~~Narra Musi~~

Manu nos había llamado al día siguiente para contarnos algo importante. No sabía que podía ser, la verdad. ¿Acaso no sabíamos ya que Mike estaba muerto? Ninguno teníamos esperanzas ni ganas de nada.
Me levanté de la cama, me vestí y bajé a la sala común. Estaban ya todos allí, incluso Trolli. Cuando entré, vi a Sparta con cara de ni haber dormido en semanas, pero aún así me dedicó una de sus sonrisas, esas que tanto me gustaban.

Ma: Chicos *Dijo Manu con solemnidad* Necesito que me dejéis hablar. Todo del tirón, sin interrupciones, ¿Sí?

Todos asentimos en silencio.

Ma: Vale, pues... Ayer encontré algo en la cueva. Una pista que nos indica dónde podría estar Mike, pero tenéis que entender que las posibilidades son ínfimas.

Asentimos de nuevo.

Ma: Además, será peligroso, por lo que iremos Tina y yo... Solos

Entonces todo explotó. Gritos y más gritos, nadie estaba de acuerdo. Yo solamente suspiré.

~~Narra Sparta~~

Joder, no podía encontrarme peor. En ese momento, me acordé de lo que me dijo el anciano. "Él, él será el que organice toda esta misión. Le obedecereis en todo lo que diga"
Solo me repetía una y otra vez lo mismo. Qué Mike estaba muerto por mi culpa. No sabía a quién contarselo, ni que hacer para arreglarlo, ni como sentirme menos culpable. Cada día estaba peor.
Entonces escuché algo que me dejó helado. Una voz que se elevó por encima del resto.

Tr: ¡NO PIENSO DEJAR QUE OS VAYAIS SOLOS! ¡Si hubiese.os hecho eso desde el principio, Mike no estaría muerto! ¡Si no.le hubiese dejado solo!

No pude evitarlo. Me eché a llorar, me levanté de la mesa, tirando la silla y el caso que tenía al lado contra la pared.

S: ¡CALLAD DE UNA VEZ!

Todos lo hicieron, quedándonos en completo silencio.

~~Narra Musi~~

Joder. Por supuesto que Trolli no quería herir a Sparta al decir eso, pero... Lo había hecho.
Timba mostró expresividad por primera vez en semanas.

Ti: Joder, Trolli...

Se levantó de la mesa, dando un suspiro y disponiéndose a ir a buscarle, sin embargo; Manu le agarró del hombro y se lo impidió.

Ma: Deja que vaya Musi, ¿Vale? Quédate aquí un rato...

Me esperaba una .irada de odio por parte de Timba, pero cuando lo hizo, solamente me dedicó un guiño y después cerró los ojos mientras suspiraba, mostrando lo cansado que estaba.
Una vez salí al jardín, me di cuenta de que Sparta había ido a la parte de atrás. Estaba allí de pie, con la cara roja por culpa del viento y el pelo revuelto. La sudadera que llevaba le quedaba grande, y las mangas largas le cubrían las manos. Cuando me acerqué a él, empezó a hablar, entre sollozos.

S:  Llevo días intentando... No sentirme así, pero... Pero todo esto es culpa mía. Todos lo piensan. No soy capaz de mirar a Trolli a la casa y... Y Timba está tan mal. Fue culpa mía... Yo lo decidí,me acuerdo del momento exacto en el que... En el que convencí a Trolli para dejarle ir solo y yo... Yo... No puedo parar de pensar qué habría  pasado si...

~~Narra Sparta~~

No pude seguir hablando, y por algún motivo, no creo que Musi esperase que lo hiciera.

Mk: Sparta. *Dijo mirándome fijamente* Corre.

Yo le miré confundido, no entendía nada.

Mi: A la de tres, corre.

S: Musi, yo...

Mk: Una...

S: Musi no creo que...

Mk: Dos...

S: Musi, no pienso correr a ningún lado.

Mk: ¡TRES!

Antes de que pudiese reaccionar, Musi me agarró de la mano y tiró de mi. A los cinco segundos me soltó. Pretendía parar de correr, pero ahora mis piernas se movían solas.
Sentía el viento en mi cara, revolviendome el pelo. Entonces Musi aceleró el ritmo, y empezó a gritar. Yo le imité. Le miré. Iba con los ojos cerrados, sonriendo y con los brazos arriba, gritando de vez en cuando cómo haces cuando te sientes libre.
Seguimos corriendo hacia... Hacía ninguna parte, en realidad. Noté que me fallaban las piernas, no podía aguantar mucho más. Musi me miró como si me hubiese leído la mente.

