Blanca: Tienes que contar una historia de horror. - rió.
Dr. Neville: Sí, me gusto la tuya por cierto, tenía ese toque de originalidad.
Bruja Blanca: Supongo que sí.
Robert tomó el micrófono:
"Hoy nos acompaña el Dr. Neville, un mito de tan solo 25 años en el voodoo, los puede ayudar a todos ustedes, no lo llaman doctor en vano, su dirección es del Castillo Negro 200 metros a la derecha, la última casa"
La gente empezó a aplaudirle.
Se vio obligado a pararse en público y hablar por el micrófono.
"Agradezco a Robert por darme participación en su velada organizada por él. Feliz Halloween, pueblo!"
Mal volvió a donde la bruja.
Dr. Neville: ¿Toda la noche de Halloween te la pasas bebiendo?
Bruja Blanca: De hecho estoy bebiendo mis últimas copas, tengo que irme. Mis hermanos me esperan es noche de Halloween. Y quiero que me acompañes.
Dr. Neville: Acompañarte?
Bruja Blanca: Te invito a mi aquelarre. Solo quiero que lo veas y si te agrada eres bienvenido.
Mal no sabía si era realmente buena idea.
Nunca había practicado brujería con nadie más que solo y todo su merito lo había conseguido solo. Pero no le fallaría a la encantadora, iría solo por compromiso.
9:00.P.M.
La pareja disponía a irse, se levantaron del asiento y comenzaron a caminar, para llegar a la salida tenían que atravesar todo el salón. Robert los observó y llamó a Mal solamente.
Robert: Veo que haz tenido éxito en la conquista.
Dr. Neville: Bromeas? Solo me pidió que la acompañara.
Robert: Sí, bueno. Escucha.
Dr. Neville: Qué?
Robert: Mañana iré a tu casa. Ocupo que sea a primera hora. Tengo algo que discutir contigo.
Dr. Neville: Bueno. Está bien supongo.
Robert volvió a ver a la bruja y a los dos les gritó buenas noches. Después de eso los dos salieron del lugar. Se irían caminando de ahí, caminando envueltos por la oscuridad y el frio del pueblo. Había tanto aforo en esa fiesta que las afueras estaban limpias, claras. Robert sin dudas era la estrella del pueblo, era muy querido por todos ahí.
Dr. Neville: Oyé. Robert ira mañana a mi casa.
Bruja Blanca: ¿Lo invitaste?
Dr. Neville: Yo no, él mismo. Dice que quiere discutir algo conmigo mañana temprano.
La bruja sintió cierta efervescencia, como si algo no estuviera del todo bien o pensando en que realmente esto ya lo había pasado antes.
Bruja Blanca: Te advierto que una vez que te lo montas es difícil quitártelo de encima, recomendaría que no seas grosero pero se cortante con él.
Dr. Neville: ¿Lo dices por alguna experiencia?
Bruja Blanca: Me ha llegado a pedir favores a los cuales le he tenido que decir que no. Es insaciable, y creo que si te descuidas podría pasarte igual a ti.
Dr. Neville: Lo tomaré en cuenta.
Siguieron caminando y pasaron por el cementerio, había un silencio absoluto en los callejones. Un gato negro salía por la acera de la esquina, hasta que doblaron y más allá se encuentra el castillo.
Un castillo ya obsoleto que envolvía la oscuridad y más estelas negras.
El ambiente se hacía pesado todavía después de estos años. Cada vez que la bruja pasaba por el lugar lo volvía a vivir todo. Como si un recuerdo vivido la asechara para siempre. Mal se dio cuenta de la cara pálida de la bruja, que observaba el negro castillo con el rabillo del ojo. Una gota de sudor frio bajó por la frente de la encantadora.
Dr. Neville: Estás bien?
Bruja Blanca: Uh-huh.
Mal observó el castillo y lo asoció con inmediatamente con la historia, claramente le pareció raro pero decidió no darle demasiada importancia.
Llegaron a la academia de hechicería de la bruja blanca, donde era su antigua casa. O más bien cabaña, donde vivía cuando tenía 16 años esa vez...
Tocaron la puerta y un muchacho les abrió.
???: Pasen
El lugar estaba completamente remodelado, habían estantes para libros y unas escaleras que guiaban a un balcón que se podía ver desde abajo, detrás del balcón había un pasillo que no se alcanzaba a ver. La bruja señaló un lugar para que Mal pudiera sentarse mientras ella desapareció por un oscuro pasillo por debajo del balcón.
No habían más de 7 hechiceros al menos que Mal haya visto, todos llevaban una capa de color musgo y a la otra mitad morado, muchos llevaban recipientes con arena y otras envases que resultaba imposible saber que realmente eran. Todos se preparaban para dirigirse afuera, la bruja blanca salió por el balcón de arriba con su capa ya puesta y un caldero que cargaba.
Bruja Blanca: Mostrémosle al nuevo como lo recibiremos está noche de Halloween!
La bruja bajó por las escaleras y mientras tanto sus hermanos comenzaban a salir primero, la bruja lo tomó del codo y lo llevo hasta las afueras oscuras de la cabaña...
Continuará...
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