Había algo que faltaba...

El príncipe Jyugo.

—Disculpe, ¿ha visto a mi hijo?

—No majestad, lo siento. -Respondió una mucama-

—¿Ha visto a mi hijo? -La reina buscaba al jóven príncipe sin tener resultados-

—Me temo que no majestad.

—Muchas gracias...

Faltaba poco para el comienzo del baile y el príncipe no aparecía, hasta que a la reina se le ocurrió buscarlo en su habitación.
Al llegar, lo único que hizo fue tratar de abrir la puerta, pero fué en vano ya que ésta tenía llave puesta.

—Hijo, ábreme por favor. Ya casi es el baile y debem -Su hijo la interrumpió-

—Me rehúso a estar en ese estúpido baile. -Gritó molesto-

—No me grites así, entiende que esto es para el bien de todos.

—No mamá, no lo es y por favor ya vete, te dije que no pienso bajar.

~•~

—Sonrié cariño, el traje se te ve mejor si sonríes. -Su madre ganó ésta vez, sacándolo de su habitación casi arrastrándolo por el suelo del pasillo; ahora se encontraban vistiendo al príncipe con la ropa que ya estaba planeada para el jóven-

—Voy a sonreír cuando no me obliguen a casarme con alguien que no amo. -Soltó en seco con el ceño un poco fruncido-

—Ah... -Su madre suspiró terminando de acomodar su traje-

—Solo se amable hijo, por favor.

—Si, madre... -Dijo con un suspiro triste-

El Joven Jyugo definitivamente no se sentía bien, estaba triste y molesto, pero no le queda nada más que obedecer...
Mientras tanto en el reino 3, tenían sus propios problemas que resolver.

~Reino 3~

—Ma... Majestad, por piedad, intente contener más la respiración.

—¡¿Todavía no me cierra?! -La reina estaba furiosa porque...-

—No, no le cierra majestad. -El vestido no le cerraba-

— ¡Por dios! Vamos, ¿qué haces ahí parada? ¡¡Llama a alguien más que te ayude!! ¡Esto me va a cerrar, a como dé lugar!

—Si majestad, voy enseguida. -La pobre mucama salió corriendo por los pasillos para buscar a alguna otra de sus compañeras que la ayudara a poder cerrar ese vestido-

Llegó la otra mucama, ya eran dos, tal vez así podían cerrar el vestido.

—No cierra alteza.

—¡¡Llama a alguien más!!

Nop, aún no cerraba.

Llegó mucama tras mucama, todas tratando de cerrar ese precioso y carísimo vestido, que no quería cerrar. Todas jalaban de esos hilos que salían del corset tratando de ajustar el vestido de la, "reina" Kiji pero los resultados eran los mismos, el vestido no cerraba.

Tres, cuatro, seis, !ocho mucamas! Y aún no podían cerrar nada.

Terminaron llamando al Rey para que la fuerza de un hombre les ayudara.

—Maldición Kiji, ¡mete más la panza!

—¡Pero sí no estoy gorda, mono tonto! -Las mucamas solo se tapaban los ojos tratando de no esperar lo peor, que el vestido se rompiera-

—¡METE LA PANZA KIJI! -Gritó el rey mientras tiraba con fuerza de los hilos, y empujaba con una de sus piernas la cintura de la reina para que el vestido cerrara-

—¡¡QUE NO ESTOY GORDA!! -Después de tanto esfuerzo, el vestido se dignó a cerrar-

—¿Ves? Te dije que no estoy gorda, estúpido mono... -Dijo susurrando lo último-

—¿Qué dijiste?

—Nada cariño, que vayas a terminar de arreglarte para el baile. Ahora ustedes chicas, terminen de vestirme. -Pidió estirando los brazos hacía los lados con una sonrisa de victoria-

—Ni un gracias sabe decir. -Rodó los ojos saliendo de la habitación y cerrando la puerta tras de si-

En la habitación de los dos príncipes, ambos ya estaban listos y dentro del carruaje, esperando a que su madre terminara de arreglarse.

—Ya terminé, puede avanzar señor. -Dijo Kiji al conductor del carruaje-

—¿Se te volvió a abrir el vestido? -Preguntó burlón el rey-

—Cállate.

~Reino 13~

—Llevan 15 minutos de retraso mamá, ¿cancelamos la boda? -Con una enorme sonrisa, preguntó el príncipe Jyugo-

—Por supuesto que no, solo tenemos que esperar un poco...

—Ya llegaron. -Dijo el rey Hajime-

—¡Excelente! -Sonrió la reina-

—Oh no...

—Con ustedes, el rey Samon Gokuu y... La reina, Kiji Mitsuba, reyes del reino 3

Una pequeña intervención musical sonó para dar bienvenida a los reyes del reino 3, mientras dichos reyes, caminaban con elegancia hacía sus lugares asignados.

—De igual manera, he aquí a los herederos legítimos de su reino, el príncipe Honey y el príncipe Trois. -Musitó el encargado de nombrar a la realeza, mientras los príncipes saludaban a los presentes con un suave movimiento de mano-

Toda la realeza se encontraba sentada frente a una mesa vacía que posteriormente se llenaría de exquisitos manjares preparados por los cocineros del reino 13.

—Woah, olvidaba lo elegante que se veían estás cosas, tiene años que no veía un evento de la realeza como este. -El peli rubio miraba con una leve sonrisa la escena frente a él-

—¿De verdad? ¿Pues en qué trabajabas antes, Uno? -El de ojos carmín miró con curiosidad a su nuevo compañero-

—Trabajaba en un almacén de semillas para una panadería, a veces también hacía el pan.

—¡Eso suena bien! ¿El pan que hacías era igual de bueno que el de Rock?

—La verdad no lo sé, nunca he probado su pan.

—¡Tal vez hoy lo puedas probar! Si no me equivoco, Rock mencionó que haría una de sus mejores recetas de pan.

—Esperemos que así sea. -Sonrió-

Minutos después, el rey Hajime se levantó de su aciento, tomó una copa y un cubierto y dió un pequeño discurso de introducción para el baile, dió el orden de las cosas durante el día, el cuál constaba primero del baile (en este podían participar algunos empleados del castillo), después el banquete y finalmente una declaración por parte de los próximos reyes, sobre los beneficios que le brindarán al reino, gracias a dicha unión.

—Esto será maravilloso. -sonrió el rubio-

—Esto será horrible. -Murmuró el príncipe azabache-

Continuará...

Espero la estén pasando muy bien, les habla su humilde escritora Adlemi uwu. Espero que les haya gustado y esperen pacientemente la siguiente parte tanto de este AU, como de mi otra historia "solo mío".

Sin más que decir (espero), no olviden apoyar mucho ambas historias y compartirla con alguna amiga o amigo para que todos puedan disfrutar de las historias uwu (sí es que lo hacen u,w,u)

Hasta la próxima, poshitos <3