€apitulo VII
Aquella noche cuando volvió a su departamento, cerca de las 10 de la noche, los otros tres lo esperaban en la sala. Ya en la habitación habían cuatro bolsos con distintas cosas: computadoras, equipos de audio, ropa, cuerdas, ganchos, tirolesas, arneses y armas.
Armas de todo tipo empuñadura corta, semi automáticas, dos francotiradoras, cuatro metralletas y cargadores para cada una de ellas; por lo menos 10. Luego de que Jung Kook hubiera salido de la reunión con su jefe este envió un mensaje de texto a Nam Joon dándole algunas indicaciones posterior a eso se dirigió al centro de menores de la Abuela Min.
Cuando esta lo vio solo con la cara que venía, sabía que no sería una muy grata noticia. Mientras revisaba su equipo recordó lo que había sucedido durante la tarde.
- Abuela Min – dijo siendo recibido por la cariño abuela con un abrazo que le calo a lo más profundo de su maltrecho corazón.
- ¿Cómo estas cariño? – dijo acariciando su rostro - ¿Qué te sucede?
- Bien, Abuela Min. Estoy bien – respondió sonriendo.
- Bueno, pero tus ojos no mienten. En eso te pareces mucho a tu abuelo – dijo sonriendo – pero no te quiero abrumar. ¿Qué te trae por aquí?
- Solo venía a despedirme – dijo algo triste.
- ¿Despedirte? – preguntó sorprendida mientras caminaba del brazo con él por los pasillos del centro.
- ¿Y para eso te vestiste tan elegante? – pregunto haciéndolo reír.
- Claro – dijo siguiéndole el juego – bueno la verdad es que venía a despedirme de usted y de Yang Mi, saldré del país.
- ¿Por cuánto?
- No lo sé aun, usted sabe cuál es mi trabajo y hay algunas cosas confidenciales – dijo avergonzado.
- Claro, no te preocupes. ¿Solo te vienes a despedir de mí y Yang Mi? – pregunto curiosa.
- En la noche antes de partir pasare a ver al Sr. Min.
- ¿Y qué pasa con el resto?
- Los chicos viene conmigo – dijo eludiendo un poco la respuesta que ella esperaba.
- ¿Y mis niños?
- Ellos estarán bien, han progresado mucho y creo que ya no será necesaria nuestra ayuda. Aunque seguirán cuidándolos pero desde lejos – dijo profesional.
- ¿Y Yoo Soo?
- ¿Qué pasa con ella?
- ¿Te despedirás de ella?
- Ya lo hice – dijo triste agachando la cabeza para mirar sus pies. La abuela Min se detuvo en su caminar llamando la atención del chico.
- Jung Kook, cariño – dijo levantando el rostro del chico que al mirarla se delato. La abuela Min solo sonrió y lo atrajo a ella. Acaricio su espalda mientras el chico soltaba algunos suspiros acongojado – tranquilo, tranquilo. Debes concentrarte en lo que debes hacer. Ella estará aquí, yo la cuidare. No tengo más que agradecerte por todo lo que has hecho por ella.
Cuando se hubo calmado se separó de ella recibiendo un cálido beso en su frente que lo hizo sonreír. Se comenzó a sentir el barullo de los niños que estaban saliendo a su break y se armó el caos.
- ¡Oppa! ¡hyung! – gritaron varias niñas y niños cuando lo vieron en el pasillo. Jung Kook buscaba con la vista a la pequeña que le había robado el corazón y de la cual se había hecho padrino benefactor en secreto.
- Hola niños – dijo sonriendo. Los saludo a todos con choques de hi five.
- Ya niños, dejen a Kook caminar – dijo la abuela Min haciendo que todos abrieran paso – iremos al salón de baile. Kook quiere hablar con ustedes.
Jung Kook seguía buscando a la pequeña mientras caminaba con la Abuela Min hacia el salón. Había cerca de unos 30 niños y niñas de todas las edades sentados en el suelo. Él se quitó la chaqueta, la corbata, abrió los primeros botones de su camisa, también desabotono las mangas.
- Bien – dijo algo nervioso sintiendo 62 pares de ojos sobre él, pero aun no veía su pequeña – bueno vengo a despedirme de ustedes.
- ¿Cómo hyung?
- Sí, es que me iré por un tiempo.
- ¿Volverás?
- No lo sé aun niños – dijo viendo las tristes miradas de todos.
