Capítulo 8: Recordando años atrás.

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Luego de tal actuación, Wang Yizhou intervino con una falsa sonrisa avergonzada llamando la atención.

— Dios, estos chicos románticos de ahora.

— Qué sorpresa, nadie esperaba esa muestra de cariño juvenil.— habló el anfitrión de la noche dibujando una gran sonrisa en su viejo rostro—. Pero felicito a la futura pareja, salud en nombre del amor— continuó levantando su copa, acción que fue imitada por los demás.

Wang Yizhou no dijo nada y también imitó la acción.

Después de tal suceso Xiao Zhan ya no se sentía cómodo, así luego de que todo regresó a la normalidad llamó a Wang Yizhou para excusarse. Lamentablemente, resultó que no era el único con la misma idea, pues Yibo también había informado que quería irse, al final ambos tuvieron que viajar en el mismo coche en medio de un incómodo ambiente.

Durante el viaje de regreso, Wang Yibo no había apartado el teléfono de sus manos mientras Xiao Zhan observaba el exterior desde la ventanilla.

Anteriormente habían fingido olvidar el incidente en la casa de playa, y esta vez tenían la misma intención, sólo que el ambiente era tan tenso que Xiao Zhan sentía que se asfixiaba poco a poco. Bajaba la ventanilla del coche para poder respirar aire fresco, cuando Wang Yibo lo detuvo con molestia.

—¿ Quieres enfermarme?¿ Qué no te das cuenta que está haciendo mucho frío?¿ Ciérralo  quieres?

Xiao Zhan obedeció silenciosamente la petición del contrario, pero aún se sentía igual.

Eran tres personas en el coche, Wang Yibo, Xiao Zhan y el conductor, y todos ellos estaban completamente callados dando la impresión de que regresaban de un funeral.

—¿ Y cómo se encuentra su esposa señor Huang?— Xiao Zhan estaba muy incómodo con el silencio, así trató de conversar con el conductor, después de todo, había vivido un buen tiempo en la casa Wang y se llevaba muy bien con los empleados.

— Está mejorando— respondió el hombre un poco animado por la preocupación ajena, ya que hace un tiempo su esposa había sufrido un terrible accidente y estaba estaba en el hospital recuperándose —, el doctor dijo que en dos días la daría de alta.

— Es bueno— Xiao Zhan asintió con una ligera sonrisa—¿ Y la niña ya se graduó?

— Oh si, por supuesto, con las mejores calificaciones de hecho— respondió el conductor como un padre muy orgulloso.

Naturalmente, esas cosas no eran asuntos que un empleado fuera a contar a la familia del jefe, puesto que a nadie le importaba los asuntos de la servidumbre, pero con
Xiao Zhan las cosas eran diferentes y acostumbraba hablar muy animado con todos, más bien, Xiao Zhan escuchaba mientras otros contaban cosas agradables o tristes.

Aunque Xiao Zhan se llevaba bien con todos y escuchaba de manera paciente, había otra persona en el coche que llevaba escribiendo una y otra vez palabras equivocadas por la distracción mientras trataba de enviar mensajes de texto.

—¿ Y el pequeño Doki?¿ Ya se curó de su problema estomacal?

Wang Yibo ya no soportó más y arrojó el teléfono sobre el espacio del asiento.

—¿ Puedes cerrar tu maldita boca?

Tanto Xiao Zhan como el conductor quedaron mudos por el susto.

— Mi familia, mi casa, mis amigos, la servidumbre¿ Hay un lugar donde no metas las narices y dejes de joderme la vida?

— Joven amo Wang, por favor no se moleste— trató de interferir el conductor al ver que la situación se tornaba mala—, es culpa mía, no lo culpe.

— Está bien, fuí yo quien inició la conversación— intervino Xiao Zhan—, me disculpo.

Al escuchar la manera suave y sumisa en la que hablaba y su linda carita entristecida le causó más molestia. Todos veían esa actitud suya y sentían la necesidad de cuidarlo como a un ser frágil, ese era el mejor arma de un doncel, robar miradas y corazones. Esa falsa apariencia realmente lo molestaba.

— Detén el coche— dijo Wang Yibo. Una vez que el conductor se detuvo llevó su fría mirada hacia Xiao Zhan—, bájate.

— Pero joven amo...— trató de intervenir el conductor bastante nervioso

—¿ Qué acaso no me escuchaste Xiao Zhan? Baja del maldito coche. No llevo más de un mes aquí y ya estoy arto de ver tu maldita cara. ¡ Bájate y no regreses si es posible!

— Joven amo, no puede puede hacer eso— continuó tratando de persuadirlo, estaba seguro de que si lo dejaban en medio camino y el jefe Wang se enteraba seguramente lo despediría.

—¡ Tú no te metas!— exclamó Wang Yibo callando al conductor.

Xiao Zhan esbozo una ligera sonrisa con impotencia, ignorando lo que en verdad sentía ante la actitud del contrario. Él quería golpearlo, cerrarle la boca o sacarlo a él del coche y abandonarlo, pero no lo hizo.

