Capítulo 24: Fueron promesas y juramentos incumplidos.¿ Qué puede cambiar ahora?
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Xiao Zhan llegó al restaurante citado, fue guiado a su mesa y esperó con la mirada perdida y los pensamientos desorganizados.
Él no tenía a quién consultar por opiniones respecto a lo que pasaba con Wang Yibo y sus propios sentimientos. Estaba solo y con sus emociones en un embrollo mientras trataba de mantener serenidad e indiferencia para ya no lastimarse si es que Wang Yibo en realidad pidió una cita sólo para complacer a su madre. Entonces esa duda, al igual que sus sentimientos, se aclararían con su llegada. Pero muy en lo profundo, Xiao Zhan estaba felíz y anhelaba una oportunidad, secretamente arregló su apariencia usando el reflejo de la ventana y preparó su mejor sonrisa para una ocasión felíz y esperó.
Los minutos transcurrieron y Wang Yibo no llegó, algunas personas se retiraron y otras nuevas llegaron, pero no estaba Wang Yibo.
Poco después llegó un mensaje a su teléfono y él revisó ansioso, esperando que fuese su prometido explicando el motivo de su tardanza, pero no era él, era Darren, y el mensaje no era una simple excusa, era algo que a pesar de que era algo que Xiao Zhan podía esperar, realmente dolió:
"-—¿ Quién es esa mujer?"-— preguntaba Darren en el mensaje que envió adjunto a varias fotografías que enfocaban a una alegre pareja dentro de un café.
Cuando Darren dejó al doncel también salió en un paseo por la ciudad, aprovechando que su amigo le dejó a cargo de su coche, no esperaba ver esa tierna imagen de su primo a la compañía de una bella señorita, y antes de interrumpir la dulce reunión optó por preguntar al doncel.
Tal vez hizo bien, tal vez hizo mal, eso no lo sabía y esperaba una respuesta de parte de su viejo amigo.
Xiao Zhan se quedó inmóvil, no podía ver otra cosa que la alegre sonrisa de su prometido mientras estaba con aquella señorita. Para él, Darren Wang hizo bien y las esperanzas que querían crecer comenzaron a marchitarse, dejando solo un ligero dolor en su pecho que poco a poco fue creciendo.
Aún así respondió con la serenidad e indiferencia que siempre pretendió:
-— Es una amiga de la infancia de Yibo, ella es como su hermana—- el simple hecho de escribir esa respuesta dolía bastante, el simple hecho de mentirle a la persona más importante en su vida y la que más se preocupaba por su felicidad le resultó la peor bajeza y humillación, pero Xiao Zhan no era capaz de ser débil a su lado, menos cuando siempre se mostró como alguien invensible y con un gran autoestima, alguien que no sería bajado de las nubes, aún si fue hace mucho que cayó al suelo por algo tan estúpido como el amor-. Me dijo que no la veía desde hace mucho tiempo, por favor, no los molestes.
—- Está bien- respondió Darren aún poco convencido—-¿ Cómo se llama?.
Xiao Zhan sabía que Darren Wang no estaba del todo convencido, o tal vez había visto más interacción entre esos dos y ya sabía que él le estaba mintiendo. No sabía cómo responder, por una parte porque no sabía el nombre de la mujer, y por otra parte, tenía miedo de humillarse a sí mismo si es que Darren ya se dió cuenta sobre su desgraciada vida. Pensó que tal vez era mejor contarle toda la verdad en lugar de seguir mintiendo.
Xiao Zhan estaba por escribir la verdad, pero otro mensaje de Darren lo interrumpió:
—- Está bien, sé que no me lo dirás. Debe ser una persona muy especial como para que tú te niegues a decirme su nombre, yo lo respeto, y prometo que no iré tras ella con intenciones de conquista.
-— No molestes su conversación y vete a casa, si puedes compra un poco de leche- respondió el doncel.
-— Está bien mamá.
Luego de eso no hubo más mensajes, no había nada. Ya no habían sentimientos confusos y esperanzas, no había nada, como tampoco Wang Yibo.
Xiao Zhan dejó el teléfono sobre la mesa, respiró hondo y luego soltó todo el aire de sus pulmones. Él estaba esperando a una persona que no vendría, a una persona que le vió la cara de idiota. Eso era, se repitió una y otra vez, se lo merecía por creer que tenía una oportunidad para ser correspondido.