Mk: No te pares. *Dijo sonriendo radiante*

S: Musi... Me voy a caer.

Mk¡Exacto, ese es el plan!

Entonces me dio un pequeño empujón y al segundo estábamos los dos en el suelo. Yo me quedé boca abajo hasta volver a respirar con normalidad, y después me giré buscando a Musi con la mirada.
Estábamos en un campo de trigo. La hierba era muy alta y nos cubría los dos por completo. Alargué el brazo para apartar la hierba que tenía a mí derecha, descubriendo así a Musi, que estaba tumbado boca arriba con los ojos cerrados, todavía sonriendo y con la respiración agitada. Entonces él alargó su brazo y me cogió de la mano.

Mk: Sparta... Nada de esto es tu culpa. Cuando Trolli dijo eso... Él solo pensaba en que la persona que más quería en el mundo está muerta y... Y no ha podido decirle lo mucho que le quería. *A Musi se le quebró la voz, y apretó la mano de Sparta* No quiero ni imaginar cómo sería si... Si...

Yo sólo le apreté con fuerza la mano. Los dos sabíamos de sobra lo que iba a decir.
Repté el escaso metro que nos separaba quedando justo a su lado apoyado en mi costado, lo suficientemente cerca como para que su torso tocase mi abdomen. Él no dijo nada, solo suspiró con los músculos de la cara ligeramente crispados, la boca entreabierta y los ojos cerrados con fuerza. Y no precisamente porque no le gustase.

~~Narra Musi~~

Sentía la respiración de Sparta, que por alguna razón era tranquila, al contrario que la mía. Entonces él se impulsó tirándose encima de mi, quedando yo abajo, y me besó. Yo no me lo esperaba en absoluto. Por un momento me estremecí y alargué ambos brazos buscando un punto de apoyo, pero le correspondí el beso. Una vez superada la sorpresa, le agarré de la cintura pegándole más a mí. Yo sentía sus manos en mi espalda rodeándome poco a poco. Yo le empujé suavemente, quedando los dos tumbados de lado, sin dejar de besarnos.
Cuando sonó el móvil, él se separó lentamente de mí. Yo me incorporé e intenté coger aire antes de contestar.
El que habló fue Timba.

Ti: Musi. ¿Estáis bien? ¿Y Sparta, está contigo?

Se le notaba muy preocupado.

Mk: S- sí, perfectamente...

Ti: ¿Sparta está contigo o no? *Dijo muy agitado*

Mk: Sí... *Volví a responder yo, con falta de aire*

Oí a Sparta reírse por detrás.

Ti: ¿Dónde estáis?

Mk: *Intenté con todas mis fuerzas hablar con normalidad* Es... Es difícil de explicar... Pero ya volvemos *Dije, adelantándome a Timba*

Ti: Musi... ¿Estás bien? Pareces... Nervioso.

Mk: Sí *Dije yo apresuradamente* Estaremos allí en quince minutos.

Entonces Sparta tiró de mi hacía atrás sin darme oportunidad de despedirme de Timba. Se colocó encima de mí volviendo a besarme. De verdad que yo no quería irme de allí, pero tuve que separarle suevemente.

Mk: Créeme cuando te digo que no hay nada que me apetezca más en este mundo, pero Timba necesita hablar contigo.

Me incorporé con él todavía encima, haciendo que quedase sentado encima de mi con las piernas rodeando mi torso. Yo suspiré. ¿Por qué no podía quedarme con él, en ese campo, tumbado para siempre? Él se levantó lentamente y yo le seguí. Nos dirigimos a la base juntos, de la mano y sonriendo.
Cuando llegamos, Sparta corrió y abrazó a Timba, que estaba fuera sentado al borde del acantilado. Yo sabía que tenían mucho de lo que hablar, así que me despedí con un gesto rápido y me fui hacia la puerta de la base con las manos en los bolsillos. Subí las escaleras, entré a mi habitación y me tumbé en mi cama. No sé cuánto tiempo me quedé mirando al techo pensando en él hasta que me dormí.

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Fin del capítulo! Espero que le haya gustado! Más tarde a lo mejor subo algo, pero hoy estoy muy liada, así que lo dudo.
Adioss!