~~Narra Sparta~~

Hace poco me di cuenta del cacao mental que tenían Tina, Manu, Timba, Trolli y Mike respecto a Todo lo que estaba pasando. Cuando Musi les preguntó que a qué hora se encontraron al viejo, supimos que no tenían ni la más mínima idea.

- Fue por la mañana. - Afirmó Mike.

- ¡Qué va! Hubiese sido por la mañana si alguien hubiese hecho su maleta antes. - Dijo Timba, mirando de reojo a Trolli.

- Habló, el de la siesta... - Refunfuñó.

- Creo que fue más o menos al rededor de las seis, ¿no? - Intervino Tina, rodando los ojos al ver el comportamiento infantil de sus amigos (nada a lo que no estuviese acostumbrada ya, de todas formas).

- No puede ser, tuvo que ser antes. - Discrepó Manu, suspirando. - Ten en cuenta que al volver nos fuimos a la playa, y todavía era de día.

- Yo insisto, creo que fue por la mañana. - Dijo Mike.

- Yo también insisto, eso fue imposible porque Trolli tardó tres siglos en prepararse...

- Por Dios, callaos ya, no importa. - Intervino Musi, riendo. - Estaremos allí a las cuatro por si acaso, arreglado.

Yo estaba riéndome durante toda la conversación. No me molestaba en absoluto tener que quedarme un rato con Musi sin hacer nada... Una parte de mí deseaba correr otra vez hasta el campo de trigo, poder mirar las nubes tranquilamente. Aparté eso de mi mente, pensando en que ya tendríamos tiempo para eso más adelante.
Entonces noté una mano rodearme la cintura desde atrás, y no creo que fuese otro sino Musi. Me giré y le besé.

- Si llega a ser otra persona... - Murmuró riendo.

- No creo que nadie más me agarrase así de la cintura. - Dije.

- Oye, quién sabe. - Repuso. - Eres irresistible.

Musi tiró de mi hasta el jardín.

- ¿Hora? - Preguntó mientras cerraba la puerta tras de sí.

- Las doce. - Dije. - Nos quedan cuatro horas para hacer lo que queramos.

- Perfecto. - Suspiró. - ¿Corremos?

- Corremos.

Y empezamos a correr. Esta vez, yo estaba completamente feliz, sin preocupaciones. Esta vez, yo sabía que Musi me quería aunque no me lo dijese. Esta vez, corrimos de la mano.
Esta vez... Eesta vez me cansé mucho más que la última, había comido demasiado últimamente.
Musi volvió a empujarme, pero esta vez le arrastré conmigo. Caímos uno encima del otro, yo quedé abajo.

- Ja, esta vez estoy arriba. - Dijo, mirándome pícaramente.

- ¿Estás seguro? - Pregunté, arqueando una ceja.

De un rápido movimiento giré, poniéndome encima. Él intentó volver a girar, pero yo le besé.

~~Narra Musi~~

En mi mente solo había un pensamiento: teníamos que hablar sobre esto, sobre lo nuestro.

- Sparta, yo... - Empecé a decir.

- Lo sé. - Dijo, interrumpiéndome. - No digas nada, no hace falta.

- Sé que lo sabes. 

Lo sabía, por supuesto. Y me daba mucha rabia que lo supiese por deducción propi, no porque yo se lo haya dicho. Porque he sido un cobarde durante años. Por eso necesitaba decírselo, para sentirme mejor. El lo entendió, porque me dejó hablar. Yo sentía que el pecho me iba a explotar.

- Sparta, te quiero mucho, no sabes cuánto. - Comencé a decir, a pesar de que me costaba horrores expresarme. - No te imaginas el tiempo que llevo sintiéndome así. Y cada vez que te vas te echo de menos como si no te hubiese visto en años, y que te necesito a mi lado. Y que estos últimos dos años que Mike, Trolli y Timba no estaban he sentido que solo quería estar contigo, todo el rato. Necesito que te quedes conmigo siempre, que no te separes de mí, porque si no...

Sparta no me dejó hablar y me besó. Le entendía, yo tenía ganas de decirle lo que sentía y él tenía ganas de besarme para sentir que estaba a su lado, para sentirme cerca. Aún así, no pensaba dejarle hacer nada más, no ahora.
Yo correspondí el beso, y parecía que Sparta quería comerme a besos por cómo me abrazaba y me besaba. Se volvió a poner encima de mí lentamente, pasando la pierna por encima de mi cadera sin dejar de besarme al mismo tiempo que yo le acariciaba la espalda. Cuando el móvil comenzó a sonar, deseé matar a alguien.

- Joder, la próxima vez que vengamos el móvil se va a ir a tomar por saco.

Sparta se rió mientras yo me incorporaba.

- Qué. - Dije cortante.

- Uyyy... - Excamó, burlón. - Alguien se ha levantado de mal humor.