Pero es que los fragmentos de los últimos días aún se esforzaban en aparecer en su mente, tratando de pintar esperanzas y buscando mal entendidos con respecto a la noticia reciente,¿ Cuándo se había vuelto tan tonto e incrédulo?¿ Cuándo dejó de ser ese doncel de carácter fuerte con un autoestima de hierro que sus amigos conocían?¿ Cuándo comenzó a denigrarse a sí mismo hasta tal punto que aún anhelaba el amor cuando ya vió la realidad?
Y dijo una vez más, como si hubiese olvidado completamente a la persona que solía ser antes:
-— Aún puedes venir por mi-— susurró, sus largas y finas pestañas cayeron suavemente y sus ojos se cerraron como si no quisiera ver la realidad—-, y si no vienes hoy, entonces nunca lo hagas.
Pasó el tiempo, pero nadie llegó.
Xiao Zhan dió el primer y último sorbo a la copa de vino que esperó paciente al igual que él, soltó un suave suspiro y dejó la mesa.
Si pensó una vez más que Wang Yibo podría ir por él, no dejó de ser un tonto.¿ Por qué alguien se molestaría por una persona que no significa nada?¿ Por qué creyó que esta cita era realmente su iniciativa propia? Realmente era un idiota sin remedio.
Si Wang Yibo antes no le habría dicho de frente el motivo por el que hacía las cosas, Xiao Zhan habría pensado que tal vez sentía un poco de celos cuando Darren estaba a su lado, que tal vez trataba de llamar su atención cada vez que lo llamaba, que tal vez en los últimos días lo estaba aceptando en su corazón, pero no era así, Wang Yibo no era esa clase de persona. A Wang Yibo, Xiao Zhan no le importaba en lo mínimo. Se lo dijo una vez, él no lo amaba, él sólo hacía las cosas a petición de su madre.
Una vez que llegó al ascensor, esperó a que el mismo se abriera mientras se esforzaba en borrar todo recuerdo agradable de Wang Yibo que antes pensó en conservar, ya no quería pensar en él. La puerta se abrió y cuando estaba por entrar se quedó estático al ver a la persona en el interior.
Wang Yibo tenía el pelo ligeramente revuelto y jadeaba suavemente. Ambos se miraron de frente y nadie dijo nada, el tiempo era lento y sólo las palabras de Xiao Zhan regresaron: " Aún puedes venir por mi, y si no vienes hoy, entonces nunca lo hagas". Y él estaba ahí, y era como si pudiese dañar una y otra vez las miserables esperanzas que volvían a nacer por él. Era realmente estúpido y doloroso.
-— Yo...-— comenzó Wang Yibo.
Aunque no sabía cómo comenzar la conversación o qué excusa usar para no decir la verdad sobre su tardanza, al final había llegado aún si le faltaba aire en los pulmones como consecuencia de la carrera que se dió al recordar muy tarde la cita pendiente que tenía con el doncel.
-— Yo...-— una vez más intentó, pero realmente no sabía qué decir.
Aún le faltaba un poco de aire y estaba corto de palabras, pero¿ Qué tan difícil podía ser pedir un comienzo? Tal vez porque antes nunca pidió algo como eso no sabía qué decir.
Los hermosos ojos oscuros de Xiao Zhan lo miraban esperando escuchar el motivo principal de la cita, pero ya no tenían brillo alguno porque la necesidad de escucharlo hablar se estaba perdiendo, y mientras más tardaba más se opacos se volvían.
—- Conocí a alguien hoy-— habló Xiao Zhan cansado de la espera, Wang Yibo lo miró espectante y esa primera reacción de parte de su prometido motivó al doncel a continuar-, un chico bastante atractivo.
Wang Yibo no tenía otra expresión en el rostro aún si quería decir tantas cosas para evitar escucharlo continuar.
Un: —- Si te acepto en mi corazón tengo miedo de salir lastimado, tengo miedo de revivir el pasado, tengo miedo de cometer más errores de los que no podría perdonarme nunca o los cuales no podría superar, pero me doy cuenta que ya hice bastante al tratarte como si todo fuera tu culpa y lo siento, quiero intentarlo". Pero nada abandonó sus labios.
Al final no dijo nada y la expresión del doncel se volvió fría e indiferente cuando continuó, porque la falta de reacción en Wang Yibo borró hasta el más mínimo gramo de esperanza que pudo albergar una vez más.
-— Creo que ya empiezo a olvidarte.
—-¿ Estoy... dejando de gustarte?-— preguntó Wang Yibo con el poco vocabulario que aún le quedaba.
Xiao Zhan asintió suavemente y apartó la mirada de su prometido, observando cualquier cosa, menos a él y pudo dibujar una sonrisa.