- ¿Y nos extrañaras? – y ahí estaba su pequeña aguantando las lágrimas al fondo del salón oculta por los mayores.
- Yang Mi – susurro Jung Kook comenzando a caminar hacia ella. Lo que el chico no espero es que su pequeña se pusiera de pie y arrancara de él. Aquello termino de partir su ya roto corazón.
- ¿Hyung, nos extrañaras? – pregunto de nuevo otro de los niños.
- Claro que los extrañe, si vuelvo lo primero que haré es venir a verlos. Ahora – dijo rebuscando en sus bolsillos su teléfono personal al cual le cayeron varias notificaciones – quiero que se junten todos – dijo sacando de su mochila un trípode para poner su teléfono – y nos saquemos una foto.
Se armó algo de barullo haciendo sonreír a Jung Kook, los más pequeños se ubicaron al frente, la Abuela Min lo ayudo y salió del grupo.
- Abuela Min, usted también - dijo sujetándola antes que se le arrancara.
- No, no, no.
- Si, si, si – dijo dándole esta tierna sonrisa de conejito. La tomo del brazo y la puso al medio dejando un espacio para él.
- Ya, son 10 segundos – corrió a ubicarse y conto – 5, 4, 3, 2, 1 – todos hicieron la señal de la paz con los dedos y sonrieron la cámara tomo una ráfaga de 10 fotos en distintas posiciones. Jung Kook sonrió feliz cuando las reviso.
Esta vez se habían movido a la sala de "tácticas" como le habían puesto. En ella la documentación e información en las pizarras de la nueva misión encomendada. Nam Joon comentaba la información que había recibido del jefe y la misión que se les había encomendado.
- Buenos esta vez recibiremos guías de Jin que se encuentra esperándonos, nuestro avión estará listo para despegar a las 5:00 am de hoy, nos recibirá en Japón y nos llevara al centro de mando. La extracción será a las 11:00 pm de mañana. Si todo resulta bien estaremos volviendo en dos días más.
- Perfecto – respondió Ji Min.
- Hope, serás uno de los francotiradores en conjunto con otro del equipo de Jin. Ji Min tu iras con JK y les cubriré las espaldas.
- Ok – respondieron los otros dos.
- La extracción son dos hermanos unos de 7 y otro de 12 años, ambos hijos de uno de los magnates más importantes de Japón, Jin pidió por nosotros. Así que supondrán que la extracción no será fácil – dijo para finalizar con la imagen de ambos niños en el proyector.
Cuando hubieron terminado con el informe de Nam Joon, eran ya las 11:00 pm, cada uno se dirigió a su habitación, menos el mayor y Jung Kook. Nam Joon seguía guardando sus cosas esperado a que su amigo y jefe hablara.
- Son dos niños, el menor tiene casi la edad de mi pequeña – suspiro el menor.
- ¿Hablaste con ella?
- Si, fue difícil, pero lo hice. Además como padrino benefactor, si me pasa algo parte de mis cosas se irán a ella y también a mis padres.
- ¿Qué piensan ellos?
- Quieren llevársela con ellos.
- ¡Wow! Eso sería fantástico.
- Sí, pero siempre les dije que cuando comenzara con mi internado me la llevaría conmigo.
- ¿Se lo dijiste?
- No, no quiero alentar falsas esperanzas en ella.
- ¿Te encuentras capacitado para ir?
- Claro, solo tengo que aislar ciertas cosas de mi cabeza.
- Y de tu corazón.
- RM – dijo en advertencia.
- Debo decírtelo JK, porque en parte fue mi culpa – dice arrepentido.
- Tranquilo, déjame calmar lo que me está pasando y a la vuelta de la misión conversamos – dice tomando su rol de jefe.
- Claro.
- Saldré un par de horas si no estoy aquí a las 03:00 am nos juntamos en el aeropuerto.
- Ok – dijo sin preguntar pero suponiendo donde se dirigía.
Sin que ninguno de los otros dos supieran se equipó para salir. Vestía una camiseta negra apegada a su formado cuerpo y su típico cargo pants negro, en su cintura varios compartimiento en donde guardo una radio, su teléfono personal y el de la empresa, algunos cartuchos de balas y algunos implementos medicinales. Y recordó la conversación con su pequeña.