- Sí, sí. - Susurré. - Ya me dirás tú de qué humor estás cuando estés con Trolli y te llamen cada dos por tres.

Para mi desgracia, Mike lo oyó.

- Ahhh ahora lo entiendo, estás con Sparta. - Dijo. - Entonces usad protección y...

Mike no pudo seguir porque se reía él solo.

- Te odio mucho. - Dije suspirando mientras me llevaba una mano a la cabeza. - Bueno, ¿Llamabas para algo o solo para tocar los...?

- Chst, no digas eso.- Me regañó, sin dejar de reír.

- Bueno pues que os vayáis viniendo, que aunque no sea lo hora vamos a ir antes por si acaso, ya si queréis podéis revolcaros allí...

Mike volvió a reírse.

- ¿En serio Mike, en serio? - Suspiré. - ¿Cuántos años decías que tenías? ¿Me has engañado y en realidad eres un niño pequeño, o te golpeaste con algo al nacer?

No pude evitar reírme yo un poco también. Sí, luego diré que Mike es como mi padre, pero en realidad es cómo un niño pequeño con la mente perturbada...
Cuando colgué, le di la mala noticia a Sparta y nos pusimos en marcha.

- Definitivamente, la próxima vez dejamos los móviles allí...

- Sí *Dije al mismo tiempo que le daba un suave beso y después le daba la mano*

~~Narra Tina~~

Cuando Sparta y Musi llegaron por fin, después de hacer Dios sabe el qué, todos fuimos al bosque donde encontramos al anciano. No sé ni cuánto tiempo estuvimos allí, mientras Timba hacía el tonto con Manu, Raptor y los demás... Menos Mike y Trolli, que pasaban un poco de todo y estaban juntos. No sé por qué, pero Timba sacaba a la luz el niño pequeño que Manu llevaba dentro.
Manu era un buen chico, muy inteligente y carismático. Es verdad que suele ser serio, pero con él te diviertes. Es leal, y aunque no demuestre su afecto a menudo, sus amigos son lo más importante para él y haría lo que fuera por ellos.
Mientras estaba absorta en mis pensamientos, llegó el anciano.
Se sentó en medio del campo y yo suspiré, tendría que hacer un esfuerzo enorme para no matarle... Otra vez.

Tn: Será mejor que os senteis, no va a hablar hasta que no lo hagáis...

Así que todos lo hicimos.

A: Pues entonces... *Miró de reojo los ojos rojos de Mike* Claramente vuestro amigo ha sido... Tratado por los .exes cuando estuvo secuestrado.

Perecía que nadie se daba cuenta del hecho de que no se lo habíamos contado todavía y él ya lo sabía. Me ponía de los nervios. Eso sí que lo notaban.

A: Bueno, pues los .exes querían convertirle en uno de ellos, y lo hicieron inyectándole suero a través de la urna... Y así lograr que no recordase nada.

Todos asentimos.

Tr: Sí, pero qué le ha hecho ese suero, además de los ojos?

Trolli miraba preocupado a Mike, mientras le agarraba de la mano.

A: Ese suero tiene unos primeros efectos suaves, y jamás podría hacer que alguien se convirtiese completamente en un .exe, ya que como comprenderéis no pueden inyectarle piezas mecánicas a través de un suero. Lo que hace la inyección es cambiarle la personalidad hasta que...

Tr: ¿Hasta que qué? ¿Qué le va a pasar?

Por fin a alguien le ponía nervioso el anciano también...

A: De todas formas, *Dijo el anciano ignorando a Trolli* si ese suero no se administra de vez en cuando, los efectos se pasan. Pero no sabemos durante cuánto tiempo se lo inyectaron, así que a lo mejor tiene algún ligero efecto.

El anciano se levantó listo para irse.

A: Por cierto *Dijo mirando a Sparta* ¿Guardaste lo que te dije?

Sparta asintió sonriendo, después el anciano le lanzó otro microcomunicador a Sparta. Yo me acerqué para cogerselo de la mano a Sparta.

A: *Serio* No. Qué lo guarde el chico. Yo le he elegido.

Definitivamente, me ponía de los nervios.

~~Narra Trolli~~

Me acerqué a Mike y le besé. Tenía miedo de que le pasase algo, ahora sabía que no. Él me correspondió el beso, abrazándome fuerte.
Entonces Musi, por algún motivo que desconozco, llamó a Mike al móvil a pesar de estar a diez metros de distancia. Cuando Mike vio que le llamaba Musi, colgó directamente y después le gritó.

Mi: Ja, ja. Muy divertido, Musi. ¿Ya te has quedado a gusto?

Sparta se rió, yo no entendía nada.

Mi: Luego te lo explico...

Después me dio un suave beso y a mi ya no me importaba nada más.

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Fin del capítulo!

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