-— Debo ser la persona de clase media más afortunada del mundo—- continuó el doncel-, mi suegra me ama, mi suegro me aprecia, tus primos me adoran y creo que tus tíos me quieren. Lo único triste es que no te tengo—- llevó la mirada a Wang Yibo, sus ojos estaban levemente rojizos-—, pero está bien, no es correcto llorar sólo por ese detalle, es tonto, es ridículo y es absurdo.
Y entonces fue así. Wang Yibo ya no quería intentar hablar, ya no se preocupó por buscar las palabras adecuadas para pedir un intento, porque ya lo perdió, sólo pudo mirarlo en silencio.
—- Darren me dijo que los padres de Lu, no se aman, ellos son buenos amigos, entonces también podemos ser así- dijo el doncel—-. Si tenemos un hijo, no sé si tú lo amarás, pero yo lo haré, le daré todo lo que mis padres me dieron y más. Después de todo, estoy solo, no tengo a nadie más, no hay alguien de mi sangre que pueda decirme un " te quiero" o animarme cuando me siento triste, no tengo ninguna razón para vivir y aún así sigo viviendo y quiero hacerlo. Pienso que si tal vez tuviera a alguien conmigo valdría la pena vivir.
En un momento de respiro entre ambos sólo se escuchaba el suave pitido del ascensor abriendo sus puertas, el sonido de algunos pasos y bajos murmullos de las personas que iban pasando. Ambos continuaban parados en el amplio pasillo y nadie dijo nada. La seriedad de Wang Yibo eran tan profunda pero no era una expresión verdadera, la sonrisa de Xiao Zhan eran tan grande y encantadora, pero no era sincera.
-— Cuál es la importancia de un matrimonio, podemos estar casados y nunca vernos- dijo el doncel—-. Ve, trabaja, sé libre, construye tu vida aparte de este matrimonio, haz lo que quieras, no necesariamente tienes que estar a mi lado para ser el esposo perfecto, lo serás más si no te presentas frente a mí, hablaré maravillas de ti frente a tus padres, no te preocupes por eso, y si luego conozco a alguien más y me enamoro que así sea. Entonces también comenzaré una vida fuera de éste contrato y seré felíz aún si no puedo mostrar esa vida al público, pero voy a ser felíz.
Al fin expresó todo lo que debería decir, cada palabra y cada detalle, Xiao Zhan extendió el meñique hacia su prometido.
-— Entonces, seamos buenos amigos, llevemos este compromiso al altar y seamos esposos de nombre.
Al mismo tiempo, también quería prometerse a sí mismo de cumplir su palabra, pero ya había hecho lo mismo antes y sólo quedaron como promesas y juramentos rostros. Ahora no sabía si sería capaz de cumplir su palabra o volvería a fallar, pero quería intentarlo una vez más. Todo sea hasta el día en que ese sentimiento de amor y devoción hacia Wang Yibo termine por consumirse y sólo queden cenizas, entonces lo odiará con toda su alma, y cuando esas cenizas sean llevadas por el viento sin dejar rastro, entonces le será indiferente. Ese sería el ciclo de su romance unilateral.
-— Es una promesa—- continuó el doncel esforzándose por mantener su sonrisa indiferente.
Wang Yibo miró su mano. Al final llegó tan tarde y de nada serviría pedir un intento, y tal vez era mejor así, porque muy en el fondo aún tenía dudas y miedos, pero ahora entendió que no estaba equivocado, ya que al final, Xiao Zhan se cansó de esperar. Era mejor así y ahora en lugar de ser luego y con más sentimientos en juego.
-— Una promesa—- Wang Yibo dijo cruzando el meñique con el del doncel.
Entonces, eso era todo, esas eran todas las vueltas y la soluciones cuando terminaban por romperse como burbujas de jabón.
-— Madre me pidió ir al hotel para ver los preparativos de la boda, entonces, nos veremos ahí, hasta luego.
Xiao Zhan ya no dijo nada más y subió al ascensor en cuanto sus puertas se abrieron, no esperó ver la expresión de Wang Yibo antes de irse, pero vió su espalda por última vez y las puertas se cerraron, separándolos completamente.
Wang Yibo tenía la mirada perdida, la expresión en su rostro estaba completamente apagada y sentía que algo dolía, pero no estaba seguro de qué era. Algo había comenzado a fragmentarse cuando el doncel dijo que ya no le gustaba tanto, algo se sintió más pesado y quedó atrapado en su garganta, dificultando su respiración, pero él ya no quería saber.
Una vez fuera del restaurante, Xiao Zhan tomó el primer taxi que apareció y no se preocupó en regresar a casa para empacar algunas prendas para el viaje. Se acurrucó en el asiento mientras veía las calles luminosas de la ciudad.