Había una oración de Liu Tingyu en su mente que decía que un doncel, al igual que una mujer deben ser obedientes, sumisos, amables y siempre con una dulce sonrisa sonrisa en sus rostros, llorar en silencio y nunca, pero nunca expresar violencia. Así fue educada ella y esa era la enseñanza de sus antepasados que se practicaba en la sociedad.

Esas dos personas sólo podían elevar la voz si es que tenían poder y dinero propio, y Xiao Zhan sólo era el prometido de una familia, sólo podía limitarse a sonreír y escuchar con obediencia.

— Está bien, no tienes que gritarle a otros— dijo suavemente—, señor Huang, no se preocupe voy a tomar un taxi.

Xiao Zhan abrió la puerta y se bajó del coche despidiéndose del preocupado conductor, pero Wang Yibo ya no volteó a verlo, ni siquiera había notado que lo obligó a bajar en medio de la oscura y solitaria calle, él sólo ordenó al conductor retomar el camino.

La noche estaba fría y el vapor blanco abandonó los labios de Xiao Zhan en un suspiro mientras veía cómo el coche se alejaba poco a poco, al notar el lugar donde estaba sabía que tenía que caminar de regreso hasta llegar a las calles concurridas para poder tomar un taxi.

Qué habría que hacer en una situación así. Estaba triste y molesto a la vez, se sentía ofendido y humillado, realmente quería golpear a Wang Yibo pero sólo se limitó a sonreír mirando el cielo nocturno cubierto por algunas nubes y echó a andar de regreso. Al final, esa era su vida y ese era su futuro esposo, y si era así ahora estaba seguro que sería peor en el futuro y desde el momento en que lo vió también consideró que tenía que tomarse algunas cosas con gracia.

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Un día el abuelo Wang dijo que buscaría una esposa para su nieto y salió de casa, luego llegó y dijo que encontró la pareja perfecta para su heredero.

Wang Yibo aún recordaba ese día y a su madre tan sorprendida que terminó soltando el juego de té que llevaba hacia la sala.

En un principio sus padres habían estado muy en contra del compromiso planeado para su hijo, habían dicho cuántas razones se les ocurrieron para hacerlo cambiar de opinión.

—¿ Estatura?— preguntó su madre con la esperanza de rechazar la propuesta por la baja estatura del futuro prometido.

— Alrededor de 1.80— respondió el abuelo.

— Y qué tal va en la escuela— preguntó su padre.

— Muy buenas calificaciones, es buen deportista, tiene muy buena apariencia y excelentes modales.

Esa tarde Wang Yibo había mirado cómo sus padres trataban de contrariar a su abuelo, pero este nunca había cambiado de opinión.

Cuando se conocieron por primera vez Wang Yibo pensó que Xiao Zhan era muy hermoso, tenía buenos modales y una sonrisa muy agradable. Pero no era como él, era sólo una decisión que su abuelo tomó, era una obligación que tenía que aceptar sin refutar. Así que lo despreció.

En ese entonces Xiao Zhan vió que Wang Yibo era muy amable y tranquilo, era algo madura y responsable e ingenuamente pensó que si trataba a todos con igualdad entonces también lo aceptaría, pero se equivocó y fue rechazado. Wang Yibo vació un vaso con agua sobre su cabeza tal y como lo hubiera hecho durante la reunión, le dijo lo que sentía y lo dejó parado como un idiota, tal y como lo había hecho ahora.

Mientras cada uno tomaba una ruta, uno dentro de la calidez de un coche y el otro caminando mientras tiritaba por el frío y trataba de calentar sus manos con su cálido aliento, ambos pensaban en el motivo por el que se conocieron, ambos pensaban que hubiera sido bueno si eso nunca hubiera pasado.

Wang Yibo llegó a casa y se encerró en su cálida habitación.

Xiao Zhan cambió de ruta y tomó el tren de regreso a su propia casa. Estaba cansado, llevando un traje elegante sobre su esbelta figura, robando miradas de todos los pasajeros mientras se preguntaban el porqué un hombre tan elegante viajaba en un tren en lugar de ser llevado por un conductor privado. Él sólo quería estar en paz y dormir en silencio.

Xiao Zhan caminó el resto del camino hasta llegar a la vieja calle donde vivía antes y recordó los días en que iba y venía corriendo para ir a la escuela o llegar a casa para comer, las veces que jugaba con sus amigos o tenían conversaciones sin sentido y reían como locos. No pudo evitar sentirse afligido ante los viejos recuerdos del pasado y caminó más rápido el tramo que lo separaba de su vieja casa, caminando de regreso como cuando era un niño y sus padres lo esperaban para una salida familiar.

Cuando vió la puerta de su casa se detuvo a admirar los años que habían pasado, ahora estaba solo. Esa sensación realmente dolía.

Algunas risas se escucharon a sus espaldas interrumpiendo sus pensamientos, Xiao Zhan lo ignoró y continuó viendo la vieja puerta de su casa hasta que una voz llamó su atención.

—¿ Qué hace un hermoso doncel tan solito y bien vestido?

Xiao Zhan sólo pensó una cosa con molestia:

"— Lo que faltaba".




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