Antes de irse, la Abuela Min le pidió que hiciera el taller de baile por última vez de todos los niveles, por lo que corrió a su camioneta y se cambió su ropa formal por una más deportiva. Habían ya pasado 3 horas desde que había llegado, se había cambiado por tercera vez la camiseta y ya se había despedidos de todos para irse. Antes de salir del centro se puso su chaqueta negra y abrigo un poco su cuello para dirigirse a su camioneta. Abrió las puertas de la segunda corrida de asiento de su camioneta y guardo su bolso deportivo. Cerró la puerta y sintió unas pequeñas manos que rodeaban su cintura por la espalda.
Aquello alivio un poco su maltrecho corazón, suspiro aliviado y sonrió. Su pequeña estaba aquí con él. Suavemente deshizo el abrazo y se dio vuelta para ponerse a su altura. La pequeña rodeo su cuello y escondió su rostro húmedo por las lágrimas en su cuello.
Jung Kook la tomo en brazos y comenzó a mecerse, tal como la primera vez que se había conocido.
- No te vayas – le dijo con la voz acongojada.
- Shhh, tranquila – hablo acariciando su espalda.
- No me dejes sola.
- Tranquila pequeña.
- Oppa no te vayas – le suplico abrazando más su cuello.
- Debo hacerlo pequeña, pero será poco tiempo.
- ¡No! Sé que mientes.
- No bebé, no miento – dijo triste también – mírame - La pequeña negó – mírame por favor – la pequeña niña salió del cuello del chico y lo miro – hola.
- Hola.
- Escúchame bien – dijo sacando algunos cabello castañas casi rubio de su cara – debo ir, es un trabajo al cual no puedo negarme.
- Pero tengo un mal presentimiento – dijo mirándolo con los ojos llenos de lágrimas.
- Tranquila, soy uno de los mejores en mi trabajo nada me pasara – dijo sonriendo transmitiéndole calma y limpiando las lágrimas que corría por su rostro – haremos una promesa.
- ¿Qué promesa?
Jung Kook la bajo de sus brazos y se agacho a su altura acariciando sus mejillas, la niña limpio su rostro y lo miro. El mayor saco de su cuello una cadena de oro que siempre traía con él, de esta colgaba una cruz que su madre le había dado ya hace muchos atrás.
- Toma – dijo poniendo la cadena en el cuello de la más pequeña.
- Pero esto es tuyo, te protege – dijo intentando alejarse.
- No, ahora es tuyo – dijo tomando su mano para acercarla – cuando termine volveré por ella y prometo que no me pasara nada. Después todo cambiara, ¿Ok?
La niña no dijo más y se abrazó nuevamente a él. Jung Kook la tomo en brazo y la llevo a su sala en donde las clases ya habían comenzado. Beso su frente, espero que entrara y se sentara en su puesto para irse sin mirar atrás.
Ajusto a su cintura una cartuchera en donde guardo su arma favorita y la ajusto por abajo a la altura de su muslo. Termino de equiparse con sus timberland negras especiales para este tipo de misiones. Tomo las carpetas que no había tenido tiempo de entregar durante el día.
Cuando estuvo listo bajo hacia el estacionamiento subterráneo de su edificio, monto su camioneta, tomo su teléfono personal y marco.
- ¿Jung Kook?
- Señor Min, necesito conversar con usted.
- Claro, nos reunimos mañana.
- No, debe ser ahora – dijo ya conduciendo fuera del edificio.
- Claro, te espero – dijo lago preocupado.
- Solo necesito pedirle un favor.
- Claro, espéreme en su oficina y no avise a nadie de mi llegada.
- No hay problema.
El chico emprendió su camino hacia la mansión Min en donde daría el último informe, además le informaría al Sr. Min su ausencia.
Pero el destino es caprichoso y lo haría retrasar un poco su ida, para que se despidiera de quien se había metido bajo su piel.
¥ Hola mi gente hermosa, bien aquí un nuevo capítulo y claro que debía subirlo ayer pero lo hice hoy aquí en Chile es 01 de septiembre y saben lo que eso significa. Nuestro bebé está de cumpleaños, su cumpleaños número 24, se que no lo leerá pero quería aprovechar de saludarlo y pedirle a Dios que siga bendiciendo su vida ya que con eso alegra las nuestra. Bebito gracias por venir al mundo y alegrar el mío con tu hermosa voz y tu bella forma de ser. Que Dios te llene de bendiciones en tu vida y este nuevo año.
Enjoy it
Love you all ¥
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