Durante todos los años de compromiso él se repitió una y otra vez que en su matrimonio no importaba el amor sino el dinero, entonces por años trató de aferrarse a esa idea de compartir su vida con una persona que no lo amaba, pero aún así, siempre había esperado un poco más de parte de Wang Yibo, aún tenía las esperanzas de que Wang Yibo podía llegar a sentir algo más por él, pero eso nunca pasó.
Unos cuantos recuerdos del pasado que aún no querían irse se reflejaron en las brillantes luces de las calles: eran recuerdos de los últimos días a la compañía de su prometido, y Wang Yibo nunca fue lo suficientemente gentil o considerado como para darle alas. Tal vez Xiao Zhan tenía algo mal para creer que veía luces rosa en la indiferencia de Wang Yibo y terminó ilucionandose una y otra vez con algo que nunca fue.
Dijo que ya debería estar acostumbrado, pero no pudo evitar que las lágrimas caigan por sus mejillas como los suaves sollozos que escaparon de sus labios.
-— Disculpe que me entrometa pero...—- dijo el taxista al notar que la pequeña belleza que recogió como pasajero estaba llorando—- ¿ Por qué una persona tan joven y hermosa llora?
—- Voy a casarme—- Xiao Zhan no quería hablar, pero sintió la necesidad de desahogarse con alguien por primera vez, era tanto el peso que sentía que no vió otra mejor forma de calmarse.
-—¿ Y eso no es algo para estar felíz?, no parece que llores por felicidad.
-— Pues... Es que voy a casarme con una familia muy rica—- sonrió el doncel tratando de secar sus lágrimas-, voy a ser el esposo de un hombre que ama a alguien más.
El interior se quedó en silencio por un momento, hasta que el conductor habló:
—- Lo siento mucho por usted, pero piense en el lado bueno.
-—¿ Puede haber un lado bueno en esto?
-— Pues para un pobre taxista como yo siempre hay uno—- respondió el taxista-—. Permítame contarle algo sobre mi. Yo me casé con un hermoso doncel porque no hicimos padres en el último año de escuela. Él me odiaba porque dijo que le arruiné la vida y su futuro, pero no sólo era mi culpa, ambos estábamos ebrios, ambos cometimos el error. Así también, yo comencé a odiarlo luego de ya no soportar sus insultos.
Sonrió el taxista como si estuviese contando una anécdota divertida.
-— Un día, mientras él se dirigía a una clase de maternidad tuvo un accidente e ingresó al hospital de emergencia, su vida se salvó pero el de nuestro hijo no.
-— Siento mucho escucharlo- comentó Xiao Zhan por cordialidad, no estaba prestando mucha atención al cuento y no estaba muy interesado en hacerlo.
-— No es necesario—- continuó el taxista sin apartar la vista del camino-, porque ese mismo día, en la clase de maternidad secuestraron a tres personas embarazadas, en ese momento me dije que por lo menos sabía dónde estaba mi esposo. Los familiares de esas víctimas no lo sabían, el miedo y la preocupación nunca pagarían e incluso llegarían a rogar por encontrar aunque sea sus cuerpos. Y yo, por lo menos tenía el cuerpo de mi bebé y a mi esposo con vida, era un por lo menos reconfortante- aquello había logrado captar la atención del doncel-—. Puede que no sea lo mismo en tu caso pero... Por lo menos tienes dinero para ser felíz, por lo menos tienes salud, por lo menos eres joven y hermoso.
-— Tal vez tiene razón-— Xiao Zhan esbozo una sonrisa pensando en las desgracias de vida y las bendiciones que también habían—-, antes de casarme tenía una vida pobre, luego perdí a mi madre a causa de la falta de dinero, tal vez la solución para mi dolor es tener dinero de sobra, y si él no me ama, tampoco necesita que yo lo ame.
-— Correcto. Mejor resumido que esto no puede estar:" Viva como un pobre quisiera vivir al tener dinero"—- dijo el taxista con Aires de sabio en su consejo—-. Si se siente triste, visite el teatro de comedias en Roma; si quiere relajarse, vaya a Canadá; si su ropas le incómodan, dé un paseo por las tiendas de París; si quiere acción y diversión, puede ir a Las Vegas. Qué otra cosa mejor que eso hay en la vida, todo lo que un pobre desearía hacer.
Xiao Zhan no pudo evitar soltar un par de suaves carcajadas ante el animado consejo del hombre. Pensó que él tenía razón, había escuchado hace tiempo sobre que" el dinero no compra el amor, pero se puede llorar en un Ferrari y secar las lágrimas con billetes de dólar", entonces también podría ser otro tipo de felicidad cuando se siente en el vacío, eso era mejor consuelo que seguir llorando por un amor imposible.
—- Tiene usted toda la razón: Vivir como un pobre quisiera al tener dinero. Ahora que lo recuerdo, ese también era mi anhelo en el pasado, mi gran deseo cuando mi familia no tenía nada-— Xiao Zhan secó sus lágrimas con un suave pañuelo de seda de primera calidad—-. Ahora me doy cuenta de que estaba siendo realmente estúpido al estar llorando por amor.
-—¡ Eso es el ánimo!-— exclamó el conductor elevando un puño-—. Y no se preocupe del amor, para una persona como usted siempre habrá quienes esperen con ansias tomar su mano.
Xiao Zhan soltó varias carcajadas con diversión mientras la amargura de antes se desvanecía.
Y esa era su solución final.
Y cuando Wang Yibo reaccionó ya era demasiado tarde, la persona que aún quería ver y con la que aún quería hablar ya se había ido hace tiempo. Sólo quedaba un anillo plateado en su dedo, recordándole la unión que quería reparar y no lo consiguió, porque ya era demasiado tarde. Sus propios sentimientos lucharon por distinguirse entre la amargura de su corazón por mucho tiempo, y cuando lo hizo, realmente ya era demasiado tarde.
Una vez en el aeropuerto, Xiao Zhan se despidió del taxista y respiró profundamente estirando su cuerpo y recuperando las ganas de disfrutar de la vida que había perdido. Mantuvo una sonrisa más natural y entró al aeropuerto con la serenidad y ligereza de una persona felíz que no tenía nada de qué preocuparse, porque ya no quería hacerlo.
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Cuando Wang Yibo regresó a casa ya todos se habían retirado a sus habitaciones y sólo quedaban algunos del personal de servidumbre que se atrevieron a preguntar por sus órdenes bajo la incomodidad de su apariencia decaída, él no respondió, cerró la puerta de su habitación sin preocuparse por nada que incluso olvidó encender la luz y se dejó caer sobre su cama, ignorando completamente la oscuridad en la que estaba sumido.
Cuando no logró dormir deambuló por su dormitorio y bajó nuevamente hacia la planta baja, e inconscientemente enfocó su vista en la cocina, viendo que las luces estaban apagadas, y en esa oscuridad no había nadie.
La noche anterior había preguntado al doncel si se había comido algunas cucarachas y si por eso tenía la luz encendida para evitar otro accidente, la noche anterior se atrevió a hablar con él algo más sobre su vida, y ahora, el doncel ya no estaba.
La luz de la cocina estaba apagada, la leche y las galletas no fueron tocadas, porque Xiao Zhan no estaba.
Wang Yibo caminó hasta la cocina, olvidando preocuparse por las luces apagadas. Si su madre lo veía así se habría desmayado del susto y luego se alegraría y lloraría de felicidad porque su hijo al fin superó su mayor miedo. Pero no era así, Wang Yibo aún le tenía pánico a la oscuridad, era sólo que su mente estaba completamente enfocada en una persona y en esa sensación de pesadumbre que se quedó cuando el doncel se fue. Ya no había espacio para recordar su miedo a la oscuridad.
Y qué importa si se verían de nuevo para el día de boda, qué importa si al final se casarían y vivirían juntos, Xiao Zhan ya no lo tenía en sus ojos. Wang Yibo consiguió lo que quería al principio, pero fue cuando ya no lo quería.
Él encendió la luz de la cocina y se sentó en la mesa, acariciando inconscientemente su anillo de compromiso. Esa joya que había odiado bastante desde el primer día que le fue dado, odiaba tener que ponerse el anillo, pero ahora, ese anillo ya no representaba ninguna incomodidad o molestia. Por primera vez en su vida estaba aprendiendo a apreciar y extrañar algo que probablemente nunca volvería; ese cariño y toda la atención que el doncel se había dedicado en darle, cada sonrisa, un pastel de rosas que faltaba disfrutar, su presencia, y aunque se casen, tal vez nunca más lo vuelva a ver.
Y qué era lo que iba a decir cuando ni él mismo estaba seguro de querer correr un riesgo, qué quería hacer, por qué lo quería hacer si tenía miedo de perder otra vez, ya nada tenía sentido, pero él ya no quería dejar las cosas en ese término aún si pensó antes que era mejor dejarlo al principio que después para no lastimarse.
Wang Yibo cruzó sus brazos sobre la mesa y escodió su cabeza entre ellos, esa noche estaba realmente solo y triste, y no había nadie para acompañarlo.
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